En la Perashá Quedoshim (Vayikrá 19–20) encontramos un número notable de Mitsvot. Cuando las analizamos en profundidad, vemos que muchas de ellas reflejan, desarrollan o detallan los preceptos expresados en los Diez Mandamientos.
La diferencia está en el enfoque: los Diez Mandamientos representan el momento solemne de la revelación divina en el monte Sinaí. Quedoshim, en cambio, traduce esa santidad a la vida diaria. Compararemos ambos textos y mostraremos cómo las Mitsvot de Quedoshim explican, complementan o expanden los principios del Decálogo.
1. “Yo soy HaShem su Dios”
Vayikrá 19:2 – Kedoshim tihiyu ki kadosh ani HaShem Elohejem
La Perashá comienza reafirmando la base espiritual de toda la Torá: la identidad del pueblo de Israel como una nación consagrada a Dios. HaShem es el Legislador supremo, cuya autoridad no está basada en el poder o el miedo, sino en la santidad. Sus leyes no son caprichosas ni opresivas, como las del faraón, sino que están orientadas al bien y dignidad del ser humano.
2. “No tendrás otros dioses”
Vayikrá 19:4 – Lo tifnu el ha’elilim
No se debe acudir a ídolos ni a supuestos poderes sobrenaturales. No se puede creer ni invocar ningún tipo de “superpoder”, energía mágica o fuerza espiritual fuera de HaShem. Esta Mitsvá es una declaración contra la superstición, el ocultismo y cualquier forma de idolatría moderna o antigua.
3. “No tomarás el nombre de HaShem en vano”
Vayikrá 19:12 – Ve’lo tishabe’u bishmi la’sheker
Aquí se detalla el uso indebido del nombre divino, especialmente en contextos legales. No se puede jurar en falso, ni utilizar el nombre de HaShem para justificar una mentira. Esta Mitsvá es una continuación directa del principio de reverencia absoluta por el Creador.
4. “Santifica el Shabbat”
Vayikrá 19:30 – Et Shabtotai tishmoru
Quedoshim menciona el Shabbat brevemente, en el mismo contexto que el respeto a los padres. Aun así, el solo hecho de mencionarlo como una orden divina refuerza su centralidad en la vida judía. Observar el Shabbat es un acto de emuná y un reconocimiento semanal de la creación divina.
5. “Honra a tu padre y a tu madre”
Vayikrá 19:3 – Ish imo ve’aviv tira’u
Aquí no se menciona el “honor” sino el “temor reverencial”. Los Sabios explican que honrar se refiere a asistir y cuidar físicamente a los padres, especialmente en su vejez. Temor, en cambio, implica no contradecirlos, no llamarlos por su nombre, no sentarse en su lugar. Ambas actitudes son necesarias para una relación sana con nuestros progenitores.
6. “No asesinarás”
Vayikrá 19:16 – Lo ta’amod al dam re’eja
Quedoshim no repite literalmente la prohibición de asesinar, pero da un paso más allá: prohíbe la indiferencia ante el peligro de vida del prójimo. Si alguien está en riesgo y tú puedes hacer algo para salvarlo, estás obligado a intervenir. La vida humana es sagrada, y no actuar ante el peligro también es una forma de violencia.
7. “No cometerás adulterio”
Vayikrá 20:10 – Ve’ish asher yinaf et eshet ish
Quedoshim aborda de manera directa las relaciones prohibidas. El adulterio se menciona con claridad y se establecen sus consecuencias. La santidad también se expresa en el ámbito familiar y conyugal.
8. “No robarás”
Vayikrá 19:11 – Lo tignovu
La misma palabra aparece, pero en un contexto diferente. En Quedoshim se refiere al robo de bienes materiales —propiedad, dinero, pertenencias—, mientras que en otros contextos se refiere al secuestro. Además, aquí se amplía la prohibición a todo tipo de fraude: mentir en los negocios, engañar al cliente, retener el salario del trabajador. El mensaje es claro: una sociedad justa se construye sobre la integridad económica.
9. “No darás falso testimonio”
Vayikrá 19:16 – Lo telej rajil be’ameja
Aunque no se menciona directamente el juicio, esta Mitsvá prohíbe el chisme, la calumnia y la difamación. Hablar mal del otro, divulgar rumores o crear divisiones dentro del pueblo también es una forma de dañar la verdad y la justicia, como lo es el falso testimonio.
10. “No codiciarás”
Vayikrá 19:18 – Lo tikom velo titor
Quedoshim nos advierte contra el deseo de venganza y el rencor, emociones emparentadas con la codicia. La Torá no solo exige control sobre las acciones, sino también sobre los sentimientos destructivos. Y concluye con una orden revolucionaria:
Ve’ahavta lere’aja kamoja – Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Una invitación a vivir en empatía, generosidad y solidaridad.
Quedoshim amplía, desarrolla, y baja a la tierra a los Diez Mandamientos. Nos enseña que la santidad no es solo un concepto espiritual o teórico, sino una práctica diaria que se refleja en nuestras relaciones humanas, en el respeto, la justicia, la compasión y la verdad.