LOS HECHOS
El pueblo judío está en el desierto, preparándose para la conquista de la tierra prometida. Moshé decide enviar 12 hombres para una misión de inteligencia: ingresar disimuladamente en territorio enemigo y explorar sus debilidades y fortalezas. Esta información es absolutamente necesaria para que la conquista militar de Canaan fuera un éxito y haya que lamentar el menor número posible de muertes. Los 12 espías exploran la tierra de norte a sur. Al cabo de 40 días, cuando llegan de regreso al desierto, son rodeados por las multitudes. La gente con la entendible ansiedad de tener alguna información acerca del territorio en el que muy pronto van a vivir, se congrega alrededor de los espías para escuchar lo que le cuentan a Moshé. Y allí empiezan los problemas… porque se crea una trágica situación que va a afectar, literalmente, a toda una generación. Al principio no lo notamos porque parece como que todos los espias hablan con una misma voz, pero muy pronto vemos que hay dos grupos “enfrentados” entre los espías. Los que quieren ir a Israel y los que no.
El discurso de los espías que expresan su oposición a Israel es un magnífico ejemplo de demagogia y retórica usada para manipular y persuadir a las masas, algo de mucha relevancia en nuestros tiempos de Fake News, donde el periodismo objetivo ha desparecido y se ha transformado en propaganda de estadoo o partidos politicos.
Veamos algunas ilustraciones.
EL MIEDO A LA LIBERTAD
Lo primero que nos aclara la Torá es que los espías tenían ya formada su opinión «antes» de ir a explorar la tierra. Estos lideres de Israel no querian una tierra por la cual tuvieran que pelear: preferian regresar a la estabilidad de la esclavitud de Egipto, donde seguramnte serian recomopensados por haber traido a los esclavos de regreso. Y cuando uno ya tiene una idea determinada, y desea el beneficio que de esta idea derivará, los datos o la realidad nunca lo harán cambiar de opinion. Hace unos años dos congresistas de Estados Unidos anti israelíes (y antisemitas) informaron que querían visitar Israel «para ver con sus propios ojos la situación de los palestinos allí». Algunas personas pensaron inocentemente que era una extraordinaria oportunidad para que vieran la realidad de Israel, entendieran que los árabes que viven en Israel son los más privilegiados del Medio Oriente, y cambiaran de opinión. El gobierno de Israel fue menos ingenuo: no importa lo que vean o dejen de ver, pensó el gobierno, la opinión anti-israelí de estas dos congresistas ya está formada y nada las va a hacer cambiar de parecer. En todo caso va a ser peor: van a regresar con Fake News: “Ahora ya vimos Israel y es mucho peor de lo que pensábamos”.
Es posible, pero es muy difícil que la gente cambie su opinión cuando ya está formada su ideología.
EMPIEZA POR LO QUE QUIERES DESCARTAR
Los 10 espías, critican a Israel pero sorprendentemente comienzan hablando bien de Israel: “Israel es una tierra que mana leche y miel”, es decir, que es apta para la cría del ganado (para obtener la leche) y para la agricultura (miel, que no indica en este caso la miel de abejas, sino el dulce zumo de los dátiles maduros). ¿Por qué? En el campo de la retórica es sabido que cuando uno quiere convencer a su audiencia de que “A” es mejor que “B”, no puede simplemente ignorar los argumentos de “B”. Si lo hace, a la gente siempre le quedará la duda. Por lo tanto, hay que presentar brevemente a “B”, con argumentos seleccionados, como para pretender que uno tiene objetividad, para así quitarle puntos al lado contrario. Y algo más: cuando uno quiere convencer a la audiencia que “A” es mejor que “B”, ¿tiene que empezar presentando “A” o presentando a “B”? Respuesta: cuando un juez presenta su fallo y, digamos que en su veredicto declarará al acusado “inocente”, va a presentar en primer lugar los argumentos que demuestran la “culpabilidad”, luego los descartará, y terminará presentando los argumentos de “inocencia”. Por lo general, cuando un individuo presenta dos posibles ideas, los primeros argumentos que presenta, son los que al final va a descartar.
METER MIEDO
Cuando un demagogo quiere que la gente lo escuche y lo siga, no dirige sus palabras hacia la inteligencia de su audiencia, sino hacia sus emociones. Las masas se dejan llevar por las pasiones, no por los argumentos “lógicos”. Una de las emociones más efectivas para la manipulación de las masas es el miedo. No importa si lo que uno dice es verdad, exagerado o imaginario. El miedo penetra en nuestro ser, sin pasar por el filtro de la mente. Los 10 espías arman toda una campaña de intimidación. Dicen por ejemplo: 1. “Los hombres contra los cuales tendremos que luchar son ¡salvajes!” Nos van a vencer militarmente, y los que no mueran en la batalla, serán torturados por el enemigo. 2. Además de salvajes, «¡Son gigantes!», Parecen jugadores de rugby. Frente a ellos nos veíamos como insectos. 3. “Amaleq”, el primer enemigo de Israel, que atacó a mujeres, niños y ancianos, “habita en el sur” y ¡serán los primeros enemigos que tendremos que enfrentar (recuerden que el solo escuchar el traumático nombre de Amaleq, causaba pánico en el pueblo) 4. “La tierra de Israel se traga a sus habitantes”. ¿Piensan que podrán vivir allí en paz? ¿Cultivando la tierra y criando ganado? En realidad, la tierra es hostil. Tanto que “se traga a sus habitantes” que mueren de forma constante. En sus esfuerzos por desmoralizar al pueblo los espías describían a Israel, la tierra fertil, como si fuera Islandia: una región rocosa, esteril, volcánica y donde los movimientos sísmicos (que tragan a la gente) abundan.
Hoy en día el discurso del miedo es el preferido de algunos personajes políticos. Los tiranos y dictadores por lo general “inventan” un enemigo al que culpan de todos lo males «que en realidad, ellos mismos producen» y persuaden al pueblo que el enemigo “los amenaza”, etc. y así dominan la mente de las masas.
¡NO SE PUEDE!
Los espías fueron enviados con una misión de inteligencia: identificar objetivamente el poder y las debilidades del enemigo. Pero tal como lo hacen algunos periodistas del “Fake News”, en lugar de reportar los hechos, los espías se convirtieron en «asesores politicos» y reflejando sus miedos (o sus intereses personales, según otra opninión) proclaman la derrota antes de empezar la guerra: LO NUJAL LAALOT. ¡No podremos conquistar la tierra!
El pueblo comenzó a llorar, gritar y entrar en un estado de pánico y desesperación. Los dos espías leales, Yehoshua y Caleb, intentan hacer entrar al pueblo en razón y les ofrecen argumentos racionales: ¿Ya se olvidaron del poder de HaShem y las 10 plagas en Egipto? ¿Ya se olvidaron que venció al poderoso ejército del Faraón? ¿No se dan cuenta de que es Dios quien nos está guiando hacia allí y que Él nos prometió cedernos esta tierra? «¡No teman! Con la ayuda de Dios, ¡vamos a poder conquistar la tierra!”
Pero ya era demasiado tarde. Los argumentos “lógicos” de Caleb y Yehoshúa no pueden eliminar ni apaciguar el efecto desmoralizador del Fake News y sus palabras de sabiduria caen en oídos sordos. El resto, es historia conocida.
Entre las líneas de esta Perashá, podemos aprender a identificar los principios de la demagogia y la manipulación. Muy importante para que no seamos ingenuos y no nos engañe el aceitado mecanismo del Fake News.
SHABBAT SHALOM