lunes, diciembre 9, 2024
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Rab Shelomó de Oliveyra (1635-1708) y la importancia de aprender hebreo

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La Sinagoga de Amsterdam
El Rab Shelomó ben David de Oliveyra haLevi, provenía de Lisboa, Portugal, de una familia de anusim, conversos que en España llevaban el nombre Benveniste. El apellido Oliveyra fue adoptado por esta familia después de la Inquisición porque según la tradición familiar eran descendentes de Yitshar, el hijo de Qehat, (Shemot 6:16) de la Tribu de Levi. Yitshar significa, «aceite de oliva fino».
El Rab Olveyra se desempeñó como profesor de la Yeshibá Keter Torá en Amsterdam. En 1698, luego de la muerte del rab Ya’aqob Sasportas, fue designado en su lugar como Ab Bet Din, Rabino Superior del Tribunal Rabínico de Amsterdam, que luego incluyó a todas las comunidades sefardíes de Europa.
La firma y las haskamot (autorizaciones rabínicas e introducciones para libros judíos) del Rab Oliveyra se encuentra en decenas de libros publicados en esa época.
El Rab Oliveyra fue un autor muy prolífico. Y si bien varios libros que él escribió ya no están en nuestro poder, como un comentario que escribió sobre el Mishné Torá de Maimónides, tenemos hoy acceso, gracias a la magia de internet, a la mayoría de us escritos.
Veamos algunos de ellos.
DARJE NOAM (Hebreo):  Es una guía para el estudiante del Talmud. Analiza muchas palabras en arameo y especialmente  expresiones talmúdicas técnicas.  Es una herramienta indispensable para el principiante que desea estudiar Guemará. Y está basado en dos libros previos que registran la forma en la que se estudiaba Guemará en Esapaña: mebó haTalmud, de Rabi Shemuel ha-Nagid, y el libro Darjé haTalmud del famoso rab Isaac Canpanton.
DARJE HASHEM (Hebreo) Es un compendio de los 613 Mitsvot, mandamientos bíblicos, ordenados en forma alfabética.
Antes de describir los próximos libros me gustaría explicar que en la tradición Sefaradí siempre existió un orden muy específico en el estudio de la Torá, que hoy en muchas comunidades se ha perdido.   Junto con el estudio intensivo de Tanaj (24 libro de la Biblia hebrea) una de las primeras disciplinas a la cuales estaba expuesto el estudiante, en lo que hoy sería la escuela primaria, era el estudio de Diqduq, o gramática Bíblica.
Esto incluye, en primer lugar, aprende a pronunciar correctamente las constantes hebreas y también saber cómo y cuándo pronunciar las vocales hebrea (como shevá, qamets qatan), lo cual no siempre es evidente a partir del texto visible.
Este conocimiento debe  incluir también un dominio total de los Te’amim, lo que se conoce como notas musicales, pero que en realidad son acentos tónicos y especialmente signos de puntuación.  Si el estudiante no demostraba un dominio completo de la pronunciación Bíblica, no se consideraba aún alfabetizado.
Y recién una vez que se aprendía a la perfección la pronunciaciónde las palabras, se pasaba a la semántica, es decir, a la comprensiónde las palabras.
Lo mismo pasaba con el lenguaje arameo: para que un alumno principiante pudiera comprender todos los libros del Tanaj (incluyendo Daniel Ezra y Nejemia) tenía que saber obligatoriamente arameo Bíblico. Lo cual era también una condición para incursionar en el Talmud, y comprender el arameo rabínico.
Sin estas básicas herramientas intelectuales, el estudio de Torá sería deficiente. Ya que el estudiante siempre estaría en falta, o dependiendo de un maestro que le traduzca los textos básicos.
El conocimiento profundo y sólido de la lengua hebrea se consideraba un pre requisito para el aprendizaje serio de cualquier otra disciplina judaica, como Mishná, Guemará, Halajá, etc.
Ahora podemos concentrarnos en la producción literaria del Rab Oliveyra, que era literalmente, «un maestro de la lengua hebrea».
Entre sus muchos libros podemos mencionar:
ZAYIT RA’ANAN: Glosario alfabético y explicación en portugués (españolizado) de las palabras difíciles de la Mishná, la Guemará y los libros filosóficos medievales.
TE’AME HATE’AMIM (Hebreo): Explicación de los Te’amim, acentos y signos de puntuación bíblicos, especialmente de los TE’AME EMET, es decir, de los libros Yiob, Mishlé y Tehilim, que son diferentes al resto del Tanaj. Este libro es mencionado por el Jidá en su libro Shem haGuedolim.
YAD LASHON:   Tratado de gramática hebrea, explicada en portugués.
ETS HAYIM: Libro de semántica hebrea, que comprende un glosario presentado en orden alfabético, con palabras en hebreo y arameo (en portugués).
DAL SEFATAYIM: Libro que explica en portugués los principios de la gramática aramea.
SHARSHOT GABLUT: Otro libro de semántica hebrea y aramea, donde se explican las raíces de las palabras en orden alfabético. Este era un libro esencial para la redacción de la poesía en hebrea, área en la cual el Rab Oliveyra se destacaba.
AYELET AHABIM: Una larga composición poética y filosófica de Aqadat Yistjaq, o sea, el sacrificio de Isaac.
El Rab Oliveyra también tradujo partes del libro Shené Lujot haBerit del Rab Yesha’ayahu Horowitz (el Shelá haQadosh, 1565-1630).
También tradujo del árabe al portugués el famoso Canon de Medicina del médico persa Avicenna.
 
Min haShamayim (=providencialmente) encontré en Googlebooks un link con casi todos los libros del Rab Oliveyra en una edición digital muy nítida. El libro se llama  «Livro da gramatica Hebrayca y Chaldayca». (Amsterdam 5449,1682)» y éste es el link. El lector observará que luego del primer libro, los demás fueron escaneados de atrás para adelante. Por lo cual aconsejaría que se comience desde el final, con el libro Darjé No’am, guía de la Guemará.   

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