El Rabino Moshé Almosnino nació en Salónica, Grecia, en 1515. Fue un escritor prolífico y el autor del libro más antiguo que se conoce en ladino «Extremos y grandezas de Constantinopla».
El Rab Almosnino es el autor de varios libros de Tora. Su libro más famoso es Yede Moshe (600 páginas), un comentario a las cinco Meguilot, entre ellas: Meguilat Ester.
La especialidad del Rab Almosnino es el lenguaje. No me refiero sólo a la gramática hebrea, sino a su profunda sensibilidad para el análisis textual del Peshat (el significado literal del texto). Siguiendo el estilo de los rabinos Sefaradíes, el rab Almosnino analiza el Peshat, independientemente de los Midrashim.
En el principio de su comentario, el rabino Almosnino explica por qué necesitamos el primer capítulo, aparentemente superfluo, de Meguilat Ester. ¿Qué se puede aprender de este capítulo, que trata sobre una mega fiesta que organiza el monarca Persa, aplicado a la trama principal de la Meguilá: el plan de Hamán para exterminar al pueblo judío?
El Rabino Almosnino muestra que cuando examinamos de cerca el primer capítulo, de acuerdo al Peshat, se obtiene una mejor idea de la magnitud del milagro de Purim.
Algunos ejemplos:
1. ¿Por qué la Meguilá nos dice en el versículo 1:1 que Ajashverosh controlaba las 127 ciudades del Imperio Persa? Porque tenemos que saber que el decreto de Hamán y Ajashverosh para matar a los judíos del Imperio, habría implicado el fin de la nación judía. El Imperio persa, en el tiempo de Ajashverosh, era tan grande que no había judíos que vivieran fuera de estas 127 ciudades (por cierto, en ese periodo de la historia, todos los judíos del mundo fuimos «judíos persas»). Esto nos muestra la magnitud del milagro: 1. No había escapatoria física para los Yehudim. 2. Se salvó toda la nación de Israel.
En las siguientes líneas, pasuq 1:3, el rab Almosnino dibuja el perfil psicológico de Ajashverosh. A diferencia de un psicoanalista que estudia el perfil de su paciente a partir de una sesión de terapia, el rabino Almosnino examina la personalidad de Ajashverosh a partir de un profundo «psicoanálisis» del texto.
1. bishnat shalosh lemoljo: La Meguilá describe a Ajashverosh como un rey inexperto e ingenuo. ¿Cómo se define la ingenuidad de un rey? Un rey está siempre rodeado de asesores. Los asesores, muy a menudo, dan al rey un consejo que les favorece a ellos y no necesariamente al rey o al Imperio. Pero siempre van a presentar este consejo como si estuvieran favoreciendo el rey. Un monarca con experiencia es capaz de detectar estos trucos. Un rey sin experiencia puede ser fácilmente engañado por las maniobras de sus asesores.
Más adelante en el Meguila, vemos este tipo de maniobra procedente de Hamán. Cuando Hamán presenta su plan para matar a los judíos, que era su manera de ejecutar una mega-venganza personal contra Mordejai, Hamán describe su plan no en relación con su propio interés, sino con el interés del rey. «Estas personas [los judíos] no siguen tus órdenes … No es del interés del Rey que esta gente siga viva «. El ingenuo e inexperto Rey, mordió el anzuelo.
2. ‘asa mishte lejol sarav va’abadav. «El rey hizo una fiesta para todos sus sujetos», ergo, dice el Rab Almosnino, este Rey era un rey demagogo (=people pleaser), complaciente. Normalmente, son los súbditos los que honran al rey y hacen fiestas en su honor. Pero Ajashverosh era inseguro. Necesitaba ser querido y admirado por todos para sentirse bien consigo mismo. Por lo tanto, tomará sus decisiones no teniendo en cuenta el beneficio para el Imperio, sino el beneficio para su «honor». Ajashverosh decidirá hacer todo lo que favorezca su imagen, y viceversa. Es por eso que más adelante el rey acepta la petición de Hamán, complaciendo así su consejero favorito. Por otro lado, Hamán, muy inteligentemente, no revela el nombre del pueblo que él quiere eliminar. Maquiavélicamente, Hamán (de acuerdo al Peshat) nunca le menciona a Ajashverosh que quiere eliminar a «los judíos». Hamán le sugiere al rey deshacerse de «un pueblo» sin nombre, anonimo, desconocido. Como si esta decision no fuera a perjudicar negativamente la imagen populista de Ajashverosh.
3. Behar-oto et ‘osher kebod maljuto veet yeqar …: «. Ajashverosh organizó una gran fiesta para exponer su riqueza y la gloria de su esplendoroso reino» El Rab Almosnino explica que hay dos elementos principales que guían la conducta de los gobernantes: el dinero y la imagen (o en ciertos casos, «el poder»). Para algunos politicos el dinero es prioridad número uno. Estas personas trataran de alcanzar el poder y estarán dispuestos a sacrificar su imagen sólo con el fin de ganar más dinero. Pero para otras personas, la imagen, el honor, el poder y la vanidad están por encima del dinero. Estas personas estarán dispuestas a sacrificar todo su dinero con el fin de alcanzar una gran imagen pública. Ajashverosh pertenece a este segundo grupo. Invirtió una gran fortuna en una fiesta que le servia sólo para avanzar su «gloria» a los ojos de todos sus súbditos. No estamos hablando de un rey piadoso que rechaza el dinero porque es un «ser espiritual», sino de un Rey arrogante (=inseguro) para el cual dar marcha atrás en una decisión ya tomada, afectaría su ego.
Y ¿por qué es importante saber todo esto sobre Ajashverosh? Debido a que más adelante en la Meguila, una vez que el rey firmó el decreto, podríamos suponer que si los judíos del imperio reunen suficiente dinero van a poder comprar el favor del rey y hacerle cancelar su decreto. Pero una vez que sabemos que para que este rey el dinero está por debajo de su «gloria», y que dar marcha atrás en una decisión tomada (y decir: me equivoqué) es imposible para alguien con la «inseguridad emocional» de Ajashverosh, concluiríamos que no hay manera de hacer que este decreto desaparezca. Cuando leemos la Meguilá y vemos que Ajashverosh es insobornable, orgulloso y obstinado, pensaremos: «este terrible decreto no se podrá cancelar», y por lo tanto, llegaremos a apreciar mejor la magnitud del milagro de Purim.
(Mi hijo Ya’aqob explica que, proyectando su propia personalidad, cuando Ajashverosh quiere premiar a Mordejai por sus servicios a la corona, no piensa en una recompensa monetaria sino en un acto honorífico que enaltezca «la gloria –yeqar– de Mordejai». Esta es la razón por la cual Ajashverosh acepta con entusiasmo la sugerencia de Hamán (otro que pensaba todo el tiempo en «gloria y honor») de llevar a Mordejai montado en un caballo del rey, vestido con ropas del rey, por las calles de la ciudad, proclamando: «Esto es lo que se hará con el hombre que el rey desea honrar!»).
Usted puede leer estos y otros profundos jiddushim del rab Moshe Almosnino en su libro Yede Moshe, pgs. 268 y ss רנ»ח. Ver el libro aquí.