martes, agosto 12, 2025
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Recordando a Jerusalem en comidas y celebraciones

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Los Sabios que vivieron durante la generación en la que se destruyó el Bet haMiqdash instituyeron ciertos decretos rabínicos (taqanot) relacionados con el duelo, que nos hacen recordar —incluso en momentos de celebración— que nuestro Bet haMiqdash aún está en ruinas. Por ejemplo, la costumbre de colocar cenizas en la cabeza del novio el día de su boda, o la costumbre de dejar una pared de la casa con un segmento sin revestir.

Presentamos ahora otro ejemplo de estas tradiciones, una costumbre menos conocida y que posiblemente, en muchas comunidades, haya caído en desuso.

Maimónides y el Shulján Aruj escriben lo siguiente (H. Ta’aniyot 5:13):

וכן התקינו שהעורך שולחן לעשות סעודה לאורחים מחסר ממנו מעט ומניח מקום פנוי בלא קערה מן הקערות הראויות לתת לשם

«Y asimismo, [nuestros Sabios] decretaron que al preparar la mesa, cuando se sirve una comida para invitados, se deje algo de comida sin servir y se deje también un espacio libre en la mesa, sin una de las bandejas que normalmente se servirían allí.»

Vamos a explicar algunos detalles de esta halajá para entenderla mejor:

  1. Esta costumbre de no servir uno de los platos se limita a comidas de celebración en las que hay invitados, y no se refiere a las comidas diarias.

  2. También se excluyen las comidas de Shabbat o de las festividades judías, ya que en Shabbat y en Yom Tob no puede haber ninguna manifestación de duelo.

  3. Existe una discusión entre los rabinos si están incluidas también las comidas por celebraciones religiosas personales (se’udat mitsvá), como por ejemplo, un Berit Milá, un Bar Mitsvá, etc. Según el Rab Eliezer Melamed y otros, estas comidas están incluidas, y por lo tanto estos gestos recordatorios se deben aplicar. De acuerdo al Rab Mordejai Eliyahu z”l y otros rabinos, en estas comidas, donde se celebra una mitsvá, no debemos presentar ningún signo de duelo. Según esta segunda opinión, esta costumbre se aplicaría casi exclusivamente en una celebración “social”, donde uno invita a sus amigos un día no festivo del calendario judío a comer a casa, etc.

  4. Si bien se indicó la obligación de recordar el Bet haMiqdash, nuestros Sabios evidentemente no quisieron que hagamos una manifestación demasiado visible de duelo en una comida celebratoria, sino algo más bien discreto e indirecto. Por eso indicaron que este acto simbólico se presente a través de no servir una de las comidas que debería servirse en la mesa para esa ocasión.

Ahora bien, es muy posible que la razón por la cual esta tradición haya caído en desuso es que, en nuestros días, es muy difícil que los invitados puedan llegar a notar que hay «una comida ausente», un plato que debería haberse servido y no se sirvió. En tiempos pasados, el menú era absolutamente rígido y todos servían siempre las mismas comidas. Además, se servían todos los platos a la vez, ¡como en un buffet! En esas condiciones, la ausencia de uno de los platos principales, o el espacio vacío en la mesa donde debería haberse servido uno de los platos, no pasaba desapercibido para los comensales, y servía entonces al noble propósito de representar un delicado gesto de luto, de algo que está incompleto: el pueblo judío sin el Bet haMiqdash.

En nuestros días, sin embargo, ya no hay un solo menú estándar, sino una gran variedad de menús de comida, y muchas formas diferentes de preparar y servir la mesa. De manera que resulta imposible que nuestros invitados identifiquen por sí mismos la ausencia de un plato en particular, o que reconozcan que hay un lugar vacío en una parte de la mesa y lo asocien con el duelo por el Bet haMiqdash.

Ahora bien, siendo que este decreto fue mencionado explícitamente por los Sabios, muchos rabinos contemporáneos consideran que sigue siendo apropiado que lo practiquemos, aun en el caso de que este gesto recordatorio solo sea reconocible por los anfitriones. ¿Cómo se hace esto? Dice el rab Melamed que, por ejemplo, cuando los anfitriones programan preparar varios tipos de comidas para agasajar a sus invitados, deberían decidir no preparar o no servir una de las comidas principales en recuerdo al Bet haMiqdash.

También se puede dejar un lugar vacío en la mesa, sin comida, como lo indican Maimónides y el Shulján Aruj, aunque este gesto sea reconocido únicamente por los anfitriones.
Y si bien es muy posible que nuestros huéspedes no identifiquen este gesto, nuestros hijos seguramente lo harán.
Y los estaremos educando a añorar, tener en su corazón y rezar por nuestro Bet haMiqdash.

En algunos hogares he visto que, en ocasiones de comidas festivas durante la semana, se coloca un plato o una bandeja de ceramica decorativa que dice en hebreo: «Zéjer laMiqdash».

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