DIA CERO
Uno de los detalles menos observados del relato de la creación es que el primer día de la creación, cronológicamente hablando, no comienza en el primer versículo de la Torá: el DIA UNO comienza con la aparición de la luz en el versículo 3. ¿Por qué? Porque el DIA está determinado por la transición día/noche. Y la luz fue creada, por así decirlo, en el versiculo 3.
Por lo tanto, los dos primeros versículos de la Torá corresponden al DIA CERO de la Creación. Esta primera reflexión nos puede ayudar entre otras cosas, a comprender mejor la complejidad del tema «tiempo». ¿Qué edad tierne la tierra, o el universo, de acuerdo al relato bíblico? Si tomamos en cuenta que el dia 1 comienza en el versiuclo 3, desde la creación del universo, versiulo 1 hasta el versiculo 3, puede haber pasado un tiempo inde=fino que poueden ser medidios (retroactivamnte) en miles de milloes de de años.
Veamos ahora otras plabras clave del primer versículo.
BERESHIT:
Esta palabra no quiere decir “En el principio” como se la suele traducir, sino que literalmente significa: “En el principio de….”. Pero en lugar de estar seguida por un sustantivo (En el principio del tiempo, etc.) está seguida de un verbo, “creó”, el pretérito perfecto del verbo crear. Lo que hace a esta palabra más compleja es que la palabra hebrea BERESHIT está también señalizada por un signo que representa una coma (el ta’am tarjá). La combinación del genitivo y una coma, algo no solo inusual sino contradictorio, me llevó a explicar que la palabra BERESHIT debería ser traducida de un modo reflexivo. Algo así como “En el principio del….principio”. Es decir, cuando nada más que Dios existía, ni siquiera átomos o alguna materia prima en estado caótico, como sugirió el filosofo griego Platón.
BARA (creó):
La segunda palabra, BARA, confirma la explicación de la primera. BARA se utiliza para indicar una creación exclusivamente Divina; la creación ex-nihilo, a partir de la nada. Hay que notar que si bien comprendemos en general las dos ideas expresadas en estas dos palabras: “En el principio…”, antes que exista la materia o el tiempo ; y “crear” traer a la existencia algo a partir de la nada, son absolutamente incomprensibles para nuestro limitado entendimiento. Este es el aspecto esotérico o místico del relato de la creación, inalcanzable para el ser humano.
ELOQIM (Dios):
Esta es la palabra clave de este versículo. El mensaje principal de la Torá es que el mundo no se creo solo, como un acto cuántico casual. Dios es el Creador del Universo. Esto es fundamental porque si el mundo tiene un Creador, la creación tiene un propósito, y viceversa.
ET HASHAMAYIM (Los cielos):
Maimónides explica que las palabras de la Torá no son complicadas respecto a su significado literal. La dificultad está en que el sentido semántico de la palabra cambia según el contexto en el cual ésta aparece. En el relato de la creación, la palabra shamayim, literalmente “cielos” aparece en contextos diferentes. Generalmente se refiere a cielo visible, iluminado u oscuro. También puede referirse al sistema solar: el sol, la luna y los planetas que mantienen a la tierra en su privilegiada ubicación que permite la existencia del agua líquida. En nuestro caso, primer versículo de la Torá, el sentido de esta palabra cubre al universo de una manera exhaustiva. Con una sola excepción: la tierra.
VEET HAAERETS (y la tierra).
Esta palabra alude obviamente a nuestro planeta y nos ayuda a comprender mejor la extraordinaria magnitud del primer acto de creación. Por el momento se calcula que el universo incluye más de 100 billones de galaxias. Cada galaxia contiene 100 mil millones de estrellas y cada estrella, un número indeterminado de planetas (nuestra estrella, el sol, tiene 8 ) y cada planeta, tomando en cuenta nuestro sistema solar puede tener entre 1 y 50 satélites (lunas).
Todo este inimaginable número de cuerpos celestes está descrito con una sola palabrita “hashamayim”: el universo.
Pero lo más interesante, creo es que la Torá destaca a un planeta, cuantitativamente insignificante, que tendrá el privilegio de ser acondicionado por el Creador para albergar la vida y la humanidad.
A partir del segundo versículo “los cielos” ya no serán más modificados y la Torá se va a concentrar exclusivamente en nuestro planeta, como lo explicaremos BH más adelante.
Para resumir: el primer versículo de la Torá describe la creación de todo el universo, toda la materia existente ¿Y qué excluye el primer acto de creación? El planeta tierra será modificado en los próximos 4 días para finalmente albergar los dos elementos no incluidos en el primer acto de creación: la vida, QUINTO DIA, y la inteligencia humana (nefesh, neshamá), SEXTO DIA.