jueves, marzo 28, 2024
Inicio10 MandamientosLos 10 mandamientos y el cristianismo

Los 10 mandamientos y el cristianismo

image_pdfVer en PDFimage_printImprimir
Pregunta: ¿Por qué los 10 Mandamientos no son tan conocidos?  ¿No deberían ser los 10 Mandamientos el primer texto que se estudie  (¡y se memorice!) en toda escuela judía?
Creo que necesitamos un poco de historia para entender lo que ocurrió…
Por un lado, la recitación de los 10 Mandamientos está registrada en la Mishná (Tamid 5:1) como parte de la litúrgica diaria del Bet haMiqdash (que continuó hasta el año 68 de la era común).  ¿Por qué entonces no recitamos todos los días los 10 Mandamientos?
La respuesta se encuentra en la Guemará Berajot 12a: Varios rabinos en el siglo 3 y 4 de la era común trataron de re-instituir la recitación de los 10 Mandamientos en Babel, que en ese entonces era el epicentro de la vida judía en la diáspora, pero las cortes rabínicas no lo autorizaron. ¿Por qué?  Las crípticas palabras que usa  la Guemará en hebreo son:   מפני תרעומת המינים , que significa más o menos, «debido a las escandalosas [ideas y prácticas] de los herejes». Pero  ¿A qué y a quién se refiere la Guemará?
En el nuevo testamento, escrito en los tiempos de la Guemará, siglos 3 y 4 de la era común, se habla de los 10 Mandamientos como «los únicos preceptos revelados directamente por Dios», y por lo tanto se los toma como «los únicos mandamientos que son obligatorios para los seguidores de la iglesia». Implicando que todos los demás mandamientos NO son de origen Divino «directo» y por lo tanto no son mandatorios.  No puedo extenderme demasiado en el tema de por qué la iglesia cristiana formuló estratégicamente una especie de «judaísmo light», una nueva religión desprovista de casi todas las obligaciones técnicas, pero, puedo referir al lector interesado en el tema al libro de Paul Johnson,  «La historia del Cristianismo». En las primeras páginas de este fascinante libro Johnson describe los debates de los apóstoles respecto a qué partes de la ley judía deberían seguir siendo obligatorias en la «nueva religión». Johnson nos cuenta que miles de romanos se sentían muy atraídos hacia el monoteísmo y la ética judía, pero no estaban dispuestos a circuncidarse, dejar de trabajar en Shabbat, cuidar las leyes de kashrut, etc. y por lo tanto muy pocos romanos se convirtieron al judaísmo.
Los apóstoles vieron aquí una gran oportunidad: la conversión potencial de miles de romanos a su nueva religión sería factible si el judaísmo fuera más fácil, menos demandante. Y así surgió el cristianismo, como una versión «menos estricta» del judaísmo. La circuncisión, por ejemplo, fue reemplazada por el bautismo, y prácticamente todas las leyes rituales como Kashrut, por ejemplo, fueron derogadas. Todas  excepto  los 10 Mandamientos…
La Guemará, tanto en su edición original (siglo 6 de la e.c.) como en las ediciones impresas en la edad media, menciona genéricamente a los «herejes». Y no podía ser más explícita y mencionar directamente al cristianismo, ya que cualquier referencia  que pareciera crítica contra la iglesia, podría desencadenar persecuciones y matanzas de judíos.  De cualquier manera la referencia de la Guemará no deja lugar a la ambigüedad.
Este debate en torno a los 10 Mandamientos generó también una pregunta muy famosa: ¿Debemos ponernos de pie cuando escuchamos la lectura pública de los 10 Mandamientos en Yitró y vaEtjanán?
Maimónides dijo que NO. Y explicó que mientras que para otras religiones los Diez Mandamientos están por encima de los otros mandamientos de la Biblia hebrea, para la tradición judía los Diez Mandamientos son, evidentemente, una parte esencial de la Torá, pero NO son más importantes que todos los demás preceptos Bíblicos. Para enfatizar este concepto fundamental y expresar la creencia judía en la uniformidad de todas las Mitsvot de la Torá en cuanto a su importancia y origen Divino, Maimónides prohibió ponerse de pie cuando los diez Mandamientos se leen en la Sinagoga, para que no demos a entender que los otros 603 mandamientos pertenecen a una categoría inferior (El Rab Obadia Yosef z»l escribe que a fin de no contradecir a Maimónides, cuando se leen los 10 Mandamientos en público, se puede invitar a subir a la Torá a una persona erudita o un anciano y así nos ponemos de pie en honor a esa persona, y no particularmente por los 10 Mandamientos).
Volviendo a nuestra pregunta original, ¿por qué los 10 mandamientos no son más y mejor conocidos y estudiados? Es muy posible que este largo debate acerca de la importancia suprema que otras religiones le atribuyen a los 10 Mandamientos haya colaborado para que lamentablemente los estudiemos un poco menos.
Debemos remediar esta situación estudiando un poco más en profundidad 10 Mandamientos y explorando cada mandamiento en particular.
 
Para encontrar todos los textos mencionados en este artículo, y muchas más referencias sobre el debate rabínico acerca del rol de los Diez Mandamientos hacer click aquí  (hebreo). 
RELATED ARTICLES