jueves, octubre 3, 2024
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Donald J. Trump: un presidente de dimensiones bíblicas

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  לב מלך ביד ה’ על כל אשר יחפץ יטנו 

El corazón de los reyes está en manos de Dios: Él los mueve a Su voluntad

Proverbios 21:1

El pueblo judío pasaba por una de sus peores crisis. Jerusalem había sido destruida décadas atrás, en el años 586 aec. Los refugiados judíos que vivían en Babilonia, se estaban asimilando a un ritmo galopante. Se casaban con otros refugiados, ya no hablaban en hebreo y habían empezado a practicar ritos paganos.  La tierra de Israel ya casi no tenía judíos. Los babilonios habían enviado allí a hombres y mujeres paganos, de varios pueblos conquistados, sin una identidad definida para trabajar la tierra y evitar su desertificación. Este nuevo grupo étnico, los samaritanos,  que ahora eran nativos de “Israel”, estaban muy cómodos en la Tierra Santa.  Los babilonios no tenían ninguna intención de que los judíos de autorizar a ,los judíos a regresar. Parecía que las profecías  Yirmiyahu (Jeremías), que había anticipado que Dios haría regresar Su pueblo Israel no se iban a cumplir…. La total integración del pueblo judío a la sociedad Babilonia, era solo una cuestión de tiempo.  El final del pueblo judío era inminente. 

Y entonces ocurrió un “milagro”. No fue un evento sobrenatural como la apertura del mar rojo. Fue un evento histórico-militar, algo que históricamente se consideraría “normal”. En el año 538 aec los persas vencieron a los babilonios y se hicieron de su imperio.  Surgió un nuevo emperador: Koresh (Ciro). Al principio los judíos no sabían  cuál iba a ser la política de Koresh con el tema judío. 

Pero la incertidumbre no duró mucho tiempo. para relatar lo que ocurrió, algo totalmente inesperado, voy a copiar a continuación lo que dice el Tanaj (la Biblia hebrea), literalmente,  en sus 2 últimos renglones: “En el primer año de Ciro, rey de Persia, en el tiempo que debía cumplirse la promesa Divina que había profetizado Yirmiyahu, HaShem  despertó [=inspiró] el espíritu de Koresh [Ciro], rey de Persia. Y [Koresh] proclamo esta declaración, que también registro en un documento, que decia.  “Así dice Koresh, rey de Persia: HaShem, Dios de los cielos, me ha entregado todos los reinos de la tierra. Y también me ha asignado a mí para construir para Él un Santuario en Jerusalem, que está en Judea (= Israel). [Por lo tanto declaro que] cualquiera que pertenezca a Su pueblo, que HaShem esté con él, y que vuelva (de regreso a Israel)“.

Me gustaría analizar lo que dijo Koresh 

Koresh no invitó a todos los ciudadanos de su imperio a construir un Templo en Jerusalem. Koresh, en primer lugar reconoció a Israel como un pueblo, una nación, que tiene un referente geográfico e histórico. Algo que los muchos judíos ya habían comenzado a olvidar. 

Koresh reconoció que los judíos de babilonia tenían un derecho histórico a Israel que superaba el derecho de los Samaritanos que vivían allí.

Koresh no solo reconoció a la tierra de Israel (o Yehudá) sino que explícitamente mencionó a Jerusalem como la capital del pueblo judío, el lugar donde se reconstruiría el Bet haMiqdash.  

Koresh no solamente declaró e hizo escribir un documento expresando su voluntad de reconstruir Jerusalem, sus aldeas y murallas para que los judíos pudieran vivir allí en paz, protegidos de sus enemigos.  Koresh también se ocupó de financiar este proyecto. Hizo derivar fondos de la próspera comunidad judía persa para este propósito, y aportó fondos del mismo tesoro real. 

Koresh envió a sus guardias a acompañar a los judíos que emigraron a Israel, para protegerlos en los peligrosos caminos y proveyó a los judíos que viajarían a Jerusalén de víveres, maderas y otros elementos de construcción.

Koresh superó las expectativas de todos los judíos cuando hizo esto: El rey babilonio Nebujadnetsar, que había destruido el gran templo de Jerusalem, se había llevado a Babilonia todos los artefactos del Bet haMiqdash. Los utensilios y objetos sagrados hechos de oro y plata , para su tesoro real.  Koresh, en un acto sin precedentes restituyó  todos esos utensilios a los judíos y los envió de regreso a Jerusalem para que sean utilizados nuevamente en el Bet haMiqdash. 

Es interesante resaltar que el rey Koresh NO era judío, ni pretendía serlo. Era un rey, digamos, “secular”, o con su propia relgion. Pero como lo dice claramente el Tanaj HaShem, Dios, “despertó su espíritu” y lo inspiró a ayudar a Su pueblo a regresar a su tierra, recuperarla y defenderla.

El profeta Yesha’ayahu (Isaías) también se refirió a Koresh en los capítulos 44 y 45 de su libro. Yesha’ayahu describió a Koresh como el rey que Dios había coronado para ayudar a Su pueblo a regresar a su tierra , Israel.

 

¿Qué hizo el presidente Donald Trump por Israel y por los judíos desde que asumió su mandato?

Reconoció por una ley del congreso americano a Jerusalem como la capital indivisible de Israel y traslado allí su embajada.

Canceló el acuerdo nuclear que Obama había firmado con Irán y que era sumamente peligroso para Israel.

Impuso duras sanciones al gobierno iraní para evitar que éste obtenga o desarrolle armamento nuclear y para evitar su expansión terrorista en el Medio Oriente. El estado de Israel considera la regimen iraní como la mayor amenaza para su existencia.

Reconoció la soberanía israelí en el Golán.

Reconoció la legalidad de las ciudades y poblados judíos en Judea y Samaria.

Ordenó la cancelación de la ayuda económica a la autoridad palestina de Ramallah, por apoyar al terrorismo.

Removió por esa misma razón al representante de la Autoridad palestina en Washington.

Amenazó con represalias al tribunal penal en La Haya que quiere castigar a Israel por defenderse contra los ataques palestinos.

Fomentó y fomenta la normalization de las relaciones diplomáticas entre los estados árabes (Emiratos, Omán, Bahrein, Arabia Saudita ) e Israel.   

Decretó una nueva ley contra el antisemitismo en las universidades estadounidenses.

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