La guerra que comenzó el día después

La victoria de Israel en la guerra de su independencia que comenzó el 15 de Mayo de 1945 y  duró 10 meses no tiene precedentes en los anales de la historia militar. Esto se debe por un lado, el increíble coraje, ingenio y sacrificio de nuestros líderes y nuestros soldados que lo dieron todo para triunfar. Y a la intervención Divina que, batalla tras batalla, milagro tras milagro lo hizo posible. 

Para entenderlo mejor, es importante recordar lo siguiente. 

LA COMPARACION DEL PODER MILITAR

El mismo día que Israel declaró su independencia las tropas británicas que habían estado allí desde 1922 abandonaron Israel. Inmediatamente después, esa misma noche, los ejércitos árabes comenzaron su ataque para destruir al recién nacido estado de Israel.  Los árabes tenían absolutamente todo a su favor, política y militarmente. 

Siria, Egipto, Líbano, Iraq y Jordania se habían independizado unos años antes, y tanto Inglaterra como Francia les habían vendido armamentos para que tuvieran un ejercito organizado. Israel, por el otro lado, recién se acababa de independizar. Inglaterra, Francia y los Estados Unidos habían declarado un estricto embargo de armas que prohibía al mundo entero venderle armas a Israel.

Al comenzar el conflicto armado, la diferencia entre el poder militar de Israel y el de los ejércitos Arabes unidos no podía ser más desigual. 

Por ejemplo. 

Los árabes tenían 50 tanques. Israel tenia 1.    

Los árabes tenían 200 vehículos con artillería. Israel tenía 2. 

Los árabes tenían 140 cañones. Israel tenía 5.

Pero la diferencia más importante era en la fuerza aérea. Los ejércitos árabes tenían 60 aviones de ataque y 14 aviones de transporte. Israel, al comenzar la batalla no tenía un solo avión. 

LA LOGICA DE LA GUERRA

Antes de continuar, quisiera detenerme aquí y reflexionar por unos segundos: en primer lugar es totalmente comprensible que los árabes hayan querido interpretar la declaración de independencia de Israel como un acto de guerra. Era de esperar que comenzaran esta guerra, ya que las chances de ganarla, con esa absoluta ventaja militar, eran del 100% .  También es entendible que los propios árabes avisaran por radio a todos los palestinos que vivían en Israel my no iban a tomar parte activa en la guerra que se retiraran de Israel. Y les aseguraron que iban a regresar muy pronto, cuando la corta guerra hubiese terminado y todos los judíos hubiesen sido “echados al mar” (un eufemismo de: “asesinados”). Cientos de miles de palestinos abandonaron el territorio de Israel y de esta forma los mismos países árabes crearon el “problema de los refugiados palestinos” por el cual nunca se hicieron cargo, y hasta el día de hoy siguen culpando a Israel. 

¿QUIÉN NO ES RELIGIOSO? 

Lo que resulta inconcebible es que, sabiendo la inferioridad militar, los líderes de Israel hayan tomado la decisión de declarar la Independencia de Medinat Israel, habiendo sido advertidos del inminente ataque árabe. Esta decisión no tenía sentido ni desde un punto de vista militar ni desde un punto de vista lógico. Viendo los números, uno solo puede pede pensar que ra un acto suicida.  Aunque hay otra posibilidad. Una teoría que me gustaría compartir con ustedes basándome un poco en lo que dicen los Rabinos de la Kabbala, que todo judío, incluso un judíos secular,  tiene un “nitzotz”, una chispa de Emuná escondida. Una conexión Divina, quizás no concientizada, que está allí, como el piloto encendido de un termotanque.  Y que en momentos críticos, a veces en temas de vida o muerte, enciende el alma judía.    Creo que David Ben Gurión y todos los lideres israelíes “seculares” de ese tiempo, cuando decidieron declarar el establecimiento de Israel, tuvieron un momento de inspiración Divina. Una chispa de Fe en Dios encendió sus almas y los llevó a actuar como Najshón Ben Aminadab, el hombre que ,cuando el pueblo judío estaba escapando del Faraón, se metió al mar hasta que el agua le llegó a sus narices y continuó. Sabiendo que el mar se iba a abrir.  Los lideres de Israel (milagrosamente, si se quiere) también se entregaron a un milagro que tenia que ocurrir y ocurrió. No encuentro otra explicación. 

EL MILAGRO QUE SE HIZO ESPERAR

El mundo entero estaba seguro que la derrota de Israel era cuestión de días, o en el mejor casos de algunas semanas.  Y no estaban muy equivocados. Durante las primeras semanas los ejércitos árabes avanzaron significativamente y llegaron hasta Ashdod,  quedando a solo 30 kilómetros al sur de Tel-Aviv.  Desde Ashdod llegaron hasta Hebrón y de esa manera, estaban por dividir al Neguev del resto del país. 

La poderosa legión jordana, que había sido entrada por los británicos, y estaba siendo comandada por generales británicos (sic.) logró sitiar Jerusalem desde todos los flancos. El ataque frontal era inminente.  Los jordanos también capturaron Lod y el aeropuerto, que hoy es Ben Gurion International,  y se acercaban a Tel-Aviv desde el este. 

Las fuerzas iraquíes habían atacaron desde el Shomrón y se acercaban peligrosamente a las ciudades de Petaj Tikva y Jadera, camino a Tel-Aviv. 

Los Sirios habían llegado por el norte y estaban cercando la ciudad de Tiberia. Junto con las fuerzas militares del Libano estaban aislando al Galil, el norte del país, del resto de Israel. Su destino final era Tel-Aviv.   

Todos los esfuerzos del recién creado Ejercito de Defensa de Israel para defender Jerusalem de los jordanos o para repeler a las fuerzas egipcias, sirias o iraquíes fracasaron.

Durante las primeras semanas de la guerra desde el 15 de Mayo de 1948, todos los pronósticos que predecían la brutal derrota de Israel se estaban cumpliendo. A pesar del sacrificio y la valentía de nuestros soldados, la superioridad militar de los ejércitos árabes era insuperable. No había ninguna manera de que las fuerzas Israelíes pudieran soportar los ataques ni siquiera unos días más…. el final era inminente. 

Y entonces, ocurrió el primer gran milagro de esta guerra.  Fue el 11 de junio, el 4 de Sivan, de 1948. 

Continuará 




El inexplicable cese al fuego del 11 de Junio de 1948.

ורדפו מכם חמשה מאה ומאה מכם רבבה ירדפו ונפלו אויביכם לפניכם לחרב 

LAS 4 PEORES SEMANAS DE LA HISTORIA DE ISRAEL

La guerra de independencia de Israel fue el conflicto armado más crítico para la supervivencia del estado judío. Comenzó el 15 de Mayo de 1948, la noche que los ingleses se retiraron de la región. Durante las primeras semanas los ejércitos árabes unidos aplastaron a Israel, que oponía una resistencia heroica, pero que no alcanzaba para detener el avance de 5 ejércitos con aviones, armas, municiones y el apoyo tácito del resto del mundo. Antes de comenzar su ataque, los árabes, muy confiados en su inminente victoria  habían dicho que “lo que Hitler había hecho no era nada comparado con lo que ellos harían con los judíos que vivían en Israel” .  Y el mundo, como en un horrible dejavú de la Shoah, permanecía en silencio. Pero HaShem estuvo con nosotros.  Y lo inimaginable ocurrió. Israel, no solo sobrevivió la invasión de 5 ejércitos árabes sino que, contra todos los pronósticos, triunfó de una manera que nadie hubiera previsto.  

EL INEXPLICABLE CESE AL FUEGO 

El milagro más grande de esta guerra, según el Doctor Jaguí Ben Artzi, profesor de historia en la Universidad de Bar Ilan (y cuñado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu) fue que los ejercicios árabes aceptaron un cese al fuego luego de 4 semanas de batalla. La propuesta llegaba del conde sueco Folke Bernadotte, que había sido designado como mediador entre israelíes y árabes por las Naciones Unidas. El cese al fuego proponía una interrupción de la actividad militar de los ejércitos por 4 semanas, que permanecerían en control de las posiciones que habían conquistado.    Israel, que no había conquistado nada y que estaba siendo acorralada por todos lados,  inmediatamente dijo que sí.  Lo inexplicable fue que los árabes también aceptaron este cese al fuego . Cito a Ben Artzi en su libro (hebreo) Meguilat Hatequmá VehaAtzmaut: “Pero, ¿por qué los árabes aceptaron el cese al fuego …?  En realidad ya estaban casi alcanzado todos sus objetivos militares: Jerusalem estaba rodeada y sitiada; Tel Aviv, a muy poca distancia [de caer en su poder]; el sur de Israel [el Negueb] desconectado del resto del país, y el Galil, el norte, ya había sido conquistado. Un pequeño esfuerzo más de parte de los árabes y ya estaban en el corazón de Jerusalem, Tel-Aviv, Petaj Tikva, Netania, Jadera y Afula. …”.  Ben Artzi no oculta su convicción que este cese al fuego fue un milagro de proporciones Bíblicas. Y lo compara con los textos de la Torá que explican que cuando Dios está con nosotros, los enemigos de Israel caen presas de un pánico imaginario.

EL MIEDO IMAGINARIO

Ben Artzi menciona entre otros ejemplos lo que ocurrió el 30 de Mayo de 1948. Israel comenzó la guerra sin un solo avión de combate. Mientras que los árabes tenían en actividad más de 75 aviones de guerra.  El único país que se atrevió a romper el embargo y vender armamento a Israel fue Checoslovaquia.  A fines de mayo llegaron a Israel 4 avionetas militares alemanas “Messerschmidt” desarmadas, dentro de un avión de transporte.  Los aviones fueron armados en muy poco tiempo y el 30 de Mayo, antes de que pudieran probarlos, salieron a su primera operación: tratar de frenar a las fuerzas egipcias que se encontraban a sólo 30 kilómetros de Tel Aviv. Los aviones atacaron por sorpresa a los egipcios, pero no causaron severos daños, ya que los equipos de ataque no funcionaban muy bien. Sin embargo, el comandante egipcio a cargo de esa fuerza envió un mensaje urgente a sus jefes diciéndoles que “ya no podían avanzar más. Y que estaba siendo bombardeados por una fuerza muy superior a ellos”.  Todo esto era más imaginario que real.  Ben Artzi también cita el reporte de un oficial egipcio que había participado en esa batalla y que fue tomado prisionero por Israel en la guerra de 1956.  Cuando le preguntaron por qué los egipcios no siguieron avanzando hacia Tel Aviv en 1948, cuando tenían todo el camino abierto ante ellos, declaró: “En los dos ataques …. israelíes vimos algo que nos estremeció: aún después de sufrir fuego directos y cuantiosas pérdidas, los soldados israelíes seguían avanzando como si fueran “locos” (meynunín). Y entonces nos dijimos a nosotros mismos: a estos locos es imposible vencerlos. Mejor [aceptar el cese al fuego] y conformarnos con lo que hemos conquistado”.   

TODOS LOS CAMINOS QUE LLEVAN A JERUSALEM

Otro evento providencial que ocurrió fue que un joven soldado, Moshe Eshed, descubrió “de causalidad” un camino alternativo a Jerusalem, a través de las montañas, al cual llamaron “Derej Burma”.  Y por este camino pudieron enviar comida, medicamentos, armas y refuerzos. Había 100.000 judíos en Jerusalem, especialmente concentrados en la parte occidental, la Jerusalem judía . Los judíos de Yerushalayim estaban completamente aislados y atrapados por los jordanos que habían bloqueado todas las entradas a Jerusalem para evitar cualquier tipo de suministros. Si este camino, que increíblemente ni los árabes ni las Naciones Unidas descubrieron durante 6 meses , no hubiera sido encontrado, Jerusalem hubiera caído y la guerra habría terminado de otra manera…  

CUANDO LO BUENO ES LO QUE NO PASA…

Lo que no se pudo conquistar, por más que se intentó, fue la Ciudad Vieja de Yerushalayim, donde está el Kotel y el lugar del Bet haMiqdash. Al finalizar la guerra de 1948 la Ciudad Vieja quedó en poder de los jordanos, hasta la guerra de los Seis Días. El profesor Ben Artzi también ve en esta operación fallida la mano Divina.  Dice Ben Artzi que si Israel hubiera conquistado la Ciudad Vieja de Jerusalem en 1948, las Naciones Unidas hubieron demandado la internacionalización de Jerusalem, por ser una Ciudad Santa «para las 3 grandes religiones» . La presión internacional hubiera sido insostenible Israel seguramente hubiera cedido. Una vez otorgado el estatus internacional a Jerusalem, difícilmente podría haber sido cambiado, y las terribles consecuencias a largo plazo para Israel hubieran sido impredecibles.  Al final, como la ciudad Vieja de Jerusalem NO fue conquistada por los judíos en esta guerra y quedó bajo la soberanía de Jordania, nadie dijo nada acerca del estatus internacional que deberia tener Jerusalem. Las Naciones Unidas y el Vaticano permanecieron en silencio (y obviamente, nadie se quejó de que los jordanos no permitían a los judíos visitar el Muro de los Lamentos, etc.).  Cuando en 1967 Israel conquistó la Ciudad Vieja, las Naciones Unidas ya no podían demandar de Israel lo que no demandaron de Jordania durante 19 años …




¿Qué es un milagro?

כי ה אלקיכם ההלך עמכם להלחם לכם עם איביכם להושיע אתכם
Debarim 20  (2).“Cuando llegue la hora de la batalla, el sacerdote se dirigirá al ejército (3). y le dirá (a los soldados): “Escuchad, Israel, hoy ustedes van a luchar contra sus enemigos: no se desanimen ni tengan miedo; no tiemblen ni se asusten, (4) Porque HaShem vuestro Dios irá (al campo de batalla) con ustedes; Él luchará junto a ustedes contra sus enemigos y les otorgaría la salvación ( y la victoria).”
Un milagro se define como un evento sobrenatural, en el cual se identifica la intervención Divina. Para algunas religiones los milagros consisten en un 100% de intervención Divina. En nuestra Torá, sin embargo, los milagros tienen lugar cuando son precedidos, o acompañados, por la intervención humana. En Purim los judíos rezamos para que HaShem nos salvara de un genocidio, pero Mordejai y Ester también actuaron, y fue así que se produjo el milagro y obtuvimos nuestra salvación. Exactamente lo mismo ocurrió con los Jashmonayim, que enfrentaron militarmente a los seléucidas y así todos los milagros de Janucá tuvieron lugar.
El esfuerzo humano es como un prerrequisito para la intervención Divina, particularmente en el área política o militar, es decir, cuando nos defendemos o luchamos contra el enemigo. Yehoshua Bin Nun no recibió la tierra de Israel de regalo: él y su ejército tuvieron que luchar con mucho valor contra más de 30 pueblos y conquistarlos. El Creador, como lo dice la Torá en los versículos que mencionamos arriba, no reemplaza a los soldados: los “acompaña” en el campo de batalla y lucha “junto” al ejército de Israel contra sus enemigos.
Hoy es Yom HaAtzmaut , el día en el que celebramos la independencia del Estado de Israel. Y creo que es el mejor ejemplo de una cadena ininterrumpida de milagros, que estuvieron acompañados por gigantescos esfuerzos humanos, gestados por decenas de miles de heroes del pueblo judío: soldados, políticos, diplomáticos, militares y lideres religiosos.
Todo este esfuerzo culminó con el establecimiento del estado judío, gracias a la intervención Divina.
Rab Yosef Bittón



Jayim Weizmann y un Sefer Torá en la Casa Blanca

EL PLAN UGANDA
Weizmann nació en el seno de una familia ortodoxa en Belarus, Rusia, en 1874. Era uno de 15 hermanos. Estudió química en Alemania y se destacó como un alumno superdotado. Aparte de su genialidad mental, Weizmann también tenía un gran carisma y una personalidad encantadora, algo no muy común en intelectuales y científicos. Desde su juventud Weizmann se interesó por el movimiento Sionista y participó en los congresos que lideraba Teodoro Herzl.
En el congreso de 1903, Herzl hizo una declaración muy controversial: pensando que ya había agotado todas las demás opciones, aceptó la oferta Británica de establecer ”un hogar nacional para el pueblo judío” … en Uganda, Africa, territorio que le pertenecía en ese momento a Inglaterra. Cuando Herzl anunció su aceptación a este plan, Weizmann abandonó en protesta el congreso junto con toda la delegación de Rusia.
CIUDADANO INGLES
En 1904 Weizmann fue invitado a enseñar en la universidad de Manchester, en Inglaterra.  Al cabo de algunos años, y luego de obtener su ciudadania británica, conoció allí a Lord Arthur Balfour político inglés muy influyente. Balfour trato de convencer a Weizmann de que apoyara la oferta de Uganda. Pero lejos de cambiar su opino, Balfour fue persuadido por Weizmann de que Israel (en ese entonces llamada “Palestina”) era el único hogar nacional y espiritual del pueblo judío: “Si yo te ofreciera ir a Paris, tu no irías allí, porque Londres es tu casa”, le dijo a Balfour: “Jerusalem es nuestro hogar desde los tiempos que Londres no era más que un pantano”.  Tan apasionada y contagiosa era la convicción de Weizmann que desde ese momento Lord Balfour se transformó en un gran aliado del movimiento Sionista y apoyó durante el resto de su vida el regreso de los judíos a Sión (Jerusalem).
LA GUERRA Y LA ACETONA
En 1914 Inglaterra declaró la guerra al imperio aleman y a sus aliados, lo que dio comienzo a la Primera Guerra Mundial. Inglaterra tenía un problema técnico muy serio: no tenía acetona, un solvente esencial para poder activar el fuego de artillería y la dinamita. Por muchos años Inglaterra importó la acetona de Alemania, algo que no era posible hacer ahora. Winston Churchill acudió a Weizmann en carácter de urgencia y le pidió que trabajara en la formula para producir acetona en grandes cantidades. Hasta ese entonces la acetona se fabricaba de la madera, y hacia falta cientos de toneladas de madera y un proceso muy difícil para destilarla.  Weizmann, quien ya era conocido en los círculos científicos como “el padre de la fermentación industrial” comenzó a trabajar día en su misión y finamente desarrolló la formula para obtener el preciado solvente a partir del maíz y la papa, materiales que era mucho más fácil obtener. Si Jayim Weizmann no hubiera descubierto la fórmula para producir acetona, Inglaterra no hubiera triunfado en la primera guerra mundial. Esto lo sabía muy bien Lloyd George, quien fue Ministro de Defensa durante la primera guerra y luego fue Primer Ministro de Gran Bretaña.
¿QUÉ PUEDE HACER INGLATERRA POR TI?
Hacia el final de la guerra, y cuando Inglaterra ya había desalojado a los Otomanos del Medio Oriente, Lloyd George le agradeció enormemente a Jayim Weizmann por los servicios prestados y le preguntó: “¿Qué puede hacer Inglaterra por ti?” Jayim Weizmann le contestó: “No quiero nada para mí, pero mi pueblo necesita su propia tierra”. Y así fue cómo en 1917 Lloyd George y Arthur Balfour redactaron el documento conocido como la Declaración Balfour, donde Inglaterra le cede a los judíos “el primer hogar nacional”, ni en Uganda ni en Entre Ríos, sino en la tierra de Israel. Este fue el principio de lo que eventualmente culminó con el milagro del nacimiento de Medinat Israel en 1948, donde como veremos en un próximo mensaje, Jayim Weizmann también cumplió un rol decisivo. Hay mucho más que decir acerca de lo que Jayim Weizmann hizo durante los próximos años. Pero les voy a contar una historia que se refiere más a Yom Haatzmaut y la independencia de Medinat Israel.
EL VOTO AMERICANO
El 29 de noviembre de 1947, las Naciones Unidas votaron dividir Palestina y crear dos estados, uno árabe y otro judío. Pero los estado árabes vecinos advirtieron que no aceptarían un estado judío y le declararían la guerra. E hicieron todo lo posible para que las naciones no aceptaran un estado judío. Los británicos se mantendrían neutrales. Y el gobierno estadounidense, que había votado a favor de la partición, comenzó a tener sus dudas y planeaba pedir que se postergara cualquier solución. Esto significaba que si el estado judío declaraba su independencia , EEUU, su aliado más importante, se opondría o en el mejor de los casos se abstendría de votar y así, la creación de un estado judío podría quedar suspendida. En EEUU todo estaba en manos del presidente Harry Truman. En los primeros meses de 1948, Truman se negó a reunirse con ningún líder sionista estadounidense porque quería mantener la neutralidad de Estados Unidos, cediendo así a la tremenda presión de los países árabes, ricos en petróleo. Se acercaba el 15 de mayo, fecha en la que los ingleses iban a abandonar el territorio de Israel, y el apoyo de Truman a la futura declaración de independencia era absolutamente necesario. Weizmann había viajado a los EEUU para este propósito, pero Truman se negó a recibirlo.
MILLONARIOS PIDIENDO MONEDAS
El 12 de marzo de 1948, Dewey D. Stone de Brockton, pasó el día en la ciudad de Nueva York con su amigo Jayim Weizmann, quien le manifestó su preocupación por la negativa de Truman a reunirse con él. Stone era un apasionado judío estadounidense que se convertiría en presidente de United Jewish Appeal y la Agencia Judía. Esa noche, regresó a Boston y se encontró con Frank Goldman, presidente de B’nai B’rith, y le contó que no había manera de que Truman aceptara reunirse con Weizmann. Goldman dijo que “de casualidad” había visitado en Kansas a Eddie Jacobson, quien recibió un premio de la B’nai B’rith y que Jacobson le contó que él era amigo personal de Truman, y que fue su socio en algunos negocios. Goldman se ofreció a llamar por teléfono a Jacobson en ese mismo momento e invitarlo urgente a ver a Truman. Pero se encontraron con un problema: no tenían suficientes monedas para hacer un llamado de larga distancia. Los dos millonarios, Stone y Goldman, pasaron mesa por mesa pidiendo monedas de 25 centavos hasta que tuvieron lo necesario para llamar a Jacobson. Jacobson, dijo que convencer al presidente iba a ser imposible. Stone invitó a Jacobson a Nueva York y allí lo llevó a ver a Jayim Weizmann. Como sucedió con Balfour y con tantas otras personas antes que él, Jacobson quedó absolutamente cautivado por la personalidad y los apasionados argumentos de Weizmann, y al cabo de la reunión Stone le dijo “todo lo que tienes que pedirle a Truman es que acepte reunirse con Weizmann. Weizmann se encargará del resto”.
REUNION DE AMIGOS
Cuando Jacobson llegó a la Casa Blanca, “sin avisar”, el presidente Truman estaba muy feliz de verlo, pero le advirtió que no aceptaría hablar de Palestina o la partición. Jacobson asintió y le dijo a Truman, señalado un busto de Andrew Jackson: “No voy a hablar de Palestina. Solo te quiero pedir que recibas a Jayim Weizmann, un líder nacional con el mismo molde y temperamento que Jackson” a quien Truman veneraba. Truman se rió porque cayó en la trampa de su amigo y no tuvo más remedio que ceder. Truman y Weizmann finalmente se reunieron en Washington y al final de la reunión Truman quedó tan convencido que le prometió a Weizmann que cuando expirara el mandato británico, el 14 de mayo de 1948, Estados Unidos reconocería de inmediato al Estado de Israel.
EL SEFER TORA EN LA CASA BLANCA
Y Baruj HaShem así fue. Cuando los británicos se retiraron y Ben Gurión declaró la creación de Israel, Truman, fiel a su promesa a Jayim Weizmann, extendió inmediatamente su reconocimiento a Israel en nombre de los Estados Unidos. Jayim Weizmann fue nombrado Presidente del Estado de Israel, cargo que ejerció hasta su muerte en noviembre de 1952.
Una de las primeras cosas que hizo Weizmann luego de ser elegido presidente fue visitar a su nuevo amigo, Harry Truman, a quien le entregó de regalo un Sefer Torá (ver fotografía) en reconocimiento a su amistad con el pueblo de Israel.
Rab Yosef Bittón



Jayim Weizmann, la acetona y la Declaración Balfour de 1917

אמר לו ר’ חייא: כך היא גאולתן של ישראל, בתחילה קמעא קמעא, כל מה שהיא הולכת, היא רבה והולכת

En 1914 parecía que el proyecto de obtener un estado judío propio habla fracasado. La tierra de Israel estaba en manos del imperio Otomano, quienes no veían con buenos ojos el incremento de población judía en “Palestina”. Tampoco contábamos un mínimo apoyo político internacional para crear un hogar para los judíos. La inmigración se había detenido y lo peor era que muchos inmigrantes que habían llegado a Israel en las décadas pasadas regresaban a Europa o emigraban a Estados Unidos, ya que las condiciones de vida de los casi 60.000 judíos que vivían en Israel eran muy precarias.Parecía que ya todo estaba perdido. El 28 de julio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Fue una terrible guerra que cobró la vida de unos 40 millones de personas, entre militares y civiles.  La guerra trajo también grandes e inesperados cambios en Inglaterra y en el medio Oriente. El más importante de estos cambios fue que el Imperio Otomano que había gobernado medio Oriente por más de 500 años fue derrotado. Al final de la guerra, en 1918, Inglaterra estaba a cargo de lo que hoy es Irak, Siria, Líbano, Jordania, Arabia Saudita, Egipto y por supuesto, Israel.  

LA IGLESIA Y LOS JUDIOS

En 1916 Herbert Henry Asquith renunció a su cargo de Primer Ministro de Gran Bretaña y en su lugar llegó David Lloyd George. La actitud de estos dos líderes hacia los judíos era completamente opuesta. Asquith se oponía a un estado judío. Lloyd George, por otro lado, tenía una formación religiosa diferente. Para entender su ideología deberé explicar brevemente la diferencia entre la iglesia católica y la protestante, respecto a cómo cada una vio por siglos a los judíos. El catolicismo fue fundado bajo la premisa esencial que la iglesia (latín por: “congregación”) es el Nuevo Israel. Este Nuevo Israel REEMPLAZA al antiguo Israel —es decir, al pueblo judío— como nuevo pueblo de Dios. El Nuevo Israel tiene también un Nuevo Testamento, esto es, un nuevo pacto ( como en hebreo ברית החדשה ) que reemplaza al Viejo Testamento, que “caducó con la inminente extinción de los antiguos israelitas”.  El principal problema que siempre enfrentó este dogma fundacional fue que “el obstinado pueblo judío, a pesar de estar permanentemente en vías de extinción, ¡se empecinó en seguir existiendo!” . La iglesia entonces cambió su narrativa y argumentó que la caprichosa existencia del pueblo judío era un castigo divino por el deicidio. Y prueba de eso es que los judíos están condenados a un exilio permanente (el judío errante) ¡y jamás regresarán a su tierra!. Por lo tanto, el regreso del pueblo judío a la tierra de Israel fue (y aunque luego del Holocausto se lo trate de disimular “sigue siendo”) para la iglesia católica un enorme problema fundamental, del cual no se oye explícitamente, pero persiste. Un ejemplo es la actitud hostil del Vaticano hacia el derecho del pueblo judío a la tierra de Israel y especialmente a una Jerusalem judía (ver aquí ). 

LOS PROTESTANTES EVANGELISTAS 

La actitud de los protestantes modernos hacia el pueblo judío es muy diferente. Hay un apoyo muy grande hacia una Israel judía, y no es algo nuevo. Esta actitud histórica se podría comenzar con Oliver Cromwell (ver aquí) quien sostenía que para la segunda llegada del Mesias cristiano, los judíos deberían regresar a Israel, y particularmente Jerusalem. En nuestros días este punto de vista lo ejemplifica por ejemplo Michelle Bachmann, una importante figura política en los Estados Unidos (ver aquí ). 
Hay otros evangelistas que difieren con esta creencia y sostienen que es un gran mérito en sí apoyar al pueblo judío, ya que creen sinceramente en la bendición que HaShem le concedió a Abraham Abinu cuando le dijo “Los que te maldicen serán maldecidos y los que te bendigan serán bendecidos” . Esto es evidente hoy, por ejemplo, en el masivo apoyo del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, hacia el Estado de Israel, al igual que muchos otros líderes cristianos (ver por ejemplo aquí ). Volviendo a nuestro tema, muchos ingleses protestantes sostenían esta creencia religiosa. El caso más famoso, pero insuficientemente apreciado, es el de la escritora inglesa no judía Mary Anne Evans, mas conocida por su nombre de pluma “George Eliot”, y su novela “Daniel Deronda” (1876), donde varios años antes del primer congreso sionista articuló lucidamente sus argumentos por un estado independiente para el pueblo judío . David Lloyd George y su Ministro del exterior Arthur Balfour eran partidarios entusiastas del pueblo judío y comprendían sus aspiraciones de regresar a casa. 

Y algo más.  

LA ACETONA Y EL ESTADO DE ISRAEL

Un importante factor que ayudó a la predisposición de los británicos a ceder un hogar nacional al pueblo judío en la tierra de Israel fue la contribución a Inglaterra del famoso científico judío Jayim Weizmann (1874–1952) .Weizmann, nacido en Rusia pero nacionalizado Británico, era un químico que descubrió la formula para producir acetona a partir del almidón de grano. Hasta ese entonces la acetona era producida a partir de elementos escasos que se obtenían en minas de Chile. La acetona se usaba para hacer detonar la dinamita y su producción era cada vez más cara y más critica para ganar la guerra. El Dr. Jayim Weizmann se encargó de producir 30.000 toneladas del critico elemento químico a través del proceso conocido como “ABE fermentation”. Por este y otro descubrimientos el Dr Weizmann es conocido en el mundo científico como el padre de la fermentación industrial. Al finalizar la guerra los británicos estaban muy agradecidos por el invaluable servicio del Dr Weizmann y le preguntaron cómo lo podían recompensar por sus servicios prestados. Dicen que el Doctor Weizmann contesto: “No quiero nada para mí; pero quiero un estado para mi pueblo”. Y así fue como en 1917 surgió la Declaración Balfour, donde los ingleses aprobaban oficialmente la creación de un hogar nacional para el pueblo judío en la tierra de Israel. Este fue el principio de lo que eventualmente culminó con el milagro del nacimiento de Medinat Israel en 1948. 

Continuará 




El Estado de Israel, y el privilegio de no darse cuenta (1880-1914)

אִם יִהְיֶה נִדַּחֲךָ בִּקְצֵה הַשָּׁמָיִם מִשָּׁם יְקַבֶּצְךָ האֱלֹקיךָ וּמִשָּׁם יִקָּחֶךָ וֶהֱבִיאֲךָ האֱלֹקיךָ אֶלהָאָרֶץ אֲשֶׁריָרְשׁוּ אֲבֹתֶיךָ וִירִשְׁתָּהּ וְהֵיטִבְךָ וְהִרְבְּךָ  מֵאֲבֹתֶיךָ

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Este miércoles 4 de Mayo por la noche celebraremos Yom HaAtzmaut, el día de la Independencia de Medinat Israel. En los próximos días, en honor a esta celebración, voy a escribir brevemente acerca de los eventos más importantes que culminaron con el nacimiento del estado judío.  El regreso del pueblo judío a su tierra es sin duda uno de los milagros más grandes en la historia de la humanidad. Nunca ocurrió que una nación exiliada haya sobrevivido entre otras naciones, y regresado a su tierra, luego de casi 2.000 años de exilio. 

Debemos tomar conciencia de la magnitud de lo ocurrido,  apreciar al Estado judío, y estar infinitamente agradecidos a HaShem por pertenecer a la generación de judíos que nacimos con un Israel ya existente, y que tiene el increíble privilegio de tomarlo como algo normal.

LOS PRIMEROS INMIGRANTES

En el año 1880 vivían en Israel solo unos 25.000 judíos, la mayoría Sefaradim. Entre 1880 y 1914 decenas de miles de judíos comenzaron a llegar a Israel desde Europa, escapando de las horribles persecuciones, pogroms y matanzas. El Rab Isaac haCohen Kuk (1865–1935) uno de los lideres más importantes del movimiento sionista religioso, dijo que él no podia evitar ver el antisemitismo europeo «como una forma providencial de empujar a los judíos a regresar a su tierra».  En la primera ola migratoria, que se suele llamar “La primera Aliá” (1880-1905), llegaron a Israel unos 25.000 judíos de Europa. Luego, en la segunda Aliyá, (1905–1914), llegaron a Israel otros 35.000 judíos.   Sin embargo, no todos los judíos que escapaban de Europa llegaban a Israel. Muchos emigraban hacia los Estados unidos, Argentina, Australia a Inglaterra.  ¿Por qué? Porque Israel —que en esos años era parte del Imperio Otomano— era una tierra de nadie, abandonada. No había trabajo. Y la vida allí era muy, muy difícil. Al principio de 1900 también llegaron unos 2.500 judíos del Yemen. 

EL PRIMER FRACASO 

Se hicieron muchos esfuerzos para apoyar a los primeros inmigrantes. Vale destacar a los grandes benefactores de esa época: Sir Moshé Montefiore (1784 –1885) y el Baron de Rothschild (1845–1934), que fueron instrumentales para comprar tierras, construir ciudades, y organizar las colonias agrícolas.  Pero a pesar de todos los esfuerzos, a los pocos años de haber llegado, la mayoría de los nuevos inmigrantes terminaron abandonando Israel por las dificilísimas condiciones de vida, la falta de trabajo y la hostilidad de la población árabe local. De los 25.000 judíos que habían llegado en la primera ola migratoria, solo quedaron 5.000, que incluía los 2.500 judíos de Yemen. Y de los 50,000 inmigrantes judíos que llegaron entre 1905 y 1914, la mitad terminó abandonando Israel. Algunos regresaron a Europa, pero la mayoría emigró a los Estados Unidos. Este país había absorbido ya un millón de judíos entre 1850 y 1900, y la tendencia continuaba en alza (en 1924 la población judía de Estados Unidos llegó casi a 3 millones de personas).

UN SUEÑO QUE SE DESVANECE 

La situación en Israel en los años previos a la primera guerra mundial no eran buenos ni prometedores. La colonia judía en Israel, en lugar de crecer era cada vez más chica. La emigración desde Europa también se interrumpió, entre otros motivos, por la masiva ola de asimilación. Lamentablemente, como consecuencia de las persecuciones antisemitas, muchos judíos terminaron convirtiéndose al cristianismo para evitar el despojo y la muerte. Por el otro lado, muchos de los que abandonaban Europa buscaban otros horizontes, y especialmente en las Américas. 

Todo esto podría solucionarse si los judíos pudieran contar con un estado independiente y hacerse cargo del mismo, política y económicamente. Pero a pesar de los esfuerzos de los activistas  sionistas, no se pudo conseguir el apoyo politico para un estado judío.  Cuando el famoso líder sionista Teodoro Herzl (1860-1904) le solicitó desesperadamente su apoyo al Papa Pio X crear un estado a cual los judíos de Rusia pudieran escapar de los pogroms y la muerte,  la hiriente respuesta del Papa fue emblemática:  «mientras los judíos no se conviertan al cristianismo, no contarían con su apoyo»….

En 1914 parecía que el regreso del pueblo de Israel a la tierra de sus antepasados se había detenido, y el sueño de un Estado propio estaba más lejos que nunca…

Y en julio de ese año, comenzó la primera guerra mundial. Y todo iba a cmabiar radicalmente. 

Continuará…    

EL RENACIMINETO DEL IDIOMA HEBREO 

A pesar de todas las dificultades para restablecer un estado judío y comenzar una nueva vida en Israel, en los primeros años  del siglo XX tuvo lugar un evento increíble, sin precedentes en la historia universal: el renacimiento del idioma hebreo —una lengua que no se usó en la vida diaria por casi 20 siglos.   Eliezer Ben-Yehuda (1858–1922) fue instrumental en este area. Publicó artículos sobre la necesidad de renacer el idioma hebreo y participó en el proyecto conocido como el Diccionario hebreo de Ben-Yehuda. Sin embargo, lo que finalmente facilitó la revitalización del idioma fue el desarrollo de las escuelas en los asentamientos, las ciudades y las colonias agrícolas (ver foto arriba de un jardín de infantes en Israel de1905). El idioma hebreo sirvió como el idioma que unía a los nuevos inmigrantes Europeos, que hablaban ruso o Yidish, con los ya establecidos judíos Sefaradim, que hablaban árabe o ladino.  El hebreo, que comenzó como un idioma coloquial y para conversaciones cotidianas, finalmente se convirtió en el idioma oficial de los judíos y —recién a partir de 2018 — en el único idioma oficial de Medinat Israel.




ISRAEL ¿En quién puede confiar el Estado de Israel?

אין לנו על מי להשען אלא אבינו שבשמים

En la guerra de 1948, Israel, milagrosamente derrotó a los 5 países árabes que la habían atacado luego de haber declarado su independencia el 5 de Iyar, 14 de Mayo, de ese mismo año. Como ya lo habíamos comentado,  ninguna de las potencias mundiales de ese momento (Estados Unidos, Francia e Inglaterra) salió a defender a Israel. Por el contrario, estos países establecieron un embargo de armas que favorecía a los árabes y ponían a Israel al borde de su exterminio. 

El triunfo de Israel en 1948 fue, en mis propias palabras, un milagro de proporciones bíblicas.  

Luego del primer cese al fuego, cuando la guerra recomenzó, las fuerzas árabes estaban como paralizadas. A pesar de tener a Israel cercada por todos lados, no avanzaban. Era como que algo las detenía. Israel, por el otro lado, comenzó su contraofensiva, recuperaba territorios y conquistaba tierra más allá de las fronteras originales. Se cumplían las profecías que la Torá había anunciado en la Parashá que leímos este último Shabbat , donde el Creador le promete Su pueblo (Levítico 26:7-8) que estará con ellos cuando salgan a la guerra:  “Tú perseguirás a tus enemigos, y ellos caerán por la espada ante ti. Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y sus enemigos caerán por la espada delante de ustedes ”. 

Los judíos debemos estar infinitamente agradecidos a HaShem por Su Providencial intervención. Como lo escribió el rey David en sus Salmos, cuando se salvó de una muerte segura ”porque cantaré Tus alabanzas y no me quedaré callado; HaShem, mi Dios, te agradeceré por siempre”.   

Un Yehudí, que se entrena permanentemente para ver la intervención divina en su historia, que no quiere ver o no declara en voz alta el agradecimiento a Dios por el nacimiento y la supervivencia de Medinat Israel, en mi opinión, no sólo está espiritualmente ciego sino que también cae en el gran pecado de la ingratitud.  Y no hay peor ingratitud que la ingratitud a a Dios. 

Las grandes potencias mundiales se mantenían pasivas, neutrales, expectantes, asumiendo que Israel no sobreviviría una guerra que no podía ganar.  De los 3 países mencionados el que más perjudicó a Israel fue Gran Bretaña.  Que estuvo pasiva mientras pensaba que Israel iba a perder . Y comenzó a intervenir cuando se dio cuenta que Israel comenzaba a ganar.

Un par de ejemplos.

Jordania contaba con el apoyo directo de los ingleses. Los ingleses habían entrenado a sus tropas y supervisaban todas sus operaciones, especialmente en la lucha por Jerusalem, lo cual costó muchas vidas judías. Cuando Israel empezó a contraatacar y bombardeó la capital de Jordania, Amman, en reacción a los permanentes bombardeos a Tel Aviv,  Inglaterra amenazó con destruir los aeropuertos de Tel-Aviv con su famoso Royal Air Force. Israel tuvo que replegarse. 

A comienzos de Enero de 1949, Israel, contra todos los pronósticos,  estaba ganando la guerra. Había bombardeado Cairo y Damasco y su ejército seguía avanzando hacia al canal de Suez. En ese momento las Naciones Unidas se apuraron a exigir un cese al fuego y a declarar un armisticio.  Israel, contra sus propios intereses, aceptó el armisticio. Pero Israel ya había conquistado Gaza, Rafiah y gran parte de la peninsula del Sinai. Y de acuerdo a ley internacional los territorios conquistados en la guerra pasan a ser territorio del país que gana la guerra. TAL COMO OCURRIÓ CON TODOS LOS PAISES DEL MUNDO A TRAVES DE LA HISTORIA.

Ahora bien: En una acción que iba contra todos los precedentes históricos y conquistas militares, incluyendo las conquistas militares de las propias colonias inglesas, Gran Bretaña le negó a Israel este derecho. Y amenazó a intervenir militarmente contra Israel si el estado judío no devolvía a Egipto el territorio conquistado, la península del Sinai, Gaza, Rafiah (A history of Israel. Howard Sachar, page 346). 

David Ben Gurión se oponía enérgicamente a esta concesión sin precedentes. Ben Gurión consideraba injusto e inconcebible que los árabes no pagasen un precio por la guerra que ellos mismos habían iniciado. Y nadie hubiera exigido a los árabes renunciar a sus conquistas militares, si hubieran derrotado a Israel.

Ben Gurión dijo: “Vamos a devolverles a los árabes sus territorios cuando ellos nos devuelvan a los 6.000 judíos que murieron en la guerra que ellos comenzaron”  

Pero la presión internacional fue tanta que Israel, completamente aislado, tuvo que ceder.  

Hasta el día de hoy Israel sigue pagando el precio por esta concesión.   

¿Por qué?

En primer lugar porque la inexplicable impunidad internacional que goza cualquiera que ataque a Israel es el mejor incentivo para atacar nuevamente a Israel.  

En segundo lugar, porque sin quererlo Israel sentó un precedente muy peligroso: ¡Israel este dispuesta a aceptar condiciones que no se le exigen a ningún otro país del mundo! Como “devolver” territorio militarmente conquistado, o repatriar a los enemigos (los refugiados palestinos) que huyeron voluntariamente de una guerra ¡que sus propios aliados comenzaron!. 

En lugar de “traer paz” las permanentes concesiones de Israel solo alentaron a los países árabes, con el beneplácito de las grandes potencias, a demandar más y más de Israel. 

Hasta hoy en día, en las Naciones Unidas, Israel no es considerado como un país más. Israel es el único país  del mundo al cual se lo puede amenazar de exterminio sin temor a represalias mundiales. E Israel es el único país que  es condenando permanentemente, acusándolo de de los crímenes que sus acusadores perpetran con impunidad, con el silencio complice de las Naciones Unidas.

Como dijo proféticamente Bil’am: el pueblo de Israel (En el desierto 23:9): “es un pueblo que vive aislado [por las naciones] y que los demás pueblos no lo consideran [como una nación más, es decir, normal].  Olvidar que las grandes potencias nos abandonaron a nuestra suerte cuando más las necesitábamos: “Quién olvida su historia, está condenado a repetirla”.  

CARTA DE LECTOR

Recibo muchos emails de lectores de Halaja of the Day . Hoy quiero referirme a uno de ellos.

En su email el lector nota que yo escribí:

Oportunamente recibo sus trabajos, los cuales me resultan muy interesantes y muy profesionales, muchas gracias

La victoria de Israel en la guerra de su independencia que comenzó el 15 de Mayo de 1948 y duró 10 meses no tiene precedentes en los anales de la historia militar. Esto se debe por un lado, el increíble coraje, ingenio y sacrificio de nuestros líderes y nuestros soldados que lo dieron todo para triunfar. Y a la intervención Divina que, batalla tras batalla, milagro tras milagro lo hizo posible. Para entenderlo mejor, es importante recordar lo siguiente. El lector recomienda que la intervención Divina, sea mencionada en primer lugar. Y menciona otros ejemplos como el caso del rey Jizquiahu.

Entonces, ¿se debe mencionar la intervención en «primer» lugar?

Obviamente, la intervención de Dios es el factor decisivo. Sin embargo, la intervención Divina tiene lugar «luego» de la intervención humana. Dios nos «ayuda» a que nuestros esfuerzos prosperen. Primero nos ponemos a trabajar. Y luego, pedimos la intervención Divina para que nos ayude a que nuestro trabajo dé frutos. Lo mismo ocurre en todo orden de cosas. Si uno no se pone a trabajar o no va a un médico cuando está enfermo, no puede pretender que Dios lo mantenga o lo cure. En la guerra ocurre lo mismo. La Torá repite varias veces «Cuando salgas a la guerra… Dios estará contigo». La única excepción a esta regla fue cuando el pueblo de Israel recién abandonaba Egipto y cuando estaban frente al mar fueron acorralados por los egipcios. En ese momento, cuando el pueblo estaba absolutamente no preparado para luchar, Moshe le dijo al pueblo: HASHEM ILAJEM LAJEM VEATEM TAJARISHUN. » Dios va a luchar por ustedes, y ustedes no tiene que hacer nada» . En la época de Yehoshua Bin Nun, la tierra de Israel fue conquistada por el ejército de Yehoshua que fue asistido por Dios.

En la guerra, como en virtualmente toda otra actividad, el hombre comienza con su esfuerzo, y Dios, en el mejor de los casos, hace que su esfuerzo prospere.




De Napoleon Bonaparte a Teodoro Herzl

La degradación de Dreyfus

En unos días celebraremos Yom HaAtzmaut, el día de la independencia de Israel.  En los próximos días quiero contarles un poco la historia del Sionismo moderno, y cómo fue que muchos judíos, a pesar de no ser observantes fueron parte del milagroso establecimiento del Estado de Israel.   Al conocer más lo que ocurrió en el pasado seremos más conscientes de nuestro increíble privilegio y celebraremos con una mayor gratitud a HaShem el milagro de la existencia del Estado judío. 

NAPOLEON Y LOS JUDÍOS

Para comprender el impacto del Sionismo en la historia moderna judía debemos remontarnos a los tiempos de la revolución Francesa en 1789.  En la famosa “Declaración de los derechos de los hombres y de los ciudadanos” Francia declaraba por primera vez la libertad de culto, algo que hoy nos parece lo más natural, pero en esos tiempos era un evento sin precedentes.  Unos años más tarde el famoso Napoleón Bonaparte designó al judaísmo como una de las religiones oficiales de Francia y concedió oficialmente a los judíos el derecho a la ciudadania francesa. Hasta ese entonces los judíos eran “tolerados” como una minoría non-grata, eran discriminados y no tenían acceso a la educación o al ejercicio de las profesiones más comunes.    

Este gran gesto de Napoleón, sin embargo, no fue gratuito.  Napoleón demandó de los judíos algún tipo de “sacrificio” formal. Los judíos debían comprometerse a adoptar las leyes y la constitución francesa, como su máxima autoridad, tal como lo hacían todos los demás ciudadanos. Para hacer oficial esta declaración por parte de los judíos, Napoleón ordenó crear una nueva institución, el Gran Sanhedrín,  que sería el portavoz oficial de los 40.000 judíos franceses.   

EL GRAN SANHEDRIN

Este Sanhedrin se formó con 71 notables del pueblo judío, la mayoría rabinos. El Sanhedrin tuvo su primera reunion oficial el 9 de Febrero de 1807. El Sanhedrín tuvo que tomar decisiones muy difíciles para que no hubiera un conflicto entre la ley judía y la ley francesa. Por ejemplo, en los temas civiles.  Unos ejemplos: La poligamia, que ya no se aplicaba desde Rabenu Guershom, quedo formalmente prohibida. Para que un hombre judío divorciado religiosamente (guet) pudiera casarse de nuevo, debe  mediar un divorcio civil. Los casamientos civiles estarían reconocidos, incluso un matrimonio mixto. Pero lo más importante para nuestro tema, y para Napoleón, fueron las decisiones políticas que el Sanhedrin tuvo que adoptar: Los judíos consideraban ahora a Francia como su única madre patria, a la que amarían y protegerían, incluso con las armas si fuera necesario.  Los judíos,  ahora emancipados,  “ya no formaban parte de una nación” aparte sino de Francia; y al aceptar la ciudadanía francesa de hecho “renunciaban a su aspiración de un éxodo colectivo hacia la tierra prometida”.

¿EL ULTIMO ANTIDOTO A LA ASIMILACION?

El Rabino e historiador Berel Wein explica que Napoleón estaba interesado principalmente en ver a los judíos asimilarse: «La tolerancia externa y la imparcialidad de Napoleón hacia los judíos se basó en realidad en su gran plan para que los judíos desaparecieran por completo mediante la asimilación, los matrimonios mixtos y la conversión”.  Y el plan de Napoleón parecía que iba a funcionar a la perfección.  De hecho, decenas miles de judíos dejaron la práctica religiosa, se asimilaban, y en muchos casos se convertían al catolicismo.  Todo para ser completamente aceptados.  Pero hubo un elemento que Napoleón no tomó en cuenta en su plan: el profundo antisemitismo europeo. Durante más de mil años los judíos fueron acusados de ser el pueblo deicida (que mató a Yeshú); de envenenar los pozos de agua para matar a inocentes cristianos, y ser parásitos (ya que no trabajaban un día la semana), etc. Estos prejuicios antisemitas no se borraron con la revolución francesa.    En este sentido, como lo explicó el Rab Kuk, el antisemitismo representó el último recurso “Providencial”  que evitó la asimilación y la desaparición total del pueblo de Israel. 

EL CASO DREYFUS

Uno de los mejores ejemplos del rechazo social a los judíos, por más leales que estos fueran a su patria, lo representa el caso del capitán Dreyfus. Alfred Dreyfus era un judío francés patriota. Desde muy joven ingresó al ejercito francés donde hizo una gran carrera militar.  En 1894 los franceses descubren que había cierta información clasificada que estaba llegando al lado enemigo: Alemania.  El acusado fue Dreyfus. Las evidencias en su contra eran muy débiles, pero Dreyfus ya había sido encontrado culpable por su condición de judío. El pueblo francés ya lo había condenado en las calles gritando: ¡Muerte a Dreyfus! ¡Muerte a los judíos!.    El teniente coronel Georges Picquart descubrió que el verdadero espía era Ferdinand Esterhazy, y que Dreyfus era inocente. Pero los altos mandos tenían ya al “culpable perfecto”, que los franceses ya habían aceptado. Le ordenaron a Picquart guardar silencio y ante su negativa lo enviaron a una base militar en Túnez.  Dreyfus fue acusado de traición, fue degradado militarmente, humillado y enviado al la famosa “Isla del Diablo”, una penitenciaría donde los prisioneros eran enviados a morir.  Al final Dreyfus fue exonerado. Pero el caso Dreyfus dejó su huella.  

A los judíos de Europa occidental les llevó prácticamente un siglo aprender la lección: Abandonar el judaísmo o la idea de “pueblo judío”, o la aspiración de regresar a la tierra prometida no sirvió para que los judíos fueran aceptados como ciudadanos franceses comunes.  Sin importar cuánto hicieran para ser más franceses que los franceses, a los ojos de los gentiles, «no pertenecían a la sociedad francesa» .

Un joven abogado judío austriaco quedó muy impactado con el caso Dreyfus. Se dio cuenta que la asimilación no había funcionado para  eliminar el antisemitismo y tuvo una visión que, aunque secular, fue profética. Bíblica. Ese joven era Teodoro Herzl. Y su vision: un estado judío. 

Continuará




La solución de los dos estados (1918-1922).

שִׁיר הַמַּעֲלוֹת לְדָוִד לוּלֵי ה’ שֶׁהָיָה לָנוּ יֹאמַר-נָא יִשְׂרָאֵל: לוּלֵי ה’ שֶׁהָיָה לָנוּ בְּקוּם עָלֵינוּ אָדָם

LA LIGA DE LAS NACIONES 

Una vez finalizada la Primera guerra mundial se creó la Liga de las Naciones, el primer organismo internacional en la historia, creado para mantener la paz mundial y evitar el surgimiento de otros conflictos bélicos. Esta Liga estaba encabezada por las naciones que triunfaron en la primera guerra mundial: Gran Bretaña, Francia, Italia, etc. El 23 de Abril de 1920, hace casi 100 años atrás, la Liga de las Naciones se reunió en la ciudad italiana de San Remo para reorganizar el “orden mundial” y promover la paz. Uno de los temas que trataron fue la division y administración de las tierras de Medio Oriente. Hasta 1918 el medio oriente era parte del imperio Otomano, que otorgaba el mandato local a diferentes jefes de grupos étnicos, clanes y tribus árabes. La Liga de la Naciones estableció un plan para reemplazar la estructura de gobierno del imperio Otomano. Los diferentes territorios se mantendrían bajo el mandato o protectorado de los franceses o ingleses. ¿Por qué? En realidad, hasta antes que terminara la primera guerra mundial las grandes potencias no tenían mucho interés en estas zonas áridas, prácticamente desocupadas, sin agua suficiente e inútiles para la agricultura.  Sin embargo, hacia finales de la guerra se descubrió que estas tierras eran ricas en reservas de petróleo, y así surgió un mayor interés en medio oriente. Francia obtuvo el mandato de lo que hoy es Siria y Líbano. Gran Bretaña tenía el mandato de Mesopotamia, esto es hoy Irak, y Palestina, esto es hoy: Israel y Jordania; y también tenía el protectorado de Egipto.

 
SAN REMO Y LOS DOS LADOS DEL RIO JORDAN

En la declaración Balfour de 1917, Inglaterra se había comprometido a la creación de un Hogar Nacional para los judíos en la tierra de Israel, que comenzaba a llamarse ahora “Palestina” (¡nadie pudo haber soñado en ese entonces con el nombre «Israel»!). La declaración Balfour también fue ratificada legalmente por Francia (14 Febrero de 1918) , Italia (9 de Mayo de 1918 , y los Estado unidos (31 de agosto de 1918). Ahora en San Remo se le daba a la declaración Balfour su reconocimiento internacional definitivo. Creo que lo más destacable es que ese Hogar Judío en Palestina incluía lo que es hoy el estado Israel –con Gaza, Jerusalem, Judea, Samaria, etc– y también incluía todo el territorio de lo que hoy es Jordania.  Arriba se puede ver el mapa del territorio concebido por la Liga de las Naciones en San Remo, 1921, para establecer allí el Estado Judío. En San Remo, las naciones le asignaron a Gran Bretaña la función de implementar el establecimiento del hogar nacional judío. Para esto, Inglaterra asignó a un Alto comisionado (gobernador) inglés: Sir Herbert Samuel (1870-1963), que fue también el primer judío observante que llegó a ser miembro del gabinete británico (ver aquí)

CHURCHILL y EL LIBRO BLANCO

Pero los líderes árabes no estaban contentos. No aceptaron la decisión de la Liga de las Naciones y comenzaron a atacar y matar civiles judíos en Tel Jai, Yerushalayim, Yafo, etc. Esta táctica terrorista les «dio resultado»: el día 3 de junio de 1922 se firmó lo que se conoce como :”El libro blanco ” (White Paper) Este documento fue firmado por Winston Churchill , que visitó Jerusalem en 1921 y se reunió con representantes árabes y judíos (ver video abajo). Churchill decidió que “Palestina” se iba a dividir en dos estados: uno, en el margen oriental del rio Jordan, que se le cedería al clan árabe Hashemita para que estableciera allí su reinado y gobernara sobre los árabes de la región, y el otro estado, en el margen occidental del rio Jordán, que sería el territorio destinado para todos los judíos del mundo. La Organización Sionista se quejó amargamente ante las autoridades inglesas que habían cedido a la presión y a la violencia árabe, estableciendo así un peligrosísimo precedente, cuyos ecos siguen hasta nuestros días. Una de las voces que denunciaron esta traición fue la del célebre líder judío Zeev Jabotisnky. En esos días se escuchaba la canción que hizo famoso al movimiento BETAR, predecesor del moderno partido Likud: שתי גדות לירדן, זו שלנו זו גם כן “El rio Jordán tiene dos orillas (el territorio oriental y el occidental), una es nuestra y la otra también” .  Esta división que cedía a los árabes dos tercios del territorio designado para los judíos, fue finalmente ratificada por la Liga de las Naciones, como una forma de llegar a un “acuerdo pacifico y negociado que permitiría, de ahora en adelante, a las dos naciones a vivir en paz”. 
Los judíos no tuvimos más remedio que aceptar “la solución de los dos estados”, con la (ingenua) esperanza de que por fin viviríamos en paz y armonía con nuestros vecinos árabes….

¡Espero que hayamos aprendido la lección!

Continuará…

[Para clarificar, “Palestina” es el nombre que en esos tiempos se le daba a la tierra de Israel y al Hogar nacional Judío bajo el mandato Británico. Nunca existió allí un estado palestino árabe, ni una nación o un pueblo palestino, ni nada que se le parezca. En todo caso, de acuerdo a lo que escribimos hoy, «el estado designado para los árabes en Palestina es Jordania«].

Continuará 

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JERUSALEM 1921

En este video se pueden ver a los Grandes Rabinos de Israel que salen de una conferencia con Winston Churchill. Rab Abraham Isaac Kuk, Rabino Principal de la comunidad  Ashkenazí en Israel (con sombrero de piel); Rab Yosef Jaim Zonnenfeld, Rabino de la Eidah Jaridit (con larga barba blanca);  Rab Yaacob Meir, Rabino principal de la comunidad Sefaradí (con turbante circular). 

VER VIDEO AQUI