Rezar ¿En hebreo o en español?

Previamente hablamos de la importancia de comprender lo que decimos cuando rezamos. Explicamos que las palabras de la Tefilá (plegaria judía) no fueron formuladas para ser “pronunciadas” como si fueran palabras mágicas, sino para ser “asimiladas” por nuestro intelecto y nuestro corazón, y que así moldeen nuestra personalidad y nos ayuden a estar más cerca de HaShem, sentir Su Presencia, confiar más en Él, etc.
Y obviamente, para que esto ocurra es esencial entender lo que estamos diciendo.
Ahora bien, muchas persona se preguntan: si todo el efecto espiritual de la Tefilá depende de entender lo que decimos, ¿por qué decimos la Tefilá en hebreo? ¿Por qué no decirla mejor en el idioma que uno entiende?
La respuesta a esta importante pregunta requiere una explicación un poco más elaborada que lo usual. .
LOS SABIOS LO PERMITIERON. Los Sabios del Talmud permitieron y hasta sugirieron que uno rece en el idioma que comprende. ¿Y saben de donde aprendieron esta idea? Nada menos que de la primera palabra del Shema Israel. En hebreo, como en castellano, hay dos palabras con un significado muy parecido que describen la cualidad auditiva.  Una es lishmoa’(escuchar) y la otra leha-azin (oír). La diferencia entre “oír” y “escuchar” es la atención. “Escuchar”, implica prestar atención.“Oír” no requiere atención y hasta puede ser involuntario. Yo puedo estar escuchando música, e involuntariamente, oír ruidos molestos.
En hebreo es muy parecido: lishmoa’ (escuchar) además de “atención” también incluye “entendimiento” (y “obediencia”, pero eso es para otro día…). Una buena traducción no-literal de la primera palabra del Shema Israel sería: “Debemos saber/comprender que… HaShem es nuestro Dios, HaShem es uno”.  Los Sabios de la Guemará dijeron que al usar esta palabra “shema’” la Torá nos está exigiendo comprender lo que las palabras dicen: שמע, בכל לשון שאתה שומע.  Por lo tanto, debo decir este texto, y por extensión todo texto de las plegarias, en una lengua que yo comprenda.
LA COSTUMBRE: De todas maneras, la idea de decir la Tefilá en el idioma local siempre se llevó a cabo de manera individual y no pública. Es decir, las comunidades judías tradicionales nunca (que yo sepa) se recitó la Tefilá en el idioma local. Sin embargo, muchas personas leen y recitan distintas partes de la Tefilá en el idioma que comprenden.   Creo que la razón principal de esta costumbre tiene que ver con la necesidad de conservar nuestro idioma Hebreo, que es un elemento fundamental de nuestra identidad judía. Me explico. Imaginemos que cada comunidad judía del mundo recitara toda la Tefilá en el idioma local. ¿Qué pasaría cuando un judío de Latinoamérica va de vista a Europa? ¿Como se sentiría en una sinagoga de Francia, Rusia o Alemania?  Lamentablemente, ya estamos divididos en Sefaradim, Ashkenazim, Jasidim, y muchos, muchos grupos y sub-grupos más más. El idioma hebreo, el idioma de la Torá, es uno de los elementos fundamentales que nos une, que nos ayuda (o nos fuerza) a tener una identidad judía universal. Esto lo podemos apreciar hoy, que viajamos tanto, mucho mejor que en el pasado. Gracias a que conservamos el idioma hebreo en las Tefilot publicas, no importa a que sinagoga del mundo uno vaya, si uno sabe hebreo ¡siempre se va a sentir como si estuviera en su propia sinagoga!  Si uno sabe hebreo, podrá participar activamente de la actividad religiosa comunitaria. Mantener una misma lengua, el idioma hebreo, para recitar la Tefilá nos ha ayudado probablemente más de lo que creemos, a mantenernos unidos como un mismo pueblo.
MI SUGERENCIA: Si bien, como dijimos, uno puede decir la Tefilá individualmente en el idioma que uno comprende, pienso que esto debe ser sólo una situación temporaria.   Si uno no sabe leer hebreo, podría leer en castellano mientras aprende a leer hebreo. Y una vez que uno sabe leer hebreo, creo que lo mejor sería usar un Siddur (libro de oraciones) con traducción linear (pregúntale a tu Rabino sobre las diferentes opciones). El sistema de traducción linear, que se puede apreciar en la foto de arriba, le permite a uno recitar la Tefilá en hebreo, y leer —en silencio y virtualmente al mismo tiempo—la traducción de lo que está diciendo.
Mañana BH voy a presentar una razón más por la que creo que debemos hacer todo el esfuerzo posible por decir la Tefilá, incluso individualmente, en hebreo, el idioma de Abraham, Itsjaq y Yaaqob.
(Continuará….)



Rezar y Comprender

מצוות צריכות כוונה
Los Sabios de Israel debatieron ampliamente el tema del estado mental que una persona debe tener —o alcanzar—cuando está cumpliendo un precepto de la Torá. En otras palabras, cuando cumplimos una Mistvá positiva, digamos, vestir el Tefilín, ¿es necesario pensar en lo que estamos haciendo? o el acto en sí, aunque no esté acompañado de un pensamiento, ¿es suficiente? La conclusión de los rabinos fue מצוות צריכות כוונה , que los preceptos deben ser realizados con “conciencia” (kavaná) y un cumplimento totalmente mecánico no es suficiente.
Ahora bien, hay varios niveles de “conciencia”.
1. INTENCION. En primer lugar está la “intención” básica de cumplir un precepto. Pensemos en un ejemplo extremo: si me pongo el Tefilín para sacarme una foto  con el Tefilín puesto, ¿se podría considerar que he cumplido con la Mitsvá del Tefilín sólo porque me lo puse? La respuesta de los Sabios es NO. La conciencia elemental de estar practicando una Mitsvá es una condición sine qua none.
2. ATENCION. Hay un nivel un poco más elevado de “conciencia”. ¿Qué pasa si cumplo una Mitsvá pero estoy totalmente distraído de la misma? Esto también es cuestionable. Al realizar cualquier precepto es necesario abstraerse de toda distracción, ya que no sólo hace falta la“intención” sino también una mínima “atención” cuando cumplimos las Mitsvot.
Es por eso que nuestros Sabios establecieron las berajot, las bendiciones que se dicen antes de cumplir una Mitsvá positiva. Veamos, “Bendito eres Tu, HaShem nuestro Dios, Soberano del mundo, que nos santificaste con Tus preceptos y nos ordenaste vestir el Tefilín”. Al recitar ésta y otras bendiciones declaramos nuestra “intención” acerca de lo que estanos por hacer y “reseteamos” nuestra atención, enfocándonos en lo que estamos haciendo.  Como la “atención” es tan importante, los rabinos de la Guemará excusaron a ciertas personas a cumplir con una Mitsvá en circunstancias especiales, porque sería virtualmente imposible alcanzar la atención necesaria. Por ejemplo, el novio está exento de la recitación del Shemá Israel, la noche de su casamiento.
3. ENTENDIMIENTO. Ademas de “intención” y “atención”, tenemos que alcanzar un nivel más elevado de “conciencia”, el “entendimiento”. Este nivel es especialmente necesario cuando se trata del cumplimento de una Mitsvá que se lleva a cabo con palabras: por ejemplo, rezar o recitar el Shemá Israel. No es suficiente con pronunciar palabras para considerar que hemos cumplido satisfactoriamente una Mitsvá, también es necesario entender lo que estamos diciendo.  Dicho sea de paso: en la idolatría o en los actos de magia las “palabras” contienen un “poder” intrínseco: como “abrete sésamo”, que hace que una puerta se abra, o todos los hechizos y palabras mágicas de Harry Potter.  Cuando rezamos, las palabras tienen sentido si son acompañadas de un pensamiento, e idealmente, también de un sentimiento.  Los Sabios criticaron a quienes rezan solo con sus labios y emiten sonidos. Y nos recuerdan que la Torá nos pide rezar con el corazón. Rezar significa meditar en el contenido de la palabras del libro de oraciones (siddur), dejando que moldeen nuestra mente y nuestro corazón.
Este importantísimo proceso de crecimiento espiritual no es posible a menos que comprendamos el significado de las palabras que estamos diciendo.  Por eso, debemos hacer un esfuerzo para aprenderlas.
Comenzaremos por el Shemá Israel.
(Continuará….)