RESUMEN DE PARASHAT MIQUETZ

 

  1. En la cárcel, donde está encerrado por un crimen que no cometió, Yosef interpreta correctamente los sueños de los oficiales del faraón encarcelados. Dos años después, el faraón tiene un sueño. Está parado junto al Nilo cuando ve siete vacas gordas saliendo del río, y luego siete vacas flacas que se comen a las gordas. El faraón tiene un segundo sueño: siete espigas de trigo sanas salen de un tallo, seguidas de siete espigas delgadas. Y las espigas delgadas se tragan a las siete sanas. El ánimo del faraón estaba turbado y llamó a todos los sabios de la tierra, pero ninguno pudo entender el significado del sueño. El oficial le dice al faraón sobre Yosef, y Yosef fue inmediatamente sacado de la cárcel e introducido ante el faraón.

  2. Yosef interpreta el sueño del faraón de una manera satisfactoria. Dice que ambos sueños contienen un solo mensaje: habrá siete años de abundancia en Egipto que serán seguidos por siete años de severa hambruna. Yosef propuso un plan para almacenar grano durante los años de abundancia y que sirviera de reserva para los años de hambruna. El faraón queda muy impresionado por la sabiduría de Yosef y lo nombra supervisor de la economía de Egipto y segundo al mando. El faraón ordena que los egipcios se inclinen ante Yosef, le cambia el nombre a Tzafenat Pa’aneaj y le da a la hija de un sacerdote por esposa. Yosef tenía entonces solo 30 años.

  3. Yosef almacena grano extra en las ciudades. Dos hijos le nacen durante este tiempo: Menashé y Efraim. Los siete años de abundancia llegan a su fin y el hambre llega a Egipto. Cuando la gente comenzó a quejarse con el faraón por el hambre, Yosef abre los silos y comienza a vender el grano. La gente hambrienta llega desde todo Egipto para comprar comida. El hambre llega a todo Medio Oriente. Jacob envía a todos sus hijos, menos a Binyamín, a comprar comida en Egipto. Cuando Yosef ve a sus hermanos, pretende que no los conoce. Ellos no lo reconocen. Yosef deliberadamente los acusa de ser espías y los encarcela durante tres días.

  4. Al tercer día, Yosef los libera a todos, excepto a Shimón, a quien deja como rehén, y permite que los hermanos regresen a Canaán. También les advierte que solo podrán regresar a Egipto si llevan a Binyamín, para establecer su inocencia. En un diálogo entre ellos mismos, los hermanos admiten que lo que les estaba ocurriendo era un castigo por la venta de Yosef y expresan su arrepentimiento. Yosef instruye a sus sirvientes que depositen el dinero que los hermanos habían pagado por la comida en los sacos de grano que les dieron. Los hermanos regresan a Canaán y le cuentan todo lo ocurrido a Jacob. Jacob queda muy perturbado por los acontecimientos e inicialmente se niega a enviar a Binyamín, porque no estaba dispuesto a asumir la posibilidad de perder al único hijo que le quedaba de Raquel. Sin embargo, al final, después de que las provisiones de alimentos se agotan y Yehudá garantiza personalmente su regreso, Jacob accede a enviar a Binyamín. Además, envía a sus hijos a Egipto con generosos obsequios para el gobernante egipcio.

  5. Los hermanos llegan a Egipto. Yosef le ordena a su asistente que invite a los hermanos a unirse a él para la comida de la tarde. Los hermanos llegan a la casa de Yosef, se encuentran con Shimón y, al llegar, Yosef les entrega los regalos que envió Jacob. Al ver a su hermano menor, Binyamín, Yosef se emociona. Los hermanos se sientan a comer, disfrutan de una buena cena, y Yosef les entrega regalos a todos. Por la mañana, los hermanos parten de regreso, pero no antes de que Yosef hiciera plantar su copa real en el saco de comida de Binyamín. Yosef luego envía a un oficial para confrontar a los hermanos y descubrir la copa de plata “robada”. Todos los hermanos son llevados de regreso a Yosef, quien exige que Binyamín, el presunto ladrón, sea castigado permaneciendo allí como esclavo.




RESUMEN DE HAAZINU

La Parashá de la Torá que leemos esta semana, Ha-azinu, es un poema de Moshé Rabbenu. Este poema es de carácter profético ya que advierte –o anticipa– lo bueno y lo malo que les sucederá a los judíos a lo largo de su historia si no siguen el pacto que establecieron con Dios. Moshé invoca al cielo y a la tierra como testigos eternos de esta profecía. En este poema, el cielo y la tierra comienzan alabando a Dios, declarando que Él es justo y que sus hijos, el pueblo judío, causan su propia miseria al olvidar y abandonar a Dios. Y especialmente por no ser agradecidos y deliberadamente ignorar que Dios es la fuente de todas nuestras bendiciones. Moisés suplica a los israelitas que contemplen la historia y nunca olviden cómo Dios protegió a Israel en el desierto como un águila cuida de sus crías. Dios los establecerá en la tierra prometida donde no les faltará nada. Pero como sucede a veces sucede con un niño que recibe todo de sus padres, el pueblo de Israel ignora a Dios, y hasta se rebela contra y lo abandona. Irónicamente, esto sucede no porque no tienen lo suficiente sino  porque ahora tienen tanta abundancia que sienten que ya no «necesitan» a Dios. Ahora buscarán falsos dioses de pueblos paganos que que son adorados a través de entregarse al placer, la promiscuidad y el lujo.   Dios se indignará por esta falta de gratitud por parte de sus hijos y como consecuencia «ocultará Su Rostro», es decir, suspenderá su protección especial sobre los judíos. Los pueblos paganos entonces invadirán la tierra y no habrá quien los detenga. El pueblo judío será exiliado y se encontrará al borde de la extinción. Y en ese momento, el pueblo judío pensará erróneamente que todo esto les sucede porque «Dios no existe».

Dicho sea de paso: Este poema representa un testimonio profético: saber que cuando Israel no está protegido, es porque han abandonado a su Protector y se han alejado de Él. Sin embargo, también anticipa este poema, llegará el momento en que Dios redimirá a Israel y castigará a las naciones que hicieron sufrir a su amado pueblo. Israel entonces regresará a Dios y cantará sus alabanzas de gratitud al Creador.

En la última parte de esta corta pero profunda Parashá, Moshé enseña este poema a los judíos. Les ruega que lo aprendan –¿memoricen?- y presten mucha atención al mismo, ya que la Torá no es un texto más, no es un escrito superficial humano sino una Guía Divina que orienta nuestras vidas. Y solo cuando nos aferramos a ella nos fortaleceremos y, con el favor de Dios, tendremos el mérito de vivir en paz y con prosperidad en nuestra tierra Israel.

Dios le dice a Moshé que suba al Monte Nebá. Desde allí, el gran líder de Israel verá la tierra prometida antes de morir.




RESUMEN DE BERESHIT

La primera Parashá de la Torá, Bereshit –en español: Génesis–describe la creación del mundo y la humanidad. Comienza con el relato de cómo HaShem creó el universo en seis días y el séptimo dio por concluida su creación.  el séptimo.

Al principio,  Dios creó el universo, incluyendo un planeta especial: la tierra. El primer día, Dios hizo que la luz del sol iluminara a la tierra creando así el caldo luz y oscuridad, que para los seres humanos serán «día» y «noche».

El segundo día, Dios separó las aguas superiores, las nubes, de las inferiores, los océanos, creando así una atmósfera que produce el ciclo del agua (evaporación, precipitación).

En el tercer día, Dios hizo que apareciera la tierra firm desde abajo de los océanos y aseo. Creó la superficie de nuestro planeta. En la tierra, que contaba ahora con luz solar y con lluvia, Dios creó la vegetación: plantas y arables de todo tipo.

En el cuarto día, Dios estableció el sol, la luna y las estrellas en su orbita definitiva desde donde iluminarán la tierra, y marcaran las estaciones, los días, los meses y los años.

En el quinto día, Dios hizo que las aguas crearan los primeros animales: reptiles, animales terrestres, marinos y animales con alas.

En el sexto día, Hashem creó los mamíferos  y en ese mismo día creó al ser humano, Adam, con una capacidad especial (neshamá) que le permite entender las ordenes Divinas y seguirlas o desobedecerlas.  La primera orden Divina es que el hombre imponga su dominio sobre toda la creación.

Dios bendice al ser humano, y le ordena fructificarse, multiplicarse y así poblar la tierra de seres humanos.

En el séptimo día, Dios dio por terminada Su creación y santificó a ese día declarándolo como  Shabbat.

La Torá cuenta ahora la historia de los primeros seres humanos:  Adam fue creado del polvo de la tierra, y Dios insufló en su nariz un alma de vida. Dios creó un hermoso jardín al este del Edén para que el hombre viera allí, y le dijo a Adam que lo trabajara y lo cuidara. En medio del jardín, Dios plantó dos árboles especiales: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

Dios le permitió a Adam comer de todos los árboles del jardín, excepto del Árbol del Conocimiento, advirtiéndole que comer de él resultaría en la muerte.

Dios le muestra a los animales a Adam para que los conozca y les asigne un nombre a cada uno de ellos. Sin embargo, Adam no encontró ningún animal que fuera como él, y se sintió solo.  Dios hizo caer a Adam en un sueño profundo, tomó una de sus costillas y creó a la mujer, Eva. Adam reconoció que  Eva era «hueso de mis huesos y carne de mi carne», y ambos vivieron en el jardín sin vergüenza de no estar vestidos.

La serpiente, el más astuto de todos los animales, convence a Eva para que coma del fruto prohibido del Árbol del Conocimiento. Ella a su vez, comparte el fruto con Adam. Al comer del fruto, ambos adquieren conciencia de su desnudez, lo que los lleva a cubrirse con hojas de higuera. Dios confronta a Adam y Eva por su desobediencia. Como resultado, HaShem maldice a la serpiente, aumenta los dolores de parto de Eva y decreta que Adam tendrá que trabajar duramente para que la tierra produzca sus frutos. Además, Adam y Eva son expulsados del Jardín del Edén para evitar que coman del Árbol de la Vida y vivan eternamente.

Después de su expulsión, Adam y Eva tienen dos hijos, Caín y Abel. Ambos presentan ofrendas a HaShem. Abel ofreció de los mejores frutos de sus cosecha mientras que Cain, ofreció a HaShem de los que le sobraba y había descartado.  HaShem aceptó la ofrenda de Abel y rechazó la de Cain lo que despertó sus celos por su hermano.  Caín asesina a Abel y es castigado por Hashem, convirtiéndose desde ese momento como un nómada sobre la tierra. A pesar de esto, HaShem coloca una señal sobre Caín para protegerlo de aquellos que pudieran matarlo.

La Parashá concluye con la genealogía que traza 10 generaciones desde Adam, destacando especialmente a Enoj, que «caminó con HaShem», y concluye con Noaj, que en medio de una generación que se había corrompido «halló gracia a los ojos de Dios».




RESUMEN DE KI TETSE

La Parashá de esta semana, KI TETSE, contiene el mayor número de preceptos de toda la Torá: un total de 74 Mitzvot. Veremos ahora algunos de estos mandamientos.

Continuando con el tema de la semana pasada, se discuten primero las leyes y circunstancias relacionadas con la guerra. Moshé advierte a los soldados acerca de evitar el abuso de una mujer que es tomada como prisionera de guerra (cabe mencionar que no existe ningún precedente de este tipo de leyes tan humanas hacia el enemigo como las que indica la Torá). Si un soldado deseaba a una mujer cautiva, no podía abusar de ella; tenía que casarse formalmente con ella (previa conversión) y no podía maltratarla ni discriminarla en el futuro. Ella debería ser considerada parte de su familia. Tampoco podrá negar los derechos a los hijos de esta cautiva. Por ejemplo, si su primer hijo proviene de ella, no podrá negarles la primogenitura. Todas estas regulaciones estaban destinadas a disuadir al soldado de cohabitar con la mujer cautiva.

Posteriormente, la Torá explica el caso de un hijo que es rebelde y extremadamente violento hacia sus padres, y la eventual posibilidad de que sea ejecutado por sus crímenes contra la sociedad.

Se explican las leyes de ciertas ejecuciones y el respeto que se debe guardar por un cuerpo humano sin vida, incluso el de un criminal; no se podrá exponer, sino que deberá ser enterrado inmediatamente. Lo habitual entre otros pueblos y civilizaciones contemporáneas era exponer los cuerpos de los delincuentes en público, incluso durante varios días, para que el resto de la población escarmentase.

Se describen las leyes de la devolución de artículos perdidos y la asistencia que se debe proveer cuando un animal colapsa bajo su carga. También se prohíbe el travestismo.

Se explica qué hacer cuando uno encuentra un nido de pájaros con huevos o crías.

Se detallan las leyes relativas a las cercas y barandas de seguridad que se deben construir en lugares de riesgo, como una azotea.

Se describe la ley del tzitzit, los flecos en las esquinas de las prendas de vestir.

Se explica el tema de acusaciones de adulterio y de la violación de una mujer comprometida. Se detallan algunos casos de incesto y la penalidad por los mismos. También se habla del Mamzer o hijo ilegítimo: esto ocurre específicamente cuando una mujer casada (o separada de su marido pero sin que se haya realizado el Guet, documento religioso oficial de divorcio) tiene un hijo con otro hombre.

Se describen algunas leyes relativas al matrimonio con personas de otros pueblos y se especifica en qué casos las conversiones están permitidas y en qué casos no.

Se detallan algunas leyes del divorcio y las exenciones militares de un hombre recién casado.

Se mencionan algunos detalles de los préstamos y las garantías colaterales. La Torá enseña al acreedor a ser sensible y compasivo con el deudor.

La Torá también se refiere a las leyes relativas a los trabajadores asalariados y a sus obligaciones y derechos. Por ejemplo, se establece el derecho del trabajador a recibir su salario a tiempo.

La Torá indica que se debe brindar un tratamiento preferencial a las viudas y a los huérfanos. En otras civilizaciones, estos tratos preferenciales estaban reservados para los nobles y la aristocracia. Sin embargo, el Dios de Israel siempre se preocupa por los más débiles.

Se describe la obligación de ser honesto en los negocios y cuidar de que los pesos y las medidas con los que se pesan las mercaderías sean honestos.

Finalmente, la Torá menciona recordar a Amaleq, el arquetipo del antisemita, y nunca olvidar su intención de eliminarnos, como lo hizo cuando salimos de Egipto. Ignorar la vocación antisemita de Amaleq, su odio irracional, puede ser letal para el individuo y el pueblo judío.




RESUMEN DE VAYIGGASH

1. Luego de haberlo acusado (falsamente) de robo, Yosef demanda que Binyamín sea esclavizando. Yehudá, el hermano que le garantizó a su padre Jacob que le traería a su hijo Binyamín sano y salvo, interviene y trata de convencer a Yosef que libere a Binyamín por el gran amor que su padre tiene por él, luego de haber perdido a su hermano mayor (Yosef). Yehudá le explica a Yosef que su padre no podrá sobrevivir otra pérdida, y en caso que Yosef no acceda liberar a Binyamín ofrece que él sea esclavizado en su lugar. Al ver este gesto Yosef se quiebra emocionalmente, pide a los egipcios presentes que abandonen el lugar, llora y revela su identidad a sus hermanos.
2. Viendo la sorpresa, la vergüenza y el pesar de los hermanos por lo que habían hecho con él 20 años antes, los consuela y les dice que todo fue parte de un plan Divino para salvar sus vidas, ya que aún quedan otros cinco años de hambre. Yosef le pide a sus hermanos que regresen a Canaán y traigan a Jacob y a sus familias a Egipto, donde él les proporcionará su sustento y todo lo que necesitan hasta que termine la hambruna. Yosef abraza a sus hermanos y llora con ellos.
3. El Faraón es informado de que la familia de Yosef había llegado y se suma a la invitación para que vengan a Egipto donde les promete darles lo mejor. Los hermanos llegan a Israel y le informan a Jacob que Yosef está vivo y gobierna en Egipto. Al escuchar esto, el espíritu de Jacob revive, luego de haber sufrido un larguísimo duelo por su hijo desaparecido y dado por muerto. Jacob y su familia se dirigen a Egipto. En el camino se detienen en Beer-Sheba y Dios le dice a Jacob que no tenga miedo de ir a Egipto, porque allí se convertirá en una gran nación y que Él los traerá de regreso a Israel. La Torá menciona a los setenta miembros de la familia de Jacob que descendieron a Egipto.
4. Jacob y su familia llegan a Egipto y se dirigen a Goshen. Yosef se traslada allí para recibir a su padre, y lleno de emoción se encuentra con él. Yosef prepara a su familia para reunirse con el Faraón e instruye a sus hermanos para que digan al Faraón que son pastores. El faraón recibe atentamente a los hermanos de Yosef. Luego llevan a Jacob a encontrarse con el Faraón. El monarca egipcio se sorprende de la avanzada edad de Jacob y el patriarca de Israel lo bendice. Yosef se ocupa que nada le falte a su familia.
5. Los ciudadanos egipcios se encuentran en una situación desesperada. Primero pagan con dinero la comida que Yosef les vende. Luego, cuando ya no tienen más dinero y el hambre no cede, pagan con su ganado. Y finalmente, cuando no les queda nada más, venden sus tierras y se ofrecen como esclavos del Faraón a cambio de comida. Mientras tanto, en la tierra de Goshen, la familia de Jacob prospera y se multiplica. .