RESUMEN DE LA PARASHA BEHA’ALOTEJA

Primera Aliá:  Aharon recibe instrucciones de encender la Menorá, el candelabro de 7 brazos que iluminaba el interior del Tabernáculo, y se repasa la construcción y la función de la misma. La Menorá estaba hecha de una sola pieza, fundida de oro puro. Todas las velas de la Menorá se inclinarían hacia la vela del medio, mientras que la vela del medio se inclinaría hacia el lugar central mas sagrado, o Kodesh haKodashim.

Segunda Aliá: A Moshé se le ordenó preparar a los Leviyim (levitas) para el servicio religioso del Tabernáculo, el templo construido en el desierto.  Los Leviyim son instalados en su servicio que duraba desde los 25 hasta los 50 años.

Tercera Aliá: El pueblo de Israel mantiene su segundo Pésaj desde que salió de Egipto. Las leyes de Pésaj Shení – el segundo Pésaj (un mes después de Pésaj) se establece para aquellos que no pudieron traer el sacrificio de Pésaj en el momento apropiado. Nuestros sabios dicen que las personas que estaban impuras en ese momento eran las que habian cargado el sarcófago de Yosef.  Yosef les había hecho prometer a sus familiares que lo enterraran en la tierra de Israel. Cuando estas personas acudieron a Moshe para preguntarle qué hacer, Moshé no sabía que contestar. Moshe tuvo que pedirle instrucciones a Hashem, porque todo lo que Moshé hizo o dijo fue a través de la comunicación directa con Dios

Cuarta Aliá: Esta Aliá  relata el comienzo de la tan esperada travesía hacia la tierra prometida. El Tabernáculo o Mihskán estaba ya terminado  y ya se había delgado todas las tareas relacionadas al mismo a los Leviyim y a los Cohanim. Ahora, finalmente ¡era el momento de partir! ¡Antes de eso, los Yehudim necesitaban algún tipo de referencia (un GPS!) para saber cuándo partir y hacia donde ir. Recordemos que eran aproximadamente tres millones de personas.   HaShem les ordena que elaboren trompetas de plata para avisar a todo el campamento cuándo tenían que partir.  Además, la nube que se posaba sobre el Tabernáculo en todo momento se elevaría repentinamente y se movería en la dirección en la que tenían que ir.

Quinta Aliá: La nube del Mishkán se levanta el 20 de Iyar y así comienza la travesía que debía haber llevado meses y término llevando 40 años. La Aliá también nos habla de Yitró que se había unido a nosotros antes de la entrega de la Tora y ahora, un año y medio después, decide regresar a su tierra en Midyán.  Finalmente, la Torá nos cuenta que el Aron ha’Edut , el Arca del Pacto, siempre viajaría delante de todos. Eso es muy interesante porque indica que  principio, el Pueblo de Israel debe encaminarse siguiendo el Aron, es decir, la Torá. 

Sexta Aliá: El famoso versículo  «Vayhi Binso’a haAron» que  cantamos antes de sacar la Tora es lo que da comienzo a esta Aliya que describe las quejas del pueblo ante las condiciones de vida en el desierto. La Torá describe el «man» y lo hace para dejar en claro que tenían comida suficiente aunque estaban en pleno desierto y así dejar en claro que los que se quejaban no lo hacían por una necesidad real. Moshé expresa su gran frustración por el comportamiento de la gente. Dios, sin embargo,  promete esta vez satisfacer sus deseos y envía un contingente de «selav»,  codornices, para que erl pueblo coma carne. Moshé recibe instrucciones de nombrar un tribunal o Sanhedrín para ayudarlo a gobernar y enseñar la Torá a la nación.  Moshé, el profeta más grande de todos los tiempos, no puede liderar solo a todo un pueblo. El mensaje de la Torá es que siempre se debe tratar de liderar junto a otras personas capacitadas.

Séptima Aliá: Las codornices descienden sobre el campamento en una gran cantidad, por lo que la carne alcanzó y sobró. Por supuesto que este comportamiento obsesivo con la comida, tal desesperación por la carne cuando tenían el «man», no era apropiado para el Pueblo de Dios. E inmediatamente después de comer en exceso enormes cantidades de carne, muchos mueren.

Aharón y Miriam hablan acerca de Moshé en forma negativa (Lashon Hara) diciendo que Moshé estaba casado con Tzipporá pero estaba tan ocupado ocupándose de su misión con el pueblo que nunca estaba en su casa.  Aharón y Miriam también pensaron que no era correcto que solamente Moshé tuviera acceso a la comunicación con Dios o profecía, ya que ¡ellos también eran profetas y aparte tenían una vida normal con sus familias! HaShem responde que no pueden compararse con Moshé. Moshé era un profeta «de tiempo completo» que estaba en comunicación directa con Dios las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. No era posible que tuviera una vida familiar normal. Por supuesto, Moshe fue la única excepción en toda la historia que estuvo exento de tener una familia. Y aún así, ¡estaba casado e incluso tenía dos hijos! Miriam es castigada con una especie de lepra por hablar contra Moshé, pero Moshé intercede por ella y se cura.

By Rab Jacob Bitton




Resumen de la Parashá NASO

LOS LEVIIM Y SUS FUNCIONES

Dios le informa a Moshé acerca de las funciones y los deberes de las familias de Guereshón y Merari, de la tribu de Leví. La familia de Guereshón debía transportar las cortinas y las cubiertas de tela del Tabernáculo cuando este se desmantelaba para su relocación. La familia de Merari se encargaría del esqueleto del Santuario, es decir, las vigas de madera y los pilares. También se presenta el número de miembros de la familia de Kehat, que eran 2.750 en edad de servicio, entre 30 y 50 años. La familia de Guereshón contaba con 2.630 personas en esta edad. La familia de Merari, 3.200. Así, el total de levitas elegibles para ocuparse de desmantelar, transportar y volver a construir el Tabernáculo era de 8.580 individuos.

PUREZA E IMPUREZA

Dios instruye al pueblo judío acerca de las leyes de pureza e impureza y explica que las personas ritualmente impuras deben alejarse del campamento de Israel temporalmente hasta su purificación.

RESTITUCIÓN Y ARREPENTIMIENTO

También se discute el tema de la restitución en el caso de robo y el sacrificio del Templo que se requiere de quien roba a su prójimo y luego jura falsamente para mantener su inocencia. Se aclara el tema de la restitución cuando la víctima del robo ya no está con vida. Otro tema muy importante que trata nuestra Parashá es la confesión verbal, a uno mismo, de los pecados cometidos como parte del proceso de Teshubá, o arrepentimiento.

OTROS CASOS ESPECIALES

También se describe el caso de la “Sotá”, una ceremonia ritual en caso de sospecha de adulterio por parte de la esposa. Se mencionan asimismo las leyes del “nazir”, un individuo que toma sobre sí mismo restricciones adicionales a las que ha prohibido la Torá, por ejemplo, no beber vino. En esta Parashá encontramos también las bendiciones de los Cohanim, o sacerdotes, que siguen siendo pronunciadas hasta nuestros días.

LA INAUGURACIÓN DEL TABERNÁCULO

La sección más extensa de esta sección semanal —que, dicho sea de paso, es la más extensa de la Torá— describe la inauguración del Tabernáculo y las ofrendas voluntarias que los líderes de cada tribu trajeron en el momento de la inauguración. Por ejemplo, carretas y bueyes para transportar el Tabernáculo de un lado al otro. Dios instruye a Moshé aceptar estas ofrendas, que la Torá describe individualmente. El último versículo de la Parashá menciona cómo Dios se comunica con Moshé, Su voz emanando de entre los dos Querubines que reposaban sobre el Arca Sagrada.




RESUMEN DE PARASHAT BAMIDBAR

Parashat Bamidbar marca la apertura del cuarto libro de la Torá. Comienza con el relato de un censo ordenado por Dios, en el que Moisés recibió instrucciones de llevar a cabo entre el pueblo. Además, se designa a un líder o máximo delegado de cada tribu, conocido como «nasí», para guiar y representar a sus respectivas tribus.

Se describe el número de hombres mayores de 20 años de cada tribu, lo cual también sirve como un censo militar. También se asignan deberes especiales a los levitas, quienes no participan en la guerra, sino que se ocupan de todos los aspectos religiosos y logísticos, como la construcción, el mantenimiento y el transporte del Mishkan, o Tabernáculo, como se verá a continuación.

La Torá presenta los resultados del censo de cada tribu, excluyendo a la Tribu de Leví, que se contará por separado:

  • Tribu de Rubén: 46,500
  • Tribu de Shimón: 59,300
  • Tribu de Gad: 45,650
  • Tribu de Yehudá: 74,600
  • Tribu de Isajar: 54,400
  • Tribu de Zebulún: 57,400
  • Tribu de Efraim: 40,500
  • Tribu de Menashé: 32,200
  • Tribu de Binyamín: 35,400
  • Tribu de Dan: 62,700
  • Tribu de Asher: 41,500
  • Tribu de Naftalí: 53,400

El total de hombres en edad de servir en el ejército era de 603,550.

Dios encomienda una tarea especial a los hombres de la tribu de Leví: cuidar del Mishkán (Tabernáculo) y sus utensilios. Esta responsabilidad implica desmontar y transportar el Mishkán cuando el pueblo se muda de un lugar a otro, así como reconstruirlo cuando acampan. A los levitas se les ordena ubicar sus tiendas en el centro del campamento, más cerca del Mishkán, mientras que las demás tribus residen a su alrededor, organizadas de acuerdo a sus respectivos grupos y formación militar.

Luego, Dios le pide a Moisés que realice un censo separado de la Tribu de Leví, y el recuento final fue de 22,000 individuos. La Torá también proporciona detalles sobre las tareas específicas asignadas a cada una de las tres familias de la tribu de Leví: las familias de Guereshón, Quehat y Merarí.

Al final de la Parashá se menciona que HASHEM establecerá a los levitas como Sus sacerdotes en lugar de los primogénitos, como era la costumbre en aquellos tiempos. Se lleva a cabo una «ceremonia de redención» llamada «pidyon», que sigue siendo una práctica observada para «dispensar» del servicio sacerdotal a los primogénitos varones hasta el día de hoy.




RESUMEN DE BEJUQOTAY

LA RECOMPENSA

En esta Parashá, la Torá nos promete la bendición Divina de prosperidad y paz si observamos diligentemente la Torá, nuestro pacto con Dios. El Creador nos promete lluvias en su tiempo y que nos protegerá de nuestros implacables enemigos. La Torá detalla un poco más la intervención Divina a nuestro favor, garantizando la paz en la tierra, la eliminación de los animales salvajes y su intervención para permitirnos el éxito militar. El epítome de la Intervención Divina en esta área se manifiesta cuando la Torá menciona: «¡Cinco de ustedes perseguirán (derrotarán) a cien (del enemigo), y cien de ustedes perseguirán a diez mil!» En la tercera aliyá, por ejemplo, la Torá promete una sobreabundancia de cultivos y la permanente presencia de Dios entre nosotros.

EL CASTIGO

Pero luego llega la otra cara de la moneda. ¿Qué pasará si el pueblo de Israel se aleja de Dios y abandona Su pacto? La Torá menciona entonces que si nosotros nos alejamos de Dios, Él no intervendrá a nuestro favor y por nuestra propia decisión quedaremos expuestos entonces a merced de la naturaleza y de nuestros enemigos: el proceso, más o menos, es así. Al interrumpirse la bendición Divina de la lluvia en su tiempo, el hambre traerá debilidad y enfermedades a los habitantes de Israel.  Los animales salvajes, que también sufren del hambre cuando no hay lluvias, nos acecharán en nuestras propias ciudades. Al estar débiles, no tendremos la fuerza y los medios para enfrentar al enemigo. Los gentiles, que siempre están al acecho, invadirán nuestra tierra y se apoderarán de ella. Y nosotros seremos expulsados al exilio. La no observancia del año sabático –cuando nos olvidamos de que la Tierra de Israel es territorio Divino–se señala como una de las principales razones por las cuales perderemos el mérito de seguir viviendo en nuestra tierra. En el exilio, seremos considerados como extranjeros non gratos, y estaremos totalmente expuestos a sus caprichos, a su saña y a su oído. No nos dejarán en paz. Nos humillarán y nos perseguirán con la espada. Nuestras vidas se tornarán en pánico y ansiedad. Sin embargo, cuando regresemos a Dios, Él recordará el mérito de nuestros ancestros y no dejará que el enemigo nos extermine.

MITSVOT FINALES

Luego de esta larga advertencia sobre las consecuencias de abandonar los mandamientos, la Torá pasa a un tema completamente diferente y no relacionado directamente con el anterior: las donaciones prometidas al BetHaMiqdash. Cómo evaluarlas y cómo cuantificarlas. Estas donaciones pueden ser tierras, animales y otras posesiones. También se describe el rol de los primogénitos animales y la forma de reemplazarlos o redimirlos. Al final se menciona brevemente los diezmos de la cosecha, que deben ser consumidos en Jerusalén, y las reglas del diezmo de animales.




RESUMEN DE LA PARASHA BEHAR

La Parashá Behar Sinaí contiene 24 mandamientos o Mitzvot.  Veremos a continuación brevemente algunas de las mismas. 

SEPTIMO AÑO

Dios le ordena a Moshé la Mitzvá de la Shemitá o año sabático:   “Cuando lleguen a la tierra que Yo les estoy dando, la tierra observará un año de reposo. Durante seis años podrás sembrar tu campo, podar tu viña y recoger la cosecha. Pero en el séptimo año la tierra tendrá un año de reposo … no sembrarás tu campo, ni podarás tu viña…”.   Dios promete que si el pueblo de Israel observa Sus leyes fielmente, no faltarán alimentos. Yo “ordenaré Mi bendición para ti en el sexto año a fin de que la tierra de una cosecha suficiente para tres años”. Es decir, que el sexto año producirá alimentos suficiente para ese año, y los dos años siguientes (durante el octavo año, se ara la tierra y se siembra, pero recién se cosecha hacia el final del año.   Por eso es necesario que el sexto año produzca para tres). 

JUBILEO 

La Torá también menciona el año de Jubileo o Yobel: Cada 50 años las tierras volvían a sus dueños originales. La tierra entonces, nunca se vendía a perpetuidad sino hasta un plazo máximo de 50 años. Las deudas también quedaban canceladas en este mismo proceso. Todo esto evitaba que a largo plazo algunas personas se empobrecieran demasiado y otras se enriquecieran demasiado.  En el año de jubileo también y se liberaba a todos los esclavos, que en ese tiempo eran las personas que dada su pobreza, se empleaban como sirvientes para sobrevivir o para pagar sus deudas.

INTEGRIDAD 

Se deben seguir las leyes de compra y venta de objetos y propiedad con absoluta integridad. Esta prohibido engañar  o dañar al prójimo económicamente.  La Torá también indica que hay que evitar dañar al prójimo con palabras que lo dañen emocionalmente. 

JUSTICIA SOCIAL 

Cuando uno de tus hermanos judíos está en problemas económicos y se ve obligado a vender parte de sus propiedades para mantenerse, el pariente más cercano que pueda redimir esa tierra, debe redimirla. Si un hombre no tiene quién lo redima o si carece de medios suficientes para recuperarlo, lo que vendió permanecerá con el comprador hasta el año del jubileo. La Parashá también expone el tema de la compasión y la justicia social refiriéndose a ayudar a un judío que tiene dificultades financieras. En primer lugar hay que evitar que alguien caiga en la indigencia, ofreciéndole un préstamo que lo pueda sostener económicamente. La Torá  nos recuerda sin embargo, la prohibición de cobrar intereses sobre un préstamo a un hermano judío y el imperativo de tratar a los sirvientes de manera digna y respetuosa.  “Porque los hijos de Israel, son Mis siervos, que rescaté de la tierra de Egipto. Yo soy el eterno Tu Dios”.  

La Parashá concluye con una exhortación final a observar el día de shabbat y a guardar un máximo respeto por el Templo o Santuario.  




RESUMEN DE PARASHAT EMOR

LOS SACERDOTES

Dios le transmite a Moshé las leyes que se aplican a su hermano Aarón, a sus hijos y a todos sus descendientes varones, los Cohanim, es decir, los sacerdotes del Pueblo Judío. Deben mantenerse puros y, a diferencia de los sacerdotes paganos, que eran los principales responsables del trato y el culto a los muertos, los Cohanim ni siquiera pueden tener contacto con un cadáver. Los Cohanim hombres también tienen restricciones adicionales con respecto a la mujer con la que pueden casarse. Se mencionan reglas con respecto a las hijas de los Cohanim y las normas de moralidad que deben observar.

EL SACERDOTE PRINCIPAL

El Sacerdote Principal, o Cohen Gadol, debe cumplir con leyes adicionales. No debe dejar que su cabello crezca demasiado, no puede observar el duelo regular rasgándose la ropa o teniendo contacto con un cadáver. No debe salir del Santuario, y solo puede casarse con una mujer soltera. Y si contrae alguna impureza, no puede realizar el servicio del Templo. Asimismo, el sacerdote con imperfecciones físicas debe permanecer fuera del Servicio Divino en el Templo, que debe ser inmaculado. Las ofrendas sacerdotales no podían hacerse en estado de impureza, y los sacrificios de animales no se hacen con animales enfermos o defectuosos. El Nombre Divino no puede ser profanado, sino consagrado y santificado.

LA FESTIVIDAD NÚMERO UNO

La Torá menciona en esta Parashá las Fiestas Judías. En primer lugar, describe al Shabbat, el séptimo día, que es la fiesta más importante del calendario hebreo. Durante seis días trabajarás, y en Shabbat darás por terminada tu obra y dedicarás el día a HaShem, tu Dios.

PESAJ

En el primer mes del año (Nisán), a los catorce días del mes, se celebrará la fiesta de Pesaj, ofreciéndose ese día el sacrificio de Pesaj. El día quince de Pesaj es el Festival de Matzot: durante siete días comerás solo pan sin levadura. El primer día lo declararás sagrado y no harás obra ni trabajo alguno. El séptimo día de Pesaj también será santificado como un día santo.

OMER Y SHABUOT

Cuando entres en la Tierra Prometida que te doy y coseches tu grano, traerás un ‘omer, una porción de cebada de tu primera cosecha. El sacerdote lo ofrecerá a Dios. Después de siete semanas completas, contadas desde el momento de esta ofrenda, el quincuagésimo día (Shabuot) traeréis una nueva ofrenda a Dios: panes con levadura, panes sin levadura y ofrendas de animales sin defecto, como expresión de obediencia a Dios. Cuando coseches tu campo, dejarás las espigas que son del pobre y del extranjero (por ejemplo, los rincones de los campos, etc.).

ROSH HASHANA, YOM KIPPUR Y SUCCOT

En el séptimo mes del año (Tishri), en el primer día del mes, se escuchará el Shofar (en Rosh HaShana). Y el décimo día del mes celebraréis un Día de Expiación (Yom Kippur). Te privarás de comer y de hacer cualquier trabajo o actividad mundana en ese día. Si una persona no se priva de estas necesidades ese día, será aislada (karet) de su comunidad. Este Día de Expiación quedará establecido para la posteridad y en todas vuestras moradas.

La Fiesta de las Chozas se celebrará el día quince del mes séptimo. Durante siete días estarás dedicado a Dios. En el primer día y el octavo día no se debe realizar ningún trabajo. Debes tomar el fruto de un hermoso árbol (cítrico, o en hebreo etrog), hojas de ramas de palma (lulab), ramas de mirto (hadas) y sauces (araba), y regocijarte ante Dios. Habitaréis en estas chozas siete días, para que las generaciones futuras sepan y recuerden que yo, HaShem, los hice habitar en chozas cuando los saqué de la tierra de Egipto.

LEYES FINALES

Volviendo al servicio del Templo, Aharon colocará una lámpara que arderá constantemente, día y noche, en el Santuario. Si alguien no respeta el Nombre de Dios y lo ofende, será removido de la comunidad y ejecutado. Si un hombre asesina a otro hombre, se le dará muerte. Quien atente contra la vida de un animal debe pagar una indemnización por ese animal. Si alguien causa algún daño a otra persona, debe pagar una indemnización: por fracturas o mutilaciones accidentales. Esta indemnización será exigible a favor de la víctima, manteniéndose la misma regla tanto para el ciudadano como para el extranjero (guer: residente legal o nacionalizado). Yo soy HaShem, tu Dios.




RESUMEN DE AJARE MOT-QUEDOSHIM

1ª Aliyá
Se establece el procedimiento del Cohen Gadol en Yom Kipur: vestimenta especial, qorbanot (sacrificios, ofrendas) personales y del pueblo, y la ceremonia de los dos chivos expiatorios, uno para qorbán y otro enviado al desierto. Se describe la purificación del santuario, el altar y la expiación del pueblo. Se ordena ayunar y abstenerse de trabajar.

2ª Aliyá
Se prohíbe ofrecer qorbanot fuera del Mishkán. Toda ofrenda debe hacerse en el Ohel Moed. Se prohíbe el consumo de sangre. Se indican normas que prohiben el consumo de carne de animales terrestres cazados o muertos naturalmente (nebelá).

3ª Aliyá
Se enumeran las relaciones prohibidas entre familiares y otras conductas sexuales ilícitas. Se ordena no seguir las prácticas de Egipto ni de Canaán. Se advierte que esas conductas contaminan la tierra y llevaron a la expulsión de sus habitantes anteriores.

4ª Aliyá
Comienza la Parashá  Quedoshim. HaShem ordena al pueblo ser santo. Se mencionan mitsvot como respeto a los padres, observar el Shabbat, la prohibición de la idolatría y las leyes de los sacrificios voluntarios. Se indica al pueblo dejar parte de la cosecha para los pobres.

5ª Aliyá
Se prohíbe robar, engañar, jurar en falso y oprimir al prójimo. Se exige al empleador pagar salarios a tiempo. También se prohibe maldecir al sordo y poner tropiezo al ciego o ignorante.  Se ordena juzgar con justicia, no propagar chismes, ni vengarse. Y amar al prójimo como a uno mismo.

6ª Aliyá
Se prohíbe mezclar especies en animales, campos y ropas. Se regulan casos de relaciones ilícitas y las leyes de árboles frutales nuevos. Se prohíben las prácticas mágicas y la búsqueda de poderes ocultos. Se prohibe cortar los bordes de la barba, tatuarse y hacer luto como los paganos.

7ª Aliyá
Se ordena respetar al anciano y amar al extranjero y al converso. Se exige comportarse con integridad y honestidad en el comercio. HaShem sacó al pueblo judío de Egipto y ahora le ordena que el pueblo abandone y remueva de su mente las prácticas idolatras de las naciones y cumpla todas las leyes y los decretos de HaShem.




RESUMEN DE TAZRIA-METZORA

Esta semana leemos 2 secciones de la Torá de una vez: Tazria’ y Metzorá. Veamos de qué temas tratan esta 2 parashiyot.

Primero la Torá instruye al pueblo judío sobre la impureza ritual contraída por una mujer que da a luz. El tiempo de este período de impureza difiere dependiendo si es un niño o una niña. Al final de este período, la mujer se sumerge en una mikvé, baño ritual, y debe traer ciertas ofrendas al Templo (hoy que no tenemos el Templo, no se observan estos rituales). La Torá menciona la obligación de circuncidar a un niño varón en el octavo día de su vida. La Torá luego comienza a discutir las leyes de la tzara’at, una decoloración de la piel que convierte a una persona en ritualmente impura. En esta priemra Aliyah se discute varias formas de decoloraciones blancas de la piel. Si una persona tiene síntomas de tzara’at, debe ser vista por un sacerdote. Si la decoloración se considera «sospechosa» de acarrear lepra, el sacerdote declarará inmediatamente a la persona impura y la pondrá en cuarentena durante dos semanas. Al final del período de cuarentena, el sacerdote declarará a la persona pura o impura.

Luego la Torá describe las leyes de la tzara’at que aparece después de una quemadura en la piel y se explica que el tzara’at también puede afectar las áreas del cuerpo cubiertas de pelo. Los síntomas y las leyes de este tipo de tzara’at son muy y oueden aprecer áreas blancas y opacas en su piel.

La tercera Aliyah discute el tzara’at que aparece en un área del cuerpo sin pelo. También se discute el procedimiento seguido por una persona que está afectada por la tzara’at, siendo el requisito principal que debe permanecer fuera de la sociedad hasta que su condición se aclare. La Torá luego discute la «tzara’at de la ropa», una decoloración verde o roja que puede afectar ciertos tipos de materiales. Se muestra la prenda a un sacerdote que la pone en cuarentena hasta por dos semanas, para verificar su estado.

En la cuarta Aliyah, al final del período de cuarentena, según las circunstancias, la prenda se declara pura, o se quema completamente, o solo se quita y quema la parte que estaba descolorida. La Torá describe luego el procedimiento de purificación para una persona que contrajo la tzara’at. Después de que el sacerdote determine que la tzara’at ha sanado, se utiliza una ceremonia que implica la ofrenda de dos aves, una rama de cedro y agua pura para la etapa inicial de la purificación. La persona también se afeita todo el cuerpo. Después de una espera de siete días, la persona se afeita nuevamente y lleva tres animales y una ofrenda de aceite al Templo. El sacerdote procesa las ofrendas de la manera prescrita en esta sección. Con esto se completa el proceso de purificación.

En la quinta Aliyah, si el individuo que sufre de tzara’at no tiene los medios como para traer las ofrendas mencionadas anteriormente, se pueden usar dos pájaros como sustitutos de dos de los animales. Esta sección describe el proceso de purificación ligeramente diferente reservado para un individuo de medios limitados .

La sexta Aliyah aclara que las casas también pueden estar afectadas por tzara’at. Si las piedras de una casa se decoloran adquiriendo un fuerte pigmento rojo o verde, se llama a un sacerdote. Si en efecto la decoloración parece ser tzara’at, el sacerdote pone en cuarentena la casa por hasta tres semanas. Dependiendo de la propagación de la decoloración, la casa se declara pura, o se remueven esas piedras específicas o, en las situaciones más extremas, se demuele la casa. La Torá luego describe el procedimiento de purificación para tal casa, que es similar a la etapa inicial de la purificación de la persona afectada por tzara’at . Después de concluir el tema de la tzara’at, la Torá discute la impureza ritual de un hombre que emite una descarga seminal de una forma no natural, así como el método por el cual esta persona alcanza la pureza cuando la condición pasa.

En la séptima Aliyah se discute la impureza ritual contraída por un hombre que emite una descarga seminal (normal), la impureza ritual de una mujer en su período y de un hombre que actuando incorrectamente cohabite con ella. Todos estos individuos deben sumergirse en un mikvé (baño ritual) para ser purificados.




Resumen de la Parasha SHEMINI

La revelación divina en el Mishkán

Moshé reúne a todos los judíos en el Mishkán, o Tabernáculo, para que estén presentes cuando la Presencia Divina se revele en el Santuario ese mismo día. Aharón, el hermano de Moshé y Sumo Sacerdote, ofrece varios sacrificios en preparación para este evento. Después de concluir los sacrificios, Aharón bendice al pueblo con la bendición sacerdotal (Birkat Cohanim). Moshé se une a Aharón y juntos bendicen nuevamente al pueblo de Israel, tras lo cual la Presencia Divina se percibe visiblemente sobre el Tabernáculo. ¿Cómo? Un fuego celestial (¿o rayo de luz?) desciende y consume las ofrendas que estaban sobre el altar. El pueblo estalla de emoción al percibir por parte del Todopoderoso esta señal de aceptación de los sacrificios ofrecidos.

La tragedia de los hijos de Aharón

Los dos hijos mayores de Aharón, Nadab y Abihú, traen una ofrenda de incienso o en hebreo quetoret que no había sido sancionada ni autorizada por Dios, y un fuego celestial los consume. Moshé ordena la remoción de sus cuerpos del Tabernáculo e instruye a Aharón y sus dos hijos restantes a no observar las leyes tradicionales del duelo, ya que tenían que continuar sirviendo en el Santuario. Se instruye a los sacerdotes que no beban vino antes de realizar el servicio del templo, aludiendo –segun algunas interpretaciones– a que posiblemente Nadab y Abihú habían participado del servicio Divino embriagados. Moshé se dirige a Aharón y a sus dos hijos, y les dice que deben consumir las ofrendas de ese día, a pesar de la muerte de sus familiares.

Moshé se da cuenta de que una de las ofrendas había sido quemada, en lugar de ser consumida. Cuando expresa su sorpresa, Aharón le explica su razonamiento para ordenar que se queme esa ofrenda en particular, y Moshé humildemente acepta la explicación de Aharón.

La dieta de los judíos

La Torá nos instruye acerca del Kashrut, es decir, la dieta alimenticia que debe observar el pueblo judío. La Torá menciona cómo distinguir las especies de animales, peces y aves que son puras de las que son impuras. Los animales terrestres puros (tahor) son rumiantes y  tienen sus patas hendidas, divididas en dos, como por ejemplo las vacas, ovejas y cabras. La Torá enumera cuatro animales excepcionales que tienen solo una de estas características y que por lo tanto no son puros, como por ejemplo, el cerdo, que tiene pezuñas o  patas hendidas pero no es rumiante.

Los peces para ser Kasher deben tener aletas y escamas. La Torá luego menciona una lista de especies de aves impuras, no kosher, y al final también menciona ciertos tipos de langostas (no se refiere a langostas marinas sino a 4 especies de ortópteros) que son consideradas aptas para el consumo.

Pureza y santidad

Se discute la impureza ritual causada por entrar en contacto con el cadáver de un animal impuro, o ciertas especies de roedores y criaturas anfibias. La Torá también indica que los alimentos puros y los utensilios que se usan para comer están expuestos a contraer impurezas rituales si entran en contacto con cualquiera de los animales impuros mencionados anteriormente. Asimismo, se describe la impureza que se puede contraer al entrar en contacto con el cadáver de un animal que, si bien es puro, no fue sacrificado ritualmente (nebelá o terefá). Insectos y reptiles no son aptos para el consumo. La Torá explica que al observar la dieta alimenticia del Kashrut seremos considerados «santos», es decir, separados social y culturalmente de los pueblos y prácticas paganas. La santidad que se adquiere al abstenerse de consumir los alimentos prohibidos también se relaciona con el control de los impulsos y la autodisciplina.




RESUMEN DE VAYIQRÁ

OLA
Dios llama a Moshé desde el Mishkán (Tabernáculo) y le indica las leyes de la ofrenda (qorbán) llamada “Ola”, donde el sacrificio es incinerado totalmente por el fuego y su carne no puede ser consumida. La Torá analiza las leyes de los animales domésticos —vacas, ovejas o cabras que pueden ser sacrificados para esta ofrenda. Dios le indica a Moshé las leyes de las aves que pueden ser sacrificadas para la ofrenda de Ola. La Torá continúa con la descripción de tres tipos de ofrendas voluntarias de productos vegetales: harina sin hornear, panes horneados y la ofrenda de una pasta que debía ser freída. Estas ofrendas también contenían aceite de oliva y un tipo especial de incienso. La Torá describe luego el último tipo de ofrendas voluntarias de comida, la ofrenda de comida frita, y la ofrenda de cebada —el Omer —que se lleva a cabo el segundo día de Pésaj. La Torá también indica que se agregue sal a los sacrificios animales o a las otras ofrendas como un símbolo de nuestro pacto eterno con Él. La Torá también prohíbe incluir levadura o miel en las ofrendas.

SHELAMIM
Luego se describe la “ofrenda de paz”, o “shelamim”, que se podía ofrecer de vacas, ovejas o cabras. La mayor parte de este sacrifico era consumido por los que lo ofrecían y sus familiares o amigos. Pero algunas de las grasas de los animales se consumían en el altar. Los Cohanim, sacerdotes, también recibían una parte de la carne de este sacrificio. La Torá prohíbe consumir la sangre y el sebo de los animales que se sacrificaban e incluso de los que se comían normalmente fuera del Templo.

JATAT
La Torá describe la «ofrenda por el pecado», o jatat, que era ofrecido cuando un individuo era culpable de transgredir un mandamiento inadvertidamente. Se describen también los sacrificios especiales de jatat traído si el Gran Sacerdote había cometido un pecado o si el Sanhedrín (la Corte Suprema de justicia del pueblo judío) había emitido un fallo que resultó erróneo y provocó que la población pecara. También se describe el caso que un líder político (nasí) hubiera pecado. El último tipo de jatat es el que debía ofrecer una persona común cuando hubiese pecado. También se describe la ofrenda variable (qorbán olé veyored), que es una variante de la ofrenda por una trasngesión inadvertida. Este sacrificio se ofrecía con animales, aves, o con harina –dependiendo de las posibilidades económicas del individuo: una persona de medios traía una oveja o una cabra; una persona con menos recursos traía dos aves y un individuo pobre traía una porción de harina.

ASHAM

El último sacrificio discutido en esta sección de la Torá es la «ofrenda por la culpa», o “asham”. Se discuten las tres categoriza de este sacrificio 1) la ofrenda que trae aquel que se ha apropiado indebidamente de algún elemento que pertenece al Templo (me’ilá o sacrilegio) 2) la ofrenda de asham traída por quien hubiese jurado en falso respecto una suma de dinero que debe a otra persona, aclarando que este sacrificio no exime al deudor a saldar su deuda  con su acreedor. 3) la ofrenda de asham traída por una persona que cree, pero no está totalmente segura, haber transgredido una prohibición de la Torá.




Resumen TERUMA

Esta Parasha describe las instrucciones de Dios a Moshé para invitar al pueblo a contribuir con lo que pudieran o quisieran para la construcción del Tabernáculo. Los materiales necesarios incluían metales preciosos, telas, pieles, lino, madera, especias, piedras preciosas, entre otros. Dios le dio instrucciones detalladas a Moshé sobre la construcción y las dimensiones del Tabernáculo y sus artefactos.

En primer lugar, el texto describe el Arca que contendría las tablas de la Ley. El Arca debía ser construida de madera de acacia y recubierta de oro, con anillos en sus esquinas donde se insertarían varas para su transporte. El Arca estaría cubierta con una tapa de oro puro, y de esta tapa se harían dos querubines de oro.

Luego se dieron instrucciones para la construcción de la Mesa para el Pan de la Presencia, que también sería de madera de acacia y recubierta de oro. A continuación, se describió la construcción de la Menorá, el candelabro de siete brazos que debía ser hecho de un solo bloque de oro puro con terminaciones decorativas.

La Tora luego describe la construcción del Santuario del Tabernáculo. La cubierta del Santuario consistiría en varias capas de tapices: la primera sería una combinación de lana de colores y lino, y la segunda capa estaría hecha de pelo de cabra. Estas dos grandes cubiertas también cubrirían las paredes exteriores del Tabernáculo. La parte superior del Tabernáculo estaría recubierta con pieles de carnero teñidas y pieles de «tajash» (un animal cuya identificación es objeto de debate). Las paredes del Tabernáculo debían estar hechas de vigas de madera de acacia recubiertas de oro. La base de cada viga debía insertarse en dos bases de plata. El lado este del Tabernáculo estaría abierto, y los lados norte y sur tendrían 20 vigas cada uno, mientras que la pared occidental tendría ocho. Las vigas estarían unidas por varias barras transversales.

El Santuario del Tabernáculo constaba de dos secciones: la cámara más interna era el espacio más sagrado donde se colocaría el Arca. La cámara exterior, Hejal o Qodesh, albergaría la Menorá, la Mesa de Oro y el Altar del Incienso.

Luego, Moshé recibió instrucciones para la construcción del Altar. Este altar debía ser de madera de acacia recubierta de bronce y debía tener cuatro protuberancias verticales en sus esquinas. También debía tener anillos y varas para su transporte.

El patio del Tabernáculo debía medir 100 codos (aproximadamente 50 metros) por 50 codos y estaría delimitado por cortinas de lino. La entrada al patio estaría en su lado oriental, cubierta por una cortina tejida de lana y lino.




Resumen de Parashat Mishpatim

La semana pasada leímos los 10 mandamientos, que son el anticipo de los 613 mandamientos que constituyen la constitución nacional del pueblo judío. La sección de esta semana contiene 53 Mitzvot o preceptos que directa o indirectamente se relacionan con los 10 Mandamientos, los explican y profundizan sus detalles.

La Parashá comienza con las leyes relativas al esclavo israelita, su liberación obligatoria después de un máximo de seis años de servicio y el procedimiento que se sigue cuando un sirviente expresa su deseo de permanecer al servicio de su amo. La Torá continúa con las leyes de una mujer en una situación y sus inalienables derechos conyugales por parte de su amo cuando este se convierte en su marido. Luego la Torá habla del castigo por el asesinato, el homicidio, el secuestro y el tráfico de personas. A continuación menciona la prohibición del abuso fisco o verbal hacia los padres. Y las sanciones que se imponen a una persona que lesiona o daña a otra.

La Torá describe el castigo para quien golpea a una mujer embarazada y provoca su aborto. La Torá luego se enfoca en las responsabilidades de un individuo por los daños ocasionados a los bienes y posesiones de otra persona, cuando estos daños han sido realizadas por él mismo, o sus animales, o por un acto de negligencia, como por ejemplo, al dejar un pozo abierto. Cuando una persona roba está obligada a pagar a su víctima el capital más los daños punitivos.

Quien causa un incendio es responsable por los daños causados por el fuego que dejó sin apagar. La Torá detalla también las responsabilidades de un individuo que se compromete a cuidar las posesiones de otro, las alquila o las pide prestadas. La Torá menciona la prohibición y el castigo por seducir a una joven menor. La Torá prohibe la hechicería, la bestialidad y el ofrecimiento de un sacrificio idólatra. La Torá nos indica la prohibición de oprimir a un extranjero, a una viuda o un huérfano. Y nos estimula a prestar dinero a los pobres sin interés. También menciona la prohibición de maldecir a un juez o un líder político. También nos advierte de consumir carne que no fue sacrificada ritualmente, u ofrecer un sacrificio ritual antes de que el animal tenga ocho días. El perjurio y la corrupción judicial están estrictamente prohibidos. La Torá nos recuerda la obligación de separar los diezmos agrícolas y a santificar al primogénito. También menciona la obligación de restituir a su dueño un animal perdido y ayudarlo a descargar un animal sobrecargado.

No debemos mentir ni aceptar sobornos. Hacia el final de esta lista de preceptos la Torá menciona la Shemitá, el descanso de la tierra durante el año sabático, del mismo modo que trabajamos durante seis días y el séptimo día dejamos de trabajar. Está prohibido mencionar el nombre de dioses paganos. Debemos celebrar las tres fiestas de peregrinación al Bet haMiqdash: Pésaj, Shabuot y Sukkot. Finalmente la Torá nos indica la prohibición de mezclar carne con leche.

Dios le asegura al pueblo que si erradican la idolatría una vez que llegan a la Tierra Prometida, serán recompensados: los pueblos que la habitan caerán ante ellos, Dios bendecirá su comida y su bebida y eliminara las enfermedades de Su pueblo.

La Parashá concluye con un tema extremadamente importante: el establecimiento definitivo del pacto entre Dios y el pueblo judío. Luego de que Moshé le transmite al pueblo los Diez Mandamientos y estas leyes, el pueblo judío se compromete a entrar en el pacto con Dios. Moshé escribe durante la noche todo lo que Dios le transmitió y lo lee ante los oídos del pueblo. Luego, construye un altar que representa la presencia Divina y doce monumentos que representan a las tribus de Israel. Se ofrecen sacrificios. Moshé toma la sangre, vierte la mitad sobre el altar y la otra mitad la rocía sobre el pueblo. El Pacto Eterno entre Dios e Israel queda sellado cuando el pueblo pronuncia las palabras: na’asé venishmá “Todo lo que dijo Dios haremos y obedeceremos”. Aquí y así ¡nace el judaísmo!

Moshé asciende al Monte Sinai donde permanecerá durante cuarenta días y cuarenta noches, para luego bajar con las Tablas de la Ley.