¿Era Maimónides (1135 -1204) racionalista?

Como muchos de mis lectores habrán notado, en estos últimos días estoy escribiendo en honor a mi tío el Jajam Yosef Faur haLevi z”l refriéndome a una de sus clases sobre “4 gigantes de Sefarad”. Hasta ahora mencionamos al rab Ibn Paquda, al Rab Yehuda haLevi y al Rab Abraham Eben Ezra. Y ahora, en esta última presentación, nos referiremos al “gigante de los gigantes”: Maimónides.

Ribbí Moshé ben Maimón, también conocido como HaRambam o Maimónides, nació en la ciudad de Cordoba, España , en 1135 y falleció en Egipto en 1204.   

Es imposible y absolutamente injusto dedicar un simple email para describir la vida y obra de uno de los rabinos más importantes de todos los tiempos.   Aparte de ser un gran Rabino y líder comunitario, Maimónides fue también un eximio filosofo, un gran médico -el precursor de la  medicina preventiva –  y un gran conocedor de la matemática y la astronomía. Pero el tema que nos va ocupar hoy es Maimonides como jurista, legislador.  

No es posible apreciar la monumentalidad de la obra de Maimónides si uno no tiene una idea clara de lo que es el Talmud (y viceversa). 

EL OCEANO TALMUDICO

El Talmud, sus 60 tratados y 2.711 paginas, cubre la tradición oral judía y es la base de la jurisprudencia bíblica y rabínica. El Talmud o Guemará, cita a la Mishna, las mas antigua edición de la ley oral judía, y luego registra un gran número de debates en los cuales esa Mishná se analiza exhaustivamente, en términos de su autoría , su lenguaje, su alcance, su aplicación, sus excepciones, etc..  Hace falta una forma especial de razonar (que se va adquiriendo en la medida que uno se adentra en el Talmud) parea comprender el Talmud. Y si bien. hoy tenemos una gran cantidad de traducciones y explicaciones, hace falta mucho entrenamiento para seguir el ritmo de la discusión talmúdica.    Aparte de eso, un tema que tiene que ver, por ejemplo, con Shabbat, puede encontrarse o redefinirse cuando el Talmud analiza una Mishná que trata sobre daños y perjuicios (neziquín). Y para determinar la ley o Halajá uno no solo tiene que comprender el Talmud sino conocerlo en forma exhaustiva, porque como explicamos, las referencias son cruzadas.  Maimonides, que tenia un condimento total del talmud ( y del Yerushalmí, Toseftá, Baraytot, Midrashé Halajá, Geonim, etc.) identificó todas las leyes, las formuló en un perfecto y clarísimo hebreo y las reorganizó en 14 tratados, con 1.000 capítulos con un promedio de 16 Halajot, or artículos de ley cada uno.     

¿MAIMONIDES ELITISTA? 

En mis propias palabras, el Talmud es como un vasto mar con decenas de miles de perlas muy difíciles de recoger . Las perlas, que están en el fondo del mar, se encuentran diseminadas a muchos kilómetros de distancia una de otra.   Maimónides hizo lo imposible e inimaginable. Dedicó su vida a bucear en el fondo del vastísimo océano del Talmud y fue recogiendo una por una “todas las perlas del mar talmúdico”. Las subió a la superficie, las depuró, las examinó y las clasificó con exquisitez por colores, tamaño, forma, peso, etc. Y finalmente nos presentó un perfecto catalogo con 1.000 categorías de perlas y más de 16.000 especimeins de perlas preciosas.  (he hecho un esfuerzo por describir el Talmud y la monumentalidad de la obra de Maimonides, pero releo lo que escribí y creo que no es suficiente para apreciar el talmud o el Mishné Torá…) .

Uno de los aspectos que discute el Jajam Faur es el supuesto “elitismo” de Maimónides. Cuando en realidad fue todo lo contrario.   Por siglos el judío común no tenia acceso a la ley judía. No había forma que supiera la ley que tanto quería cumplir porque no tenia acceso al Talmud! De hecho, la ley, era determinada por los Rabinos,  en base a lo que comprendían del Talmud.  Lejos de perpetrar lo que se podría percibir como elitismo, Maimónides presentó la ley en un estilo y en un lenguaje que era accesible para el pueblo, para el judío promedio.  Esta fue su gran genialidad.  

¿QUE ES EL RACIONALISMO?

El Jajam Faur también demuestra la verdad sobre el supuesto “racionalismo” de Maimónides.   

¡Nada más lejos de la verdad!. En su libro “Homo Mysticus”, donde el Jajam Faur expone las ideas de su “Guía para los perplejos”,  explica esta tema a la perfección. 

Hay 3 niveles de intelectualidad. 

1. La gran mayoría del mundo se deja llevar por su imaginación. impresiones, sentimientos, impulsos, opiniones populares, lo que hacen los demás. Muy pocas personas se detienen a pensar y se rigen estrictamente por su intelecto.  ¿Cuánta gente, por ejemplo, come y consume solo aquello qule hace bien y deja de comer lo que no le favorece? 

2. En un segundo nivel, superior la primero,  están las personas inteligentes, racionales, que solo hace, dicen, consumen, y llevan a la práctica lo que está bien. Y no solo saben lo que está bien: también adquieren la disciplina para perfeccionar su carácter, controlar sus impulsos, y guiarse por su razonamiento.  Una persona que se guía por la razón es un “racionalista”. 

3. Pero para Maimónides si bien la razón es un nivel superior al de la imaginación, no es la maxima aspiración de un ser humano. Hay algo más allá de la razón:  la Revelación. La Sabiduría Divina revelada en la Torá. La Sabiduría divina no esta limitada a la razón. Prueba de ello es que los judíos nos guiamos por preceptos que entendemos y también por preceptos que están más allá de nuestro limitado razonamiento.  Maimonides no era racionalista, era revelacionista (¡acabo de inventar una palabra!) o “Toraní”  

Es muy posible que quienes imaginan a Maimónides como racionalista se basan en que Maimónides rechazaba enérgicamente todo tipo de “supersticiones”  incluyendo supersticiones religiosas muy de moda en su tiempo (algunas de las cuales, increíblemente, persisten en nuestros días). Para Maimonides, la astrología, la necromancia, la adivinación, por ejemplo,  eran vestigios de ‘abodá Zara (idolatría) y representaban al entorno del hombre primitivo, pre-racional.




Ribbí Abraham Eben Ezra (1089 -1164), Torá y Matemáticas

Continuamos con la presentación de la clase «4 Gigantes de Sefarad» sobre 4 rabinos nacidos en España que impactaron profundamente en el carácter y el contenido de la tradición Sefaradí.

SU VIDA

Ribbí Abraham Eben Ezra nació en la ciudad de Tudela, en Navarro, al norte de España, en 1089.   Ibn Ezra era un muy cercano a Ribbí Yehuda Halevi, que era unos 14 años mayor que él, y su hijo Isaac se casó con la hija de Yehudá haLevi  (o según otros, el propio Ribbí Abraham fue quien se casó con su hija). Ibn Ezra se mudó a Córdoba cuando era joven y siempre fue materialmente muy pobre. Se negaba a aceptar dinero de otros. Trató de dedicarse al comercio pero nunca tuvo éxito en sus negocios. Una vez escuché (pero no pude encontrar la fuente) que él dijo de sei mismo que era tan desafortunado en sus negocios que si “comenzará a vender mortajas, la gente dejaría de morirse” . El Rab Eben Ezra viajó por todo el mundo durante más de tres décadas. Primero visitó el norte de África: Marruecos, Algeria, Tunes. Luego visitó Europa: Italia, Francia e Inglaterra. Luego el medio oriente, Egipto, Persia, Baghdad. Durante sus múltiples viajes siempre visitaba y se alojaba en las comunidades judías locales, que cuando reconocían su gran conocimiento de Torá, lo atendían con mucha estima. Ribbí Abraham escribía especialmente durante sus viajes, y más de una vez dedicó sus obras a las comunidades locales o a sus mecenas.   Dicen que en Francia se encontró con Rabbenu tam (1100 – 1171) y en Egipto con Maimónides (1135 -1204).  Falleció en 1164 y según el rab Abraham Zakuto en su Sefer haYojasín fue enterrado en la tierra de Israel. 

COMENTARIO A LA TORA 

El Rab Eben Ezra escribió más de 60 libros sobre muy diversos temas. Su obra más conocida es su comentario a la Torá (el Pentateuco). Esta obra fue innovadora por su metodología: analizar el “peshat», es decir, el sentido literal, del texto basándose en un riguroso análisis lingüístico de las palabras. El Rab Eben Ezra evitaba la permanente referencia a los Midrashim en sus explicaciones, como hace Rashí cuando explica la Torá, ya que consideraba que no hacía falta repetir lo que el lector puede encontrar en el Midrash.  También criticaba algunos comentarios alegóricos que según su opinión “dan vueltas en círculos alrededor del punto en lugar de enfocarse en el punto», esto es, en el sentido literal y gramatical de cada palabra. Este sentido debe considerarse cuidadosamente y debe ser examinado no solo analizando la raíz de la palabra sino también el contexto, la ubicación del término en el versículo y las otras instancias en las que esa palabra aparece en la Biblia.  Esta interpretación literal era una innovación, pero para no dejar dudas el Rab aclaró que su metodología no se aplicaba a las palabras de la Torá que aluden a algún precepto o mandamiento, ya que la interpretación en estos casos es «exclusivamente» aquella que recibimos en la Torá oral y que está registrada en el Talmud. 

ASTRONOMIA

Lo que es menos conocido es que el rab Eben Ezra también escribió decenas de libros sobre temas científicos. Por ejemplo,  “El libro de los fundamentos de las tablas astronómicas” una obra que el Rab Abraham redactó originalmente en Latín. Lo que nos indica que tenía conocimiento muy profundo de este idioma en el cual se transmitían los conocimientos científicos en esa época.  El Rab Eben Ezra era un rabino que tambien pertenecía a la comunidad científica de su época.

NAVEGACION

También escribió un tratado sobre el astrolabio, un instrumento que permite usar la posición de las estrellas para la orientación , y que era esencial para la navegación. El astrolabio era en la edad media lo que el GPS es en nuestros días. La foto que publicamos arriba es una ilustración en la que se lo ve al Rab Eben Ezra (en el medio) con un astrolabio en sus manos. El libro se llamó en hebreo: Keli HaNejoshet, “el instrumento de cobre”, que era el metal utilizado para construir el astrolabio.  

MATEMATICA.

También escribió varios libros sobre matemática, como por ejemplo, “El libro de los números”, que trata de aritmética. En esta obra presenta el sistema decimal y la forma en que se usa, adelantándose por varias décadas al famoso matemático italiano Fibonacci (1170 -1240). Cabe destacar que gracias a sus numerosos viajes por el mundo el rab Eben Ezra se transformó en uno de los principales contribuyentes a la popularización del sistema decimal en las comunidades judías y en el mundo occidental. También fue uno de los primeros en presentar y explicar el número “cero”, al que lo dibujaba con un circulo y lo llamó en hebreo “galgal” (círculo o rueda).

En su clase sobre los gigantes de Sefarad el Jajam Faur z”l explicó que para Eben Ezra la Torá y el conocimiento científico no se contradicen: todo lo contrario, se complementan y «se necesitan uno a otro» para observar y valorar la Sabiduría del Creador. El hecho que el universo puede ser entendido y explicado matemáticamente con fórmulas y leyes predecibles e inalterables revela la existencia del Creador Inteligente del Cosmos (Maimonides exploró esta idea en profundidad en Yesodé HaTorá, capítulo 2. Para más información sobre este tema sugiero leer con atención el libro “Seis números nada más» de Martin Rees, uno de los astrofísicos más reconocidos del mundo). 

POESIA
Finalmente, digamos que el rab Eben Ezra también se destacó como un gran poeta. Algunos de los poemas que compuso hace 800 años atrás son muy conocidos y los seguimos cantando hasta el día de hoy. Por ejemplo, AGADELJA ELOQUE KOL NESHAMA, KI ESHMERA SHABBAT y el profundísimo poema con el cual inauguramos el servicio litúrgico de Yom Kippur: LEJA ELI TESHUKATI. 




Ribbí Yehudá haLeví (1075 -1141) filósofo, poeta y pionero del sionismo

Continúo compartiendo uno de los shiurim (clases) de mi querido tío, el Jajam Yosef Faur, z”l, recientemente fallecido. El Rab Faur era un apasionado por la historia y particularmente por la historia de los judíos de España. En esta clase se refirió a “Cuatro gigantes de Sefarad”. Ayer vimos al primero, Rabbenu Bajiyá. Hoy hablaremos de Ribbí Yehudá haLeví, nacido en Toledo (o Tudela) España en 1075. 

EL CUZARI

Ribbí Yehudá fue un prominente filósofo y su libro más famoso es el Cuzarí. Una obra escrita en forma de diálogo, preguntas y respuestas, entre el Rey Bulán, del imperio de los Jazares y un rabino, Rab Isaac haSangari. El rey Bulán, que no practicaba ninguna religión, convocó a un imán, a un sacerdote cristiano, a un rabino y a un filosofo (lo que hoy sería: un individuo ateo) y le pidió a cada uno que presentara sus argumentos. Al final, el Rey Bulán decidió que los argumentos del rabino eran los más convincentes y decidió convertirse y convertir a todos los habitantes de su gran imperio al judaísmo. Todos los principios básicos, históricos y filosóficos judíos que el Sabio judío transmitió al rey Bulán constituyen el contenido de el libro de “El Cuzarí”. Este evento,  ampliamente documentado, ocurrió en el siglo VIII de la era común. Y el imperio de los Jázaros o Jazares (el primer “estado judío independiente” luego de la destrucción del segundo Bet haMiqdash. ¡sic.!) continuó por alrededor de 200 años después de este evento (ver aquí ).

 POESIA Y TEOLOGIA 

Aparte de su obra filosófica, Ribbí Yehudá haLeví se destacó también por su obra poética. Para comprender la importancia de la poesía en la España del siglo XI necesitamos una breve introducción. Para los árabes el Qorán es el libro más venerado. Y para ellos, la prueba de la superioridad del Qorán (y del islam sobre otras religiones) es la perfección del idioma árabe.  “No hay árabe más perfecto que el árabe del Qorán, y no hay lengua más perfecta que la lengua árabe”. Pero ¿cómo se puede demostrar que una lengua es superior a otra? En la edad media la respuesta era “la poesía”. El idioma árabe tiene cierta plasticidad, que no tienen, por ejemplo, las lenguas occidentales. Esto permite crear un tipo de poesía “métrica”, donde los versos se escriben de una manera especial, organizados con precisión matemática. 

Un verso de este tipo puede estar escrito, por ejemplo , así: 

PRIMERA PALABRA (dos sílabas):  1. Media vocal, sílaba abierta. 2. Vocal larga, terminando en consonante.

SEGUNDA PALABRA  (dos sílabas): 1. Sílaba abierta, vocal larga. 2. Sílaba cerrada, vocal larga.    

TERCERA PALABRA  (dos sílabas): 1. Media vocal, sílaba abierta. 2. Vocal corta, sílaba cerrada.

CUARTA PALABRA  (dos sílabas).  1. Vocal larga, sílaba abierta. 2. Vocal corta, sílaba cerrada. 

En la poesía árabe, TODOS LOS VERSOS de un determinado poema van a conservar la misma estructura matemática. Pero para preservar esta sofisticada estructura métrica, que entre otras cosas facilita la adaptación de esos poemas a una gran variedad de melodías, había que sacrificar algo: el contenido de la poesía. De cualquier manera, esta métrica, imposible en otras lenguas como español, latín o griego, demostraba la superioridad teológica del islam.  

DUELO DE POETAS

El Rab Faur explica que los Rabinos de España, en ese entonces bajo el dominio musulmán, no podían no hacer nada frente a este desafío que representaba una amenaza a la continuidad de muchos judíos. Los famosos sabios Yoná Ibn J’annaj, Jasday Ibn Shaprut, y muchos otros gramáticos de la escuela Hebrea de Córdoba (siglo X y XI), comenzaron por formular, por primera, vez las reglas gramaticales del hebreo bíblico, haciendo posible entonces componer poesía en hebreo, algo que hasta ese momento no era muy común. Los Sabios judíos compusieron poemas «métricos» que eran tan elaborados como los poemas en árabe.    Pero con una ventaja: la poesía árabe sonaba muy bien, pero no decía nada, ya que era extremadamente difícil forzar contenido en esas estructuras tan cerradas. La poesía hebrea, sin embargo, además de preservar la sofisticada estructura métrica, era extremadamente rica en contenido. De hecho, el ejemplo de poesía métrica que mencioné más arriba corresponde a la primera estrofa de “A-don o-lam a-sher ma-laj,” un poema absolutamente «métrico», adaptable a una gran variedad de melodías, con un contenido teológico profundísimo (fue compuesto, según algunas opiniones por el famoso poeta Ribbí Shelomó Ibn Gabirol 1028 -1051) .

VIAJE AL CORAZON DE RIBBI YEHUDA HALEVI

El rab Faur termina su exposición sobre Yehudá haLevi explicando que desarrolló un nuevo genero de poesía que en español se llama: el género sionida, esto es,  la poesía que expresa el amor del pueblo judío por Sión, y el anhelo de regresar a Yerushalayim.  El Rab Faur dice que de esta manera Ribbí Yehudá haLeví fue también el precursor del sionismo moderno.   

Uno de los poemas más celebrados de Ribbí Yehudá haLevi es “Mi corazón está en el oriente”   

Veamos una estrofa de este hermoso poema. 

לִבִּי בְמִזְרָח וְאָנֹכִי בְּסוֹף מַעֲרָב אֵיךְ אֶטְעֲמָה אֵת אֲשֶׁר אֹכַל וְאֵיךְ יֶעֱרָב אֵיכָה אֲשַׁלֵּם נְדָרַי וֶאֱסָרַי, בְּעוֹד צִיּוֹן בְּחֶבֶל אֱדוֹם וַאֲנִי בְּכֶבֶל עֲרָב יֵקַל בְּעֵינַי עֲזֹב כָּל טוּב סְפָרַד, כְּמוֹ יֵקַר בְּעֵינַי רְאוֹת עַפְרוֹת דְּבִיר נֶחֱרָב

«Mi corazón está en el oriente [Israel]; mientras yo me encuentro en el fin de occidente [España].

¿Cómo habré de encontrarle gusto a lo que como, cómo habré de disfrutar la dulzura [en mi paladar mientras no estoy en la Tierra de Israel]?

¿Cómo habré de cumplir mis promesas y votos [en el Bet haMiqdash], mientras Sión se encuentra bajo el yugo de Edom [=la cristiandad, durante la primera cruzada en 1099 los cristianos conquistaron Jerusalem], y yo estoy aquí, atrapado en las ataduras de Arabia?

¡Con cuánta facilidad abandonaría todos los placeres de España, para que mis ojos se deleiten viendo el polvo de las ruinas del Santuario destruido…”. 

Al final de sus días, y luego de una complicadísima travesía, el Rab Yehudá haLevi cumplió su sueño llegó a Jerusalem.  Dicen que cuando por fin sus ojos vieron las ruinas del Bet haMiqdash, murió atacado por un jinete árabe, cerca del Muro de los lamentos.  Es por esta razón que las escaleras que bajan desde la ciudad vieja hacia el Kotel se llaman en su honor “ Ma’alot Ribbí Yehudá haLeví” (Las escaleras donde murió Rabbí Yehudá haLevi, z»l). 




Rabbenu Bajiyá (1045 – 1120) y los deberes del corazón

Quiero compartir con ustedes una clase del Jajam Yosef Faur z”l que escuché recientemente titulada “4 gigantes de Sefarad”. La clase fue dictada en inglés, en Miami, 1998. El Rab Faur menciona en orden cronológico a 4 rabinos que vivieron en la era de oro del judaísmo Sefaradí, entre los siglos IX y XIII de la era común.  Cada uno de estos rabinos introdujo una innovación que forjó la milenaria tradición de los judíos de España y sus descendientes. .  

El primer Jajam que menciona es Rabbenu Bajiyá Ibn Paquda.  Nació en Zaragoza, España, alrededor del año 1045.  No tenemos mucha información sobre su vida, pero sí sabemos que fue Dayán, un juez en la corte rabínica comunitaria; cargo que en esos tiempos se ejercía voluntariamente.

Su obra principal es el libro Jobot haLebabot, “Los deberes del corazón”, en el cual formula sistemáticamente los principios de la ética judía. El libro fue escrito en árabe y traducido al hebreo por el famoso Rab Yehudá Ibn Tibón.  

¿De qué se trata este libro? 

Como sabemos, la Torá contiene 613 mandamientos. 

El Rab Ibn Paquda divide los mandamientos en dos categorías: 1. Los preceptos que realizamos de una manera física, con nuestro cuerpo, nuestros bienes, etc (חובות האברים). 

 2. Los mandamientos que realizamos con nuestro corazón ( חובות הלבבות). 

Era la primera vez que un rabino hacía notar esta diferenciación 

Comenzaremos por la segunda categoría . 

LOS DEBERES DEL CORAZON 

El autor afirma que los mandamientos más importantes de la Torá se cumplen con “el corazón”, esto es, nuestro aparato psicológico, emocional e intelectual ( hoy diríamos “cerebro ” o “mente”). 

Algunos ejemplos. 

SHEMA ISRAEL: “Escucha Israel, el Eterno es nuestro Dios (y) es único”. 
Este versículo nos demanda “saber” que Dios existe y que solo Él existe.  Este mandamiento no nos ordena nada especifico que debemos hacer. Sin embargo, es un mandamiento absolutamente transformativo.  

Veamos. El hombre antiguo percibía que las fuerzas naturales eran independientes una de otra y se enfrentaban una con la otra: la oscuridad se enfrentaba a la luz; la enfermedad a la salud; el mal al bien, la guerra a la paz, la muerte al nacimiento.   Para el hombre pagano era absolutamente evidente que estas fuerzas provenían de orígenes diferentes. Imaginaban que los “dioses”  estaban enfrentados en un conflicto cósmico eterno. En este universo politeísta los seres humanos son meros espectadores, involuntarios, de estas guerras mitológicas, sobre las cuales no tienen control.   El mundo no fue creado, sino que apareció accidentalmente, producto de las batallas entre los dioses. La vida del hombre pagano no tenía ningún sentido trascendental. El objetivo era satisfacer los bajos instintos y evitar que los dioses desaten su ira contra los humanos. 

El monoteísmo de la Torá es contra-intuitivo. Para el hombre antiguo era imposible percibir el poder de UN CREADOR único que también está a cargo de este mundo. El saber que hay un sólo Dios Creador lleva al individuo a un nivel diferente de comprensión: el Creador estableció un diseño inteligente, donde (deliberadamente) opera un patrón de fuerzas opuestas que mantienen al mundo en un permanente equilibrio.  Saber que un Creador inteligente nos creó, le da propósito a la vida. Y nos empuja a encontrarlo y tratar de alcanzarlo.  El monoteísmo es evolución. O revolución. El “Shema Israel” como mandamiento exige una transformación total de nuestro “corazón”, de nuestro pensamiento.

VEAHABTA ET HASHEM ELOQEJA: “Y amaras al Eterno tu Dios”.

Uno no puede amar a Dios si vive amargado. Si no valora todo lo que tiene. El Rab Faur explica que  esta Mitzvá, “amar a Dios”,  no se puede cumplir a menos que uno sea feliz.  Y ser feliz requiere una transformación existencial. Ser feliz no consiste en tener todo lo que quiero sino en apreciar todo lo que tengo. Hay personas que tienen dinero, familia, salud y son infelices, porque no han desarrollado la inteligencia necesaria para apreciar.  Este mandamiento no se cumple de una manera física, pero al igual que el anterior, es absolutamente transformativo. Más que los mandamientos que cumplimos con nuestro cuerpo.

VEHAHABTA LEREAJA CAMOJA, “Amarás a tu prójimo como te amas a ti mismo”.  Amar en este sentido es aceptar.  Este mandamiento me dice que así como yo me amo a mí mismo a pesar de mis múltiples defectos, debo aprender amar al prójimo, a pesar de sus defectos. 

LOS DEBERES DEL CUERPO

En la primera parte del libro, la que se refiere a los mandamientos “físicos”, el autor señala que también estos preceptos tienen como objetivo, directo o indirecto, la transformación del corazón. Uno no puede observar los preceptos de la Torá de una forma mecánica y fría. Debe hacerlo con su mente y su corazón abierto. Como explicaron los sabios: “el corazón crece y se nutre de nuestras buenas acciones”.    



Quiero terminar presentando mi texto favorito del libro Jobot HaLebabot. Es una breve Tefilá, una plegaria, muy original. Normalmente, cuando uno reza le pide a Dios que cumpla sus deseos. Por ejemplo, si yo voy a tener una entrevista de trabajo, cuando rezo le pediré a Dios  que me ayude para que me acepten en ese trabajo, porque pienso que es para mí es beneficioso. Uno asume que sabe qué es bueno y qué es malo para uno mismo.  Esta plegaria, que solía estar impresa en los Sidurim Sefaradim como “Bet ‘Obed”  y (creo que) Tefilat haJodesh, nos enseña que la forma correcta de rezar es pedirle a HaShem que “por nuestro propio bien” Él tome la última decisión. Que si por ejemplo, yo le pido a Dios que me ayude a ser aceptado en ese trabajo, soy consciente que uno no siempre que es lo mejor para uno. Y entonces en esta oración le pedimos a Dios que sólo escuche mi ruego si lo que pido será beneficioso y que ignore mi solicitud si lo que le estoy pidiendo no me va a beneficiar. Y termina declarando: Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Tu decision, HaShem, es mejor que la mía. Lo que Tú decidas yo con humildad aceptaré. 

“Dios mío, me presento ante de Ti sin ignorar mi pequeñez y mi conocimiento insuficiente de Tu grandeza y Tu trascendencia. Sé que Tú eres infinito y exaltado, y yo una criatura de muy poca importancia. Soy demasiado insignificante para alabarte y cantar o bendecir Tu Nombre,  que es santificado por los ángeles más altos y elevados. Lo único que me da el valor para dirigirme a Ti, es que Tú me has ordenado rezar, y así me has permitido alabar Tu exaltado nombre de acuerdo con mi limitada comprensión de Ti y de Tu gloria. Y por eso aclaro que me dirijo a Ti con toda humildad.

Y reconozco que cuando rezo y Te ruego que escuches mis pedidos, yo sé que Tú sabes mejor que yo lo qué es mejor para mí y cuáles son los caminos adecuados para mi vida. Por lo tanto, cuando expresó mis necesidades, no lo hago para que Tú las conozcas, ya que todo es sabido por Ti,  sino para que yo tome conciencia de mi permanente necesidad de Tu asistencia y de mi confianza en Ti.  Entonces, declaro que si por ignorancia, solicito algo que no es bueno para mí o que no me beneficia, acepto Tu elección en lugar de mi elección. Y dejo en Tus manos la decisión de escuchar (o ignorar) lo que mi corazón te pide. Porque Tu determinación es (sabia,) duradera y suprema . Como dijo David: «Dios, mi corazón no es arrogante, mi mirada no se eleva en altanería, no pretendo comprender las cosas que son demasiado grandes y misteriosas para mí”. Por lo tanto, me he entregado a ti, “como un bebé que amamanta y depende completamente de su madre … «(Tehillim 131: 1-2)»




El Rab Moshé Miterani (1500 -1580) y qué hacer en tiempos de epidemia  

LA VIDA DEL RAB MOSHE

El Rab Yosef de Tirani escapó de España en la época de la expulsion, 1492, y llegó hasta Salónica, Grecia. Allí, en el año 1500, nació su hijo Ribbí Moshé.  A los 18 años Ribbí Moshé logró viajar a Israel y se instaló en la ciudad de Tsefat, (Safed) donde se estaba desarrollando una pequeña colonia judía, liderada por el famoso Rab Ya’aqob Berab.  Tsefat llegó a ser el centro judío más importante del mundo en el siglo XVI. Y la influencia de los Rabinos que allí se formaron continúa hasta hoy en día.   El Rab Miterani, también conocido como Mabbit (מבי»ט) fue uno de ellos.  Alrededor del año 1530 el Rab Miterani recibió su Semijá, junto con Ribbí Yosef Caro, el famosísimo autor del Shulján Aruj.  El rab Yosef Caro y el Rab Miterani fueron compañeros inseparables y sirvieron juntos en la Corte Rabínica, Bet Din de Tsefat, este último por 54 años. El rab Miterani sucedió al rab Yosef Caro como jefe del Bet Din cuando éste falleció en 1575.  El Rab Miterani vivió hasta los 80 años.  Dejó hijos que siguieron su vocación rabínica y escribió varios libros. Sus más famosos libro de Halajá fueron Quiriat Sefer y Sheelot UtShubot Hamabit. También escribió un libro muy importnate llamado BET ELOQUIM, del cual les quiero contar hoy. 

BET ELOQUIM

El libro está dividido en 3 partes: la primera habla sobre Tefilá la plegaria. La segunda parte sobre la Teshubá, el arrepentimiento. Y la tercera parte, Yesodot, sobre las ideas, las creencias y los fundamentos filosóficos del judaísmo. En la primera parte, capítulo 16 el rab Miterani se refiere al «déber», es decir las epidemias mortales que de vez en cuando se presentan en el mundo y azotan ciudades, pueblos, países, o en tiempos de globalización, al mundo entero.  Primero describe las epidemias más famosas mencionadas en el Tanaj. El evento de Pinejás, cuando en un día murieron 24.000 personas.  El de Qoraj, donde fallecieron 14.700. Y finalmente la epidemia que azotó a Israel en los tiempos del rey David, donde fallecieron 70.000 personas. 

ADULTOS O NIÑOS ?
El Rab Miterani menciona las epidemias que afectaban al mundo en su propio tiempo y señala las diferencias con las bíblicas. Según leemos en el texto, afectaban más que nada a los adultos, particularmente hombres. Un castigo divino para aquellos que obraron mal.  La muerte en esas plagas era inmediata, súbita y la plaga era de corto alcance. Podía terminar en un día.  Las plagas en los tiempos del Rab Miterani no eran súbitas, sino que como en nuestros días, podían prolongarse por semanas o meses. Se cobraban víctimas diariamente y algunos de los que se enferman, se recuperaban.   Lo más dramático que escribe el Rab Miterani es que las plagas y epidemias de su tiempo afectaban en su mayoría: “a los niños y niñas inocentes תינוקות של בן רבן.  Algo similar ocurría en los tiempos de la influenza en 1918, que afectaba a jóvenes adultos y mujeres embarazadas.    Cuando leí esto me puse a pensar que dentro de toda la locura que estamos viviendo tenemos que apreciar que Baruj Hashem este virus no está afectando a niños y adolescentes, es decir, los niños pueden contraer  el virus y tener síntomas de un resfrío común, pero a diferencia de lo que ocurre con los más ancianos, el joven sistema inmunológico de los niños y adolescentes es efectivo y logra superar al virus.  

NO ARRIESGARSE INNECESARIAMENTE

El Rab Miterani dice que a diferencia de las plagas divinas citadas en la Torá, las epidemias  contemporáneas  pueden parecernos un fenómeno “natural” . El Rab cita a los doctores de su época que explicaban que “el aire enrarecido que uno respira lo hace morir”. De todas maneras, explica el rab, en nuestros tiempos el Creador actúa «undercover», y el veredicto final es el veredicto Divino.  Él decide en última instancia y por vías misteriosas quién vive y quién no, como decimos en las Tefilot de Rosh haShana. Pero el rab menciona una excepción: aquellos individuos que se arriesgan innecesariamente y se exponen negligentemente al contagio. וקצתם שאינם מחויבים אז בעונש ההוא אלא שהם מסתכנים בעצמם לעמוד במקום הסכנה ואינם ראויים לשיעשה להם נס ונדבק  בהם החולי ההוא במדינה, ואם טבעם מוכן להסתכן בחולי ההוא הם מסתכנים, והוא יתברך יודע בחירתם וחותמם למיתה  “Incluso si alguien no estaba destinado a morir, pero se expuso y fue o se quedo en un lugar peligroso, donde no debería estar,  es posible que eso lo condene a morir.”  Debemos tener en cuenta las palabras del Rab Miterani y no arriesgarnos. Y recordar además que si bien los mas jóvenes no corren peligro de muerte al estar infectados, pueden ser portadores de este virus y contagiar a los mayores al estar en contacto con ellos o con alguien que esté en contacto con ellos.  TODOS PODEMOS CONVERTIRNOS EN PORTADORES INVOLUNTARIOS. Y los abuelos son los que más expuestos están a esta pandemia. ¡Debemos protegernos para protegerlos a ellos!.

¿QUE HACER AHORA?

Si bien el Rab deja abierta la difícil pregunta de por qué le pasan cosas malas a la gente buena o inocente, nos explica cómo reaccionamos los Yehudim en tiempos de tragedias. 

 וירבה בתפילה וצדקה ותחנונים לפני הא-ל יתברך בתשובה ומעשים טובים  

Tefila, rezándole a Dios,  pidiendo que sane a los que están enfermos y rogándole que proteja a los que están sanos.  

Tsedaqa, ayudando y asistiendo con recursos a los que están siendo más afectados por esta epidemia. 

Teshubá, arrepintiéndonos de nuestras malas acciones. Tratando de mejorar la observancia de Su Torá. 

Ma’asim Tobim, convirtiéndonos en mejores personas. Mejores padres, mejores hijos, mejores esposos.   

Rezamos para que pronto, B’H,  esta epidemia termine y volvamos a la normalidad, que seguramente ahora valoraremos más que nunca! 

TEFILA COMPANION

estos son algunos audios de Tefilot, plegarias diarias, para los que están en sus casas y tienen que rezar por sí mismos.

https://halakhaoftheday.org/2020/03/16/tefila-companion/

P.D. Tengo muchos pedidos ara hacer clases por Facebook Live. Seguramente pronto lo voy a intentar.  Pueden seguir mi página en español aquí.   https://www.facebook.com/HALAJAOFTHEDAY5778/




El Rab Yehudá Benattar (1655-1733) y la ostentación en las fiestas comunitarias

LA COMUNIDAD JUDIA DE FEZ

Los primeros datos que tenemos acerca de la comunidad judía de la ciudad de Fez son del siglo VIII. En ese entonces se dice que ya vivían allí unos 15.000 judíos. 

Fez fue famosa por ser la ciudad donde una de las más grandes luminaria rabínicas de todos los tiempos, el Rab Isaac Alfasi (1013–1103, el apellido “Alfasi” significa: oriundo de Fez) instaló y operó su famosa Yeshibá, academia de estudios rabínicos.

Por Fez también pasó nada menos que Maimónides, quien vivió allí por unos años antes de instalarse en Egipto.

Fez fue también el primer destino de muchos de los refugiados judíos que fueron expulsados de España y Portugal en 1492 y 1497. 

La comunidad judía de Fez también sufrió hambre, sequías, incendios, persecuciones y matanzas. La primera matanza ocurrió en el año 1033 cuando un numeroso grupo de extremistas musulmanes invadió el barrio judío y asesinó a los más de 6.000 judíos que residían en ese entonces en Fez. Solo sobrevivieron 4 hombres y 5 mujeres. Alo similar ocurrió a mediados del siglo XV. 

En el año 1947 vivían en Fez más de 22.000 judíos, de un total de 250.000 judíos residían en Marruecos.  A partir de 1948 la mayoría de los judíos de Marruecos emigró a Israel, Francia, Canadá, Venezuela, etc. Hoy todavía viven en Fez alrededor de 100 judíos. 

ESTUDIAR Y TRABAJAR

El rabino sobre el cual escribiremos hoy se llamaba Yehudá Benattar (o Ben Attar). Nació en Fez en el año 1655. Sus maestros pertenecían las grandes dinastías rabínicas de esta ciudad.  El Rab Vidal Sarfatti y el rab Menajem Seriro (o Serilio).  Desde una temprana edad el rab Benattar se destacó como una gran luminaria rabínica. A los 23 años perdió a su padre, que hasta ese entonces lo mantenía para que pudiera estudiar. A partir de ese momento se dedicó a la orfebrería de oro. Trabajaba para judíos y musulmanes . Y como era un gran artesano y muy honesto se hizo famoso en su oficio.  Cuentan que hasta el día de hoy algunos residentes musulmanes de Fez dicen que poseen anillos hechos por el Rab Benattar, y lo consideran de un valor incalculable, y lo usan como un talismán. 

Su trabajo no lo prevenía del estudio de la Torá. Cada día, luego del rezo de la mañana (shajarit) el rab Benattar se dirigía a su taller y una vez que había ganado el dinero necesario para mantenerse en esa jornada cerraba su negocio y se dirigía a su Yeshibá a estudiar, enseñar y escribir. 

RABINO Y MAESTRO 

Los grandes conocimientos y la formación del rab Benattar fueron reconocidos por todas las personalidades rabínicas de Fez. Y en 1698 el Rab benattar fue elegido por todos los rabinos locales como el Ab Bet Din, Jefe de la Corte Rabínica de la comunidad, el cargo más alto que un rabino podia tener allí.

El famoso rab Jidá (Jayim Yosef David Azulay, que escribió una breve historia  de los rabinos sefardíes, cuenta que a pesar de su alto cargo y su completa dedicación a la comunidad, el rab Benattar decidió no recibir compensación por su trabajo comunitario y continuó durante toda su vida en su trabajo de orfebre. 

El Rab Benattar tuvo muchísimos alumnos. Prácticamente todos los estudiantes rabínicos de Fez se consideraban sus discípulos. Implementó un sistema de enseñanza que no era muy común en esa época. Para que sus alumnos aprendieran oratoria y estuvieran preparados para dar sermones en público, los hacía hablar en público cada Shabbat a la hora de Minjá. El Rab supervisaba la preparación de los sermones y los editaba y luego, muchos de estos sermones junto sus propios discursos, fueron puestos por escrito en uno de sus famosos libros: Minjat Yehudá, una colección de discursos (derashot) sobre la Perashá de la semana.  Este libro permaneció en manuscrito por siglos. Fue impreso por primera vez en la ciudad de Maknez (en español Mequinez), en el año 1940, ver aquí. El rab escribió otros libros, algunos de los cuales todavía permanecen en manuscrito. Otros se han perdido o sabemos de ellos porque han sido citados por otros autores. Uno de sus libros mas famosos se llama Shir Mijtam, un libro muy original ya que contiene las leyes de Kashrut (específicamente, shejitá y terefot) en forma de poesía, con los comentarios de su hijo, el rab Obed Benattar (Ver aquí, edición de Varsovia 1880). 

RABINO y LIDER COMUNITARIO 

El Rab Benattar no solo fue un erudito en materia de Torá sino que también fue un gran líder comunitario. Entre otras cosas estableció ciertas taqanot, esto es, decretos o regulaciones que los rabinos establecen para corregir algunos hábitos perjudiciales para la vida comunitaria.  

Una de estas taqanot se implementó para limitar el exceso en la celebración de fiestas religiosas. Resulta que las familias más acaudaladas de la ciudad gastaban excesivamente en la celebración de las bodas, y la clase media no se quería quedar atrás. Esto hacia que muchos judíos tomaran prestamos y se endeudaran para no pasar vergüenza frente a los que tenían más. El Rab Benattar estableció limites para el número de celebraciones a realizar (compromisos, apalabramientos, boda, sheba berajot, etc.) , para la cantidad de invitados, y hasta para el menú y la calidad de la  comida que se debía servir.  Las bodas debían celebrarse con moderación, sin ostentar y de una manera  accesible para la mayoría parte de la comunidad.

Para la sorpresa de muchos, este decreto fue bien recibido y finalmente adoptado por la comunidad. 

¿Por qué?

El secreto del éxito del Rab Benattar como líder rabínico es que no era solamente respetado por su comunidad, el Rab Benattar era amado por su comunidad. De manera  que cuando él emitía un juicio crítico hacia la comunidad lo hacia desde un lugar positivo, paternal, para corregir y no para criticar, y así eran sus palabras recibidas también por su comunidad.  

El Rab Benattar falleció en 1733 a la edad de 77 años. 

Fue uno de los rabinos más influyentes en la historia de la comunidad judía marroquí. Al punto tal que sus veredictos rabínicos, sus taqanot y sus opiniones halájicas son hasta el día de hoy la base de la práctica de los judíos marroquíes, que hoy en día BH suman más de medio millón de almas.    




El Rab Yaaqob Castro (1525-1612) y la comunidad judía de Egipto

DE SEFARAD A EGIPTO  

El Rab Yaakob Castro fue un erudito en Torá, un juez rabínico y un importante legislador de la ley judía en la comunidad de El Cairo, en Egipto. La familia Castro o “de Castro”era originaria del sur de España. En la época de la expulsión escaparon a Portugal y desde allí, muchos miembros de esa familiallegaron a Turquía, al norte de África, Egipto, etc. El padre del Rab Castro (algunos historiadores dicen que fue su tío) fue el famoso Abraham de Castro (murió en 1520, ver aquí). Abraham de Castro fue uno de los judíos más prominentes de su época. Fue el gerente del tesoro real del Sultán turco Solimán el magnífico (1494-1566), el hombre más poderoso del mundo en esos años. En su honor, el Sultán accedió a reforzar las murallas de Jerusalem agregando a la muralla original varias hileras de roca solida. Esta refacción sigue allí hasta el día de hoy. 

SUS MAESTROS.

El Rab Yaaqob de Castro pertenencia a una familia adinerada. Aparte de su desempeño como rabino el Rab Castro también se dedicaba al comercio, algo que era común entre los rabinos que vivían en Egipto, como el Rab David ben Zimrá o el mismo Rabbi Isaac Luria (el Ari haQadosh) que se dedicaba a la importación y exportación de pimienta y granos.  El Rab Ya’aqob fue alumno de dos grandes luminarias: el ilustre rabino David ben Zimra (Radbaz), y el rab Levi ibn Habib (Ralbah) de Yerushalayim. Al Rab Ya’aqob se lo conoce también por sus siglas Mahariqash ( מהריק“ש), y se lo considera el último “Gran Rabino” de Egipto, es decir, la autoridad rabínica aceptada por todas las comunidades del país, incluyendo las dos más importantes: Cairo y Alejandría. En ese tiempo la mayoría de los judíos de Egipto eran musta’arabim, es decir, nativos de Egipto; mientras que la comunidad de los Sefaradim, esto es, los refugiados de la expulsión de España, recién estaba en sus comienzos.

EL RAB CASTRO Y EL RAB CARO.

En 1570, visitó la ciudad de Sefat en la tierra de Israel, donde fue invitado a la casa del Rab Yosef Caro (1488-1575), el autor del Shulján Aruj. En sus escritos el rabino Castro describe su encuentro con el rabino Caro y relata —me imagino que con mucha emoción— lo que sintió al ver con sus propios ojos al Rab Caro actuando de acuerdo las costumbres que él mismo había establecido en el Shulján Aruj. El rabino Castro escribió varios libros. Mencionaremos dos de ellos. “Erej Lejem”. Glosas y comentarios que el rab Castro escribió en los márgenes del libro Shulján Aruj, donde reflejaba su opinión, y a veces sus objeciones, a algunas determinaciones del rab Yosef Caro. Era tan alta la reputación del rabino Castro que en Egipto su opinión tenia más peso que la del mismo Shulján Aruj. 

LA VIDA EN LA COMUNIDAD JUDIA DE EGIPTO 

Otra de sus obras es «Ahole Ya’aqob«, un libro de responsa rabínica sobre casos reales que sucedieron en su comunidad. En este libro se presentan también los debates Halájicos entre el Rab Castro y algunos de sus contemporáneos, lo cual nos permite tener una mejor visión de su pensamiento jurídico. 
Cabe destacar también que este libro de preguntas y respuestas del Rab Castro es para los historiadores una valiosísima fuente de información para conocer un poco más en detalle la vida social, comunitaria, y las dificultades de la comunidad judía en el Egipto o del siglo 16.
Veamos algunos ejemplos:
Una de las Taqanot, decretos comunitarios, que el rab Castro menciona en una de sus respuestas se relaciona con la ética y la etiqueta que se debe guardar en la celebración de las fiestas de casamientos. Al parecer en algunos casamientos se contrataba bailarinas gentiles que danzaban, como parte de la celebración; esto hizo que más de una vez se produjeran algunos hechos indebidos en esas fiestas. El rab Castro junto con los otros rabinos de la ciudad prohibió este tipo de celebración y alentó a la comunidad a contratar únicamente a músicos, y no bailarinas. 
Otro tema controversial que aparece en las preguntas y respuestas de esa época era la legalidad del reclamo de una esposa que se negaba a vivir en la casa de sus suegros, en una situación donde no había maltrato. El rab Castro debatió con otro rabino muy famoso, el Rab Jayim Kafusi, acerca de la consideración de este reclamo como un causal legal de divorcio. 
Por último, mencionaré un tema un poco más delicado. Al Rab Castro le llegó el caso de dos jóvenes casados, miembros de su comunidad, que salieron en camello a un viaje de negocios y habían desaparecido. Dos hombres egipcios, padre e hijo, testificaron que estos comerciantes habían sido atacados y asesinados por una banda de 12 asaltantes. La pregunta Halájica era si este testimonio era suficiente para declarar a las esposas de estos comerciantes como viudas, y permitirles así que contrajeran nuevamente matrimonio. El rab Castro adoptó una opinión más estricta, ya que las pruebas eran ambiguas, y aparte consideró que los testigos podrían obtener un beneficio personal de su testimonio. El Rab Kafusi se enfrentó con el Rab Castro y presentó una opinión en extremo permisiva para que estas dos jóvenes mujeres no quedaran atrapadas (agunot) en una situación sin otra solución posible.




El Rab Yosef de Terani (1569-1639) y los mecenas de Constantinopla

LA VIDA EN ERETS ISRAEL
El Rabino Yosef de Terani (o “Miterani” רבי יוסף מטראני) nació en Safed, Israel, en 1569 y es considerado uno de los principales talmudistas de su generación. También es más conocido por las iniciales de su nombre “Maharit” (hebreo: מהרי»ט). Su padre fue el famoso rabino Moshé de Terani , autor de Bet Eloqim, que murió cuando Yosef tenía 12 años. Desde esa corta edad el Rab Yosef fue adoptado, y se transformó en el alumno predilecto del gran Sabio Ribbí Shelomó Sagis.  El Rab Yosef se casó en 1586. Ese mismo año se desató una gran plaga en Safed que cobró la vida de miles de Yehudim y entre ellos la de su maestro y padre adoptivo el Rab Sagis.  El Rab Yosef tuvo que abandonar la tierra de Israel y escapó a Egipto, donde vivió con su hermano Shelomó –que era rabino allí– por 15 años.  Durante todo ese tiempo se dedicó al estudio intensivo del Talmud. Cuando regresó a la tierra de Israel vivió en Safed y luego en Yerushalayim donde escribió el libro “Tsurat haBayit”, que describe el diseño y los detalles de la arquitectura del Bet haMiqdash. Este libro, lamentablemente, se ha perdido y solo nos llegaron algunas citas del mismo que fueron copiadas en el libro de uno de sus alumnos, el Rab Jayim Alfandari.  El Rab Yosef en esta época ya era famoso y le llegaban preguntas de todas las comunidades judías del mundo.  Pero la vida en Erets Israel era muy difícil y el Rab Yosef y su familia sufrieron pobreza, enfermedad y persecuciones.
DE SAFED A CONSTANTINOPLA
Al cabo de uno años,  luego de haber servido como Rabino principal de Safed, el rab Yosef se trasladó a la ciudad de Constantinopla, en Turquía, donde había una gran comunidad judía fundada por los judíos expulsados de España, Sefaradim. En Constantinopla el rab Yosef fue recibido con mucho entusiasmo por los hermanos Ben Ya’ish, que eran importantes benefactores y mecenas judíos.  Los hermanos Ben Ya’ish alojaron al Rab Yosef en su hacienda y le ofrecieron mantenerlo a él y a su familia con dignidad mientras se dedicaba a enseñar Torá y escribir sus libros. En la hacienda de los hermanos Ben Ya’ish el Rab estableció su propia Yeshibá o academia rabínica a la cual llamó “Qahal Qadosh Gerush”, la santa congregación de los refugiados de España.  A partir de este momento las penurias el Rab Yosef terminaron y ya sin preocupaciones materiales el rab Yosef se dedicó plenamente a enseñar Torá. Su Yeshibá se convirtió en un semillero de jóvenes rabinos que llegaban de todas partes del mundo a estudiar con el Rab Yosef. Sus hijos cuentan que la Yeshibá tenía más de 80 alumnos que estudiaban directamente con el rab Yosef.
RABINO DE TURQUIA
Luego de 20 años de haber llegado a Turquía el Rab Yosef fue elegido también como el rabino principal de Constantinopla, lo que confería el titulo de Jajam Bashi, rabino principal de Turquía, que en ese entonces era la comunidad judía más próspera del mundo judío. Aparte de seguir al frente de la enseñanza, el Rab Yosef se dedicó a mejorar todo el aspecto de asistencia social comunitaria y entrenó a sus propios alumnos para esta importante tarea. Sus alumnos se ocupaban personalmente de ir a visitar enfermos, consolar a los dolientes, alegrar a los novios y por supuesto, distribuir comida, ropa y todo lo que fuera necesario para los pobres, las viudas y los huérfanos. Entre sus estudiantes se destacan por ejemplo:  Ribbí Aharón DeLapapa, Ribbí Jayim Benveniste, Ribbí Jayim Algazi, y muchos más.
SUS ULTIMOS DESEOS
El Rab Yosef tuvo varios hijos, todos ellos grandes Sabios en Torá.
Antes de morir le encomendó dos cosas a sus hijos. 1. Que publicaran sus libros, que estaban en manuscritos. Y 2. que llevaran sus restos a la tierra de Israel para que pudiera ser enterrado cerca de su padre.  Al poco tiempo de fallecer, en 1639, sus hijos cumplieron fielmente con sus dos deseos.
SUS LIBROS
Entre los libros del Rab Yosef Miterani se destaca su colección de 152 preguntas y respuestas que fueron publicadas en Constantinopla en 1641.
En este link se puede obtener otro libro del Rab Yosef , Tsafnat Pa’aneaj, (Frankfurt, 1694) un comentario sobre la Torá. En las primeras páginas de este libro, por ejemplo, el Rab Yosef explica desde 15 ángulos diferentes cuál fue el pecado del primer hombre, cómo es que este pecado hizo que el hombre descubriera su desnudez, y por qué el Creador lo vistió con una vestimenta de cuero (o “luz”, de acuerdo a Ribbí Meir).
SU TUMBA
Sus hijos llevaron sus restos a Safed y enterraron allí a su padre. Por alguna razón (que desconozco) el lugar de su tumba no se conoció por siglos. Pero fue identificada en  2008 por el Rabino Shelomó Epsteinen en el viejo cementerio de Tsefat, al lado del tumba del rab Moshé Alshej .



El Rab Abraham Azulai (1570-1643) y la espada del Sultán

De FEZ a HEBRÓN
El Rab Abraham Azulai nació en la ciudad de Fez, Marruecos, en 1570. La ciudad de Fez fue un centro judío muy importante desde la época de los Gueonim. Tenemos referencias de Rab Sherira Gaón (906–1006), que escribió dictámenes rabínicos para la comunidad de Fez. La figura rabínica más ilustre de Fez fue Rabí Itzjak Alfasi (Rif, 1013–1103), uno de los rabinos más importantes de la Edad Media y uno de los pilares halájicos en los que se basan las decisiones del Shulján Aruj. La comunidad judía de Fez atravesó épocas de esplendor y decadencia. Cuando comenzó la Inquisición y las expulsiones en España, muchos refugiados judíos sefaradíes se refugiaron en Fez, especialmente tras la expulsión de 1492. La familia del Rab Azulai provenía de Castilla, España. Aunque por mucho tiempo Fez fue un centro vital de estudios de Torá, en los tiempos del Rab Azulai la ciudad estaba lejos de ser un paraíso. Aparte de las constantes persecuciones por parte de extremistas musulmanes, la región sufría de pobreza, sequías e incendios frecuentes. El Rab Shaul Serero cuenta que en la comunidad judía de Fez morían de hambre entre 10 y 20 personas por día. Tras una sequía que duró más de tres años, el Rab Azulai decidió abandonar Fez y dirigirse a la tierra de Israel. Esto ocurrió alrededor del año 1615. Los viajes en barco eran muy peligrosos. Cuando el barco en el que viajaba el Rab llegó cerca del puerto de Capotakia (Port Said), una gran tormenta destruyó su embarcación y todas sus pertenencias se hundieron. Milagrosamente, logró salvar su vida y llegar a la costa (se presume que nadando). Este milagro marcó profundamente al rabino, quien en señal de agradecimiento eterno a Dios por haberlo salvado, diseñó su firma con la forma de una embarcación.

De HEBRÓN a GAZA
Una vez que llegó a Israel, el Rab Abraham Azulai se estableció en la ciudad de Hebrón (Kiryat Arba), donde se relacionó con grandes rabinos de su generación, como el Rab Eliezer Arja. Sin embargo, en el año 1619, una epidemia devastadora lo obligó a abandonar Hebrón y trasladarse a Yerushalayim. Poco después, la plaga también alcanzó Jerusalén, por lo que el Rab Azulai decidió establecerse en la ciudad de Gaza, donde vivió durante varios años. En aquel tiempo, Gaza era una ciudad próspera y estratégicamente ubicada en el centro de la ruta comercial entre Siria y Egipto. Alrededor de 70 familias judías residían allí, dedicadas en su mayoría al comercio y a la agricultura. Durante el dominio otomano —Gaza formaba parte del distrito administrativo de Damasco desde 1517— la ciudad gozó de una relativa estabilidad. Esto permitió el florecimiento de una pequeña pero significativa comunidad judía, compuesta mayoritariamente por sefardíes descendientes de los expulsados de España y Portugal. La vida judía en Gaza se centraba en el estudio, la enseñanza y la práctica religiosa. El ambiente espiritual de la ciudad estaba fuertemente influenciado por la mística judía, y Gaza se convirtió en un centro de resonancia cabalística vinculado a la escuela del Arí z»l de Tsfat. La figura rabínica más destacada de ese período fue Ribbí Israel Najara —originario de la ciudad española de Nájera—, rabino principal de Gaza entre 1620 y 1625 y célebre poeta litúrgico. Su tumba fue venerada y cuidada durante generaciones. La importancia espiritual de Gaza también fue reconocida por viajeros judíos. Ribbí Moshe Basola, un visitante italiano que recorrió la región en 1522, dio testimonio de la vitalidad de su comunidad judía. Algunos describían a Gaza como un lugar dotado de ruaj kedoshá, un espíritu de santidad. No obstante, a partir del siglo XVIII, la presencia judía en la ciudad comenzó a declinar paulatinamente. Durante su estadía en Gaza, el Rab Azulai escribió dos de sus obras más significativas. La primera, un comentario al Zohar titulado Jesed LeAbraham (“La bondad que Dios hizo con Abraham”), fue concebida como una expresión de gratitud a HaShem por haberlo salvado de dos epidemias mortales. La segunda obra, Ba’ale Berit Abraham, es un comentario místico sobre la Torá, profundamente influenciado por la espiritualidad de su tiempo.

COMENTARIO SOBRE LA MISHNÁ
Uno de los libros menos conocidos del Rab Azulai es “Ahavá Bata’anuguim”, un hermoso y extenso comentario sobre la Mishná. Que lamentablemente no es tan conocido como sus libros de misticismo. En este libro el Rab Azulai explica el significado elemental de la Mishná, siguiendo los pasos de Maimónides, e incorporando los comentarios del Talmud, los midrashim y otros famosos libros, incluyendo el mismo Shulján Aruj. Este libro fue publicado en Israel recientemente (1985) en forma parcial (Seder Neziquín). Y la introducción de esta nueva edición fue escrita nada menos que por el Rab Obadiá Yosef (ver https://tablet.otzar.org/#/book/147034/p/15/t/1/fs/0/start/0/end/0/c). Cuando la plaga terminó, el Rab Azulai regresó a Hebrón, donde vivió hasta el final de sus días.

La obra de Ribbí Abraham Azulai sobre la Mishná representa una contribución excepcional dentro del estudio rabínico clásico, no solo por su profundidad sino por el espíritu con el que fue escrita. Su comentario se caracteriza por un enfoque claro, conciso y profundamente respetuoso hacia los sabios anteriores. A pesar de su vasto conocimiento, Ribbí Abraham rehusaba reinterpretar lo que ya había sido explicado por los grandes rishonim y ajaronim. Más bien, buscaba transmitir la Mishná con una mirada renovada, pero sin quebrar la cadena de la tradición. En sus propias palabras, declaró que no saldría de lo que fue recibido “si no es por completo”, y afirmó con humildad: “Nunca se me ocurrió algo que no estuviera ya insinuado por nuestros sabios anteriores”. Este equilibrio entre reverencia y renovación se expresa con fuerza en su descripción del estudio como “Ahavá Bata’anuguim” —un amor espiritual y placentero por la Torá—, concepto que impregna todo su comentario. Su intención no era únicamente aclarar la letra de la Mishná, sino despertar en el lector un deleite interior por las enseñanzas éticas, místicas y morales que encierra. El estilo de Ribbí Abraham es dulce y penetrante, cargado de sensibilidad espiritual, y su objetivo no era dictaminar halajá, sino guiar el alma del lector hacia un vínculo emocional con la Torá. Esta dimensión lo distingue radicalmente de muchos de sus contemporáneos y lo coloca en una categoría única: la de aquellos que enseñan no solo con sabiduría, sino con amor. Su influencia alcanzó a alumnos notables, como Ribbí Shlomó Solomon de Tzfat y Ribbí Nissim ben Malka, autor de Be’er Sheva, prolongando así su legado más allá del tiempo y del lugar en que vivió.  Presentamos en este link (https://www.dropbox.com/scl/fi/7p5g30uhv3qwsl0i8xvdv/Hebrewbooks_org_5281.pdf?rlkey=snwfo2yq07ses2706nq7cscfb&e=1&dl=0 ) el comentario del Rab Azulai sobre la Mishná de Pirqué Abot

LA ESPADA EN LA CUEVA DE MAJPELA
Cuentan que cuando el Sultán del Imperio Otomano, Mohamed IV —el hombre más poderoso de la tierra en su tiempo— visitó la tierra de Israel en 1643, llegó hasta Hebrón. Un viernes, siguiendo la tradición musulmana, fue a rezar a Me’arat HaMajpelá, la cueva donde están enterrados Abraham, Itzjak y Ya’akob. En ese entonces, existía un pozo profundo en el recinto dedicado a Itzjak Abinu, por el cual se podía acceder al interior de la cueva. Nadie descendía allí, ya que se consideraba extremadamente peligroso (posiblemente por falta de oxígeno o la presencia de gases o elementos tóxicos). Cuando el Sultán se inclinó sobre el pozo para observar, su valiosa espada cayó dentro. Envió a varios soldados atados con sogas para recuperarla, pero todos murieron en el intento. Los líderes locales decidieron no arriesgar más vidas de musulmanes y exigieron que fueran los judíos quienes la rescataran, bajo amenaza de exterminio. Fue entonces que el Rab Azulai, ya anciano, se ofreció para la peligrosísima misión. Tras una experiencia extraordinaria, logró recuperar la espada del Sultán. (Puedes leer el relato completo en el sitio oficial de Hebrón: https://en.hebron.org.il/history/228).

SU MUERTE
El Rab Abraham Azulai falleció al día siguiente de haber salido de la cueva de Majpelá, un viernes, justo antes de la parashá Jayé Sará. Está enterrado en el antiguo cementerio de Hebrón. Como era costumbre en esa ciudad, su tumba no lleva inscripción alguna, ni siquiera su nombre —posiblemente como gesto de deferencia a los Patriarcas que descansan allí. Uno de sus bisnietos fue el célebre rabino Jayim Yosef David Azulai, conocido como el Jidá (1724–1806).

 




El rab Ya’aqob Joli (1689-1732) y el libro que cambió al mundo Sefaradí

El rabino Ya’aqob Joli (muchos pronuncian su apellido incorrectamente: Culi o Koli, etc.) nació en Yerushalayim en 1689. Su padre era Ribbí Majir Joli, originario de la isla de Creta. Esa famosa isla, que hoy es la isla más grande de Grecia, perteneció por mucho tiempo al reinado de Venecia. En 1645 fue conquistada por los turcos y desde ese entonces la comunidad judía allí comenzó a declinar. En 1650 el padre del rab Joli emigró a Israel y se asentó en Yerushalayim. Se casó allí con la hija del famoso rab Moshé ben Jabib, que fue el Rishón leTsión, es decir, el rabino principal del los Sefaradim en Erets Israel. El Rab Moshé ben Habib era el nieto del famoso Rab Ya’aqob ben Jabib, autor del libro  ‘en ya’aqob(ver  AQUI).
El Rab Ya’aqob Joli llegó a estudiar por algunos años con su abuelo, y recibió una gran influencia de él. En aquellos días, la situación de los judíos en Israel era desastrosa, política y financieramente. El rab Ya’aqob se mudó a Constantinopla, Turquía, en principio para publicar los manuscritos de su abuelo, pero al final se quedó allí. En esa ciudad conoció al famoso rabino Yehuda Rosanes. El Rab Joli se convirtió en uno de sus mejores alumnos y al poco tiempo el rabino Rosanes lo asignó como Dayán (juez rabínico) de Constantinopla. El Rab Rosanes falleció en 1727 dejando una vasta obra literaria escrita a mano. El Rab Joli se ocupó de publicar los libros de su maestro y los de su abuelo, sabiendo que esta tarea le exigiría muchos años de dedicación, y tendría que postergar la redacción y publicación de sus propios libros. En 1728 publicó Parashat Derajim del rabino Rosanes y en 1731 publicó el libro más famoso del rabino Rosanes Mishné laMelej, un comentario sobre Mishné Tora de Maimónides.
EL ME’AM LO’EZ 
Recién entonces pudo dedicarse de lleno a su famosísimo libro: Me’am Lo’ez.
Me’am Lo’ez es una antología monumental de Midrashim y Halajot, organizada de acuerdo a la sección semanal. Aparte del rico material talmúdico, el Rab Joli presenta en su libro muchas notas autobiográficas y anécdotas, lo que hace que el lector se sienta transportado a las antiguas comunidades sefardíes. Al leer este libro uno puede sentir que los judíos eran víctimas de abusos y persecuciones permanentes. El Me’am Lo’ez los consolaba. El Rab Joli alentaba a los Yehudim a ver el Shabbat, por ejemplo, como una “isla de paz», una oportunidad de 24 horas en la semana para desconectarse de la tristeza y la persecución y disfrutar de la paz y la familia. También educaba a sus lectores, la mayoría de ellos viviendo en malas condiciones, a practicar el Jesed (bondad, caridad) con aquellos que se encontraban en una situación peor. El Rab Joli insiste que el mejor antídoto para hacer frente a las dificultades personales no es la auto-compasión, sino el abrir el corazón y ayudar a aquellos que son más pobres que uno, o asistir a las viudas, a los huérfanos y a los enfermos.
Lo especial de este libro es que a diferencia de otros libros no fue escrito para judíos con conocimientos de Torá avanzados, sino para los judíos comunes, incluso, o especialmente, para los Yehudim que no entendían el hebreo.
EL LIBRO QUE HIZO FAMOSO AL LADINO
El libro Me’am Lo’ez fue escrito en ladino, esto es, español antiguo con algunas palabras hebreas, y escrito con letras hebreas. Voy a copiar a continuación el primer renglón (que se puede ver en la introducción al Me’am Lo’ez en la foto arriba) para que el lector pueda degustar el dulce estilo de esta hermosa lengua.
דיקלארו דיל ארבע ועשרים אין לאדינו דאנדו אה אינטינדיר איל ריז‘ו די לה וידה קי דיב‘י ריז‘ירסי לה פירסונה סיגון קומאנדו לה ליי סאנטה
Transliteración: «Declaro del arba ve’esrim en ladino dando a entender el reyo de la vida que debe regirse la persona según comandó la ley santa»
Traducción: El Me’am loe’z es «la declaración de los veinticuatro [libros de la Biblia hebrea, lo que hoy llamamos Tanaj] en ladino, para dar a entender la conducta [=regimiento, «reyo» en español antiguo] de la vida por la cual debe conducirse una persona , según lo comandó la Ley Santa [la Torá]».
Digamos también que en esa época, siglo XVIII, el ladino era la lengua coloquial de los judíos en Turquía, Grecia y en muchas comunidades del medio oriente. El Me’am Lo’ez trajo entonces una increíble revolución educativa y se hizo inmensamente popular en las comunidades sefardíes ya que todo hombre, o mujer, que sabia leer las letras hebreas ¡tenía ahora la posibilidad de estudiar Torá! Algo que hasta ese entonces era impensable.
EDICIONES DEL MEAM LOEZ
El rab Joli publicó la primera edición de su libro en 1730, en la ciudad de Constantinopla. Pero su obra quedó inconclusa. El Rab Joli murió en 1732, a la muy temprana edad de 43 años. Y sólo alcanzó a completar el libro de Génesis y dos tercios del libro de Shemot.
Pero su obra era tan popular y necesaria que sus alumnos no permitieron que su muerte significara el final de su libro. Y así como el rab Joli se dedicó a publicar los libros de sus maestros, sus alumnos y seguidores continuaron escribiendo, y completaron «los veinticuatro libros» del Me’am Lo’ez en el mismo estilo que su autor original.
Algunos ejemplos.
El rabino Ytshaq Magriso completó el libro de Éxodo (Shemot) y escribió el comentario sobre los libros de Levítico y Números.
Deuteronomio fue escrito por el rabino Ytshaq Bekhor Agruiti.
El libro de Yehoshua por el rabino Rajamim Menajem Miterani.
El libro de Esther por el rabino Rafael Hiya Pontremoli.
El rabino Shemuel Kravitzer (Yerushalmi, 1992-1997), completó los libros que faltaban y tradujo el Me’am Lo’ez del ladino al hebreo.
Y el rabino Aryeh Kaplan, fallecido en 1983, tradujo el Me’am Lo’ez del ladino al inglés.

 

 

PERSONAL

El libro Me’am Lo’ez tiene un significado muy particular para mí. En primer lugar, por el lado de mi madre, somos descendientes directos del Rab Joli («Joli» era también el apellido de mi abuela materna, Sofia Aurora Joli, de Damasco, Siria, z»l).
Por el otro lado, el abuelo de mi esposa, Ribbí Shemuel Chocrón, z»l, de la ciudad de Melilla, España, recibió su gran erudición en Torá «exclusivamente» del Me’am Lo’ez. R. Shemuel vivió en la época de Franco y tuvo que retirase forzado de su trabajo en 1937, a una edad muy joven. Los padres de R. Shemuel tenían la edición completa del Me’am Lo’ez de Esmirna, en ladino. Y R. Shemuel le dedicó su vida a este libro. Me cuentan que estudiaba el Me’am Lo’ez todos los días, por 8 horas diarias, o más. Y llegó al punto de aprender el Me’am Lo’ez de memoria. Tuve el gran mérito de conocer a Ribbí Shemuel y ver con admiración cuando mi esposa Coty, o alguna de sus 7 hermanas, leían el Me’am Lo’ez a su abuelo –porque ya le costaba leer– y si cometían algún error en la lectura él las corregía ¡de memoria!  A través del Me’am Lo’ez Ribbí Shemuel se había convertido en un alumno «directo» de Ribbí Ya’aqob Joli. Mi amor por el Me’am Lo’ez y mi admiración por la obra del Rab Joli crecieron exponencialmente cuando vi el impacto que el Me’am Lo’ez había tenido en este gran hombre y como sus lecciones habían moldeado su personalidad. Ribbí Shemuel Chocrón fue un ejemplo de decencia, integridad, nobleza, bondad sin limites, amor a la Torá y temor a Dios.
Ayer fue el aniversario de Ribbí Shemuel ben Mordejai Chocrón.
Dedico esta Halaja of the Day a su bendita memoria .




El Rab Jayim haCohen (1585-1655) y los piratas que leen

El Rabino Jayim haCohen nació en Egipto en el año 1585.  Su padre Ribbí Abraham haCohen pertenecía a una distinguida familia de Cohanim, descendientes de Don Yosef haCohen, de España.  

Desde su niñez se notaba que tenía un talento notable. No solamente por su tremendo amor por el estudio de la Torá sino también por sus elevadas cualidades humanas.  Se cuenta que de niño, mientras sus compañeros de clase pasaban su tiempo libre jugando, Jayim se encaminaba a la sinagoga para estudiar Torá y aprender cómo servir a Dios. 

En su adolescencia cuando las personas se reunían en la sinagoga durante Shabbat él subía al púlpito y daba clases acerca de la sección semanal de la Torá, leyes correspondientes a las festividades que se aproximaban y palabras de musar (ética judía) que atraían el corazón de sus oyentes.

Más tarde, el Rab Jayim HaCohen \se mudó a la ciudad de Tsefat (Safed) , en Israel. Allí estudio con el rab Jayim Vital (ver aquí) durante unos tres años.

De Safed el rab Jayim haCohen se mudó a la ciudad de Aleppo, Siria, donde se estableció definitivamente. Allí fue elegido como rabino de la comunidad para reemplazar al fallecido Rab Mordejai haCohen, yerno del famoso Rab Shemuel Laniado, ba’al hakelim.  

Cuando el rab Jayim haCohen comenzó a servir como Rab de la comunidad el estudio de la Torá floreció aún más en Aleppo. Se abrieron nuevas escuelas (ketab) y academias rabínicas (baté midrashot)  y tuvieron que agregar más bancos en la sinagoga. 

El Rab Jayim haCohen sirvió a la comunidad de Aleppo como rabino y jefe del tribunal rabínico por décadas.  

Su conocimiento era tan grande que le llegaban consultas sobre temas rabínicos muy difíciles desde las más lejanas comunidades del mundo. 

Finalmente, decidió organizar todos sus escritos y publicar sus libros, especialmente sus comentarios sobre el Shulján Aruj, el código de ley que había sido escrito por el maestro de su maestro, el rab Yosef Caro. 

Además de su comentario sobre el Shulján Aruj, el rab haCohen había compuesto muchos otros libros.  Entre ellos un comentario sobre el Cantar de los cantares (Shir haShirim); un comentario sobre Ejá (Lamentaciones) otro sobre de Rut; un comentario sobre Daniel y muchos libros más. Todos estos libros estaban manuscritos. Pero publicar libros en Aleppo o en Medio Oriente era imposible, porque allí no había llegado la imprenta. La única posibilidad era imprimir los libros en Europa. Y las mejores imprentas estaban en Venecia, Italia, la ciudad donde se publicaron la mitad de los libros de Europa en el siglo XVI. Allí vieron la luz, por ejemplo, la primera edición del Talmud y la primera edición del Shulján Aruj.

Primero, el Rab haCohen envió a Venecia su comentario sobre el libro de Ester. Pero pasaba el tiempo y el libro no salía a la luz.  El rab Cohen decidió entonces viajar a Venecia y ocuparse personalmente de imprimir su libro.  Junto con su hijo tomaron un barco llevando con ellos todos los manuscritos del Rab (calculo que eran más de 20) para imprimirlos también allí. Pero el barco fue atacado por piratas de la isla de Malta, que abordaron el barco para robar el cargo y matar a los pasajeros, o secuestrarlos y venderlos como esclavos. El Rab haCohen y su hijo saltaron al mar y milagrosamente lograron salvar sus vidas. Pero los libros quedaron en el barco…

El Rab rezó a Dios y le pidió su ayuda para recuperar sus invaluables libros, o para que pudiera escribirlos nuevamente desde su memoria. Dios le concedió lo segundo. El Rab haCohen pasó varios años en Italia  reescribiendo de memoria sus preciosos libros perdidos.    

El primer libro que el rab haCohen pudo imprimir, con la inestimable ayuda del Rab Moshé Zacuto, se llama “Torat Jajam” (La enseñanza del Sabio) . Este libro es una colección de los sermones del Rab sobre las secciones semanales de la Torá.   El libro salió a la luz en Venecia, 1654. 

El  próximo libro que imprimió el rab haCohen con la asistencia del rab Shemuel Abohab fue “Meqor Jayim“ (Fuente de vida).  Este libro es un comentario sobre el Shulján Aruj y su primera parte salió a la luz en Venecia, también en 1654.  

Para imprimir la segunda parte de este libro el rab viajo a Livorno (ver ilustración arriba).  Y fue en esa ciudad, en Perashat Quedoshim, año 1655, que el rab haCohen falleció y allí fue enterrado. 

Luego del fallecimiento del rab haCohen, se encontraron algunos de los libros que habían quedado en el barco secuestrado por los piratas. El rab Jida, en su libro de crónicas Shem haGuedolim,  dice haber encontrado el comentario de Meguilat Ester, Ateret Zahab, escrito por el puño y letra del Rab Jayim haCohen. 

Otro de sus libros Migdal David, un comentario sobre Meguilat Rut, también fue encontrado. Este libro fue impreso en Amsterdam en 1680 por un autor que falsamente se atribuyó la autoría del libro del Rab Jayim haCohen.

Recientemente fueron publicados otros manuscritos del Rab sobre los comentarios talmúdicos (agadot) del tratado de Berajot.  Estos manuscritos vieron la luz por primera vez en 1983, en la publicación israelí mensual qobets bet aharon veIsrael.  

Algunos libros y comentarios del rab haCohen aun permanecen manuscritos, y esperan algún día ser publicados.  

Hacer click AQUI para bajar el libro Torat Jajam.  




El Rab Jayim Vital (1543-1620) y el dilema de los verdaderos Cabalistas

SU FAMILIA
El Rabino Jayim Vital nació en la ciudad de Tsefat (Safed, Israel) en 1543. Su padre fue Ribbí Yosef Vital, un experto escriba (sofer). Los Tefilín escritos por Ribbí Yosef eran muy apreciados por el mismísimo Ribbí Yosef Caro, autor del Shulján Aruj y principal rabino de Safed en esos tiempos, no solo por la santidad y pureza de aquel gran Jajam sino también por haber sido escritos siguiendo algunas tradiciones muy antiguas, por ejemplo, el diseño de la letra kaf sofit (o peshutá, extendida) que era escrita por Ribbí Yosef con la parte superior redondeada y no rectangular (ך).  El Rab Moshe Galante cuenta que más de mil pares de Tefilín habían llegado a la comunidad judía de Egipto desde Safed, escritos por el famoso “rab Yosef el Calabrés”. La familia Vital era originaria de Calabria, así que al rab Yosef y a su hijo el rab Jayim se los conocía como los rabinos “calabreses”.
SAFED (צפת)
La ciudad de Safed se había transformado en uno de los destinos más importantes para muchos judíos que llegaban desde la península ibérica luego de la expulsión de España (1492) y Portugal (1497) . En el año 1540 había 5.000 judíos en la ciudad de Safed, 719 familias.
El maestro del rab Vital fue el famoso rabino Moshé Alshej, también de Safed. Cuando el rab Yosef Caro falleció lo sucedió el rab Alshej, quien heredó de Ribbí Yosef Caro la autoridad para ordenar nuevos rabinos. El rab Alshej le concedió su ordenación solamente a un Rabino: el Rab Jayim Vital. Si bien el Rab Jayim Vital es conocido principalmente por sus escritos sobre la Qabbalá, sus estudios iniciales fueron estudios rabínicos convencionales. Su hijo, el rabino Shemuel Vital, cuenta en su libro “Fuente de aguas de Vida” (be-er mayim jayim) que su padre solo se permitió a sí mismo iniciarse en el estudio de la Qabbalá cuando ya había completado sus estudios rabínicos avanzados, lo cual incluye un conocimiento total de las obras Talmúdicas y Halájicas, lo que normalmente lleva décadas de estudios intensivos.
LOS GRANDES MAESTROS
En Safed el Rab Jayim también estudió con el célebre rabino cabalista (mequbbal) Moshé Cordobero (Ramak) hasta el año 1570, cuando el rabino Itzjak Luria, conocido como el Ari haQadosh, llegó a la ciudad de Safed proveniente de Egipto. El Arí haQadosh es considerado como uno de los más famosos cabalistas de la historia. Según el rab Vital, mientras que las obras de los primeros cabalistas —desde Najmánides (1270) hasta el propio Arí— se formularon en base al intelecto humano, las enseñanzas de su maestro, el Ari, fueron reveladas por inspiración divina. En el año 1572 la población de la ciudad de Safed fue diezmada por una terrible plaga que también cobró la vida del Ari haQadosh a la corta edad de 38 años. Luego de la muerte del Arí, el Rab Jayim Vital fue reconocido como su principal alumno y su sucesor.
DE JERUSALEM A DAMASCO
En el año 1578 el Rab Vital dejó Safed y se estableció en Yerushalayim (Jerusalem). Allí fundó su propia academia y ayudó a la comunidad local junto con otras grandes luminarias Talmúdicas como el Rab Betsalel Ashkenazi, de Egipto, autor de Shitá Mequbetset y maestro del Arí haQadosh.
En 1597 el Rab Jayim Vital se trasladó a la ciudad de Damasco, Siria y ejerció allí como el rabino de la comunidad de judíos sefaradim que habían llegado recientemente de Sicilia, Italia. Su principal función en esa comunidad era educativa: enseñar las bases de la Torá a las familias judías, muchas de las cuales estaban regresando al judaísmo luego de haber vivido aterradas por la inquisición española por una, dos o más generaciones.
El Rab Vital falleció en Damasco en 1620, a la edad de setenta y siete años.
SUS OBRAS
El Ari haQadosh no escribía sus enseñanzas sino que las impartía oral y privadamente a un pequeño grupo selecto de alumnos. Con la autorización de su maestro el Rab Vital tomó notas que luego del fallecimiento del Ari organizó, redactó y editó, pero por expresa voluntad del Arí, no las publicó. Por muchos años el libro principal del rab Vital “Ets HaJayim” permaneció “enterrado” (גנוז), y el rab Vital no permitió que fuera publicado.  El Rab Tsemaj cuenta en su libro que una persona muy acaudalada obtuvo de manera indebida libros del Rab Vital y los hizo copiar sin su permiso.
Uno de los temas más controversiales en esta area hasta el día de hoy es la publicación de los libros y estudios de Qabbalá. La propia palabra hebrea “qabbalá”, que significa “recepción”, indica que el conocimiento cabalístico debe ser recibido por el alumno directamente de su maestro, y no a través de un texto escrito (o un video en Youtube…).
La popularización del conocimiento esotérico conlleva a un grave riesgo: que el conocimiento místico sea banalizado, o peor aún, explotado por individuos sin escrúpulos para fines materiales, personales, beneficios, etc. Esto ocurrió lamentablemente más de una vez. Por ejemplo, en los tiempos del falso mesías, el impostor Shabetay Tseví (1666), quien utilizó conceptos de la Qabbalá para justificar y promover su falso mensaje.
La Qabbalá popularizada puede ser explotada por charlatanes y personas sin escrúpulos, como ocurre incluso en nuestros días, porque la mayoría de la gente no sabe de qué se trata la Qabbalá, y no tiene entonces la posibilidad de diferenciar entre el maestro y el impostor. Aunque uno de mis maestros me enseñó lo siguiente que puede ser de mucha ayuda en este tema: “El que la sabe no la dice, y el que la dice no la sabe”

 

Ver aquí uno de sus principales pero mas desconocidos libros.  Este es un libro de Musar completamente accesible para quien lee hebreo básico. Este libro inspira al lector practicar el amor y la dedicación a Dios, estudiando Su Torá y profundizando en las plegarias que a Él le dedicamos.  

LIBRO SHAARE QUEDUSHA

https://beta.nli.org.il/he/books/NNL_ALEPH001896079/NLI