Rabbenu Bajiyá (1045 – 1120) y los deberes del corazón

Quiero compartir con ustedes una clase del Jajam Yosef Faur z”l que escuché recientemente titulada “4 gigantes de Sefarad”. La clase fue dictada en inglés, en Miami, 1998. El Rab Faur menciona en orden cronológico a 4 rabinos que vivieron en la era de oro del judaísmo Sefaradí, entre los siglos IX y XIII de la era común.  Cada uno de estos rabinos introdujo una innovación que forjó la milenaria tradición de los judíos de España y sus descendientes. .  

El primer Jajam que menciona es Rabbenu Bajiyá Ibn Paquda.  Nació en Zaragoza, España, alrededor del año 1045.  No tenemos mucha información sobre su vida, pero sí sabemos que fue Dayán, un juez en la corte rabínica comunitaria; cargo que en esos tiempos se ejercía voluntariamente.

Su obra principal es el libro Jobot haLebabot, “Los deberes del corazón”, en el cual formula sistemáticamente los principios de la ética judía. El libro fue escrito en árabe y traducido al hebreo por el famoso Rab Yehudá Ibn Tibón.  

¿De qué se trata este libro? 

Como sabemos, la Torá contiene 613 mandamientos. 

El Rab Ibn Paquda divide los mandamientos en dos categorías: 1. Los preceptos que realizamos de una manera física, con nuestro cuerpo, nuestros bienes, etc (חובות האברים). 

 2. Los mandamientos que realizamos con nuestro corazón ( חובות הלבבות). 

Era la primera vez que un rabino hacía notar esta diferenciación 

Comenzaremos por la segunda categoría . 

LOS DEBERES DEL CORAZON 

El autor afirma que los mandamientos más importantes de la Torá se cumplen con “el corazón”, esto es, nuestro aparato psicológico, emocional e intelectual ( hoy diríamos “cerebro ” o “mente”). 

Algunos ejemplos. 

SHEMA ISRAEL: “Escucha Israel, el Eterno es nuestro Dios (y) es único”. 
Este versículo nos demanda “saber” que Dios existe y que solo Él existe.  Este mandamiento no nos ordena nada especifico que debemos hacer. Sin embargo, es un mandamiento absolutamente transformativo.  

Veamos. El hombre antiguo percibía que las fuerzas naturales eran independientes una de otra y se enfrentaban una con la otra: la oscuridad se enfrentaba a la luz; la enfermedad a la salud; el mal al bien, la guerra a la paz, la muerte al nacimiento.   Para el hombre pagano era absolutamente evidente que estas fuerzas provenían de orígenes diferentes. Imaginaban que los “dioses”  estaban enfrentados en un conflicto cósmico eterno. En este universo politeísta los seres humanos son meros espectadores, involuntarios, de estas guerras mitológicas, sobre las cuales no tienen control.   El mundo no fue creado, sino que apareció accidentalmente, producto de las batallas entre los dioses. La vida del hombre pagano no tenía ningún sentido trascendental. El objetivo era satisfacer los bajos instintos y evitar que los dioses desaten su ira contra los humanos. 

El monoteísmo de la Torá es contra-intuitivo. Para el hombre antiguo era imposible percibir el poder de UN CREADOR único que también está a cargo de este mundo. El saber que hay un sólo Dios Creador lleva al individuo a un nivel diferente de comprensión: el Creador estableció un diseño inteligente, donde (deliberadamente) opera un patrón de fuerzas opuestas que mantienen al mundo en un permanente equilibrio.  Saber que un Creador inteligente nos creó, le da propósito a la vida. Y nos empuja a encontrarlo y tratar de alcanzarlo.  El monoteísmo es evolución. O revolución. El “Shema Israel” como mandamiento exige una transformación total de nuestro “corazón”, de nuestro pensamiento.

VEAHABTA ET HASHEM ELOQEJA: “Y amaras al Eterno tu Dios”.

Uno no puede amar a Dios si vive amargado. Si no valora todo lo que tiene. El Rab Faur explica que  esta Mitzvá, “amar a Dios”,  no se puede cumplir a menos que uno sea feliz.  Y ser feliz requiere una transformación existencial. Ser feliz no consiste en tener todo lo que quiero sino en apreciar todo lo que tengo. Hay personas que tienen dinero, familia, salud y son infelices, porque no han desarrollado la inteligencia necesaria para apreciar.  Este mandamiento no se cumple de una manera física, pero al igual que el anterior, es absolutamente transformativo. Más que los mandamientos que cumplimos con nuestro cuerpo.

VEHAHABTA LEREAJA CAMOJA, “Amarás a tu prójimo como te amas a ti mismo”.  Amar en este sentido es aceptar.  Este mandamiento me dice que así como yo me amo a mí mismo a pesar de mis múltiples defectos, debo aprender amar al prójimo, a pesar de sus defectos. 

LOS DEBERES DEL CUERPO

En la primera parte del libro, la que se refiere a los mandamientos “físicos”, el autor señala que también estos preceptos tienen como objetivo, directo o indirecto, la transformación del corazón. Uno no puede observar los preceptos de la Torá de una forma mecánica y fría. Debe hacerlo con su mente y su corazón abierto. Como explicaron los sabios: “el corazón crece y se nutre de nuestras buenas acciones”.    



Quiero terminar presentando mi texto favorito del libro Jobot HaLebabot. Es una breve Tefilá, una plegaria, muy original. Normalmente, cuando uno reza le pide a Dios que cumpla sus deseos. Por ejemplo, si yo voy a tener una entrevista de trabajo, cuando rezo le pediré a Dios  que me ayude para que me acepten en ese trabajo, porque pienso que es para mí es beneficioso. Uno asume que sabe qué es bueno y qué es malo para uno mismo.  Esta plegaria, que solía estar impresa en los Sidurim Sefaradim como “Bet ‘Obed”  y (creo que) Tefilat haJodesh, nos enseña que la forma correcta de rezar es pedirle a HaShem que “por nuestro propio bien” Él tome la última decisión. Que si por ejemplo, yo le pido a Dios que me ayude a ser aceptado en ese trabajo, soy consciente que uno no siempre que es lo mejor para uno. Y entonces en esta oración le pedimos a Dios que sólo escuche mi ruego si lo que pido será beneficioso y que ignore mi solicitud si lo que le estoy pidiendo no me va a beneficiar. Y termina declarando: Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Tu decision, HaShem, es mejor que la mía. Lo que Tú decidas yo con humildad aceptaré. 

“Dios mío, me presento ante de Ti sin ignorar mi pequeñez y mi conocimiento insuficiente de Tu grandeza y Tu trascendencia. Sé que Tú eres infinito y exaltado, y yo una criatura de muy poca importancia. Soy demasiado insignificante para alabarte y cantar o bendecir Tu Nombre,  que es santificado por los ángeles más altos y elevados. Lo único que me da el valor para dirigirme a Ti, es que Tú me has ordenado rezar, y así me has permitido alabar Tu exaltado nombre de acuerdo con mi limitada comprensión de Ti y de Tu gloria. Y por eso aclaro que me dirijo a Ti con toda humildad.

Y reconozco que cuando rezo y Te ruego que escuches mis pedidos, yo sé que Tú sabes mejor que yo lo qué es mejor para mí y cuáles son los caminos adecuados para mi vida. Por lo tanto, cuando expresó mis necesidades, no lo hago para que Tú las conozcas, ya que todo es sabido por Ti,  sino para que yo tome conciencia de mi permanente necesidad de Tu asistencia y de mi confianza en Ti.  Entonces, declaro que si por ignorancia, solicito algo que no es bueno para mí o que no me beneficia, acepto Tu elección en lugar de mi elección. Y dejo en Tus manos la decisión de escuchar (o ignorar) lo que mi corazón te pide. Porque Tu determinación es (sabia,) duradera y suprema . Como dijo David: «Dios, mi corazón no es arrogante, mi mirada no se eleva en altanería, no pretendo comprender las cosas que son demasiado grandes y misteriosas para mí”. Por lo tanto, me he entregado a ti, “como un bebé que amamanta y depende completamente de su madre … «(Tehillim 131: 1-2)»




El Rab Moshé Miterani (1500 -1580) y qué hacer en tiempos de epidemia  

LA VIDA DEL RAB MOSHE

El Rab Yosef de Tirani escapó de España en la época de la expulsion, 1492, y llegó hasta Salónica, Grecia. Allí, en el año 1500, nació su hijo Ribbí Moshé.  A los 18 años Ribbí Moshé logró viajar a Israel y se instaló en la ciudad de Tsefat, (Safed) donde se estaba desarrollando una pequeña colonia judía, liderada por el famoso Rab Ya’aqob Berab.  Tsefat llegó a ser el centro judío más importante del mundo en el siglo XVI. Y la influencia de los Rabinos que allí se formaron continúa hasta hoy en día.   El Rab Miterani, también conocido como Mabbit (מבי»ט) fue uno de ellos.  Alrededor del año 1530 el Rab Miterani recibió su Semijá, junto con Ribbí Yosef Caro, el famosísimo autor del Shulján Aruj.  El rab Yosef Caro y el Rab Miterani fueron compañeros inseparables y sirvieron juntos en la Corte Rabínica, Bet Din de Tsefat, este último por 54 años. El rab Miterani sucedió al rab Yosef Caro como jefe del Bet Din cuando éste falleció en 1575.  El Rab Miterani vivió hasta los 80 años.  Dejó hijos que siguieron su vocación rabínica y escribió varios libros. Sus más famosos libro de Halajá fueron Quiriat Sefer y Sheelot UtShubot Hamabit. También escribió un libro muy importnate llamado BET ELOQUIM, del cual les quiero contar hoy. 

BET ELOQUIM

El libro está dividido en 3 partes: la primera habla sobre Tefilá la plegaria. La segunda parte sobre la Teshubá, el arrepentimiento. Y la tercera parte, Yesodot, sobre las ideas, las creencias y los fundamentos filosóficos del judaísmo. En la primera parte, capítulo 16 el rab Miterani se refiere al «déber», es decir las epidemias mortales que de vez en cuando se presentan en el mundo y azotan ciudades, pueblos, países, o en tiempos de globalización, al mundo entero.  Primero describe las epidemias más famosas mencionadas en el Tanaj. El evento de Pinejás, cuando en un día murieron 24.000 personas.  El de Qoraj, donde fallecieron 14.700. Y finalmente la epidemia que azotó a Israel en los tiempos del rey David, donde fallecieron 70.000 personas. 

ADULTOS O NIÑOS ?
El Rab Miterani menciona las epidemias que afectaban al mundo en su propio tiempo y señala las diferencias con las bíblicas. Según leemos en el texto, afectaban más que nada a los adultos, particularmente hombres. Un castigo divino para aquellos que obraron mal.  La muerte en esas plagas era inmediata, súbita y la plaga era de corto alcance. Podía terminar en un día.  Las plagas en los tiempos del Rab Miterani no eran súbitas, sino que como en nuestros días, podían prolongarse por semanas o meses. Se cobraban víctimas diariamente y algunos de los que se enferman, se recuperaban.   Lo más dramático que escribe el Rab Miterani es que las plagas y epidemias de su tiempo afectaban en su mayoría: “a los niños y niñas inocentes תינוקות של בן רבן.  Algo similar ocurría en los tiempos de la influenza en 1918, que afectaba a jóvenes adultos y mujeres embarazadas.    Cuando leí esto me puse a pensar que dentro de toda la locura que estamos viviendo tenemos que apreciar que Baruj Hashem este virus no está afectando a niños y adolescentes, es decir, los niños pueden contraer  el virus y tener síntomas de un resfrío común, pero a diferencia de lo que ocurre con los más ancianos, el joven sistema inmunológico de los niños y adolescentes es efectivo y logra superar al virus.  

NO ARRIESGARSE INNECESARIAMENTE

El Rab Miterani dice que a diferencia de las plagas divinas citadas en la Torá, las epidemias  contemporáneas  pueden parecernos un fenómeno “natural” . El Rab cita a los doctores de su época que explicaban que “el aire enrarecido que uno respira lo hace morir”. De todas maneras, explica el rab, en nuestros tiempos el Creador actúa «undercover», y el veredicto final es el veredicto Divino.  Él decide en última instancia y por vías misteriosas quién vive y quién no, como decimos en las Tefilot de Rosh haShana. Pero el rab menciona una excepción: aquellos individuos que se arriesgan innecesariamente y se exponen negligentemente al contagio. וקצתם שאינם מחויבים אז בעונש ההוא אלא שהם מסתכנים בעצמם לעמוד במקום הסכנה ואינם ראויים לשיעשה להם נס ונדבק  בהם החולי ההוא במדינה, ואם טבעם מוכן להסתכן בחולי ההוא הם מסתכנים, והוא יתברך יודע בחירתם וחותמם למיתה  “Incluso si alguien no estaba destinado a morir, pero se expuso y fue o se quedo en un lugar peligroso, donde no debería estar,  es posible que eso lo condene a morir.”  Debemos tener en cuenta las palabras del Rab Miterani y no arriesgarnos. Y recordar además que si bien los mas jóvenes no corren peligro de muerte al estar infectados, pueden ser portadores de este virus y contagiar a los mayores al estar en contacto con ellos o con alguien que esté en contacto con ellos.  TODOS PODEMOS CONVERTIRNOS EN PORTADORES INVOLUNTARIOS. Y los abuelos son los que más expuestos están a esta pandemia. ¡Debemos protegernos para protegerlos a ellos!.

¿QUE HACER AHORA?

Si bien el Rab deja abierta la difícil pregunta de por qué le pasan cosas malas a la gente buena o inocente, nos explica cómo reaccionamos los Yehudim en tiempos de tragedias. 

 וירבה בתפילה וצדקה ותחנונים לפני הא-ל יתברך בתשובה ומעשים טובים  

Tefila, rezándole a Dios,  pidiendo que sane a los que están enfermos y rogándole que proteja a los que están sanos.  

Tsedaqa, ayudando y asistiendo con recursos a los que están siendo más afectados por esta epidemia. 

Teshubá, arrepintiéndonos de nuestras malas acciones. Tratando de mejorar la observancia de Su Torá. 

Ma’asim Tobim, convirtiéndonos en mejores personas. Mejores padres, mejores hijos, mejores esposos.   

Rezamos para que pronto, B’H,  esta epidemia termine y volvamos a la normalidad, que seguramente ahora valoraremos más que nunca! 

TEFILA COMPANION

estos son algunos audios de Tefilot, plegarias diarias, para los que están en sus casas y tienen que rezar por sí mismos.

https://halakhaoftheday.org/2020/03/16/tefila-companion/

P.D. Tengo muchos pedidos ara hacer clases por Facebook Live. Seguramente pronto lo voy a intentar.  Pueden seguir mi página en español aquí.   https://www.facebook.com/HALAJAOFTHEDAY5778/




El Rab Yehudá Benattar (1655-1733) y la ostentación en las fiestas comunitarias

LA COMUNIDAD JUDIA DE FEZ

Los primeros datos que tenemos acerca de la comunidad judía de la ciudad de Fez son del siglo VIII. En ese entonces se dice que ya vivían allí unos 15.000 judíos. 

Fez fue famosa por ser la ciudad donde una de las más grandes luminaria rabínicas de todos los tiempos, el Rab Isaac Alfasi (1013–1103, el apellido “Alfasi” significa: oriundo de Fez) instaló y operó su famosa Yeshibá, academia de estudios rabínicos.

Por Fez también pasó nada menos que Maimónides, quien vivió allí por unos años antes de instalarse en Egipto.

Fez fue también el primer destino de muchos de los refugiados judíos que fueron expulsados de España y Portugal en 1492 y 1497. 

La comunidad judía de Fez también sufrió hambre, sequías, incendios, persecuciones y matanzas. La primera matanza ocurrió en el año 1033 cuando un numeroso grupo de extremistas musulmanes invadió el barrio judío y asesinó a los más de 6.000 judíos que residían en ese entonces en Fez. Solo sobrevivieron 4 hombres y 5 mujeres. Alo similar ocurrió a mediados del siglo XV. 

En el año 1947 vivían en Fez más de 22.000 judíos, de un total de 250.000 judíos residían en Marruecos.  A partir de 1948 la mayoría de los judíos de Marruecos emigró a Israel, Francia, Canadá, Venezuela, etc. Hoy todavía viven en Fez alrededor de 100 judíos. 

ESTUDIAR Y TRABAJAR

El rabino sobre el cual escribiremos hoy se llamaba Yehudá Benattar (o Ben Attar). Nació en Fez en el año 1655. Sus maestros pertenecían las grandes dinastías rabínicas de esta ciudad.  El Rab Vidal Sarfatti y el rab Menajem Seriro (o Serilio).  Desde una temprana edad el rab Benattar se destacó como una gran luminaria rabínica. A los 23 años perdió a su padre, que hasta ese entonces lo mantenía para que pudiera estudiar. A partir de ese momento se dedicó a la orfebrería de oro. Trabajaba para judíos y musulmanes . Y como era un gran artesano y muy honesto se hizo famoso en su oficio.  Cuentan que hasta el día de hoy algunos residentes musulmanes de Fez dicen que poseen anillos hechos por el Rab Benattar, y lo consideran de un valor incalculable, y lo usan como un talismán. 

Su trabajo no lo prevenía del estudio de la Torá. Cada día, luego del rezo de la mañana (shajarit) el rab Benattar se dirigía a su taller y una vez que había ganado el dinero necesario para mantenerse en esa jornada cerraba su negocio y se dirigía a su Yeshibá a estudiar, enseñar y escribir. 

RABINO Y MAESTRO 

Los grandes conocimientos y la formación del rab Benattar fueron reconocidos por todas las personalidades rabínicas de Fez. Y en 1698 el Rab benattar fue elegido por todos los rabinos locales como el Ab Bet Din, Jefe de la Corte Rabínica de la comunidad, el cargo más alto que un rabino podia tener allí.

El famoso rab Jidá (Jayim Yosef David Azulay, que escribió una breve historia  de los rabinos sefardíes, cuenta que a pesar de su alto cargo y su completa dedicación a la comunidad, el rab Benattar decidió no recibir compensación por su trabajo comunitario y continuó durante toda su vida en su trabajo de orfebre. 

El Rab Benattar tuvo muchísimos alumnos. Prácticamente todos los estudiantes rabínicos de Fez se consideraban sus discípulos. Implementó un sistema de enseñanza que no era muy común en esa época. Para que sus alumnos aprendieran oratoria y estuvieran preparados para dar sermones en público, los hacía hablar en público cada Shabbat a la hora de Minjá. El Rab supervisaba la preparación de los sermones y los editaba y luego, muchos de estos sermones junto sus propios discursos, fueron puestos por escrito en uno de sus famosos libros: Minjat Yehudá, una colección de discursos (derashot) sobre la Perashá de la semana.  Este libro permaneció en manuscrito por siglos. Fue impreso por primera vez en la ciudad de Maknez (en español Mequinez), en el año 1940, ver aquí. El rab escribió otros libros, algunos de los cuales todavía permanecen en manuscrito. Otros se han perdido o sabemos de ellos porque han sido citados por otros autores. Uno de sus libros mas famosos se llama Shir Mijtam, un libro muy original ya que contiene las leyes de Kashrut (específicamente, shejitá y terefot) en forma de poesía, con los comentarios de su hijo, el rab Obed Benattar (Ver aquí, edición de Varsovia 1880). 

RABINO y LIDER COMUNITARIO 

El Rab Benattar no solo fue un erudito en materia de Torá sino que también fue un gran líder comunitario. Entre otras cosas estableció ciertas taqanot, esto es, decretos o regulaciones que los rabinos establecen para corregir algunos hábitos perjudiciales para la vida comunitaria.  

Una de estas taqanot se implementó para limitar el exceso en la celebración de fiestas religiosas. Resulta que las familias más acaudaladas de la ciudad gastaban excesivamente en la celebración de las bodas, y la clase media no se quería quedar atrás. Esto hacia que muchos judíos tomaran prestamos y se endeudaran para no pasar vergüenza frente a los que tenían más. El Rab Benattar estableció limites para el número de celebraciones a realizar (compromisos, apalabramientos, boda, sheba berajot, etc.) , para la cantidad de invitados, y hasta para el menú y la calidad de la  comida que se debía servir.  Las bodas debían celebrarse con moderación, sin ostentar y de una manera  accesible para la mayoría parte de la comunidad.

Para la sorpresa de muchos, este decreto fue bien recibido y finalmente adoptado por la comunidad. 

¿Por qué?

El secreto del éxito del Rab Benattar como líder rabínico es que no era solamente respetado por su comunidad, el Rab Benattar era amado por su comunidad. De manera  que cuando él emitía un juicio crítico hacia la comunidad lo hacia desde un lugar positivo, paternal, para corregir y no para criticar, y así eran sus palabras recibidas también por su comunidad.  

El Rab Benattar falleció en 1733 a la edad de 77 años. 

Fue uno de los rabinos más influyentes en la historia de la comunidad judía marroquí. Al punto tal que sus veredictos rabínicos, sus taqanot y sus opiniones halájicas son hasta el día de hoy la base de la práctica de los judíos marroquíes, que hoy en día BH suman más de medio millón de almas.    




El Rab Yaaqob Castro (1525-1612) y la comunidad judía de Egipto

DE SEFARAD A EGIPTO  

El Rab Yaakob Castro fue un erudito en Torá, un juez rabínico y un importante legislador de la ley judía en la comunidad de El Cairo, en Egipto. La familia Castro o “de Castro”era originaria del sur de España. En la época de la expulsión escaparon a Portugal y desde allí, muchos miembros de esa familiallegaron a Turquía, al norte de África, Egipto, etc. El padre del Rab Castro (algunos historiadores dicen que fue su tío) fue el famoso Abraham de Castro (murió en 1520, ver aquí). Abraham de Castro fue uno de los judíos más prominentes de su época. Fue el gerente del tesoro real del Sultán turco Solimán el magnífico (1494-1566), el hombre más poderoso del mundo en esos años. En su honor, el Sultán accedió a reforzar las murallas de Jerusalem agregando a la muralla original varias hileras de roca solida. Esta refacción sigue allí hasta el día de hoy. 

SUS MAESTROS.

El Rab Yaaqob de Castro pertenencia a una familia adinerada. Aparte de su desempeño como rabino el Rab Castro también se dedicaba al comercio, algo que era común entre los rabinos que vivían en Egipto, como el Rab David ben Zimrá o el mismo Rabbi Isaac Luria (el Ari haQadosh) que se dedicaba a la importación y exportación de pimienta y granos.  El Rab Ya’aqob fue alumno de dos grandes luminarias: el ilustre rabino David ben Zimra (Radbaz), y el rab Levi ibn Habib (Ralbah) de Yerushalayim. Al Rab Ya’aqob se lo conoce también por sus siglas Mahariqash ( מהריק“ש), y se lo considera el último “Gran Rabino” de Egipto, es decir, la autoridad rabínica aceptada por todas las comunidades del país, incluyendo las dos más importantes: Cairo y Alejandría. En ese tiempo la mayoría de los judíos de Egipto eran musta’arabim, es decir, nativos de Egipto; mientras que la comunidad de los Sefaradim, esto es, los refugiados de la expulsión de España, recién estaba en sus comienzos.

EL RAB CASTRO Y EL RAB CARO.

En 1570, visitó la ciudad de Sefat en la tierra de Israel, donde fue invitado a la casa del Rab Yosef Caro (1488-1575), el autor del Shulján Aruj. En sus escritos el rabino Castro describe su encuentro con el rabino Caro y relata —me imagino que con mucha emoción— lo que sintió al ver con sus propios ojos al Rab Caro actuando de acuerdo las costumbres que él mismo había establecido en el Shulján Aruj. El rabino Castro escribió varios libros. Mencionaremos dos de ellos. “Erej Lejem”. Glosas y comentarios que el rab Castro escribió en los márgenes del libro Shulján Aruj, donde reflejaba su opinión, y a veces sus objeciones, a algunas determinaciones del rab Yosef Caro. Era tan alta la reputación del rabino Castro que en Egipto su opinión tenia más peso que la del mismo Shulján Aruj. 

LA VIDA EN LA COMUNIDAD JUDIA DE EGIPTO 

Otra de sus obras es «Ahole Ya’aqob«, un libro de responsa rabínica sobre casos reales que sucedieron en su comunidad. En este libro se presentan también los debates Halájicos entre el Rab Castro y algunos de sus contemporáneos, lo cual nos permite tener una mejor visión de su pensamiento jurídico. 
Cabe destacar también que este libro de preguntas y respuestas del Rab Castro es para los historiadores una valiosísima fuente de información para conocer un poco más en detalle la vida social, comunitaria, y las dificultades de la comunidad judía en el Egipto o del siglo 16.
Veamos algunos ejemplos:
Una de las Taqanot, decretos comunitarios, que el rab Castro menciona en una de sus respuestas se relaciona con la ética y la etiqueta que se debe guardar en la celebración de las fiestas de casamientos. Al parecer en algunos casamientos se contrataba bailarinas gentiles que danzaban, como parte de la celebración; esto hizo que más de una vez se produjeran algunos hechos indebidos en esas fiestas. El rab Castro junto con los otros rabinos de la ciudad prohibió este tipo de celebración y alentó a la comunidad a contratar únicamente a músicos, y no bailarinas. 
Otro tema controversial que aparece en las preguntas y respuestas de esa época era la legalidad del reclamo de una esposa que se negaba a vivir en la casa de sus suegros, en una situación donde no había maltrato. El rab Castro debatió con otro rabino muy famoso, el Rab Jayim Kafusi, acerca de la consideración de este reclamo como un causal legal de divorcio. 
Por último, mencionaré un tema un poco más delicado. Al Rab Castro le llegó el caso de dos jóvenes casados, miembros de su comunidad, que salieron en camello a un viaje de negocios y habían desaparecido. Dos hombres egipcios, padre e hijo, testificaron que estos comerciantes habían sido atacados y asesinados por una banda de 12 asaltantes. La pregunta Halájica era si este testimonio era suficiente para declarar a las esposas de estos comerciantes como viudas, y permitirles así que contrajeran nuevamente matrimonio. El rab Castro adoptó una opinión más estricta, ya que las pruebas eran ambiguas, y aparte consideró que los testigos podrían obtener un beneficio personal de su testimonio. El Rab Kafusi se enfrentó con el Rab Castro y presentó una opinión en extremo permisiva para que estas dos jóvenes mujeres no quedaran atrapadas (agunot) en una situación sin otra solución posible.




El Rab Yosef de Terani (1569-1639) y los mecenas de Constantinopla

LA VIDA EN ERETS ISRAEL
El Rabino Yosef de Terani (o “Miterani” רבי יוסף מטראני) nació en Safed, Israel, en 1569 y es considerado uno de los principales talmudistas de su generación. También es más conocido por las iniciales de su nombre “Maharit” (hebreo: מהרי»ט). Su padre fue el famoso rabino Moshé de Terani , autor de Bet Eloqim, que murió cuando Yosef tenía 12 años. Desde esa corta edad el Rab Yosef fue adoptado, y se transformó en el alumno predilecto del gran Sabio Ribbí Shelomó Sagis.  El Rab Yosef se casó en 1586. Ese mismo año se desató una gran plaga en Safed que cobró la vida de miles de Yehudim y entre ellos la de su maestro y padre adoptivo el Rab Sagis.  El Rab Yosef tuvo que abandonar la tierra de Israel y escapó a Egipto, donde vivió con su hermano Shelomó –que era rabino allí– por 15 años.  Durante todo ese tiempo se dedicó al estudio intensivo del Talmud. Cuando regresó a la tierra de Israel vivió en Safed y luego en Yerushalayim donde escribió el libro “Tsurat haBayit”, que describe el diseño y los detalles de la arquitectura del Bet haMiqdash. Este libro, lamentablemente, se ha perdido y solo nos llegaron algunas citas del mismo que fueron copiadas en el libro de uno de sus alumnos, el Rab Jayim Alfandari.  El Rab Yosef en esta época ya era famoso y le llegaban preguntas de todas las comunidades judías del mundo.  Pero la vida en Erets Israel era muy difícil y el Rab Yosef y su familia sufrieron pobreza, enfermedad y persecuciones.
DE SAFED A CONSTANTINOPLA
Al cabo de uno años,  luego de haber servido como Rabino principal de Safed, el rab Yosef se trasladó a la ciudad de Constantinopla, en Turquía, donde había una gran comunidad judía fundada por los judíos expulsados de España, Sefaradim. En Constantinopla el rab Yosef fue recibido con mucho entusiasmo por los hermanos Ben Ya’ish, que eran importantes benefactores y mecenas judíos.  Los hermanos Ben Ya’ish alojaron al Rab Yosef en su hacienda y le ofrecieron mantenerlo a él y a su familia con dignidad mientras se dedicaba a enseñar Torá y escribir sus libros. En la hacienda de los hermanos Ben Ya’ish el Rab estableció su propia Yeshibá o academia rabínica a la cual llamó “Qahal Qadosh Gerush”, la santa congregación de los refugiados de España.  A partir de este momento las penurias el Rab Yosef terminaron y ya sin preocupaciones materiales el rab Yosef se dedicó plenamente a enseñar Torá. Su Yeshibá se convirtió en un semillero de jóvenes rabinos que llegaban de todas partes del mundo a estudiar con el Rab Yosef. Sus hijos cuentan que la Yeshibá tenía más de 80 alumnos que estudiaban directamente con el rab Yosef.
RABINO DE TURQUIA
Luego de 20 años de haber llegado a Turquía el Rab Yosef fue elegido también como el rabino principal de Constantinopla, lo que confería el titulo de Jajam Bashi, rabino principal de Turquía, que en ese entonces era la comunidad judía más próspera del mundo judío. Aparte de seguir al frente de la enseñanza, el Rab Yosef se dedicó a mejorar todo el aspecto de asistencia social comunitaria y entrenó a sus propios alumnos para esta importante tarea. Sus alumnos se ocupaban personalmente de ir a visitar enfermos, consolar a los dolientes, alegrar a los novios y por supuesto, distribuir comida, ropa y todo lo que fuera necesario para los pobres, las viudas y los huérfanos. Entre sus estudiantes se destacan por ejemplo:  Ribbí Aharón DeLapapa, Ribbí Jayim Benveniste, Ribbí Jayim Algazi, y muchos más.
SUS ULTIMOS DESEOS
El Rab Yosef tuvo varios hijos, todos ellos grandes Sabios en Torá.
Antes de morir le encomendó dos cosas a sus hijos. 1. Que publicaran sus libros, que estaban en manuscritos. Y 2. que llevaran sus restos a la tierra de Israel para que pudiera ser enterrado cerca de su padre.  Al poco tiempo de fallecer, en 1639, sus hijos cumplieron fielmente con sus dos deseos.
SUS LIBROS
Entre los libros del Rab Yosef Miterani se destaca su colección de 152 preguntas y respuestas que fueron publicadas en Constantinopla en 1641.
En este link se puede obtener otro libro del Rab Yosef , Tsafnat Pa’aneaj, (Frankfurt, 1694) un comentario sobre la Torá. En las primeras páginas de este libro, por ejemplo, el Rab Yosef explica desde 15 ángulos diferentes cuál fue el pecado del primer hombre, cómo es que este pecado hizo que el hombre descubriera su desnudez, y por qué el Creador lo vistió con una vestimenta de cuero (o “luz”, de acuerdo a Ribbí Meir).
SU TUMBA
Sus hijos llevaron sus restos a Safed y enterraron allí a su padre. Por alguna razón (que desconozco) el lugar de su tumba no se conoció por siglos. Pero fue identificada en  2008 por el Rabino Shelomó Epsteinen en el viejo cementerio de Tsefat, al lado del tumba del rab Moshé Alshej .



El Rab Abraham Azulai (1570-1643) y la espada del Sultán

De FEZ a HEBRÓN
El Rab Abraham Azulai nació en la ciudad de Fez, Marruecos, en 1570. La ciudad de Fez fue un centro judío muy importante desde la época de los Gueonim. Tenemos referencias de Rab Sherira Gaón (906–1006), que escribió dictámenes rabínicos para la comunidad de Fez. La figura rabínica más ilustre de Fez fue Rabí Itzjak Alfasi (Rif, 1013–1103), uno de los rabinos más importantes de la Edad Media y uno de los pilares halájicos en los que se basan las decisiones del Shulján Aruj. La comunidad judía de Fez atravesó épocas de esplendor y decadencia. Cuando comenzó la Inquisición y las expulsiones en España, muchos refugiados judíos sefaradíes se refugiaron en Fez, especialmente tras la expulsión de 1492. La familia del Rab Azulai provenía de Castilla, España. Aunque por mucho tiempo Fez fue un centro vital de estudios de Torá, en los tiempos del Rab Azulai la ciudad estaba lejos de ser un paraíso. Aparte de las constantes persecuciones por parte de extremistas musulmanes, la región sufría de pobreza, sequías e incendios frecuentes. El Rab Shaul Serero cuenta que en la comunidad judía de Fez morían de hambre entre 10 y 20 personas por día. Tras una sequía que duró más de tres años, el Rab Azulai decidió abandonar Fez y dirigirse a la tierra de Israel. Esto ocurrió alrededor del año 1615. Los viajes en barco eran muy peligrosos. Cuando el barco en el que viajaba el Rab llegó cerca del puerto de Capotakia (Port Said), una gran tormenta destruyó su embarcación y todas sus pertenencias se hundieron. Milagrosamente, logró salvar su vida y llegar a la costa (se presume que nadando). Este milagro marcó profundamente al rabino, quien en señal de agradecimiento eterno a Dios por haberlo salvado, diseñó su firma con la forma de una embarcación.

De HEBRÓN a GAZA
Una vez que llegó a Israel, el Rab Abraham Azulai se estableció en la ciudad de Hebrón (Kiryat Arba), donde se relacionó con grandes rabinos de su generación, como el Rab Eliezer Arja. Sin embargo, en el año 1619, una epidemia devastadora lo obligó a abandonar Hebrón y trasladarse a Yerushalayim. Poco después, la plaga también alcanzó Jerusalén, por lo que el Rab Azulai decidió establecerse en la ciudad de Gaza, donde vivió durante varios años. En aquel tiempo, Gaza era una ciudad próspera y estratégicamente ubicada en el centro de la ruta comercial entre Siria y Egipto. Alrededor de 70 familias judías residían allí, dedicadas en su mayoría al comercio y a la agricultura. Durante el dominio otomano —Gaza formaba parte del distrito administrativo de Damasco desde 1517— la ciudad gozó de una relativa estabilidad. Esto permitió el florecimiento de una pequeña pero significativa comunidad judía, compuesta mayoritariamente por sefardíes descendientes de los expulsados de España y Portugal. La vida judía en Gaza se centraba en el estudio, la enseñanza y la práctica religiosa. El ambiente espiritual de la ciudad estaba fuertemente influenciado por la mística judía, y Gaza se convirtió en un centro de resonancia cabalística vinculado a la escuela del Arí z»l de Tsfat. La figura rabínica más destacada de ese período fue Ribbí Israel Najara —originario de la ciudad española de Nájera—, rabino principal de Gaza entre 1620 y 1625 y célebre poeta litúrgico. Su tumba fue venerada y cuidada durante generaciones. La importancia espiritual de Gaza también fue reconocida por viajeros judíos. Ribbí Moshe Basola, un visitante italiano que recorrió la región en 1522, dio testimonio de la vitalidad de su comunidad judía. Algunos describían a Gaza como un lugar dotado de ruaj kedoshá, un espíritu de santidad. No obstante, a partir del siglo XVIII, la presencia judía en la ciudad comenzó a declinar paulatinamente. Durante su estadía en Gaza, el Rab Azulai escribió dos de sus obras más significativas. La primera, un comentario al Zohar titulado Jesed LeAbraham (“La bondad que Dios hizo con Abraham”), fue concebida como una expresión de gratitud a HaShem por haberlo salvado de dos epidemias mortales. La segunda obra, Ba’ale Berit Abraham, es un comentario místico sobre la Torá, profundamente influenciado por la espiritualidad de su tiempo.

COMENTARIO SOBRE LA MISHNÁ
Uno de los libros menos conocidos del Rab Azulai es “Ahavá Bata’anuguim”, un hermoso y extenso comentario sobre la Mishná. Que lamentablemente no es tan conocido como sus libros de misticismo. En este libro el Rab Azulai explica el significado elemental de la Mishná, siguiendo los pasos de Maimónides, e incorporando los comentarios del Talmud, los midrashim y otros famosos libros, incluyendo el mismo Shulján Aruj. Este libro fue publicado en Israel recientemente (1985) en forma parcial (Seder Neziquín). Y la introducción de esta nueva edición fue escrita nada menos que por el Rab Obadiá Yosef (ver https://tablet.otzar.org/#/book/147034/p/15/t/1/fs/0/start/0/end/0/c). Cuando la plaga terminó, el Rab Azulai regresó a Hebrón, donde vivió hasta el final de sus días.

La obra de Ribbí Abraham Azulai sobre la Mishná representa una contribución excepcional dentro del estudio rabínico clásico, no solo por su profundidad sino por el espíritu con el que fue escrita. Su comentario se caracteriza por un enfoque claro, conciso y profundamente respetuoso hacia los sabios anteriores. A pesar de su vasto conocimiento, Ribbí Abraham rehusaba reinterpretar lo que ya había sido explicado por los grandes rishonim y ajaronim. Más bien, buscaba transmitir la Mishná con una mirada renovada, pero sin quebrar la cadena de la tradición. En sus propias palabras, declaró que no saldría de lo que fue recibido “si no es por completo”, y afirmó con humildad: “Nunca se me ocurrió algo que no estuviera ya insinuado por nuestros sabios anteriores”. Este equilibrio entre reverencia y renovación se expresa con fuerza en su descripción del estudio como “Ahavá Bata’anuguim” —un amor espiritual y placentero por la Torá—, concepto que impregna todo su comentario. Su intención no era únicamente aclarar la letra de la Mishná, sino despertar en el lector un deleite interior por las enseñanzas éticas, místicas y morales que encierra. El estilo de Ribbí Abraham es dulce y penetrante, cargado de sensibilidad espiritual, y su objetivo no era dictaminar halajá, sino guiar el alma del lector hacia un vínculo emocional con la Torá. Esta dimensión lo distingue radicalmente de muchos de sus contemporáneos y lo coloca en una categoría única: la de aquellos que enseñan no solo con sabiduría, sino con amor. Su influencia alcanzó a alumnos notables, como Ribbí Shlomó Solomon de Tzfat y Ribbí Nissim ben Malka, autor de Be’er Sheva, prolongando así su legado más allá del tiempo y del lugar en que vivió.  Presentamos en este link (https://www.dropbox.com/scl/fi/7p5g30uhv3qwsl0i8xvdv/Hebrewbooks_org_5281.pdf?rlkey=snwfo2yq07ses2706nq7cscfb&e=1&dl=0 ) el comentario del Rab Azulai sobre la Mishná de Pirqué Abot

LA ESPADA EN LA CUEVA DE MAJPELA
Cuentan que cuando el Sultán del Imperio Otomano, Mohamed IV —el hombre más poderoso de la tierra en su tiempo— visitó la tierra de Israel en 1643, llegó hasta Hebrón. Un viernes, siguiendo la tradición musulmana, fue a rezar a Me’arat HaMajpelá, la cueva donde están enterrados Abraham, Itzjak y Ya’akob. En ese entonces, existía un pozo profundo en el recinto dedicado a Itzjak Abinu, por el cual se podía acceder al interior de la cueva. Nadie descendía allí, ya que se consideraba extremadamente peligroso (posiblemente por falta de oxígeno o la presencia de gases o elementos tóxicos). Cuando el Sultán se inclinó sobre el pozo para observar, su valiosa espada cayó dentro. Envió a varios soldados atados con sogas para recuperarla, pero todos murieron en el intento. Los líderes locales decidieron no arriesgar más vidas de musulmanes y exigieron que fueran los judíos quienes la rescataran, bajo amenaza de exterminio. Fue entonces que el Rab Azulai, ya anciano, se ofreció para la peligrosísima misión. Tras una experiencia extraordinaria, logró recuperar la espada del Sultán. (Puedes leer el relato completo en el sitio oficial de Hebrón: https://en.hebron.org.il/history/228).

SU MUERTE
El Rab Abraham Azulai falleció al día siguiente de haber salido de la cueva de Majpelá, un viernes, justo antes de la parashá Jayé Sará. Está enterrado en el antiguo cementerio de Hebrón. Como era costumbre en esa ciudad, su tumba no lleva inscripción alguna, ni siquiera su nombre —posiblemente como gesto de deferencia a los Patriarcas que descansan allí. Uno de sus bisnietos fue el célebre rabino Jayim Yosef David Azulai, conocido como el Jidá (1724–1806).

 




El rab Ya’aqob Joli (1689-1732) y el libro que cambió al mundo Sefaradí

El rabino Ya’aqob Joli (muchos pronuncian su apellido incorrectamente: Culi o Koli, etc.) nació en Yerushalayim en 1689. Su padre era Ribbí Majir Joli, originario de la isla de Creta. Esa famosa isla, que hoy es la isla más grande de Grecia, perteneció por mucho tiempo al reinado de Venecia. En 1645 fue conquistada por los turcos y desde ese entonces la comunidad judía allí comenzó a declinar. En 1650 el padre del rab Joli emigró a Israel y se asentó en Yerushalayim. Se casó allí con la hija del famoso rab Moshé ben Jabib, que fue el Rishón leTsión, es decir, el rabino principal del los Sefaradim en Erets Israel. El Rab Moshé ben Habib era el nieto del famoso Rab Ya’aqob ben Jabib, autor del libro  ‘en ya’aqob(ver  AQUI).
El Rab Ya’aqob Joli llegó a estudiar por algunos años con su abuelo, y recibió una gran influencia de él. En aquellos días, la situación de los judíos en Israel era desastrosa, política y financieramente. El rab Ya’aqob se mudó a Constantinopla, Turquía, en principio para publicar los manuscritos de su abuelo, pero al final se quedó allí. En esa ciudad conoció al famoso rabino Yehuda Rosanes. El Rab Joli se convirtió en uno de sus mejores alumnos y al poco tiempo el rabino Rosanes lo asignó como Dayán (juez rabínico) de Constantinopla. El Rab Rosanes falleció en 1727 dejando una vasta obra literaria escrita a mano. El Rab Joli se ocupó de publicar los libros de su maestro y los de su abuelo, sabiendo que esta tarea le exigiría muchos años de dedicación, y tendría que postergar la redacción y publicación de sus propios libros. En 1728 publicó Parashat Derajim del rabino Rosanes y en 1731 publicó el libro más famoso del rabino Rosanes Mishné laMelej, un comentario sobre Mishné Tora de Maimónides.
EL ME’AM LO’EZ 
Recién entonces pudo dedicarse de lleno a su famosísimo libro: Me’am Lo’ez.
Me’am Lo’ez es una antología monumental de Midrashim y Halajot, organizada de acuerdo a la sección semanal. Aparte del rico material talmúdico, el Rab Joli presenta en su libro muchas notas autobiográficas y anécdotas, lo que hace que el lector se sienta transportado a las antiguas comunidades sefardíes. Al leer este libro uno puede sentir que los judíos eran víctimas de abusos y persecuciones permanentes. El Me’am Lo’ez los consolaba. El Rab Joli alentaba a los Yehudim a ver el Shabbat, por ejemplo, como una “isla de paz», una oportunidad de 24 horas en la semana para desconectarse de la tristeza y la persecución y disfrutar de la paz y la familia. También educaba a sus lectores, la mayoría de ellos viviendo en malas condiciones, a practicar el Jesed (bondad, caridad) con aquellos que se encontraban en una situación peor. El Rab Joli insiste que el mejor antídoto para hacer frente a las dificultades personales no es la auto-compasión, sino el abrir el corazón y ayudar a aquellos que son más pobres que uno, o asistir a las viudas, a los huérfanos y a los enfermos.
Lo especial de este libro es que a diferencia de otros libros no fue escrito para judíos con conocimientos de Torá avanzados, sino para los judíos comunes, incluso, o especialmente, para los Yehudim que no entendían el hebreo.
EL LIBRO QUE HIZO FAMOSO AL LADINO
El libro Me’am Lo’ez fue escrito en ladino, esto es, español antiguo con algunas palabras hebreas, y escrito con letras hebreas. Voy a copiar a continuación el primer renglón (que se puede ver en la introducción al Me’am Lo’ez en la foto arriba) para que el lector pueda degustar el dulce estilo de esta hermosa lengua.
דיקלארו דיל ארבע ועשרים אין לאדינו דאנדו אה אינטינדיר איל ריז‘ו די לה וידה קי דיב‘י ריז‘ירסי לה פירסונה סיגון קומאנדו לה ליי סאנטה
Transliteración: «Declaro del arba ve’esrim en ladino dando a entender el reyo de la vida que debe regirse la persona según comandó la ley santa»
Traducción: El Me’am loe’z es «la declaración de los veinticuatro [libros de la Biblia hebrea, lo que hoy llamamos Tanaj] en ladino, para dar a entender la conducta [=regimiento, «reyo» en español antiguo] de la vida por la cual debe conducirse una persona , según lo comandó la Ley Santa [la Torá]».
Digamos también que en esa época, siglo XVIII, el ladino era la lengua coloquial de los judíos en Turquía, Grecia y en muchas comunidades del medio oriente. El Me’am Lo’ez trajo entonces una increíble revolución educativa y se hizo inmensamente popular en las comunidades sefardíes ya que todo hombre, o mujer, que sabia leer las letras hebreas ¡tenía ahora la posibilidad de estudiar Torá! Algo que hasta ese entonces era impensable.
EDICIONES DEL MEAM LOEZ
El rab Joli publicó la primera edición de su libro en 1730, en la ciudad de Constantinopla. Pero su obra quedó inconclusa. El Rab Joli murió en 1732, a la muy temprana edad de 43 años. Y sólo alcanzó a completar el libro de Génesis y dos tercios del libro de Shemot.
Pero su obra era tan popular y necesaria que sus alumnos no permitieron que su muerte significara el final de su libro. Y así como el rab Joli se dedicó a publicar los libros de sus maestros, sus alumnos y seguidores continuaron escribiendo, y completaron «los veinticuatro libros» del Me’am Lo’ez en el mismo estilo que su autor original.
Algunos ejemplos.
El rabino Ytshaq Magriso completó el libro de Éxodo (Shemot) y escribió el comentario sobre los libros de Levítico y Números.
Deuteronomio fue escrito por el rabino Ytshaq Bekhor Agruiti.
El libro de Yehoshua por el rabino Rajamim Menajem Miterani.
El libro de Esther por el rabino Rafael Hiya Pontremoli.
El rabino Shemuel Kravitzer (Yerushalmi, 1992-1997), completó los libros que faltaban y tradujo el Me’am Lo’ez del ladino al hebreo.
Y el rabino Aryeh Kaplan, fallecido en 1983, tradujo el Me’am Lo’ez del ladino al inglés.

 

 

PERSONAL

El libro Me’am Lo’ez tiene un significado muy particular para mí. En primer lugar, por el lado de mi madre, somos descendientes directos del Rab Joli («Joli» era también el apellido de mi abuela materna, Sofia Aurora Joli, de Damasco, Siria, z»l).
Por el otro lado, el abuelo de mi esposa, Ribbí Shemuel Chocrón, z»l, de la ciudad de Melilla, España, recibió su gran erudición en Torá «exclusivamente» del Me’am Lo’ez. R. Shemuel vivió en la época de Franco y tuvo que retirase forzado de su trabajo en 1937, a una edad muy joven. Los padres de R. Shemuel tenían la edición completa del Me’am Lo’ez de Esmirna, en ladino. Y R. Shemuel le dedicó su vida a este libro. Me cuentan que estudiaba el Me’am Lo’ez todos los días, por 8 horas diarias, o más. Y llegó al punto de aprender el Me’am Lo’ez de memoria. Tuve el gran mérito de conocer a Ribbí Shemuel y ver con admiración cuando mi esposa Coty, o alguna de sus 7 hermanas, leían el Me’am Lo’ez a su abuelo –porque ya le costaba leer– y si cometían algún error en la lectura él las corregía ¡de memoria!  A través del Me’am Lo’ez Ribbí Shemuel se había convertido en un alumno «directo» de Ribbí Ya’aqob Joli. Mi amor por el Me’am Lo’ez y mi admiración por la obra del Rab Joli crecieron exponencialmente cuando vi el impacto que el Me’am Lo’ez había tenido en este gran hombre y como sus lecciones habían moldeado su personalidad. Ribbí Shemuel Chocrón fue un ejemplo de decencia, integridad, nobleza, bondad sin limites, amor a la Torá y temor a Dios.
Ayer fue el aniversario de Ribbí Shemuel ben Mordejai Chocrón.
Dedico esta Halaja of the Day a su bendita memoria .




El Rab Jayim haCohen (1585-1655) y los piratas que leen

El Rabino Jayim haCohen nació en Egipto en el año 1585.  Su padre Ribbí Abraham haCohen pertenecía a una distinguida familia de Cohanim, descendientes de Don Yosef haCohen, de España.  

Desde su niñez se notaba que tenía un talento notable. No solamente por su tremendo amor por el estudio de la Torá sino también por sus elevadas cualidades humanas.  Se cuenta que de niño, mientras sus compañeros de clase pasaban su tiempo libre jugando, Jayim se encaminaba a la sinagoga para estudiar Torá y aprender cómo servir a Dios. 

En su adolescencia cuando las personas se reunían en la sinagoga durante Shabbat él subía al púlpito y daba clases acerca de la sección semanal de la Torá, leyes correspondientes a las festividades que se aproximaban y palabras de musar (ética judía) que atraían el corazón de sus oyentes.

Más tarde, el Rab Jayim HaCohen \se mudó a la ciudad de Tsefat (Safed) , en Israel. Allí estudio con el rab Jayim Vital (ver aquí) durante unos tres años.

De Safed el rab Jayim haCohen se mudó a la ciudad de Aleppo, Siria, donde se estableció definitivamente. Allí fue elegido como rabino de la comunidad para reemplazar al fallecido Rab Mordejai haCohen, yerno del famoso Rab Shemuel Laniado, ba’al hakelim.  

Cuando el rab Jayim haCohen comenzó a servir como Rab de la comunidad el estudio de la Torá floreció aún más en Aleppo. Se abrieron nuevas escuelas (ketab) y academias rabínicas (baté midrashot)  y tuvieron que agregar más bancos en la sinagoga. 

El Rab Jayim haCohen sirvió a la comunidad de Aleppo como rabino y jefe del tribunal rabínico por décadas.  

Su conocimiento era tan grande que le llegaban consultas sobre temas rabínicos muy difíciles desde las más lejanas comunidades del mundo. 

Finalmente, decidió organizar todos sus escritos y publicar sus libros, especialmente sus comentarios sobre el Shulján Aruj, el código de ley que había sido escrito por el maestro de su maestro, el rab Yosef Caro. 

Además de su comentario sobre el Shulján Aruj, el rab haCohen había compuesto muchos otros libros.  Entre ellos un comentario sobre el Cantar de los cantares (Shir haShirim); un comentario sobre Ejá (Lamentaciones) otro sobre de Rut; un comentario sobre Daniel y muchos libros más. Todos estos libros estaban manuscritos. Pero publicar libros en Aleppo o en Medio Oriente era imposible, porque allí no había llegado la imprenta. La única posibilidad era imprimir los libros en Europa. Y las mejores imprentas estaban en Venecia, Italia, la ciudad donde se publicaron la mitad de los libros de Europa en el siglo XVI. Allí vieron la luz, por ejemplo, la primera edición del Talmud y la primera edición del Shulján Aruj.

Primero, el Rab haCohen envió a Venecia su comentario sobre el libro de Ester. Pero pasaba el tiempo y el libro no salía a la luz.  El rab Cohen decidió entonces viajar a Venecia y ocuparse personalmente de imprimir su libro.  Junto con su hijo tomaron un barco llevando con ellos todos los manuscritos del Rab (calculo que eran más de 20) para imprimirlos también allí. Pero el barco fue atacado por piratas de la isla de Malta, que abordaron el barco para robar el cargo y matar a los pasajeros, o secuestrarlos y venderlos como esclavos. El Rab haCohen y su hijo saltaron al mar y milagrosamente lograron salvar sus vidas. Pero los libros quedaron en el barco…

El Rab rezó a Dios y le pidió su ayuda para recuperar sus invaluables libros, o para que pudiera escribirlos nuevamente desde su memoria. Dios le concedió lo segundo. El Rab haCohen pasó varios años en Italia  reescribiendo de memoria sus preciosos libros perdidos.    

El primer libro que el rab haCohen pudo imprimir, con la inestimable ayuda del Rab Moshé Zacuto, se llama “Torat Jajam” (La enseñanza del Sabio) . Este libro es una colección de los sermones del Rab sobre las secciones semanales de la Torá.   El libro salió a la luz en Venecia, 1654. 

El  próximo libro que imprimió el rab haCohen con la asistencia del rab Shemuel Abohab fue “Meqor Jayim“ (Fuente de vida).  Este libro es un comentario sobre el Shulján Aruj y su primera parte salió a la luz en Venecia, también en 1654.  

Para imprimir la segunda parte de este libro el rab viajo a Livorno (ver ilustración arriba).  Y fue en esa ciudad, en Perashat Quedoshim, año 1655, que el rab haCohen falleció y allí fue enterrado. 

Luego del fallecimiento del rab haCohen, se encontraron algunos de los libros que habían quedado en el barco secuestrado por los piratas. El rab Jida, en su libro de crónicas Shem haGuedolim,  dice haber encontrado el comentario de Meguilat Ester, Ateret Zahab, escrito por el puño y letra del Rab Jayim haCohen. 

Otro de sus libros Migdal David, un comentario sobre Meguilat Rut, también fue encontrado. Este libro fue impreso en Amsterdam en 1680 por un autor que falsamente se atribuyó la autoría del libro del Rab Jayim haCohen.

Recientemente fueron publicados otros manuscritos del Rab sobre los comentarios talmúdicos (agadot) del tratado de Berajot.  Estos manuscritos vieron la luz por primera vez en 1983, en la publicación israelí mensual qobets bet aharon veIsrael.  

Algunos libros y comentarios del rab haCohen aun permanecen manuscritos, y esperan algún día ser publicados.  

Hacer click AQUI para bajar el libro Torat Jajam.  




El Rab Jayim Vital (1543-1620) y el dilema de los verdaderos Cabalistas

SU FAMILIA
El Rabino Jayim Vital nació en la ciudad de Tsefat (Safed, Israel) en 1543. Su padre fue Ribbí Yosef Vital, un experto escriba (sofer). Los Tefilín escritos por Ribbí Yosef eran muy apreciados por el mismísimo Ribbí Yosef Caro, autor del Shulján Aruj y principal rabino de Safed en esos tiempos, no solo por la santidad y pureza de aquel gran Jajam sino también por haber sido escritos siguiendo algunas tradiciones muy antiguas, por ejemplo, el diseño de la letra kaf sofit (o peshutá, extendida) que era escrita por Ribbí Yosef con la parte superior redondeada y no rectangular (ך).  El Rab Moshe Galante cuenta que más de mil pares de Tefilín habían llegado a la comunidad judía de Egipto desde Safed, escritos por el famoso “rab Yosef el Calabrés”. La familia Vital era originaria de Calabria, así que al rab Yosef y a su hijo el rab Jayim se los conocía como los rabinos “calabreses”.
SAFED (צפת)
La ciudad de Safed se había transformado en uno de los destinos más importantes para muchos judíos que llegaban desde la península ibérica luego de la expulsión de España (1492) y Portugal (1497) . En el año 1540 había 5.000 judíos en la ciudad de Safed, 719 familias.
El maestro del rab Vital fue el famoso rabino Moshé Alshej, también de Safed. Cuando el rab Yosef Caro falleció lo sucedió el rab Alshej, quien heredó de Ribbí Yosef Caro la autoridad para ordenar nuevos rabinos. El rab Alshej le concedió su ordenación solamente a un Rabino: el Rab Jayim Vital. Si bien el Rab Jayim Vital es conocido principalmente por sus escritos sobre la Qabbalá, sus estudios iniciales fueron estudios rabínicos convencionales. Su hijo, el rabino Shemuel Vital, cuenta en su libro “Fuente de aguas de Vida” (be-er mayim jayim) que su padre solo se permitió a sí mismo iniciarse en el estudio de la Qabbalá cuando ya había completado sus estudios rabínicos avanzados, lo cual incluye un conocimiento total de las obras Talmúdicas y Halájicas, lo que normalmente lleva décadas de estudios intensivos.
LOS GRANDES MAESTROS
En Safed el Rab Jayim también estudió con el célebre rabino cabalista (mequbbal) Moshé Cordobero (Ramak) hasta el año 1570, cuando el rabino Itzjak Luria, conocido como el Ari haQadosh, llegó a la ciudad de Safed proveniente de Egipto. El Arí haQadosh es considerado como uno de los más famosos cabalistas de la historia. Según el rab Vital, mientras que las obras de los primeros cabalistas —desde Najmánides (1270) hasta el propio Arí— se formularon en base al intelecto humano, las enseñanzas de su maestro, el Ari, fueron reveladas por inspiración divina. En el año 1572 la población de la ciudad de Safed fue diezmada por una terrible plaga que también cobró la vida del Ari haQadosh a la corta edad de 38 años. Luego de la muerte del Arí, el Rab Jayim Vital fue reconocido como su principal alumno y su sucesor.
DE JERUSALEM A DAMASCO
En el año 1578 el Rab Vital dejó Safed y se estableció en Yerushalayim (Jerusalem). Allí fundó su propia academia y ayudó a la comunidad local junto con otras grandes luminarias Talmúdicas como el Rab Betsalel Ashkenazi, de Egipto, autor de Shitá Mequbetset y maestro del Arí haQadosh.
En 1597 el Rab Jayim Vital se trasladó a la ciudad de Damasco, Siria y ejerció allí como el rabino de la comunidad de judíos sefaradim que habían llegado recientemente de Sicilia, Italia. Su principal función en esa comunidad era educativa: enseñar las bases de la Torá a las familias judías, muchas de las cuales estaban regresando al judaísmo luego de haber vivido aterradas por la inquisición española por una, dos o más generaciones.
El Rab Vital falleció en Damasco en 1620, a la edad de setenta y siete años.
SUS OBRAS
El Ari haQadosh no escribía sus enseñanzas sino que las impartía oral y privadamente a un pequeño grupo selecto de alumnos. Con la autorización de su maestro el Rab Vital tomó notas que luego del fallecimiento del Ari organizó, redactó y editó, pero por expresa voluntad del Arí, no las publicó. Por muchos años el libro principal del rab Vital “Ets HaJayim” permaneció “enterrado” (גנוז), y el rab Vital no permitió que fuera publicado.  El Rab Tsemaj cuenta en su libro que una persona muy acaudalada obtuvo de manera indebida libros del Rab Vital y los hizo copiar sin su permiso.
Uno de los temas más controversiales en esta area hasta el día de hoy es la publicación de los libros y estudios de Qabbalá. La propia palabra hebrea “qabbalá”, que significa “recepción”, indica que el conocimiento cabalístico debe ser recibido por el alumno directamente de su maestro, y no a través de un texto escrito (o un video en Youtube…).
La popularización del conocimiento esotérico conlleva a un grave riesgo: que el conocimiento místico sea banalizado, o peor aún, explotado por individuos sin escrúpulos para fines materiales, personales, beneficios, etc. Esto ocurrió lamentablemente más de una vez. Por ejemplo, en los tiempos del falso mesías, el impostor Shabetay Tseví (1666), quien utilizó conceptos de la Qabbalá para justificar y promover su falso mensaje.
La Qabbalá popularizada puede ser explotada por charlatanes y personas sin escrúpulos, como ocurre incluso en nuestros días, porque la mayoría de la gente no sabe de qué se trata la Qabbalá, y no tiene entonces la posibilidad de diferenciar entre el maestro y el impostor. Aunque uno de mis maestros me enseñó lo siguiente que puede ser de mucha ayuda en este tema: “El que la sabe no la dice, y el que la dice no la sabe”

 

Ver aquí uno de sus principales pero mas desconocidos libros.  Este es un libro de Musar completamente accesible para quien lee hebreo básico. Este libro inspira al lector practicar el amor y la dedicación a Dios, estudiando Su Torá y profundizando en las plegarias que a Él le dedicamos.  

LIBRO SHAARE QUEDUSHA

https://beta.nli.org.il/he/books/NNL_ALEPH001896079/NLI




El Rab Refael Ben Shimón (1847-1928) y la comunidad Ashkenazí de El Cairo

El Rabino Refael Aharón ben Shimón nació en Rabat, Marruecosת en 1847. Su padre y su principal maestro fue el rabino David ben Shimón. En 1854 su familia decidió emigrar a Israel y establecerse en Yerushalayim. Allí, además de sus estudios rabínicos, especialmente en el campo de la ley judía, el rabino ben Shimón aprendió idiomas europeos. Además de hebreo y árabe, el Rab hablaba fluidamente italiano, francés y español. En 1890 fue invitado a servir como rabino principal de la importante comunidad judía de El Cairo, puesto que ocuparía hasta 1921.
El rabino Ben Shimón fue un pionero en la determinación de los nuevos desafíos halájicos del mundo moderno. Tanto en el area de innovaciones tecnológicas como de las nuevas tendencias sociales.
En su libro más famoso, umitsur debash (ver aquí ) el Rab examinó la legalidad de temas muy delicados. Por ejemplo: el uso de la electricidad y el encendido de fósforos en Yom Tob; el uso de carruajes fúnebres conducido por gentiles con el fin de enterrar a un muerto durante Yom Tob; la evaluación de la ingeniería del sistema de suministro de agua del rio Nilo en el Cairo, para considerar si las aguas podían ser usadas en un Mikvé, (מים שאובים) etc. También se pronunció sobre temas sociales como la prevención del suicidio; el status de los hijos de matrimonios mixtos y la legalidad o nulidad de casamientos realizados privadamente. En este último caso, por ejemplo, las ceremonias terminaban siendo fraudulentas, ya que los maridos sorpresivamente y sin aviso, desaparecían del país, y se regresaban a Europa, dejando a esas jóvenes mujeres abandonadas e imposibilitadas de volver a casarse (עגונות).
La forma que el rab Ben Shimón resolvió este caso es un gran ejemplo de su admirable actitud halájica y su enorme humildad.
El Rab decidió prohibir y anular la legalidad de estos casamientos (הפקעת קידושין) , pero a pesar de que en 1893 el Pashá (Sultán Turco) lo había sido designado como la exclusiva autoridad rabínica de Egipto, entendió que esta decisión halájica radical no podia ser tomada sin consenso. El Rab consultó entonces can el rabino Eliyahu Hazán de Alejandría y también con el rabino Mendel HaCohen, que era (aunque suene increíble) el rabino de la comunidad Ashkenazi de El Cairo. Todos coincidieron en invalidar esas ceremonias privadas y liberar a estas mujeres de su estado de ‘aguna.
Veamos ahora un poco más en detalle la comunidad Ashkenazí en El Cairo. Esta comunidad se creó a raíz de los progroms que afectaban a Europa, desde finales del siglo XIX. La comunidad tenía su propia sinagoga y cuidaba sus costumbres y tradiciones. El rabino Aharon Mendel HaCohen llegó al Cairo desde Tiberia, Israel. Él y el rab Ben Shimón fueron muy buenos amigos y trabajaron juntos para el beneficio de la comunidad judía. Antes de tomar cualquier decisión halájica importante el Rab ben Shimón solía consultar con el rabino Mendel y buscar su aprobación. La relación y la camaradería entre los dos rabinos se conocía en el mundo entero como un ejemplo del trabajo en equipo y respeto mutuo entre un rabino Sefaradí y un rabino Ashkenazí, algo que no era muy común en esos tiempos.
En 1903, el rabino Mendel junto con el rabino Zvi Makowsky (vaashiba shofetaij) quiso restablecer el Sanhedrín (jiddush hasemijá) en Israel. Es decir, un Tribunal Rabínico supremo y universal que, entre otras cosas, (i) resolvería todos los desacuerdos entre rabinos, Sefaradim, Ashkenazim etc., y llegaría a una decisión halájica uniforme, final y mandatoria para todos. También (ii) asignaría oficialmente a los rabinos de las comunidades de la diáspora que actuarían en nombre de este Sanhedrín.
El Rabino Ben Shimón, si bien le entusiasmaba la idea, era un poco escéptico, y en una hermosa carta dirigida a su colega el rabino Mendel (que se puede encontrar en nehar mitsrayim bet, págs. 583-587), intentó disuadirlo. La oposición del Rabino ben Shimón se basó únicamente en consideraciones prácticas: en los tiempos actuales, dijo con resignación, hay tantas divisiones entre los judíos, que será imposible convencer a los líderes rabínicos que renuncien a su autoridad local y asignen a un tribunal por encima de ellos. Desafortunadamente, el Rab Ben Shimón tuvo razón y el proyecto nunca llegó a buen término.
En 1921 el Rab Ben Shimón emigró con su familia a Israel y se estableció en Tel-Aviv. Su casa fue también su sinagoga y los rabinos de Tel-Aviv consultaban con él permanentemente sobre los más delicados temas de ley judía.
El Rab Ben Shimón falleció en 1928 y fue enterrado en el Monte de los Olivos en Jerusalem.
 חכמים ספרדים



El Rab Abraham Portaleone (1542-1612) y el Bet haMiqdash

SU VIDA
El Rab Abraham Portaleone (אברהם משער אריה) nació en la ciudad de Mantova, Italia en el año 1542. La familia del rab Abraham estaba en muy buena posición económica, lo que les permitía, entre otras cosas tener acceso a la mejor educación, tanto en Torá como en estudios seculares. El joven Abraham comenzó sus estudios de Torá con su padre, como era la costumbre en aquella época, y luego con tutores privados. Grandes luminarias como el Rab Moshé Cazés y otros famosos Talmudistas. También estudió en profundidad los libros e ideas de Maimónides con el rab Yosef Sinai y el rab Ya’aqob MiPano, de la ciudad de Bolonia. Su ordenación rabínica fue otorgada por el famoso Rab Abraham Provenzal, quien terminó siendo su maestro principal (רבו המובהק)
Paralelamente a sus estudios de Torá el rab Portaleone también se dedicó a estudiar medicina. La familia Portaleone ya contaba con cuatro generaciones de médicos. Su maestro fue el mismísimo Rab Provenzal, que también le enseño Latin y ciencias.  Luego de 3 años de estudios intensivos de medicina el Rab Portaleone recibió su titulo de Doctor en Medicina de la Universidad de Pavia, una ciudad italiana cerca de Milán, a al edad de 21 (sic!) años. En su libro explica que durante esos años que estudió medicina no pasó un día sin estudiar también Torá. A los 24 años recibió su licencia para practicar medicina de parte de 35 médicos de la ciudad de Montova, y poco a poco fue ayudando y luego reemplazando a su padre, que ya no estaba bien de salud.
En esos días a los médicos judíos les estaba prohibido atender a pacientes no judíos, a menos que tuvieran un permiso especial. En 1573 el Papa Gregorio XIV le otorgó a Rab Portaleone una dispensación especial para tratar a pacientes cristianos.
En ese año fue nombrado médico de la corte de Don Guglielmo Gonzaga, Duque de Mantova. Durante toda su vida también ejerció como el Mohel y el médico principal de la comunidad judía, a cuyos miembros atendía de forma gratuita.
SHILTE HAGUIBBORIM
Por encargo del Duque de Montova el Rab Portaleone escribió 2 tratados de medicina. El mas conocido es un libro sobre las propiedades curativas del oro .
A los 62 años el rab Portaleone sufrió una enfermedad que lo dejó paralizado de medio cuerpo. Pasó 9 meses postrado en una cama. Cuando pudo recuperarse lo suficiente como para poder escribir, comenzó a escribir su obra maestra, el libro Shllté haGuiborim.
Este libro fue escrito como una guía para la oración y el estudio de Torá para sus hijos, ambos médicos. La mayor parte del libro, sus primeros 90 capítulos, están dedicados al Bet haMiqdash, el gran Templo de Jerusalem. El Ran describe la construcción del Templo, los utensilios sagrados que allí se utilizaban, el servicio Divino en el Templo, etc. Todo esto para comprender mejor el texto que leemos en nuestros rezos diarios que se refieren al sacrifico de la mañana y de la tarde en el Templo.
Shilté haGuibborim es uno de los libros más importantes escritos sobre este tema. Y no solo por ser prácticamente una enciclopedia del Bet haMiqdash. En casi todo tema halájico que el Rab analiza, también enriquece nuestros conocimientos con información científica, técnica e histórica que nos ayuda a comprender y visualizar mejor el complejo tema del Bet haMiqdash. Ejemplos: Gracias a sus profundos conocimientos de música el Rab Portaleone describe las canciones e instrumentos de los levitas de un manera comprensible para el lector moderno. Sus conocimientos de gemología son fundamentales para identificar con claridad las piedras que vestía el Cohen Gadol;. Y sus conocimientos de arquitectura facilitan la exposición de temas muy técnicos y complejos.
El rab Portaleone también definió en este libro un regimen de estudio de Torá diario para sus hijos, que es nada menso que la base de lo que se estudia hoy en casi todas las comunidades Sefaradies del mundo , “Joq leIsrael” (esto se suele atribuir el Rab Jayim Vtal, z”l) .
Al final del libro también se incluye un curriculum de estudio de Torá para las noches.

כולל בית הבחירה, כרמי צור

El libro Shilté haGuiborim ha sido reimprimido en una edición moderna y preciosa, hecha por una Yeshibá muy especial: el Kolel Bet haBejirá, una academia rabínica que se encuentra en la ciudad de Carmé Tsur, en Gush Etzión, Israel. Esta Yeshibá es única porque allí se estudia exclusivamente los temas referidos al Bet haMiqdash. Así, cuando HaShem lo disponga, y muy pronto tengamos nuevamente nuestro Templo en Yerushalayim, contaremos con Talmidé Jajamim expertos que nos podrán guiar en la Abodat haQodesh . 
El Rosh Yeshiva es el rab Tsvi Shalva, שליט»א , quien escribió la introducción al libro. 
Si algún lector quiere hacer una donación a este maravilloso Kolel (muy recomendado!) por favor use la siguiente dirección de email en PayPal.    [email protected]  



El rab Abraham de Castro (1520) y el Purim de Egipto

 «יכולין בני עיר לתקן בהסכמה ובחרמות עליהם ועל זרעם והבאים אחריהם מעתה ועד עולם לעשות פורים יום שנעשה להם נס, ואפילו אם הולכים לשכון בעיר אחרת לא תסור מעליהם התקנה ההיא עד עולם. ה»ר משה אלשקאר סימן מ»ט»
(כף החיים סי’ תרפ»ו ס»ק י)
Lo primero que viene a la mente cuando escuchamos acerca de Mitsrayim (Egipto) es la festividad de Pésaj. Pero los judíos oriundos de Egipto asocian a Mitsrayim con la festividad de Purim. No con el Purim de Mordejay y Ester sino con el Purim de Rabbi Abraham de Castro. Esta festividad “local”  es conocida como Purim Mitsrayim, y conmemora lo acontecido en la ciudad de El Cairo, Egipto, en 1524. La comunidad de los judíos oriundos de Egipto celebran esta festividad el día de hoy, el 28 de Adar.
A lo largo de la historia de nuestro pueblo, no pocas veces ocurrió que ciertas comunidades judías fueron amenazadas o sentenciadas al exterminio total. Estas sentencias provenían generalmente de un soberano que proyectaba su odio contra los judíos de esa ciudad, país o reinado (el “Hamán” de turno). Muchas comunidades, al sobrevivir estas desgracias y ver la mano de HaShem en su milagrosa salvación, declaraban ese día como un “Purim comunitario”, local, para que esa comunidad festejase y recordase el milagro de su salvación año tras año.
Hay decenas de comunidades que festejan o festejaban estos mini Purim. Por ejemplo, los judíos que celebran el Purim de Castilla (1339) o el Purim de Zaragoza (1380) o el Purim de Frankfurt (1616), entre otros . En estos Purim, las comunidades omitían el tajanún (súplicas que se realizan después del rezo de la Amidá), realizaban banquetes y entonaban canciones  compuestas especialmente para dichas ocasiones.
En algunas comunidades hasta practicaban los mismos preceptos observamos en el Purim “verdadero”, Mishloaj Manot y Matanot Laebiyonim.
El “Purim Mitsrayim” contiene un elemento más. Los sabios de Egipto de esa generación establecieron leer, durante todas las noches del 28 de Adar, una “meguilá” que relata toda la epopeya de su salvación. Los primeros rabinos que escribieron acerca de estos “Purim locales” fueron coincidentemente los grandes Rabinos de Egipto de aquel entonces. En su responsa halájica, pregunta 49, el Rab Moshé Alashqar (1466-1542), trayendo varias pruebas del Talmud, llegó a la conclusión que las comunidades tienen la autoridad halájica para declarar un día festivo de Purim local para ellos y sus futuros descendientes. El Rab Hayim Benveniste (1603-1673, Keneset haGuedolá, Tur 686:1) escribió que también Rabbi David Ibn Zimrá (el Radbaz, 1479-1573), que fue Gran Rabino de Egipto, dictaminó lo mismo. Si bien el Rab Jizquiá de Silva (1659-1698, Perí Jadash, O. J. 496:14) disiente con ellos, la mayoría de los rabinos siguen la opinión del Rab Alashqar y el Radbaz, y en nuestros días así lo dictaminó también el Rab Obadia Yosef (Iabía Omer tomo 10, O.J. 53).
Contemos en resumen lo relatado en la “meguilá” de Purim Mitsrayim.
Era en los días de Solimán el magnífico, el sultán del Imperio otomano. En 1523, el sultán nombró como gobernador de Egipto a Ahmed Pasha, que explotó corruptamente a sus súbditos  egipcios, enriqueciéndose con el dinero del pueblo. Ahmed Pasha fue víctima de su propia megalomanía y le ordenó al ministro de la casa de la moneda otomana en Egipto, que era el Rab Abraham de Castro, que grabara su nombre e imagen en las monedas, con la intención de rebelarse contra Solimán y proclamarse sultán de Egipto. El Rab Abraham de Castro se escapó a Estambul para avisarle al sultán lo sucedido. Mientras tanto, Ahmed fue fortaleciendo su propio ejército, atacó a los soldados fieles al sultán y se autoproclamó sultán de Egipto. Muchos de sus soldados saquearon y atacaron el barrio judío matando a varios miembros de la comunidad. Poco después, impuso a la comunidad judía impuestos imposibles de afrontar y amenazó matar a todos los miembros de la comunidad judía local si no pagaban la fortuna que él exigía.  El 17 de Adar del 1524 (5284), al no cumplir la comunidad judía con el pago de los impuestos, decretó la pena de muerte para todos los judíos de El Cairo, la cual se iba a aplicar los días siguientes. Los Yehudim se congregaron, clamaron y suplicaron a HaShem para que los salve. Al día siguiente, el 18 de Adar, un grupo de soldados fieles al Sultán se reorganizaron y atacaron el palacio de Ahmed. Ahmed se escapó y los rebeldes tomaron el palacio en nombre del Sultán. A los pocos días llegaron a Egipto 12.000 soldados de parte del sultan, enviados a partir de la denuncia del rab de castro. Los soldados capturaron a Ahmed y lo mataron el 28 de Adar de 1524. Ese 28 de Adar fue un día de salvación, regocijo y alegría para los judíos de Egipto, y lo declararon como “Purim Mitsrayim”, un día de celebración para ellos y sus descendientes.
Tras estos sucesos, el Rab Abraham de Castro, fue nombrado por Solimán el magnífico como gerente del tesoro real. Por pedido del Rab Abraham, el Sultán Solimán, que gobernaba todo Medio oriente, mando a construir las murallas de protección que rodean hasta el día de hoy la Ciudad Vieja de Jerusalem. Estas murallas fueron un gesto de agradecimiento del Sultán al Rab Abraham de Castro, que demostró su fidelidad con el gobernante otomano. El Rab Abraham fue querido por toda su comunidad, y a su vez muy conocido por su gran filantropía. Rabbi Abraham fue el padre de uno de los jajamim más grandes de la historia de Egipto, el famoso Rabbi Yaaqob de Castro, el Mahariqash (1525-1612).