MATTOT: Sobre niños y ovejas, por Rabanit Coty Bittón

 

EL PRIMER EJÉRCITO DE ISRAEL

Nuestra posesión más preciosa son nuestros hijos. Trabajamos para ellos. Ahorramos para ellos. Y hacemos todos los esfuerzos necesarios para que nada les falte, para que tengan todo lo que necesitan, y más. Mi pregunta es: ¿los padres, actuamos consistentemente con este fin en mente, o a veces nos olvidamos y alguien tiene que recordarnos que lo más importante son nuestros hijos?

En nuestra Parashá Matot, la Torá cuenta que las tribus de Rubén y Gad poseían mucho ganado, y antes de entrar a la tierra de Israel, le piden a Moshé asentarse en el otro lado del Jordán, en los territorios de Sijón y Og, tierras muy fértiles. Moshé en un principio se niega. ¿Por qué? Porque el pueblo judío tenía que enfrentarse militarmente a los poderosos pueblos de Canaán, y necesitaban un ejército fuerte y sólido. Estas tribus constituían casi el 20% del ejército, y su deserción iba a causar una gran frustración en todas las demás tribus. Moshé les dice: ¿Cómo se van a establecer en estas tierras y dejar a sus hermanos luchar en las guerras de conquista sin ustedes? Moshé les exige que se unan a la guerra de conquista. Entonces, los líderes de estas tribus le dicen a Moshé que ellos en ningún momento pensaban abandonar al resto de las tribus: el plan era asentarse rápidamente en las nuevas tierras, unirse al ejército de Israel y pelear junto a sus hermanos. Y ofrecen algo más: ir al frente de la batalla, es decir, a la posición más arriesgada. Estas son las palabras que le dicen a Moshé (beMidbar 32:16) «Construiremos corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros hijos… y luego nos alistaremos al ejército». Moshé acepta la propuesta y les responde afirmativamente (beMidbar 32:25): «¡De acuerdo! Construyan las ciudades para vuestros hijos y los corrales para vuestros animales…».

MOSHE Y SIGMUND FREUD

En este punto hay que notar, con ojos freudianos, una pequeña pero muy significativa diferencia entre lo que dijeron los líderes de las tribus y lo que les responde Moshé. Así, casi sin querer, Moshé modifica el orden de los factores que presenta en su declaración : mientras que los líderes de las tribus mencionaron que construirían «corrales para sus animales y asentamientos para sus hijos»,  Moshé primero menciona a los niños y luego a los animales. Tengan en cuenta que en ese tiempo, las vacas y las ovejas no eran mascotas: el ganado era el capital, el dinero y el trabajo de uno. Moshé notó que estos hombres, literalmente, ¡pusieron a su dinero antes que a sus hijos! Finalmente, y luego de escuchar a Moshé, los líderes de las tribus ponen la casa en orden y le dicen a Moshé que harán lo que él les ordenó (beMidbar 32:25-26): «Nuestros niños, nuestras mujeres y todos nuestros animales se quedarán allá en las montañas del Gil’ad, mientras nosotros iremos a la guerra». Ahora, primero mencionan a los niños, a sus familias, y luego a los animales. Aunque esta diferencia de valores no se discute explícitamente, sino que ocurre a un nivel subconsciente, parecería que entendieron que estaban equivocados. Y alcanzó con escuchar a Moshé repitiendo lo mismo que ellos, pero en el correcto orden de prioridades, para que aprendieran la lección.

LO URGENTE Y LO IMPORTANTE

Todos nosotros sabemos que nuestros hijos son más importantes que nuestro dinero. Cualquier padre o madre a quien preguntemos nos va a contestar que obviamente valoramos a nuestros hijos mucho más que nuestros bienes materiales. Sin embargo, los padres no siempre actuamos de acuerdo con ello. Y como alguna vez dijo Mafalda con mucha sabiduría: «Lo urgente no me deja tiempo para lo importante». Es decir: sé que es muy importante estar con mis hijos, dedicarles tiempo, escucharlos, jugar con ellos, «pero no tengo tiempo». Sé que tengo que interesarme por ellos, hablar de cómo fue su día y saber qué están haciendo en internet, «pero ¡estoy demasiado ocupado trabajando». Así, sin planearlo ni quererlo, no nos queda tiempo (o fuerzas) para «lo más importante de nuestras vidas» y sin querer, ponemos a nuestros hijos en un segundo plano. Recuerdo algo gracioso pero triste: una amiga que tenía una empleada doméstica a la que le confiaba a sus hijos para que los cuidara pero no le permitía que lavara la ropa en el lavarropas porque temía que pudiera arruinarla.

LA HISTORIA SE REPITE

A veces, sin darnos cuenta, repetimos la historia de los portavoces de las tribus y le damos más importancia al bienestar material que a la educación de nuestros hijos. Seguramente los hombres de Gad y Rubén sabían perfectamente bien que sus hijos eran más importantes que sus posesiones materiales, pero como casi todos los padres, necesitaban que alguien, en este caso Moshé, les recordara el orden de prioridades. Nuestra brújula, nuestro referente, es la Torá. Y cada vez que la estudiamos, nos debe recordar claramente que nuestros hijos van primero.

SHABBAT SHALOM

HALAJOT. Leyes de Tish’á beAb
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PINEJAS: Liderazgo judío y el discurso en el Congreso de EEUU 

En nuestra Parashá, Pinejás, los judíos están por entrar a la tierra de Israel. Han pasado 40 años desde la salida de Egipto. Moisés todavía es el líder, pero  se enfrenta a una generación diferente. Estos jóvenes adultos no fueron criados como esclavos, sino como hombres libres. Aún guardan ciertos vicios de la generación anterior o se dejan llevar por las pasiones de la idolatría o a veces le dan la espalda a Dios, a pesar de Su abrumadora presencia en cada aspecto de su vida en el desierto. Pero siguen necesitando un líder. Moshé tiene ya 120 años. Recientemente ha encabezado el ejército en las luchas contra Sijón y Og, pero ahora, cuando se avecina una nueva guerra contra Midián, Moshé pide un cambio. Dios elige a Yehoshúa Bin Nun.

¿Por qué?   Moshé imploró a HaShem que asignara a un líder con una característica especial: un hombre «asher rúaj bo», que con sus palabras pudiera llegar al corazón y mover el espíritu de aquellos que lo escuchan.  Un líder con la sabiduría para lidiar con diferentes tipos de personalidades y escenarios. Que sepa dirigirse y llegar al espíritu de aquellos que necesitan una mano fuerte, y de aquellos que necesitan un enfoque más sensible.   Que sepa comunicar, y persuadir con su palabra a aquellos que no piensan como él. Porque fue justamente en este aspecto, la comunicación con la nueva generaron,  que Moshé sentía que no lo había logrado: Como cuando golpeó a la piedra en lugar de usar la palabra o cuando el pueblo pecó con Midián, y se quedó sin palabras. HaShem  designa a Yehoshúa como sucesor de Moshé porque era «un maestro» de la comunicación. Yehoshúa fue un líder que supo guiar el espíritu de su pueblo y de su mano el ejército de Israel logre sus mas espectaculares victorias. Vencer a docenas de naciones en Canaan y vivir con paz, prosperidad y lealtad a Dios por dos generaciones.

No es fácil ser judío en 2024. En Europa, es peligroso. Tanto es así que muchos han sacado las Mezuzot de sus casas, han dejado de mandar a sus hijos a escuelas judías o usan una gorra deportiva en lugar de una kipá. En EE.UU. es menos grave. POR AHORA.  Aunque en Nueva York, la ciudad con la mayor cantidad de judíos en el mundo entero (1.4 millones), en algunos lugares da miedo caminar por la calle, por la enrome cantidad de árabes con una animosidad manifiesta y sin escrúpulos hacia Israel y los judíos. Hay una gran desmoralización. Porque irónicamente, nosotros, el pueblo que enseñó al mundo la justicia y la solidaridad, está siendo demonizado como asesino y genocida. O está siendo culpado incesantemente por la mayoría de los medios, las Naciones Unidas y hasta la Corte Penal Internacional de La Haya en Holanda. Es como que el mundo no entiende, no le interesa reconocer quiénes son los buenos y quiénes son los malos de esta película.   Israel es tratado por el mundo  con las mismas actitudes que un antisemita clásico trata a un individuo judío: acusaciones falsas, demonización y mentiras sin escrúpulos.  A Israel se le acusa de genocidio porque se atrevió a defenderse. Porque NO OFRECIÓ A HAMÁS LA OTRA MEJILLA. El mundo, y sus portavoces en los medios internacionales, optan por ignorar cínicamente y sin pestañear los crímenes perpetrados el 7 de octubre. Omiten deliberadamente de la opinión pública que todo lo que tiene que suceder para que haya un alto el fuego en Gaza y para evitar la muerte de los civiles palestinos  es que el grupo terrorista Hamás se rinda y entregue a los judíos secuestrados. Pero nadie apunta sus reclamos contra Hamás: increíblemente—o no —apuntan sus dardos contra la víctima, el Estado de Israel.

¿Dónde será posible encontrar una plataforma multitudinaria y respetable para comunicar nuestra historia, nuestro lado de la verdad? ¿Dónde encontramos al líder judío que nos represente? ¿Un líder con la sabiduría de Yehoshúa para que sus palabras puedan entrar los corazones y mover los espíritus de aquellos que lo escuchan?

Creo que esta semana encontramos a ese líder. Esta miércoles pasado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu,  habló en Washington ante las dos cámaras del Congreso de EE.UU.

Era la cuarta vez que se dirigía al congreso en su vida política. No existe otro mandatario en el mundo con un récord semejante. Habló por casi una hora, y fue ovacionado con aplausos de pie unas 50 veces. Fue visto y escuchado por miles de millones de personas.  Y le presentó al mundo el punto de vista de Israel. Describió gráficamente la terrorífica masacre del 7 de octubre y el Holocausto que sufrieron las víctimas: padres, abuelos, hijos y bebés. Habló de los rehenes judíos y presentó a la joven israelí Noa Argamani, cuya fotografía se ha convertido en el icono del horror de los secuestrados. Luego introdujo a tres soldados de Israel. El mundo vio el verdadero y noble rostro de los soldados judíos, que representan a cientos de heroicos jóvenes que sacrificaron sus vidas para defender a Israel, o los miles de combatientes heridos que han perdido un brazo, una pierna o la vista, pero han conservado su valentía para regresar y luchar en esas condiciones.  Todo esto — y un poco más — fue lo que logró demostrar Benjamín Netanyahu en Washington, D.C.

Netanyahu denunció a Irán como la cabeza del pulpo que maneja sus tentáculos:  Hamás, Hezbollah y los Hutíes del Yemen.Y afirmó  que Irán está financiando las protestas pro-Hamás en todo el mundo, incluyendo las que tenían lugar en ese momento afuera del Congreso, en las cuales estaban incendiando la efigie de Netanyahu, quemando banderas americanas, profanando los monumentos históricos, cantando a favor del terrorismo de Hamás y alzando banderas palestinas. Acusó a estos activistas  de ignorancia y de ser los “idiotas útiles» de Irán.

Netanyahu no fue apologético: todo lo contrario. Representó a Israel  con una enorme dignidad y un orgullo contagioso. Un orgullo que lo llevó a afirmar, y con razón, lo que nunca antes (y no creo que nunca después) ha dicho un mandatario extranjero en la cara del Congreso estadounidense:  «WE ARE PROTECTING YOU” (Nosotros, Israel,  los estamos protegiendo a ustedes, EEUU, de Irán), lo cual le valió un aplauso y una ovación multitudinaria porque, por más que suene arrogante, es verdad. Israel está al frente, llevando a cabo una guerra que no es un choque entre civilizaciones, sino una batalla entre la civilización y la barbarie: entre aquellos que aman la vida y aquellos que aman la muerte de los que no piensan como ellos.

Netanyahu fue muy firme respecto a nuestro derecho a la tierra de Israel: “Es la tierra de nuestros antepasados, donde rezaron Abraham, Isaac y Jacob;  donde profetizaron Isaías y Jeremías,  y donde reinaron David y Salomón”. Lo dijo con un orgullo y con mucha convicción. Y tocó las fibras no solo de los judíos presentes, sino también de los senadores americanos cristianos que se identifican con la Biblia hebrea, que no son pocos.

Netanyahu no solo representó al Estado de Israel, sino a todo el mundo judío.

Concluyó con un pedido de ayuda para Israel, pero incluso aquí fue muy medido y honorable. Explicó que Israel no necesita que EE.UU. mande sus tropas, soldados americanos que sacrifiquen sus vidas por Israel como lo hicieron en Vietnam, Irak y Afganistán. Netanyahu dejó claro y con mucho orgullo judío que el ejército judío es autosuficiente para eso y solo necesita que EE.UU. le envíe el armamento necesario para lidiar con los múltiples conflictos que enfrenta Israel, lo más rápido posible.

Personalmente, estoy muy agradecido a Dios de que Netanyahu sea el primer ministro de Israel. Y le ruego a HaShem que lo proteja y le siga dando la sabiduría que le dio a Yehoshúa Ben Nun para liderar el ejército judío hacia la victoria en su incesante lucha contra tantos  enemigos.   AMEN




PINEJAS: Judaismo y Nepotismo

TODO POR MIS HIJOS
Moshé Rabenu sabe que su vida pronto va a terminar. También sabe que su pueblo, Am Israel, necesitará un líder que lo reemplace. ¿Quiénes eran los candidatos para tomar el puesto de Moshé? Lo más natural en esa época y en esas circunstancias hubiera sido que los hijos de Moshé lo reemplazaran.  Al fin y al cabo «todo nuestro sacrificio es para nuestros hijos”.  Y Moshé podría haber pensado que él se ganó el derecho de que sus hijos hereden su puesto y tomen el liderazgo del pueblo. Aparte del punto de vista formal, y tal como lo vieron y vivieron por siglos en Egipto, Moshé, que era desde todo punta de vista práctico  «el Monarca» de los judíos: merecía establecer su propia dinastía.
 
MERITO vs. FAMILIA
Pero sorprendentemente, los hijos de Moshé no son mencionados en la Torá ni siquiera como candidatos a la sucesión de Moshé. Y los Sabios del Midrash afirman que Moshé en un principio sí pensó en sus hijos como sus sucesores naturales. ¿Cómo lo sabemos? Los sabios dedujeron esta idea de la yuxtaposición del texto que habla de Tselofjad, y el texto que habla de quién reemplazará a Moshé.  Tselofjad no tenían hijos varones. Las hijas expresaron a Moshé que ellas tenían el derecho legal de heredar las tierras de su padre. Al final, la Torá les da la razón y las hijas de Tselofjad obtuvieron su herencia. Los Sabios indican que en ese momento Moshé pensó: “Si las hijas de Tselofjad heredan la tierra de su padre, mis hijos, deberían heredar mi posición de liderazgo”. En este punto, los Sabios, con una inusual ausencia de eufemismos, reconstruyen la respuesta teórica que Dios le manifestó a Moshé: “¡Tus hijos no hicieron nada (ישבו להם) para merecer heredarte! No asistieron a la casa de estudios y no se esforzaron para aprender Torá!” En otras palabras, la Torá, el estudio, la capacitación intelectual y espiritual, no se recibe por herencia como un pedazo de tierra. Si no existió el esfuerzo personal por parte de los hijos, heredar automáticamente un puesto de liderazgo, sería simplemente «nepotismo».
 
TRÁMITES DE SUCESIÓN
Pero aquí no termina el tema. HaShem, al final, le transmite a Moshé que quien lo sucederá será Yehoshua, el asistente de Moshé. Los Sabios dicen que HaShem le transmitió su decisión a Moshé de esta manera: “Yehoshúa, si bien no es ni tu hijo ni tu sobrino, [es tu discípulo] y se esforzó en todo lo que pudo. Durante los años que te asistió, Yehoshua se levantaba muy temprano por la mañana y se presentaba en la casa de estudios de Torá (בית ועד). Allí, y antes de que llegara cualquier otra persona, Yehoshua limpiaba el piso, extendía las alfombras en el piso y arreglaba los bancos… estuvo dispuesto a realizar cualquier trabajo que fuera necesario, sin importarle que ese fuera o no fuera acorde a su prestigio. etc.…. Además,  se quedaba en la casa de estudio hasta altas horas de la noche, y solo se marchaba cuando ya todos se habían marchado.”  La comparación entre Yehoshúa y los hijos de Moshé no deja lugar a ambigüedades. HaShem le enseña a Moshé –y por su intermedio a todos nosotros– que los judíos pertenecemos a una sociedad «meritocrática»: los méritos propios tienen más valor que los méritos heredados. Lo que se valora es el esfuerzo personal. Las posiciones de liderazgo son asignadas en base al mérito, en virtud del talento, la educación, la competencia y la aptitud específica del individuo para ese determinado puesto.  
 
LA TIERRA Y EL LIDERAZGO
A diferencia de un pedazo de tierra o una gran fortuna, la Torá — el liderazgo en el ámbito de Torá– NO se hereda automáticamente de padres a hijos. El hecho de que mi padre sea o haya sido un gran sabio o un gran líder, no me convierte a mí, su hijo, en un gran sabio. Y viceversa. Es posible que un gran sabio haya tenido un padre que no era un gran sabio. En última instancia, la posición depende del esfuerzo propio. Así se lo explicó el gran erudito judío Aqabiyá ben Mahalalel a su hijo. Cuando Aqabiyá estaba por morir, su hijo le pidió que «lo recomendara» a sus colegas, que eran los más prominentes rabinos y líderes del pueblo judío. «Con tu recomendación, papá, muchas puertas se van a abrir, y yo voy a poder pertenecer a ese grupo de elite que me va a facilitar el acceso a cargos muy importantes».  Pero su padre se negó «a recomendarlo». Su hijo le preguntó: ¿Acaso encontraste algo malo en mí? Y su padre le respondió una frase que quedó para la historia: «Hijo mío, no es mi recomendación la que te va a otorgar prestigio y un puesto de liderazgo, sino tus acciones.  מעשיך יקרבוך ומעשיך ירחקוך  «Tu conducta te va a acercar a ellos o te va a alejar de ellos». Tu éxito no va a depender de mi recomendación sino de tus propios méritos.    
 
 



BALAQ: ¿Quiénes son los peores enemigos de Israel?


DE ADENTRO HACIA AFUERA

Hasta ahora, la mayoría de los problemas que el pueblo de Israel tuvo en su travesía por el desierto tenían que ver con conflictos internos: la gente insatisfecha, quejas por la comida (maná), los espías que desalentaron al pueblo, la rebelión de Koraj contra el liderazgo de Moshé, etc. Esa generación que salió de Egipto tuvo que, literalmente, desaparecer.

Ahora, nuestra Perashá sucede 40 años después de la salida de Egipto. Los problemas se transforman: son conflictos con los enemigos externos.

Israel está en el lado este del río Jordán, lo que hoy es Jordania, listos para ingresar a la tierra prometida.

Balaq, el rey de la nación de Moab, ve desde lo alto de su montaña al pueblo judío y les tiene miedo. Se dio cuenta de que estos judíos son diferentes a la primera generación: saben defenderse y luchar, como quedó demostrado en las impresionantes victorias contra Sijón y Og. Balaq teme que su reino termine de una manera parecida. Y para evitarlo, se le ocurre una idea no convencional, “out of the box”.

EL SECRETO DE LA SUPERVIVENCIA JUDÍA

Balaq reflexiona sobre el pueblo judío y sus espectaculares triunfos: si la primera generación, los que salieron de la esclavitud y no sabían luchar, vencieron a Egipto, la mayor superpotencia del Medio Oriente, y humillaron al faraón y su ejército, ese triunfo NO podía haberse basado en su poderío militar. “Algo” sobrenatural tiene que explicar por qué Israel nunca perdió una guerra a pesar de NO ser un pueblo agresivo, guerrero y despiadado. Balaq concluye —correctamente— que el secreto de Israel no está en su destreza militar. Hay algo —Alguien— no convencional que les ayuda a ganar las guerras. Y asume que el secreto de las victorias judías está en la relación entre Moshé y el Dios de Israel. El Dios de Moshé, razona Balaq con su mente idólatra, es superior y ha vencido a todos los dioses egipcios.

Balaq tiene que buscar un dios más poderoso que el de Israel. En su defecto, podría utilizar a alguien que pudiera manipular a ese mismo “Dios” de Israel, un razonamiento no poco común en el mundo idólatra, y usarlo contra Moshé. Los dioses paganos eran sobornables y podían cambiar de opinión. Pero había que encontrar a alguien que tuviera acceso a ese Dios y lo convenciera de que se pusiera en contra de Moshé. Balaq cuenta con muchos recursos propios: adivinos, brujos y magos. En el pueblo de Midyan, le informan a Balaq, hay alguien muy especial, un profeta como Moshé, que pueda invocar al mismo Dios de Moshé. Se llama Bilam, y es aliado de sus aliados medianitas.

Lo manda a buscar y lo contrata para que con sus poderes “maldiga” a Israel: es decir, haga que Dios se vuelva contra ellos. En la cultura pagana creían que los dioses no pueden “querer” a alguien, elegir a alguien así porque sí. Los dioses paganos son mercenarios. Pueden ser comprados, manipulados y cambiarse de bando. Y Bilam es la persona indicada para hacerlo.

Luego de idas y vueltas, donde le explica a Balaq que él no habla de su propio albedrío, sino que “Dios pone las palabras en su boca”, Bilam llega donde Balaq, entra en trance y trata de invocar a Dios para maldecir a Israel. Pero Dios interviene en las palabras de Bilam, lo inspira —lo posee— y en lugar de maldiciones, de la boca de Bilam salen las más hermosas bendiciones. Lo intentan varias veces, siete en total, desde diferentes ángulos, con diferentes sacrificios, pero una y otra vez, todas las maldiciones que Bilam quería pronunciar contra Israel se transforman en bendiciones. Balaq se enoja muchísimo con Bilam y lo echa.

BILAM EL MONOTEÍSTA

El relato es fascinante y deja muchos interrogantes abiertos. Me voy a concentrar en uno solo. ¿Por qué Bilam se presta a ayudar a los enemigos de Israel? Es raro porque Bilam, aparentemente, es una persona religiosa y reconoce al Dios de Israel.

Repito: Bilam no solo cree en un “dios” general, sino en el Dios de Israel. Y a diferencia del faraón o de otros gentiles, Bilam no usa solo la palabra ELOQIM, que significa genéricamente “Dios”, sino “Amonay” (con “d”): el “nombre propio” del Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

Dos preguntas. Primera pregunta: ¿Cómo es posible que Bilam creyera en el Dios de los judíos? Creo que ningún comentarista se refiere a este punto. Quizás porque la respuesta es demasiado simple. Bilam pertenece a la nación de Midyan, ¡el pueblo del suegro de Moshé, Yitró! En el libro de Shemot leímos que Yitró llegó al campamento de Israel alabando y reconociendo al Dios de Israel. Pero luego, antes de que Israel partiera rumbo a la tierra prometida, Yitró regresó a Midyan, y de acuerdo a algunos comentaristas, cuando regresó a Midyan, difundió el culto al Dios de Israel. Esta Perashá sucede 40 años más tarde. Y al parecer Bilam era discípulo de Yitró, y a través del suegro de Moshé aprendió acerca de HaShem, Dios de Israel.

LA COMPETENCIA RELIGIOSA

Segunda pregunta. Si Bilam y Moshé son monoteístas y creen en un mismo Dios, si la religión de Bilam y la de Moshé eran tan parecidas, ¿por qué Bilam odia a Israel y los quiere maldecir?

Es mucho más lo que Bilam y Moshé comparten ideológicamente que lo que los separa. Incluso si Bilam llamaba a Dios con otro nombre en idioma medianita, se refería al mismo Dios. Es como cuando un musulmán menciona a Allá: se está refiriendo al Dios de la Biblia, al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. El monoteísmo, la creencia en un solo Dios, tendría que motivar a Bilam a actuar como protector de Israel, o por lo menos como su aliado más leal. ¿Cómo se explica el antagonismo de Bilam hacia Israel?

Creo que, una vez más, para entender el pasado bíblico debemos utilizar el presente político.

Pensemos en quiénes son hoy en día los enemigos más feroces de Israel. Sin duda, los musulmanes islamistas, es decir, los más “religiosos” como Hamas, la Hermandad Musulmana y el Jihad Islámico. Recordemos que el Islam se forma a partir de textos e ideas bíblicas: el patriarca Abraham, la Biblia, el monoteísmo, el rezo, el ayuno, etc. ¿Por qué entonces esa enemistad hacia Erets Israel, cuando en realidad, los musulmanes —nuestros primos hermanos— deberían ser nuestros protectores o al menos nuestros “aliados naturales”? ¿Cómo se explica?

LA TEORÍA DEL REEMPLAZO

El profesor Mordejai Kedar y otros analistas israelíes que se especializan en el Islam, explican que detrás de todo el odio político y la idea de Jihad de los islamistas hay una base 100% religiosa: ¿quién debe ser considerado como el verdadero representante del Dios de la Biblia: Israel o la nación islámica? ¿Quién es superior? ¿Y quién fue el profeta superior: Moshé o Mahoma? ¿Quiénes son los auténticos representantes de Dios sobre la tierra: los judíos o los musulmanes? Que quede claro que la lucha religiosa por demostrar supremacía viene de un solo lado: del lado islamista. Los judíos, B”H, no necesitamos declarar ninguna guerra religiosa para validar nuestra condición de pueblo elegido, porque NO SUFRIMOS DE NINGÚN COMPLEJO DE INFERIORIDAD. Pero del otro lado hay una desesperación por demostrar la supremacía religiosa.

NADA NUEVO BAJO EL SOL

Esto ocurrió con Bilam. A pesar de todo lo que tenía en común con Moshé, a Bilam NO LE INTERESABA relacionarse con Moshé, no quería sumarse a su pueblo ni convertirse en su aliado. Una vez que conoció la religión de Moshé, SE APROPIÓ DE LA RELIGIÓN DE MOSHÉ y desde ese momento Moshé le hacía sombra. El odio de Bilam hacia el pueblo de Israel nacía desde su deseo y aspiración de REEMPLAZAR a Israel.

Y por eso se transformó en su mayor enemigo e intentó destruirlo.

Pero Dios no lo permitió en ese momento ni lo permitirá hoy.

SHABBAT SHALOM




La humildad de Moshé y la arrogancia de Bil’am

¿QUIÉN ERA BILAM?

Aunque una de las Perashiot que leemos esta semana lleva el nombre del Rey de Moab, Balaq, el protagonista principal es un individuo muy misterioso llamado Bil’am (Balaam). ¿Quién era Bil’am? Bil’am era un profeta no-judío. Y de acuerdo a nuestros Sabios, Dios se reveló a Bil’am en un nivel similar al que se reveló a Moshe (Moisés).

Pero no asumamos que por el hecho que Dios se reveló a Bil’am, Bil’am se parecía a Moshé. En realidad aunque ambos, Moshé y Bilam, recibieron un mensaje profético, procesaron esta experiencia de una manera completamente diferente. Opuesta. 

LA EXPERIENCIA DE MOSHE

El comunicarse con Dios le hizo darse cuenta a Moshé de lo pequeño y limitado que él era.  Un ejemplo.  Moshé tenía muchas preguntas que hacerle a Dios. Uno de los temas que más angustiaba a Moshé era no comprender la justicia de Dios. ¿Cómo puede ser que si Dios es todo bondad (omnibolente) y todo lo puede (omnipotente) los hombres justos muchas veces sufren?  Sin embargo, después de su «encuentro cercano» con Dios, esta pregunta de Moisés desapareció. Pero no desapareció porque Moshé encontró una respuesta a este interrogante, sino porque la cercanía de Dios le permitió a Moshé entender mejor sus propias insuperables limitaciones. Su encuentro con Dios le hizo comprender a Moshé por qué no podía comprender. Al aproximarse a la Infinitud de Dios Moshé tomó conciencia de su infinita pequeñez. Y entendió que tratar de entender «los pensamientos de Dios» está más allá de las capacidades cognitivas de un ser humano, por más sabio o inteligente que éste fuera. Es por eso que después de experimentar la revelación Divina, Moshé, que ya era humilde, se comportó con más humildad y se convirtió en «el hombre más humilde que hubo sobre la faz de la tierra» (Bamidbar 12:03).

LA EXPERIENCIA DE BILAM

Bil’am también tuvo un encuentro cercano con Dios. La misma epifanía abrumadora que experimentó Moshé Rabenu. Pero la reacción de Bil’am fue exactamente opuesta a la de Moshé. Cuando Dios se reveló a Moshé, Moshé se enfocó en Dios, en su Infinita Sabiduría que tan lejos está de nosotros. Pero cuando Dios se reveló a Bil’am, Bil’am se enfocó en sí mismo. Bil’am pensó que si Dios se comunicaba con él, era porque él, Bil’am, era una persona muy especial y única: un iluminado. Y así Bil’am se convenció de que él era el hombre más importante sobre la faz del planeta.  Y actuaba de esa manera. Lejos de tomar conciencia de su finitud al tener más conciencia de la infinitud de Dios, Bil’am se jactó de que él ahora podía comprender la Sabiduría Divina. Y en un momento pronunció la frase más arrogante que se haya escrito en la Torá: yode’a da’at ‘Elion, «[Yo soy Bil’am], el que comprende la mente del Todopoderoso».

LA EXPERIENCIA RELIGIOSA

Vemos como la misma experiencia espiritual, la revelación de Dios, afectó a Bilam y a Moshé Rabenu de maneras completamente opuestas.  Moshé se transformó en el hombre más humilde de la historia. Y Bilam, en el más arrogante.  Bil’am, por ejemplo,  se refirió a sí mismo en tercera persona.  Y también se alardeaba de que Dios hablaba «a través de su boca», como si él fuera Su elegido. Bil’am presumía tener la habilidad de destruir a toda una nación, Israel, con el poder de su palabra, sin necesidad de un enfrentamiento militar.  Bil’am pensaba que podía «forzar» la voluntad Divina y «obligar» a Dios, a través de su magia a hacer lo que él, Bil’am, quisiera. 

CUANDO LOS BURROS HABLAN

Nuestros rabinos señalan que Bil’am recibió una lección de humildad de quien menos imaginaba: de su burra.   

Cuando Bil’am se dirigía a encontrarse con Balaq, que lo había contratado para maldecir a Israel, iba montado en su asno. El animal de pronto se detuvo y se desvió de su camino. La Torá explica que al animal vio un ángel, se asustó y por eso se detuvo. Pero Bil’am castigó a su burra y la amenazó de muerte con su espada. Dios, entonces, «abrió la boca» del animal y la burra le reveló a Bil’am por qué se había desviado.

Nuestro rabinos explicaron lo siguiente:

Bilam se jactaba de que Dios «hablaba por su boca». Ahora, Bilam vió que incluso un burro, que nunca fue considerado un animal muy inteligente, también podía hablar y transmitir un mensaje Divino, si Dios así lo quiere. Ergo: Bil’am no era ni siquiera superior a su burra.

Bilam también afirmó que él podría eliminar toda la nación de Israel con sus maldiciones mágicas. Pero entonces ¿por qué para amenazó matar a su burro con su espada? Bil’am alardeaba de poderes que él mismo sabía que no tenía. 

Por último, Bil’am afirmó que él podía entender la Mente Divina. Y Dios le demuestra a Bil’am que ni siquiera era capaz de comprender la mente de una burra…

El hombre humilde es como el Bambú, dice un proverbio chino, cuando más alto crece más se inclina. 

SHABBAT SHALOM




JUQAT: Tres enseñanzas bíblicas para el nuevo ejército de Israel

LOS HOMBRES LANGOSTAS

En algún punto no especificado en la Perashá de esta semana, Juqat, el texto bíblico hace un salto en el tiempo y nos transporta desde el segundo año de la salida de Egipto al año 40. Los nuevos protagonistas son la joven generación del pueblo de Israel, que esta vez está lista para luchar y conquistar la tierra prometida.

La generación anterior nació y vivió toda su vida en la esclavitud. No sabían luchar ni defenderse. Se habían liberado de la esclavitud pero sufrían del miedo a la libertad. Vieron y experimentaron los milagros más imponentes de la historia —las diez plagas, la apertura del mar, la revelación de Dios en el monte Sinaí, el maná que caía del cielo— ¡pero no se convencieron! Dios estaba con ellos, ¡pero no lo veían!  Fue la generación derrotista que se definió a sí misma como “langostas” que no podían defenderse del enemigo.

Esta generación ahora ha desaparecido. El cambio en la mentalidad del pueblo judío, lamentablemente, no ocurrió como un proceso de transición desde la esclavitud a la libertad. Ocurrió, como lo dijo una vez sin compasión el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger: “Algunas veces el cambio de mentalidad no tiene lugar a través de un lento proceso de aprendizaje, sino funeral tras funeral”.

La nueva generación que no se crió obedeciendo al Faraón sino observando la voluntad de Dios comienza ahora su implacable campaña de conquista de la tierra prometida.

¿CÓMO NO NEGOCIAR CON SECUESTRADORES?

El primer desafío que enfrentan es sumamente relevante para nuestros días. Los cananeos de la ciudad de Arad, en el Negueb, atacan a los judíos.  ¿Saben qué hacen los cananeos? ¡Toman prisioneros judíos! ¿Y qué hace el nuevo ejército de Israel en su primer desafío? Primero rezan a Dios, le prometen lealtad y gratitud a Dios si les concede ese primer triunfo. Luego, ni se les ocurre negociar con los secuestradores, ya que en Medio Oriente eso refleja debilidad y estimula al enemigo a secuestrar más judíos.  La nueva generación ataca a los secuestradores del enemigo, los elimina y rescata a los rehenes. La Torá no parece muy a favor de negociar con terroristas. ¿Y el resultado?  No se escucha de ningún otro pueblo Canaanita que toma rehenes judíos. Lección número 1.

LA PRIMERA GUERRA

Inmediatamente después, encontramos a los judíos en lo que hoy es Jordania. Antes de atravesar el río Jordán para llegar a Israel, tienen que atravesar los territorios de Sijón y Og, reyes del Emorí y del Bashán respectivamente.

Sijón era un poderoso rey, con fama de invencible.

Ahora, el comandante en jefe del nuevo ejército de Israel, nada menos que “Moshé Rabbenu”, le envía a Sijón un “mensaje de paz”, . Moshé le dice a Sijón más o menos así:

“El pueblo de Israel solicita permiso para atravesar su territorio sin desviarse del camino principal, sin arruinar tus campos o viñedos, y sin intención de beber agua de tus pozos. No buscamos la guerra contigo. Solo queremos pasar por tu territorio para cruzar el río Jordán y llegar a nuestro destino: la tierra de Israel que nos fue prometida por Dios” (Bamidbar 21:22).

Sorprendentemente —o no— Sijón rechaza el generoso mensaje de paz de Israel y sin provocación alguna sale a atacar a los judíos. Irónicamente, el primer desafío militar para el nuevo ejército de Israel no fue atacar y conquistar sino “defenderse de sus atacantes”. Estamos ante la primera batalla del Ejército de “Defensa” de Israel.

Sijón calculó mal:

“Israel lo venció a punta de espada y heredó su territorio, desde Arnón hasta Yabok, hasta la tierra de Amón…”

No quedó nada del violento Sijón que no quería ni buscaba la paz.  E Israel “heredó su tierra”, del otro lado del Jordan, la anexó. Porque de acuerdo a la Torá, si alguien te ataca, te defiendes y le ganas, no le tienes que regresar su territorio: ahora es TU POSESIÓN. Lección número 2. Tierra conquistada, tierra anexada.

SEGUNDA GUERRA

Luego llega la segunda guerra que enfrentó el nuevo ejército de Israel. La batalla contra Og que también salió a atacar a Israel, sin provocación.

“El pueblo (de Israel) se dirigió hacia el norte por el camino de Bashán, pero Og, el rey de Bashán, salió con todo su pueblo para enfrentarlos en batalla en Edrei. Dios le dijo a Moshé: ‘No le temas, porque yo te lo entregaré a él y a todo su pueblo en tus manos. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los emoritas, que habitaba en Jeshbón.’ El pueblo de Israel lo derrotó a él y a todo su pueblo completamente… ” (Bamidbar 21:33-35).

Israel eliminó a Sijón y a Og porque no querían, y si los dejaban allí, era solo una cuestión de tiempo hasta que se rearmen de nuevo y ataquen, secuestren, violen o asesinen a los judíos. No se puede dejar lobos hambrientos alrededor del “rebaño de Dios” que solo quiere vivir en paz. Lección número 3.  ¡Los lobos son insaciables! Y cuando más los alimentas, más hambre tienen.

 

LOS NUEVOS SOLDADOS

No puedo dejar de conectar nuestra Perashá con nuestra realidad hoy en día, y con los valientes jóvenes soldados que hoy pelean con un espíritu bíblico indomable. Ellos comprenden que están luchando las Miljamot Hashem, “las guerras contra los enemigos de Dios, que son los enemigos de Su pueblo, Israel”. Estos soldados, que poseen una profunda Emuná, son cada vez más prominentes en el nuevo ejército de Israel.

Ayer miraba el programa periodístico “Los Patriotas” (הפטריוטים) del canal 14 de Israel, que se transmite de domingo a jueves a las 21.00 horas. En ese programa entrevistaron a dos soldados que cubrían sus rostros por seguridad (ver foto). Habían regresado de Gaza después de varias semanas de combate cara a cara contra terroristas de Hamas. Pertenecen a la nueva unidad Jashmonayim, integrada por soldados jaredíes (ultraortodoxos) que en el pasado no se reclutaban al ejército. Fue emocionante escucharlos: “Alef” y “Shin” —sus nombres se ocultaban por seguridad— expresaron su orgullo de servir a su pueblo y protegerlo, conscientes de que están escribiendo historia. Dijeron una y otra vez que, a partir del 7 de octubre, no podían quedarse con los brazos cruzados y que todo lo que querían era servir en una unidad del ejército donde respeten sus principios religiosos. Y estaban muy orgullosos de que ahora exista es unidad: Jashmonayim.

Esta es la nueva generación, la de los judíos del 8 de octubre, que traerá más Torá y principios judíos más sólidos al ejército de Israel.

Estos soldados, familiarizados con nuestra historia bíblica, saben muy bien que con terroristas no se negocia. Y tienen muy claro que las tierras conseguidas con sangre no se devuelven. Además, entienden perfectamente que no se puede tener compasión por los enemigos “amalequitas” (aquellos que solo buscan matarte). Porque luego del 7 de octubre, los judíos reaprendimos una lección que la Torá nos había enseñado hace mucho tiempo: que cada vez que le perdonás la vida a un lobo, estás matando a una oveja.




JUQAT: Las serpientes del desierto y el tiranosaurio de Jurassic Park

וַיְשַׁלַּח ה’ בָּעָם אֵת הַנְּחָשִׁים הַשְּׂרָפִים

UN IDIOMA SOFISTICADO
El idioma hebreo original, el bíblico, es sumamente sofisticado. Casi todas las palabras tienen una “raíz” semántica de 3 letras, que con el agregado de prefijos y sufijos se diferencian una de la otra. Lo verbos, también de 3 letras, se pueden combinar de 7 formas distintas (binyanim) , con significados diferentes que pueden pasar desapercibidos para el principiante. Esta breve explicación debería ser suficiente para comprender una idea “filosófica” muy profunda que se esconde detreas de este tipo de detalles muy sutiles de la gramática bíblica.  En la Parashá de esta semana el pueblo nuevamente se queja y se rebela. En un momento sugieren que no deberían haber salido de Egipto. Dios castiga este intento de insubordinación “enviando” a las serpientes venenosas que se cobran numerosas víctimas. Esta es la traducción de casi todas las traducciones, judías y no judías, al español en un versículo de nuestra Parashá, Juqat, Bamidbar (Números) 21: 6: “Y Dios envío /mandó al pueblo las serpientes venenosas… “.Sin embargo, esta traducción no captura la sutileza de este versículo

¿ENVIAR O LIBERAR?
Hay dos maneras de vocalizar la misma palabra hebrea «וישלח»: una es VAYISHLAJ y la otra VAYISHAL-LAJ. Sin adentrarnos mucho en los detalles, la primera palabra, que figura muchas veces en esta misma sección semanal, significa “enviar” , “mandar”. Así, nuestra Parashá menciona por ejemplo que Moshé “envió” emisarios a hablar con los pueblos de Edom (20:14) y luego de Emor, (21:21), etc. Esta palabra se repite muchísimas veces en la Torá e incluso hay una Parashá con este nombre VAYISHLAJ (YAAQOB MALAJIM…). La segunda palabra, VAYISHAL-LAJ (con el daguesh, que duplica la letra «L») es menos común y su significado es diferente: Un ejemplo que se me ocurre es VAYHI BESHAL-LAJ PAR’O ET HAAM, también malinterpretado por casi todas las traducciones como “Y fue cuando el faraón ‘envió’ al pueblo”, como si los traductores no diferenciaran entre las dos palabras…  Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre VAYISHLAJ y VAYISHAL-LAJ ? La primer significa enviar, mandar: A envía a B para una misión específica (SHELIJUT o SHALIAJ). La segunda VAYISHAL-LAJ significa: “liberar”, ”dejar salir”, “soltar”, y expresa la idea de que A, que está de alguna manera “imitado” por B,  es ahora «dejado en libertad» y puede actuar por su cuenta. El Faraón no «envía» a los judíos con una misión fuera de Egipto: el Faraón los “deja salir”, “los libera” de su captividad y una vez libres los judíos actúan por su cuenta. La diferencia semántica no es pequeña.

EL MODUS OPERANDI DIVINO
Volvamos ahora a las serpientes: VAYISHAL-LAJ no significa que Dios “envió” a las serpientes a morder a sus victimas sino que Dios «las liberó». Nuestros Sabios explican que en el desierto Boré Olam nos protegió de nuestros enemigos y de los elementos naturales, el peligroso clima, los animales del desierto, las tormentas de arena, con los “‘anané kabod”,  una nube virtual, una cúpula trasparente, o en un idioma más comprensible en la era informática, un “firewall”. El castigo Divino entonces, no consisntió en que Dios “enviará” a las serpientes venenosas, sino en que Dios suspendiese su protección especial, y así las serpientes venenosas actuaron según su naturaleza e instinto. Recuerdo una escena inolvidable de “Jurassic Park” que puede ilustrar esta idea. El tiranosaurio Rex, el dinosaurio carnivoro y muy peligroso, estaba contenido por una cerca eléctrica de 10.000 voltios y esa cerca lo separaba de los cabritos, su comida diaria, y de los humanos que estaban visitando el parque.…

Por alguna razón la electricidad del parque dejó de funcionar, y la cerca era ahora inservible. El tiranosaurio se “había liberado” y ahora seguía sus instintos y devoraba a los cabritos. En nustro caso, Dios “desactivó”, “suspendido” Su protección especial. Y las serpientes quedaron libres y siguiendo su naturaleza comenzaron a morder y causar la muerte de sus víctimas.

¿QUIEN DESACTIVO LA CERCA?
Por qué esta idea es tan importante? Porque nos ayuda a comprender que HaShem protege constantemente a Israel, y no solo en el desierto.… Israel, dijeron los Profetas y los Sabios, es como un cabrito entre las naciones, rodeado de enemigos que lo quieren destruir. Israel está protegido por Boré Olam a través de un invisible firewall Divino, una cerca de 10.000 voltios que mantiene alejados a nuestros enemigos, desbarata sus planes, desvía sus misiles, confunde sus ideas, etc. Cuando nuestra conducta no es la correcta, de alguna manera el firewall Divino se desactiva: HaShem “suspende” su protección especial y los enemigos de Israel hacen lo suyo.… Esta idea esta dicha de una manera muy explícita en Debarim 31:18 , ואנכי הסתר אסתיר פני ביום ההוא , cuando el pueblo judío abandona su pacto con HaShem, el mayor castigo es que HaShem oculta Su presencia, esto es , Su protección especial, hacia nosotros.

Pero creo que lo mas importante —y lo más hermoso— de esta idea de VAYISHAL-LAJ , es comprender que el Creador nos protege permanente y constantemente como pueblo y también como individuos sin que lo pidamos y sin que nos demos cuenta. Piensen, por ejemplo, que alrededor nuestro (o dentro de nuestro cuerpo) hay millones de bacterias, hongos, virus, parásitos y pequeños microbios, muchos de los cuales nos podrían afectar o hasta matar. El Creador nos protege permanentemente de la naturaleza que nos rodea, de accidentes que tan fácil pueden ocurrir. El Todopoderoso nos cuida conteniendo estas fuerzas naturales dañinas. Y tal como sucede con un firewall o un programa antivirus que protege a nuestras computadora, esta «protección Divina»  está permanentemente activa 24/7 sin que que lo percibamos. Todos los días, 3 veces por día, aludimos a este tipo de protección Divina cuando recitamos la berajá MAGUEN ABRAHAM. “Protector de Abraham ” HaShem nos cuida y nos protege con Su invisible escudo protector.

Shabbat Shalom




RESUMEN DE LA PARASHÁ JUQAT

Cenizas que purifican
La más severa de todas las impurezas rituales es la tum’at met, la impureza contraída por el contacto con un cadáver humano. Esta sección detalla el proceso de purificación para una persona u objeto que ha contraído esta forma de impureza. Se sacrifica una vaca de pelaje rojizo y se quema su cuerpo, se añade agua de un arroyo a las cenizas y esta mezcla se rocía sobre la persona u objeto que queda libre de esta impureza. Una persona impura no puede ingresar al Tabernáculo o al Templo hasta que el proceso de purificación esté completo.

Muerte de Miriam
La Torá registra la muerte de Miriam, la hermana de Moshé, en el cuadragésimo año de la estadía de los israelitas en el desierto. Con la muerte de Miriam, las aguas que fluían providencialmente se secan. El pueblo se queja amargamente por la falta de agua.

Moshé golpea la roca
Dios le dice a Moshé y a Aharón que tomen un bastón y reúnan al pueblo frente a una roca en la montaña y sin tocarla: Moshé debe “hablar” a la roca que milagrosamente dará su agua. Esto debía ser una demostración adicional del poder Divino y de su amor por Israel. Pero Moshé «golpea» a la roca, de la cual sale ahora agua, lo que da la impresion de haber sido causado por el impacto del bastón –o por un acto de violencia– en lugar de la intervención Divina. Dios castiga a Moshé y Aharón y ya no seguirán liderando por mucho más tiempo al pueblo de Israel.

Rechazo del rey de Edom
Moshé envía mensajeros al rey de Edom solicitando permiso para pasar por su tierra en su camino a la Tierra Prometida. A pesar de las promesas de Moshé de no causar daño a la tierra mientras pasan, Edom rechaza el paso de los judíos. Por lo tanto, los judíos se ven obligados a rodear la tierra de Edom y acercarse a Canaán desde el este.

Muerte de Aharón y batalla contra los cananeos
Los judíos llegan al Monte Hor. Por mandato de Dios, Moshé, Aharón y el hijo de Aharón, Eleazar, suben al monte. Aharón se quita las vestiduras de sumo sacerdote y Eleazar se las pone. Luego, Aharón fallece. Toda la nación lamenta la muerte de Aharón durante treinta días.

Los primeros rehenes judíos

Los cananeos de la ciudad de Arad en el Negev, atacan a los judíos y toman prisioneros. Los judíos rezan a Dios, y no negocian con los terroristas sino que emprenden una operación de rescate que gracias a Dios culmina con éxito.

El pueblo se queja de su comida

En una enorme demostración de falta de agradecimiento, los judíos afirman que están «hartos» del maná. Dios envía serpientes al campamento israelita, y muchos mueren. Moshé reza a Dios en nombre de los judíos. Siguiendo las instrucciones de Dios, Moshé diseña una serpiente de bronce y la coloca en lo alto de un poste para que los judíos miren hacia arriba, recen y sean curados.

Conquista de la tierra de los Emoritas (amorreos) y la nación del Bashán
Los judíos se acercan a la tierra de los amorreos, ubicada en la orilla oriental del río Jordán. Envían un mensaje a Sijón, su rey  pidiendo permiso para pasar por su tierra en ruta a Canaán. Sijón se niega y en su lugar reúne a sus ejércitos y ataca a los judíos. Los judíos son victoriosos y ocupan las tierras de los amorreos. Luego, Og, rey de Bashán, también ataca a los judíos. Los judíos triunfan nuevamente y ocupan su tierra.

Ahora la nación judía ha llegado a la orilla del río Jordán, justo enfrente de la ciudad de Jericó en la tierra de Israel. Listos para conquistar la tierra .




JUQAT: Las vacas pelirrojas y la educación de nuestros hijos, por Rabanit Coty Bittón

DOS TIPOS DE PRECEPTOS
Nuestros sabios identifican dos clases de preceptos: MISHPATIM, aquellos mandamientos que coinciden con la lógica humana, y que podemos entender su beneficio para nuestras vidas personales y para nuestra sociedad. Por ejemplo: la Mitsvá de ayudar a los pobres, la prohibición de asesinar, etc. Y luego están los JUKIM, aquellas Mitsvot cuyo entendimiento escapa nuestra lógica. La Mitsvá de Pará Adumá, una vaca pelirroja, mencionada en nuestra Parashá JUKAT , que consiste en sacrificar al animal, quemar el cuerpo y usar sus cenizas para purificarnos después de haber estado en contacto con un cadáver, es el Jok por excelencia. Es difícil de entender no solamente cómo funciona, sino también cómo es que el uso de estas cenizas purifica a la persona que está impura, y a la vez ¡lleva a los que se ocupan de este proceso de purificación ¡a un estado de impureza!
OBEDECER SIN ENTENDER
Es mucho más fácil obedecer a HaShem y cumplir sus mandamientos cuando los entendemos, cuando tienen lógica para nosotros. Servir a HaShem en el máximo nivel implica hacerlo incondicionalmente, sabiendo que muchas veces somos incapaces de entender la «lógica Divina» y el por qué de algunos de Sus preceptos.  Lo más importante, sin embargo, es que cuando cumplimos los Jukim estamos demostrando que aceptamos a Dios como la máxima autoridad, y que estamos dispuestos a obedecerlo aun cuando no comprendemos bien los motivos y la lógica de lo que nos pide hacer.    Pero, ¿cómo llegamos a desarrollar esta aceptación de HaShem como la autoridad máxima?
LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN
En nuestra interacción con nuestros hijos es importante ser razonables. La mayoría de las veces cuando le pedimos que hagan o dejen de hacer algo, debemos explicarles por qué es bueno lo que les estamos aconsejando.  Esto, por supuesto, facilita a que tengan una buena predisposición y nos obedezcan con gusto. Además, nos ayuda a mantener una buena relación con ellos, ya que nuestros hijos aprenden a apreciar que queremos su bien.
Sin embargo, algunas veces nuestros hijos van a tener que obedecernos, aunque no entiendan la lógica de nuestras indicaciones, y aunque no les parezca bien. «No entiendo por qué no puedo desayunar helado todas las mañanas». «No entiendo, por qué dejas que esta enfermera me ponga esa vacuna que tanto me duele!». «¡No entiendo por qué no me dejas ir a la casa de ese amigo!» Nuestros hijos tienen que entender que hay instrucciones cuya «lógica» pueden captar –o compartir– y hay otras instrucciones o límites que deben aceptar simplemente «porque papá o mamá así lo dicen». Porque los padres somos la autoridad. Estos son los JUKIM de nuestros hijos. Y como padres no debemos tener miedo de imponer nuestra autoridad, aunque a nuestros hijos no les parezca que lo que decimos es razonable…
PADRES HUMANOS
Es verdad que, a diferencia de dios,  los padres a veces nos podemos equivocar. No tenemos la sabiduría y la justicia absoluta de nuestro Creador… Pero por el bien de nuestros hijos, debemos enseñarles a obedecer a una autoridad superior: esto es, nosotros, papá y mamá. Y cuando logramos que nuestros hijos confíen en nuestra autoridad, y aceptan que nuestra «imposición» está destinada a ayudarlos a hacer lo mejor para ellos, los estamos educando a que, cuando sean grandes, acepten la autoridad del Creador, aunque no siempre entiendan la lógica Divina.
SHABBAT SHALOM



JUQAT: Con la pluma, con la espada o la palabra

 Entre la Perashá de la  semana pasada y la Perashá de esta semana, Juqat, han pasado 40 años. Nos encontramos ahora en el último tramo de la travesía que comenzó cuando salimos de Egipto.  La generación que había vivido en la esclavitud la mayor parte de su vida, desapareció. Los que quedan son sus hijos, que si bien nacieron en la esclavitud han tenido tiempo, 40 años, para desprogramarse de la mentalidad de esclavos y pensar y actuar como seres humanos libres.  Las voces que reclamaban volver a Egipto y regresar a una vida de opresión pero sin responsabilidades, ha desparecido. Y a diferencia de sus padres esta nueva generación, no tiene miedo. Está preparada para luchar y conquistar la tierra de Israel.

LA PREGUNTA

De cualquier manera, la situación no es fácil. Quieren entrar a Israel por el camino de Edom, por el sur, la via mas directa hacia a la tierra prometida.  Pero Edom, un pueblo que será su futuro vecino,  no facilita el ingreso. Israel tiene que bordear Edom. El camino es muy largo y la gente ya está muy cansada. Ahora nos encontramos con un episodio memorable, pero muy triste. El pueblo se queja por la falta de agua. HaShem le indica a Moshé que tome su bastón (maté) y que congregue al pueblo frente a una roca. Moshé debe hablarle a la roca y por debajo de la misma surgirá un manantial de agua.  Moshé hace todo lo que HaShem le dice. Bueno, casi todo. La minúscula digresión de Moshé respecto a la orden divina es que en lugar de hablarle a la roca, Moshé la golpea con su bastón. HaShem le dice a Moshé, sin indicar explícitamente cuál fue su falta, que él y Aharón no van a liderar más al pueblo. Moshé morirá en el desierto. Y Yehoshua tomará el mando y los llevará a conquistar la tierra de Israel. Todos los comentaristas Bíblicos se preguntan qué fue lo que hizo Moshé para merecer una sanción tan severa. Según Rashí. “Moshé no tenía que haberle pegado a la roca, le tenía que haber hablado”. Creo que todavía puede parecer exagerado el castigo a Moshé.  ¿Es tan grave el error de Moshé? Especialmente si tomamos en cuenta que HaShem le pidió a Moshé que tomará su vara… Y que 40 años atrás, en una situación muy parecida, HaShem le dijo a Moshé que haría salir agua de una roca y que Moshé debía “golpear” la roca. ¿Cómo se justifica ahora un castigo tan grande por una desviación tan pequeña que puedo haber sido un error?

UNA POSIBLE RESPUESTA

¿Qué les parece si profundizamos el aspecto simbólico de “pegarle” a la piedra vs. “hablarle” a la piedra?  Recordemos el contexto: la generación anterior era una generación de esclavos que estaba entrenada a obedecer a los golpes.  La única forma de hacerlos reaccionar era con el látigo o el palo: los castigos físicos.  En un artículo llamado “Esclavitud, una institución que deshumaniza” Nell Painter explica que en el siglo 16, 17 los esclavos africanos estaban expuestos a todo tipo de torturas físicas y sicológicas, los marcaban como animales, los mutilaban, y los obligaban a ver las torturas aplicada a los miembros de su familia.  En Egipto , 3000 años antes, las condiciones de los esclavos hebreos no pueden haber sido mucho mejor…. y eso dejó sus secuelas.  Pero la nueva generación era diferente. Ya tuvieron tiempo para adoptar su nueva identidad: ahora se transformaron en el pueblo de HaShem, el pueblo que se somete voluntariamente a las instrucciones de Torá, la autodisciplina (quedushá).  Este nuevo pueblo elegido tiene que  ser educado y liderado con palabras; no con golpes. Pensemos en la diferencia entre nuestra sociedad moderna y la generación anterior. Hace solo 40 o 50 años atrás los maestros golpeaban a sus alumnos en la clase para disciplinarlos.  El mundo, en ese aspecto, cambió radicalmente.   En ningún país civilizado se concebirá que un maestro le pegue a sus alumnos. Un fenómeno parecido ocurre en el seno de las familias.  Conozco muchos padres que fueron criados “con el látigo”, y que hoy en día les cuesta liberarse de esa carga. Porque es difícil dejar de usar la fuerza como una herramienta de persuasión cuando uno no se entrenó en otras formas de imponer la autoridad. Los padres más jóvenes, sin embargo, aprendieron a sustituir el látigo por la palabra y establecer su autoridad por el peso de lo que dicen.  

Es posible que en el caso que trae nuestra Perashá sea algo parecido. La nueva generación tenía que olvidar el poder del «golpe». Es como si HaShem le hubiera dicho a Moshé  “Toma la vara, ¡pero no la uses! Háblale a la piedra ¡y no la golpees!. Quiero que la nueva generación se libere de la pesada herencia del látigo, y aprenda a usar la palabra.”

SHABBAT SHALOM

2024:

VIP: «drapetomania»,   segun el diccionario de Oxford: “Una forma de disfuncionalidad  que supuestamente afectaba a los esclavos en el siglo XIX, manifestada por un impulso incontrolable de escapar de sus amos blancos, que era prevenible mediante azotes regulares




KORAJ: La historia de dos influencers

EL MISTERIO DE ON
On Ben Pelet es un personaje misterioso en la Torá. No se sabe de él prácticamente nada. La Perashá de esta semana lo menciona en el contexto de la rebelión de Koraj: On es un líder de la tribu de Reubén que junto con Kóraj, cuestiona el rol político de Moshé. Luego que presentan su caso contra Moshé, la coalición anti-Moshé se prepara para el día siguiente: por la mañana se decidirá –de manera Providencial– quién es el líder de Israel. Al otro día, la Presencia Divina se revela, confirmando la designación de Moshé. Kóraj, sus secuaces y seguidores fueron trágicamente castigados y perdieron sus vidas. La Torá nombra a los que fallecieron en la insurrección. Pero a On Ben Pelet no se lo menciona entre los fallecidos. ¿Por qué? ¿Qué pasó con On?
YO NO SE POR QUÉ…
Uno de los elementos más especiales de la narrativa bíblica, es que la Torá nos cuenta lo que dijeron o hicieron los distintos personajes de la historia, pero casi nunca clarifica “por qué” los individuos actúan de la manera que actúan: ¿Por qué Cain mató a Abel? ¿Por qué los espías no quisieron continuar hacia Israel y desmoralizan al pueblo? En estas y en muchas otras ocasiones, el texto permanece en silencio. Son los Sabios del Talmud o el Midrasn los que llenan estas lagunas textuales con interpretaciones –históricas o alegóricas– ideas filosóficas, o deducciones gramaticales. Y con mucha humildad, siempre dejan un espacio abierto para otras ideas y opiniones. Y es así como la Torá siempre da para más. Y en cada generación invita “al lector” a transformarse en “el escritor” y descubrir una nueva interpretación del texto.
EL SEXTO SENTIDO FEMENINO
Volviendo a On Ben Pelet, el Midrash dice que On fue salvado por su esposa. Veamos. Luego que Koraj y sus secuaces se enfrentaron a Moshé, On regresó a su casa y le contó a su esposa que mañana se resolvería el tema del liderazgo y él intentaría transformarse en uno de los dirigentes del pueblo. La esposa de On no se impresionó. No se dejó llevar por la ambición del prestigio político. Dicho sea de paso, los Sabios también interpretaron que la esposa de Kóraj, llena de envidia y ambición, fue la que «le llenó la cabeza» a su marido para que acusara de nepotismo y usurpación del poder a Moshé e intentase reemplazarlo. La esposa de On, por otro lado, actuó de una manera opuesta. Desalentó a su marido a salir en contra Moshé. Esta mujer procedió, no solo con sentido común sino también con mucha inteligencia. Cuando su marido le contó su plan, no lo contradijo. Se dio cuenta de que de nada serviría decirle que no tenía razón. Pero, estratégicamente, lo convenció de que sin importar quién iba a ser el líder supremo, él iba a seguir en un segundo plano. Su papel no cambiaría. El suyo era “un caso perdido”.
LA ESTRATEGIA DE LA ESPOSA DE ON
On le dio la razón a su esposa. Sin embargo, le dijo que igual debía hacerse presente porque ya se había comprometido con Kóraj y sus amigos…. La esposa, viendo que On estaba decidido a seguir con su plan, no le dijo nada. Pero sabiendo que la presencia de su marido junto a los rebeldes podía terminar muy mal, decidió entonces tomar el asunto en sus propias manos.
¿Qué hizo la esposa de On? Seguramente esa noche lo mantuvo despierto durante el mayor tiempo posible. Y antes de dormir le dio de beber un vino muy fuerte, que lo hizo quedarse dormido más de lo habitual. Por la mañana, cuando sus amigos lo vinieron a buscar, querían entrar a su casa a despertarlo. Pero la esposa de On deliberadamente dejó su cabello suelto —algo que una mujer judía casada solo hace frente a su esposo— y por recato los amigos de On se quedaron esperando afuera*. Se me ocurre que en ese momento le habrán pedido a la esposa, gritándole desde fuera de la tienda, que despertara a On, que ya era tarde, que el motín estaba por empezar. Y ella les habrá dicho: “No se preocupen. Ustedes vayan adelante que yo ya despierto a mi esposo y enseguida estará allí con ustedes”. La esposa logró que su marido siguiese dormido por un par de horas más: el tiempo necesario para que terminase el trágico motín. Y así, con mucha inteligencia e intuición femenina salvó la vida de su esposo.
La esposa de Koraj alentó a su marido a rebelarse contra Moshé y lo llevó a su  destrucción. Mientras que la esposa de On usó toda su inteligencia, su encanto y su influencia para salvarlo de su perdición.
* Recuerdo hace muchos años haber visto un episodio de la serie «La familia Ingalls» (o «La casa de la pradera») donde un imprudente visitante se acercó a la casa de los Ingalss, y en ese momento Caroline, la esposa de Michael –que siempre llevaba su cabello recogido– estaba con su cabello suelto. Y cuando la vio , se percibió como una indiscreción . 



Koraj y las cuatro palabras que pueden salvar tu vida

No alcanza solo con aprender el significado de este versículo de la Torá (pasuq). Les recomendaría que lo memoricen. O que lo impriman y lo guarden en su bolsillo, cartera o billetera. Es un pasuq muy corto, que pertenece a la Parashá que leeremos en unas semanas, Pinejás, pero se refiere a lo acontecido en nuestra Parashá KORAJ. El pasuq consiste en solo 4 simples palabras. “UBNE QORAJ LO METU”. Que significa literalmente “Y los hijos de Koraj no murieron”. Es decir, sobrevivieron. 

¿A qué se refiere este breve texto?   

HIJOS vs PADRE

Llevado por la ambición, la envidia y los malos consejos, Koraj decidió rebelarse contra Moshé y Aharón para quitarles el liderazgo político. Koraj no estaba solo. Más de 250 personas lo acompañaban en su aventura rebelde. El final de Koraj fue horroroso: murió tragado por la tierra. Todas las personas que estaban con Koraj sufrieron el mismo destino. Sin embargo, como menciona este pasuq, los hijos de Koraj fueron la excepción ¡y sobrevivieron! ¿Por qué? Los hijos de Koraj, que ya eran adultos, se habían sumado a la rebelión encabezada por su padre y participaron de las protestas y las manifestaciones en contra de Moshé. Sin embargo, «a último momento», cuando llegó la hora del enfrentamiento final con Moshé, reaccionaron. Se dieron cuenta que lo que estaban haciendo era un acto de locura y que si no daban marcha atrás en ese mismo momento, ¡el daño iba a ser irreparable! Los hijos de Koraj sobrevivieron porque se arrepintieron justo a tiempo, en el minuto final.  

Pienso en los desafíos morales que todos nosotros vivimos diariamente. 

LA IRA Y EL ENOJO

A veces nos dejamos llevar por la ira y estamos a punto de levantar la mano y dañar físicamente a alguna persona, u ofender seriamente a alguien insultándolo con palabras graves. Estos impulsivos actos de violencia, especialmente si se trata de violencia física, pueden tener consecuencias irreversibles para la víctima y para el victimario. En un acto impulsivo que dura unos pocos segundos, uno puede condenarse a sí mismo a sufrir las consecuencias de lo que hizo, por el resto de su vida.

ATRACCIÓN FATAL

Otras veces nos dejamos llevar por nuestras pasiones. Nos relacionamos con quien no debemos… nuestro sentido común se nubla y así, en un breve momento, nos dejamos arrastrar por el instinto, pudiendo echar a perder «para siempre» nuestro honor, manchar nuestro buen nombre y el de nuestros hijos y destruir nuestra familia… 

PERDERLO TODO POR UN TEXTO

Sucede que uno está a punto de mandar un texto que escribió con enojo, donde expresa toda su frustración sin filtros. Hacemos esto más para desahogarnos que para transmitir un mensaje. Y no medimos ni calculamos como va a reaccionar el que lo recibe.   Hay casos famosos de grandes personalidades que perdieron sus trabajos por un Twitter inapropiado que una vez enviado y registrado por un solo «follower», ya nunca pudieron borrar. En los tiempos de WhatsApp o Snapchat uno puede arruinar la vida de otra persona, o la propia, con tan solo enviar una fotografía inapropiada. Increíblemente, no siempre nos damos cuenta de la gravedad y de la irreparabilidad de lo que hacemos. ¿Por qué? Creo que porque inconscientemente suponemos que las cosas graves y con consecuencias de largo alcance suelen ser difíciles de ejecutar…. y hacer click en “send” ¡parece tan fácil!

EL ÚLTIMO RECURSO

Lo curioso es que en varios casos famosos de actos impulsivos, mensajes o textos inapropiados, los que cometen el error se dan cuenta de lo que hicieron ¡unos segundos DESPUES!

En todos estos casos, nuestro nombre, nuestra familia, nuestra reputación, nuestras vidas pueden ser salvadas recordando este pasuq “Y LOS HIJOS DE KORAJ SOBREVIVIERON”. Los hijos de Koraj que estaban a punto de arruinar sus vidas y perderlo todo se dieron de lo que iban a a hacer un breve momento ANTES, dieron marcha atrás y se salvaron. 

Recomiendo memorizar estas 4 palabritas y si alguna vez, ח»ו alguien está a punto de caer en la destructiva trampa de sus propios impulsos, que diga para sí mismo este Pasuq y recuerde que la sabiduría de dar marcha atrás en el último minuto salvó la vida de los hijos de Koraj. Y puede salvar la tuya.

וּבְנֵי־קֹרַח לֹא־מֵתוּ

¡Y los hijos de Qoraj, sobrevivieron!

Bamidbar 26:11