La evolución del toro, de acuerdo a la Torá

 ותיטב להמשור פר

Tehilim 69:32

EL REY DAVID

Cuando  estoy necesitado y dolorido… solo Tú, [HaShem] puedes rescatarme . [Y cuando esto suceda, y me rescates] te alabaré con salmos y manifestaré mi agradecimiento con una ofrenda de gratitud. Y esta ofrenda será [para Ti] más placentera que el ternero adulto del toro [que fue ofrecido como sacrificio].     

En este hermoso salmo de Tehilim, 69, el Rey David pide la asistencia Divina para que lo rescate de las manos de sus enemigos y sus múltiples problemas. Y tal como era la costumbre de David, el rey promete que cuando Dios lo salve no se olvidará de agradecerle y asegura –o espera– que su ofrenda de gratitud ser considerada por el Eterno en un nivel superior a “la ofrenda del ternero adulto del toro o” (shor שור – par  פר). 

LA EVOLUCIÓN DE LA PALABRA TORO

El problema que se presenta en este versículo es entender a qué se refiere el autor cuando dice el ternero adulto del toro (o literalmente: «el ternero que es un toro adulto»).   Comenzaremos por analizar el significado de estas dos palabras en hebreo. La primera palabra “shor” define al macho bovino y es el término más general para referirse al toro (hay otras dos palabras hebreas: ‘eguel y baqar que se refieren a los toros y bovino, de la misma manera que en español también existe: ternero, becerro, novillo, etc. pero dejaremos esto para otro momento).  Volviendo a la palabra «shor», cuando aparece en oposición sintagmática a la palabra hebrea “par” — que define a un toro adulto de más de 3 años—  debe ser entendida como «toro chico», recién nacido: un ternero (los Sabios dijeron así:   שור בן יומו קרוי שור שנאמר שור או כשב וכו‘).  Ahora entendemos mejor el problema: Si el versículo quiere mencionar a la cría del  toro tiene que utilizar únicamente la palabra “shor”. Y si se refiere al toro adulto tendría que utilizar únicamente la palabra “par”.   ¿Cuál es la explicación de esta aparente redundancia? ¿Qué nos viene a enseñar la combinación de estas dos palabras “shor” ternero, y “par” toro adulto?     

RIBBI YOSE

En la Guemará , tratado de Rosh haSaná, este versículo se menciona en un contexto muy especial: cuando los sabios debaten acerca de qué tipo de cuerno animal se puede emplear para cumplir el precepto del Shofar (ver aquí).  En el contexto de esa discusión talmúdica un Rabino muy conocido , Ribbí Yosé HaGuelilí, (año 100-150 de la era común)  explicó esta redundancia de manera midráshica, alegórica. Dijo que la combinación de estas dos palabras “shor” y “par” (teniendo en cuenta que la P y la  F en hebreo son indicadas por la misma consonante)  podría aludir al cuerno del toro y a su uso como  “SHO -FAR” (שור + פר > שופר) .  Recordemos que cuando escuchamos la voz del Shofar en Rosh haShaná esperamos que Dios nos juzgue favorablemente en ese día: no como fiscal sino como nuestro abogado defensor. Según esta interpretación, el rey David afirma —o mejor dicho:desea— que su plegaria sea aceptada por el Creador en un nivel superior al Shofar.   

LOS SABIOS

Los Sabios rechazan esta interpretación y asimismo invalidan completamente la insinuación de que el cuerno de un bovino se pueda emplear para el Shofar y nos dan su propia explicación de las enigmáticas palabras  “shor” y “par”. Este es el breve texto hebreo   דאמר רב מתנה מאי שור פר ? שהוא גדול כפר. Y esta es la traducción: «¿Qué es el ternero -toro adulto? Es el ternero que parece adulto”. La explicación parece más misteriosa que la pregunta.  Para comprender esta respuesta de los Sabios necesitamos la ayuda del comentarista más famoso del Talmud:  Rashí, o Rabbenu Shelomó ben Yitzjaq.  Dice Rashí que de acuerdo a los Sabios el rey David hace referencia aquí a un “toro” específico. De acuerdo al Midrash, Adam, el primer hombre se sintió tan agradecido a Dios por haber recibido el regalo de la vida que decidió espontáneamente ofrecer un sacrifico a Dios, como un gesto de agradecimiento por su existencia. Este fue el primer sacrificio a Dios ofrecido por un ser humano— el único ser vivo con la capacidad de apreciar y agradecer—. Los Sabios dan por entendido que para el Creador este primer acto de agradecimiento es en extremo significativo. Volviendo a Tehilim, el rey de Israel dice poéticamente que su plegaria y su ofrenda de agradecimiento superará a la ofrenda ofrecida por Adam , el primer hombre    

EL PRIMER TORO

Ahora podemos analizar el juego de palabras “shor” y “par”.  Los Sabios judíos explicaron que  en el momento de su creación no fueron creados como crias —animales recién nacidos— sino como animales adultos. Dios no creó a la gallina como un huevo: la creo como gallina, en su estado de madurez (ver aquí https://www.halaja.org/2021/09/creacion-y-ciencia-el-huevo-o-la-gallina/) . El toro, como todos los otros animales, también fue creado con la madurez física de un toro adulto, digamos, 3 años. De acuerdo a esta explicación, entonces, el toro que sacrificó el primer hombre, Adam, era este toro que por una lado era recién nacido “shor”, y simultáneamente era un toro adulto o en hebreo “par”.  

EVOLUCION

La diferencia fundamental entre la visión científica y la visión religiosa acerca de la existencia del universo consiste en afirmar o negar que existió un acto de Creación.  La ciencia moderna niega —asume que no hubo— un acto de Creación.  Y por lo tanto para explicar y justificar la increíble complejidad del universo, de la aparición de tantas especies , de la complejidad de la vida, etc. tiene que atribuirle al mundo y los seres vivos miles de millones de años. Sin esta inflación de tiempo la ciencia no puede explicar, por ejemplo cómo apareció la vida a partir de l materia inorgánica. Y aunque la ciencia no tiene absolutamente ninguna forma de explicar “cómo” apareció la vida, no puede demostrar que parezca la vida ni siquiera en el más complejo laboratorio moderno, la mantra de los “miles de millones de años” sirve de alguna manera para acallar la poca curiosidad del hombre moderno conformista. El acto de Creación, sin embargo, nos proporciona la explicación más verosímil, por ejemplo,  en términos de la complejidad de la vida: hay un Creador que diseño la vida con una inteligencia infinita e incomparable.

VOLVIENDO AL TORO

 La breve e incidental descripción de este animal  “el ternero-toro adulto” nos revela el gran secreto de la Creación bíblica.  Dios no creó al árbol como semilla o al toro como ternero: los creó en su estado adulto. Y es por eso que las primeras creaciones divinas, como el toro que ofreció Adam, presentan un elemento único: tienen dos edades diferentes simultáneas. La edad cronológica y la edad física.  Según la edad cronológica este toro era un ternero, un toro recién nacido (recién creado). Pero fue con una edad física madura: como un toro adulto de 3 años. Estos “3 años” son una edad virtual, producto del singular acto de Creación.  Cuando un científico evolucionista analiza la creación: el mundo, una montaña, la distancia entre las galaxias, etc. está analizando la edad virtual de estos elementos.  Cuando nuestro punto de partida es la Creación, y la explicación que surge de este maravilloso versículo de Tehilim,  no existe contradicción alguna en cuanto al tema “edad” del mundo o de sus creaciones. La diferencia entre la edad cronológica que indica la tora y la edad virtual que calcula el científico es absolutamente esperable.  

 ואמרו בראש השנה (דף כו.) «ותיטב להמשור פר..» אם שור למה פר? אמר רמתנה שור שהוא גדול כפרכי פר שהקריב אדם הראשון היה ביום הולדו שאז נקרא «שור» כמו שאמרו שור בן יומו קרוי «שור» והיה גדול כפר בן גשנים

שור שהוא פרביום שנקרא שור היה גדול כפר זהו שור של מעשה בראשית שביום שנברא נברא בקומתו ושור בן יומו קרוי שור שנאמר (ויקרא כב ) שור או כשב או עז ופר אינו נקרא עד בן שלש: 




GENESIS 1:27: Hombre y mujer los creó

ויברא א’ את-האדם בצלמו בצלם א’ ברא אותו זכר ונקבה ברא אותם

“Y Dios creó al ser humano a Su imagen.… hombre y mujer los creó”. Génesis 1:27

Analizaremos ahora la parte de este versículo que habla de hombre/ mujer. Dejemos en claro que nuestra traducción es deliberadamente no-literal: el texto no dice “hombre y mujer” sino “masculino y femenino.”

Lo primero que hay que observar es que la diferenciación entre masculino y femenino no fue mencionada en la creación de los animales. Obviamente, esto no quiere decir que Dios no creó a los animales con diferentes sexos, sino que por alguna razón, sólo en la Creación del hombre y de la mujer la Torá “menciona”  la condición sexual masculina y femenina.

¿Por qué?

Si bien no encontré referencias específicas sobre este tema en los comentarios bíblicos tradicionales, quizás se pueda explicar de la siguiente manera:

CONCIENCIA y GOBIERNO

HaShem creó al ser humano a Su imagen, esto diferencia a los humanos de los animales. Y HaShem los creó como hombre y mujer, esto distingue a los humanos, unos de otros. La heterosexualidad, es decir, la definición del ser humano como hombre y mujer, no aparece como algo secundario sino como una condición ontológica. Quizás la Torá quiere subrayar que sólo los humanos, a diferencia de otros seres vivos, tienen “conciencia” y conocimiento de su propia sexualidad y de su género. Y por tener conciencia de su sexualidad, sólo los seres humanos son capaces de gobernar su sexualidad.

CEREBRO MASCULINO vs CEREBRO FEMENINO

En el ser humano, a diferencia de los animales, hombre y mujer no solo se distinguen en lo sexual y en lo físico sino también en lo mental o psicológico. La forma de pensar, de expresar y procesar emociones, de percibir el lenguaje, de distenderse, etc. es diferente (y a veces opuesta) entre el hombre y la mujer. (Este es un tema interesantísimo pero demasiado complejo como para ser tratado en un solo email. El lector que quiera saber más al respecto puede leer lo que escribió el neurocirujano de Cambridge,  Simone Baron Cohen en su libro: “The essential difference” ). Creo que esta explicación es consistente con el principio del pasuq que se refiere a la “imagen de Dios en el hombre”. Esta “imagen” no apunta a un parecido físico entre hombre y Dios ח»ו sino que se refiere al alma, al pensamiento, a la libertad de elección, etc.  Aquí también, por lo tanto, podemos asumir que esta diferenciación va mas allá de los físico y hasta de lo estrictamente sexual. Es como si este texto estuviera afirmando que HaShem creo dos “especies” humanas:  hombre y mujer.

¿CUANTAS RAZAS HAY?

Hay algo más que el texto bíblico  NO dice. En los libros de historia comunes, escritos por las civilizaciones paganas de la antigüedad, los textos que se refieren a la creación de la humanidad siempre resaltan el aspecto nacional. Los dioses paganos crean más de una especie humana. Los sumerios, por ejemplo, relatan que sus dioses los crearon a ellos y otros dioses inferiores, crearon a los otros pueblos.   En la Torá, y solamente en la Torá, no dice que Dios creó a los Israelitas y luego en otro acto inferior o posterior creó al resto del mundo. No se habla de blancos y negros o de esclavos y señores, ni de los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad, como aparece en los mitos paganos de la Creación. La Torá, el único libro de autoría divina, no menciona la creación de las razas. La Tora sólo registra 2 tipos de humanos, como si se tratara de dos “especies”: hombre y mujer.

PLENITUD

Otro elemento destacable es que en hebreo cuando la Torá nombra al ser humano lo hace con el articulo definido “el” (ויברא א’ את-האדם). Este artículo no está aquí para diferenciar entre masculino y femenino (en hebreo el articulo definido es siempre neutro) sino para destacar que no se trata de «Adam», el hombre, sino de «ADAM», el ser humano.  En otras palabras, este texto afirma que HaShem creó a ADAM como masculino y femenino. Los Rabinos explicaron que el hombre o la mujer por sí mismos, sólo se consideran la mitad de un ser humano.  La palabra ADAM (en oposición al nombre «Adam») significa: hombre + mujer. Por eso en hebreo bíblico y moderno “ser humano” se dice BEN ADAM, que significa: hijo del hombre y de la mujer.  En el judaísmo el celibato voluntario no es un ideal religioso sino todo lo contrario: se considera una grave transgression. Este versículo nos enseña que para la Torá en el sociedad humana la plenitud del ser humano sólo se alcanza cuando hombre y mujer se unen, se casan. Recién entonces se consideran ADAM, un ser humano.




La respuesta judía al huevo o la gallina

La Creación fue un proceso completamente diferente al “nacimiento natural”. En el nacimiento y en el desarrollo natural la edad, digamos, de una persona, se comienza a contar desde que uno nace. Así, a los 50 años desde el momento del nacimiento uno tendrá 50 años. El acto de creación, sin embargo, nos presenta con una realidad diferente. Veamos.

La creación Divina es un acto que escapa nuestro análisis y hasta nuestra imaginación. Nunca hemos visto ni experimentado un acto de creación mientras sucede. Pero sabemos sin embargo un par de detalles. Primero, que la Creación fue ex nihilo, es decir, a partir de la nada. Crear (el verbo libró, en hebreo), significa traer algo material a la existencia desde la nada. Este verbo sólo se encuentra aplicado a acciones Divinas, y nunca a acciones humanas.

En segundo lugar, sabemos que cuando Dios creó las cosas, estas aparecieron ya desarrolladas, y no en un punto cero. Si bien la Torá no abunda en detalles superfluos, y mucho menos durante el brevísimo capítulo destinado a la Creación, la Torá describió el estado de una de sus creaciones en el momento de su aparición: los árboles. En Génesis 1:12 la Torá dice “Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles dando fruto con su semilla en él, según su género….” .Los árboles no fueron creados como semillas o arbustos incipientes, sino como árboles ya maduros, en su plenitud, y cargados de sus frutos.

Hace más de 1700 años, los Sabios del Midrash formularon la siguiente idea basándose en el detalle provisto por la Torá sobre los árboles: כל מעשה בראשית בקומתן נבראו . “Todo lo que Dios creó fue creado en su plenitud” . Si bien la Torá circunstancialmente mencionó la madurez de los árboles, en realidad todo fue creado por Dios en su estado de madurez y plenitud. Esto no solamente resuelve el enigma del huevo o la gallina (finalmente podemos destrabar el enigma :), sino que también nos ayuda a comprender que no solo es posible sino más bien necesario que la ciencia le atribuya al mundo y lo que éste contiene una edad mayor a la que tiene.

Si viajamos en el túnel del tiempo hasta el día en el que Dios creó los árboles y examinamos el primer árbol cinco minutos después de su creación, nos encontraremos con un árbol lleno de frutos. Y si talamos el árbol encontraremos, digamos, cincuenta anillos. Cuando evaluamos este árbol desde la perspectiva científica, concluiremos necesariamente que este árbol tiene cincuenta años de edad.… ¿Estaremos equivocados? Sí. Y No. Y esta es la paradoja que se produce con la Creación. El árbol fue creado hace 5 minutos, pero tiene 50 años.

Una vez más: es inevitable entonces que exista una diferencia entre la medición científica de la edad del árbol (desarrollo desde el punto cero) y la perspectiva bíblica / rabínica (creación madura) sobre la edad del árbol. La diferencia entre los cinco minutos y los cincuenta años, es un efecto directo e inevitable del «excepcional» acto de Creación.

Si la Creación se llevó a cabo del modo en el que la Torá lo describe entonces, inevitablemente, dos edades distintas coexistirán en toda cosa creada: 1) la edad cronológica, estimada desde el momento de su Creación/aparición, que en el ejemplo del árbol serían cinco minutos, y 2) la edad interna y aparente, cincuenta años; es decir, la edad virtual o hipotética del árbol —el tiempo que le habría tomado al árbol desarrollarse desde un punto cero hasta su estado actual, de no haber sido creado. Lo mismo ocurre con una montaña, con el planeta tierra y con una estrella que dista 1 million de años luz de nuestro planeta.

En conclusión: Lo que la ciencia afirma acerca de la edad del mundo, sin importar de cuántos millones de años se trate, no contradice lo que afirma la Torá.

La diferencia está en el punto de partida:
Si partimos de la premisa científica que el mundo se auto generó —nació por sí mismo y no existió ningún acto de Creación (dicho sea de paso: no existe ninguna evidencia científica para negar un acto de Creación)— entonces, las diferencias de edad entre lo que diga la ciencia y lo que diga la Torá son insalvables. Pero cuando nuestro punto de partida es el acto de Creación Divina, tal como lo describen nuestras fuentes (ex nihilo y creación madura), las diferencias de edad son lógicas y necesarias. ¡Es exactamente lo que teníamos que encontrar!




GENESIS 1:12 Los árboles y la edad del planeta tierra


ותוצא הארץ דשא עשב מזריע זרע למינהו ועץ עשה פרי אשר זרעו בו למינהו


Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles con su fruto, con su semilla en él, de acuerdo a su propia especie.

EL TERCER DIA

Hubo dos actos de creacion durante el Tercer Día. En el primer acto, el Creador separa las aguas de la tierra firme, en otras palabras, Dios crea los continentes. Es muy interesante que la Torá utiliza una terminología perfectamente compatible con nuestro entendimiento científico moderno para desribir este enorme acto de creacion: «Iyqavu hamayim veterae hayabbasha» , «que las aguas se retraigan… y la tierra firme sea visible», lo cual implica entre otras cosas, que la tierra no fue crada de la nada sino que aparecó, «emergió» a la supericie del planeta al retraerse las aguas. Este acto crerativo tuvo que haber consistido de enormes cataclismos, sunamis, impresionantes movovimientos sismicos, deshielo de glaciares, etc. Es importanrte destacar, tal como lo menciono en mi libro «Creación» que este inmenso acto creativo, probablemente el mas estruendoso y cataclismico que haya experiementado nuestro planeta está descripto con un par de palabritas. Sin ambargo en el Salmo 104, que se refiere a la Creacion del mundo el rey David le dedica más atención (en cuanto a la extensión del texto) que a ningún otro acto de creación.

LA VEGETACION

Una vez que existe la tierra firme, el Creador procede a su próxim creación, que fue menos estruendosa pero no menos majestuosa: la creación de las plantas. Toidas las hierbas, plantas, granos, vegetales y árboles fueron creados en este acto. La Torá tambien hace hincapie en las semillas «zera», anunniando que las plantas han sido creadas con semillas que garantizan su reproduccion. Y si bien este es un factor milagroso y majestuoso que merece nuestra atención hoy quisera enfocarme en el tema de los árboles y un pequeño detalle que se desprende de su descripción. La Torá dice (Gen.1:12) “Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles dando fruto con su semilla en él, según su género….” . El punto que me gustaría destacar es la presencia del verbo la’asot (en este conexto «producir») en el tiempo presente: «ve’ets óse perí…» los árboles fueron creados «dando» sus frutos. No surgieron como semillas o arbustos incipientes, sino como árboles ya maduros, en su plenitud, y cargados con sus frutas.

NECESARIAMENTE DIFERENTES

Hace más de 1700 años, los Sabios del Midrash formularon la siguiente idea basándose en el detalle provisto por la Torá sobre los árboles: כל מעשי בראשית בקומתן נבראו . “Todo lo que Dios creó fue creado en su plenitud” . Si bien la Torá circunstancialmente mencionó la madurez de los árboles, en realidad TODO lo que Dios creó apareció en su stado de madurez. Esto no solamente resuelve el enigma del huevo o la gallina (finalmente podemos destrabar el enigma :), sino que también nos ayuda a comprender que no solo es posible sino más bien necesario que la ciencia le atribuya al mundo y a lo que éste contiene una edad mayor a la que transcurrió desde su aparición.

La Creación es un proceso completamente diferente al “nacimiento natural”. En el nacimiento y en el desarrollo natural «la edad» es cronológica, es decir, se calcula desde el monento que uno nace. Así, 50 años luego del momento del nacimiento una persona tendrá obviamnte 50 años. El acto de creación, sin embargo, nos presenta con una realidad diferente. Veamos.

La creación Divina es un acto que escapa nuestro análisis y hasta nuestra imaginación. Nunca hemos visto ni experimentado un acto de creación mientras sucede. Pero gracias al detalle que la Torá nos provee respecto a los árboles podemos concluir que cuando Dios creó, Sus creaciones y criaturas aparecieron ya desarrolladas, y no en su punto cero o punto de nacimento.

VOLVER AL FUTURO

Si pudiesemos viajar en el túnel del tiempo hasta el día en el que Dios creó los árboles y examinaramos el primer árbol cinco minutos después de su creación, nos encontraremos con un árbol lleno de frutos. Y si evaluamos este árbol desde una perspectiva científica, concluiremos necesariamente que este árbol tiene digamos 25 años de edad.… ¿Estaremos equivocados? Sí. Y No. Y esta es la paradoja que se produce con la Creación. El árbol fue creado hace 5 minutos, pero tiene una edad interna de 25 años.

Una vez más: es inevitable entonces que exista una diferencia entre la medición científica de la edad del árbol (desarrollo desde el punto cero) y la perspectiva bíblica / rabínica (creación madura) sobre la edad del árbol. La diferencia entre los 5 minutos y los 25 años es un efecto inevitable del «excepcional» acto de Creación.

¡VIVA LA DIFERENCIA!

Cuando asumimos que la Creación se llevó a cabo del modo en el que la Torá y los Rabinos del Midrash lo describe entonces, inevitablemente, dos edades distintas coexistirán en todo lo creado : 1) la edad cronológica, estimada desde el momento de su Creación/aparición, que en el ejemplo del árbol serían cinco minutos, y 2) la edad interna y aparente, cincuenta años; es decir, la edad virtual o hipotética del árbol —el tiempo que le habría tomado al árbol desarrollarse desde un punto cero hasta su estado actual, de no haber sido creado. Lo mismo ocurre con una montaña, con el planeta tierra y con una estrella que dista 1 million de años luz de nuestro planeta.

En conclusión: Lo que la ciencia afirma acerca de la edad del mundo, sin importar de cuántos millones de años se trate, no contradice lo que afirma la Torá.

LA DIFERENCIA ESTA EN EL PUNTO DE PARTIDA
Si partimos de la premisa científica que el mundo se auto generó —nació por sí mismo y no existió ningún acto de Creación (dicho sea de paso: no existe ninguna evidencia científica para negar un acto de Creación)— entonces, las diferencias de edad entre lo que diga la ciencia y lo que diga la Torá son insalvables. Pero cuando nuestro punto de partida es el acto de Creación Divina, tal como lo describen nuestras fuentes (ex nihilo y creación madura), las diferencias de edad son lógicas y necesarias. ¡Es exactamente lo que se supone que teníamos que encontrar!




GENESIS 1:27 : La Biblia vs. Plaza Sésamo

«Hombre y mujer los creó» (Genesis 1:27).

Hemos aprendido que la Torá nos muestra a la humanidad dividida en dos géneros o «razas»: hombre y mujer.   Explicamos que para la Torá, las diferencias entre hombre y mujer no se expresan solo en el tema de sexualidad sino también en lo emocional y mental. Hombre y mujer son compañía y complemento.  Y para que esto sea posible, para que se necesiten, se atraigan y se complementen, el hombre y la mujer fueron diseñados por el Creador DELIBERADAMENTE diferentes; en dos actos de creación, y a partir de dos materias primas distintas.

Ahora bien ¿Por qué hace falta enfatizar algo que es tan obvio?

Porque en nuestros días nos enfrentamos con una cultura que NO cree en estos principios. Esta cultura liberal se manifiesta en muchos campos, como por ejemplo, evolucionismo, o crítica bíblica. Pero es en el área social donde el “liberalismo” hace su mayor impacto e inversión.  Y una de las areas donde el liberalismo llega más profundo es en el area de la sexualidad o política de género. El liberalismo ha cambiado la forma de pensar de la mayoría de la gente acerca de este tema.

Algunos ejemplos:

1. La sexualidad de un individuo dejó de ser, como lo fue por siglos, un tema privado. Ahora debe ser un tema público que hay que «sacar del closet».

2. La preferencia sexual debe ser la base de la identidad del individuo.

3. Hace falta una nueva percepción de lo sexual, una visión liberada que no solo tolere sino que convalide (¡y celebre!) todo tipo de experiencias sexuales.

4. Cualquier intento de juicio moral en el area sexual, especialmente si se expresan limitaciones de origen religioso, debe ser condenado y declarado primitivo, opresivo, traumatizante y discriminatorio.

5. Para el liberalismo, la educación sexual debe ser impartida desde una temprana edad, y no puede ser dejada en manos de los padres, «que de esto no entienden nada». En Estados Unidos este tema se puede ver en la educación sexual liberal que los niños reciben en las escuelas públicas desde una tempranísima edad. Y por supuesto este tema es muy visible en los medios de comunicación, especialmente en los programas para niños.   Veamos. Hay temas que son muy simples. Por ejemplo si SOY hombre o mujer,  que en el 100% de los casos se determina por nuestra carga genética (X / Y) en el 99.9 de los casos se define de acuerdo a nuestra anatomía.  La cultura liberal sin embargo trata de redefinir este tema. Quiere que los niños y niñas «que no tienen ningún trastorno de género» (algo que es muy poco común…) se enfrenten a preguntas de «identidad sexual» desde una muy temprana edad. Mucho antes de su pubertad, niños y niñas deben ponerse a pensar, por ejemplo, si realmente «se sienten» que son varones o mujeres, mas allá de su anatomía. Y luego la pregunta subliminal más importante (y perjudicial!) :¿Si por el hecho de ser anatomicamente varón tengo que comportarme como varón, o es mejor que también aprenda a comportarme como mujer?

Estas preguntas, totalmente innecesarias (y posiblemente traumáticas) para niños pequeños y absolutamente cargadas de elementos políticos de la cultura liberal son IMPUESTAS A LA FUERZA en la mente de los más pequeños como un adoctrinamiento «liberal».

Voy a mostrarles un solo ejemplo que creo dejará en claro todo lo anterior.

El 23 de Julio de 2016 el show «educativo”,  Sesame Street  [Plaza Sésamo], que está dirigido a niños de entre 3 y 5 años, presentó su episodio: «Dress-Up Me Club” [“Juguemos a vestirnos”]

 Este es el trailer del episodio que se supone que intenta enseñar la letra «D” y donde casi no se llega a apreciar la sofisticada trama del mismo.

Y ahora quiero presentarles como describió el contenido y el mensaje de este episodio la revista TV-GUIDE, que tal como HBO, también representa a la cultura antireligiosa y ultra liberal  (ver artículo completo en ingles aquí).

“Cuando se trata de jugar, las niñas deben usar rosa y vestir como princesas y los niños guerreros y espadachines. Esta ha sido la sabiduría convencional desde hace mucho tiempo. [Pero esto está cambiando] a partir del año pasado, por ejemplo, cuando negocios minoristas como Target y Toys R Us empezaron a eliminar los juguetes etiquetados “para niños» o “para niñas». Gracias a las [demandas] de padres progresistas [=activistas liberales.YB] que han exigido que el marketing de juguete anime a las niñas a construir [Lego], o las impulse a que se transformen en heroes y que salven el mundo; y que evite que los varones desarrollen una mentalidad machista unidimensional. Ahora, cada vez más los niños entienden que está bien jugar como quieran [es decir: varones como si fueran mujeres o mujeres como si fueran varones].

El nuevo episodio de [Sesame Street] nos presenta a Abby [una niña] jugando con amigos incluyendo a Elmo … todos participan de  “Juguemos a vestirnos”.  La diversión es igual para todos, hasta el momento que vemos los trajes etiquetados por género “Niños” o “Niñas”… aquí podemos sentir como las limitaciones llegan… [En el episodio «Dress-Up Me Club”] las niñas aprenden que pueden vestirse como quieran. Eso quiere decir que también pueden vestirse como niños y que eso no está mal. Y los niños pueden vestirse como niñas, jugar con muñecas, jugar a tomar el té o practicar el ballet.

Es muy triste que el mensaje maravilloso [sic.] de este programa sea aún necesario en 2016, pero aquí estamos como una sociedad: no importa como te vistas [como hombre o como mujer]. Cualquier persona puede actuar de cualquier manera que lo haga sentirse cómodos, y pueden crecer para ser lo que quieran [es decir: para que un hombre sea mujer o una mujer sea hombre]. Aunque Sesame Street esta dirigido claramente para los niños, este es un episodio que algunos adultos podrían beneficiarse de ver también.”

Com el lector puede ver, TV Guide sí entendió que este episodio no es para enseñar la letra «D».  La cultura mediática liberal no tiene escrúpulos en adoctrinar subliminalmente a niños aunque estos tengan solo 3 años. ¿La meta edcuativa final?  Eliminar, o por lo menos minimizar, las diferencias entre hombres y mujeres y crear una humanidad “gender neutral” esto es: “un estado intermedio y fluctuantee entre hombres y mujeres, un estado en el que se es ambos o ninguno, con la posibilidad  de cambiar de género, o asumir una categoría del todo independiente de lo masculino y lo femenino.” (adaptado de Wikipedia).

En otras palabras, para la cultura liberal transmitir la idea de “gender neutral” es fundamental porque le aporta la herramienta moral para «cancelar» la moralidad bíblica, justificar cualquier conducta sexual y condenar a cualquiera que se atreva a criticarla.

La cultura liberal es invasiva.  Y parte de su misión consiste en reclutar a los seres más vulnerables: nuestros hijos.

Este episodio es quizás el mas explícito sobre este delicadísimo tema.




GENESIS 1:27: Androginia y poligamia en la Torá

ויברא אלוקים את-האדם בצלמו, בצלם אלוקים ברא

אותו, זכר ונקבה, ברא אותם

“Y Dios creó al ser humano a Su imagen. A la imagen de Dios lo creó. Hombre y mujer los creó”.  Génesis 1:27

Explicamos anteriormente la primera parte de este versículo, “la imagen de Dios” en el ser humano.  Continuaremos ahora con la segunda parte de este versículo, donde la Torá relata la creación del hombre y la mujer.  Antes de analizar la parte más relevante de este pasuq, la identidad masculina y femenina,  veremos dos puntos.

1. ¿ANDROGINIA? ¿Cómo fueron creados Adam y Javá (Eva)? ¿En un único y mismo acto de Creación o en dos actos de Creación separados?  Esta pregunta surge porque hay una aparente contradicción entre Génesis capítulo 1 y Génesis capitulo 2.  En el capítulo 1 pareciera que se trata de un solo acto. Lo que llevó a los rabinos del Midrash a suponer que Adam y Eva fueron creados inicialmente como un ser andrógino, hombre y mujer simultáneamente, hasta que el Creador los separó según sus sexos, como dice en el capitulo 2.

El comentarista más famoso de la Torá, Rashí (1040-1105) menciona este Midrash, pero inmediatamente aclara que el sentido literal del texto o peshat es otro.  La lectura literal es que en el capítulo 1, la Torá sólo describe “cuándo” fueron creados el hombre y la mujer y en la capitulo 2 describe “cómo” fueron creados.  En el capitulo 2, la creación de los dos primeros humanos está escrita con mayor detalle: cómo fue el orden de la creación del hombre y de la mujer; si fueron o no creados a partir de la misma materia; cómo Dios los dividió, etc.

2. POLIGAMIA. Ahora que comprendimos que el hombre y la mujer fueron creados separadamente, quisiera que pongamos atención, como se debe hacer cuando uno lee la Torá, a lo que el texto NO dice.    La Torá podría haber dicho que el primer hombre fue creado con varias mujeres ya que la poligamia no era la excepción en muchas civilizaciones de la antigüedad, sino la regla.  Vemos sin embargo que el texto Bíblico nos indica que HaShem concibió al hombre y a la mujer en una relación monógama: un hombre y una mujer.

La poligamia está mencionada en la Torá y en el Tanaj, pero nunca como el ideal sino como la excepción. En el caso de Abraham, por ejemplo, Abraham toma una segunda esposa Hagar, porque Sará no podia tener hijos.

En los tiempos Bíblicos la poligamia era aceptada en el pueblo judío como algo normal sólo en el caso de los Monarcas (aunque también allí de manera limitada, וְלֹא יַרְבֶּה לּוֹ נָשִׁים, Debarim 17:17) ya que los reyes tenían que asegurarse que su descendencia fuera lo más numerosa posible. ¿Por qué? Para garantizar así la continuidad  de su dinastía.  Recordemos que la mortalidad infantil era más común en el pasado y también era esperable que pueblos o bandos rivales trataran de matar a los hijos del rey.

En el período rabínico la poligamia no se practicaba más allá de casos relacionados con la fertilidad; la trágica muerte del marido antes de tener hijos (levirato) u otras situaciones especiales.

Alrededor del año 1000 de la era común el Rab Guershón Meor haGolá (960 -1040) de la ciudad de Metz, Francia, cerca de Alemania, estableció un JEREM, excomulgación, para aquellos que practicasen la poligamia. Desde ese entonces la poligamia fue definitivamente excluida entre los judíos Ashkenazim.  Los Sefaradim, que vivían predominantemente entre musulmanes, para quienes la poligamia es común hasta el día de hoy, no se sometieron a la ley establecida por Rabenu Gershón. Sin embargo en la mayoría de las comunidades Sefaradíes  se incluía en la Ketubá, el contrato matrimonial, una cláusula que prohibía al esposo casarse con una segunda mujer sin el consentimiento de la primera. Esto hacia que la práctica de la poligamia cayera prácticamente en desuso, también entre los Sefaradim y solo se llevara a cabo en casos de fuerza mayor (infertilidad, enfermedad, etc).

En síntesis, vemos que para la Torá el ideal Divino es la monogamia, un hombre y una sola mujer. La poligamia, si bien permitida, era la excepción.




GENESIS 1:27: La imagen Divina en la creación del hombre

Comenzaremos a analizar hoy el texto que trata de la creación del ser humano.  Génesis 1:27 “Y Dios creó al ser humano a Su imagen.… hombre y mujer los creó”

Hay dos conceptos que definen en este pasuq (versículo) las características fundamentales del ser humano.

1. Haber sido creado “a imagen” de Dios.

2. Haber sido creado como hombre y mujer.

Comencemos por el primer punto.  Hay una gran riqueza de interpretaciones respecto a qué significa “la imagen de Dios” (צלם אלוקים). Sin embargo, a pesar de la variedad de opiniones, hay 2 elementos en los que  casi todas las interpretaciones rabínicas coinciden.

(a). No se trata de una imagen o semejanza física, ya que Dios no tiene cuerpo o materialidad. La imagen Divina apunta a un elemento espiritual o intelectual que hace al ser humano semejante a Dios.

(b). La Creación del hombre esta aquí narrada en el contexto de la creación de otros seres vivos.   La “imagen Divina” en el hombre aparece en oposición a la ausencia de esa imagen Divina en los animales.  Es como si el texto dijera: “A diferencia de los animales, el ser humano fuer creado a imagen de Dios. “

Veamos otras interpretaciones sobre lo que significa la Imagen Divina en el ser humano.

DISEÑO: Para Rashí, la imagen Divina en el hombre debe ser entendida como el sello del Creador en el hombre ( דיוקן יוצרו).  En otras palabras, cuando vemos el cuerpo y especialmente la inteligencia humana, vemos un reflejo del Creador. El ser humano lleva un sello invisible que dice  “Diseño Divino” or «Made by God» , que revela a su Creador.

INMORTALIDAD: Para Eben Ezra la imagen Divina se refiere al alma humana, que a diferencia de todas las otras creaciones terrenales, es inmortal.

LIBRE ALBEDRIO: Para Maimonides y otros rabinos como el Meshej Jojmá, la imagen Divina en el ser humano es su capacidad intelectual y su posibilidad de pensar lingüísticamente. “Pensar” le permite al hombre, entre otras cosas, tener conciencia de sí mismo. Y también le permite concebir la existencia de Dios.   A diferencia de los seres humanos, los animales no piensan. Los animales perciben imágenes, estímulos o sensaciones asociadas a la supervivencia y a la procreación y reaccionan.  Al no tener conciencia de sí mismos y no entender lo que les sucede no pueden controlar esta reacción.  El hombre, gracias a su capacidad racional, si bien está expuesto a estímulos externos similares, puede crear un espacio entre el estímulo y la respuesta  a este estímulo. Este espacio, es lo que llamamos “libre albedrío”, y sólo es posible gracias a la capacidad de “pensar”.

La paradoja de la creación del hombre, y su lugar entre lo animal y lo Divino, fue analizada por los Jajamim . Por una lado, dijeron, el hombre ha sido creado con los mismos elementos que los otros seres inferiores (min hatajtonim). Es decir, su cuerpo, sus instintos y sus estímulos son terrenales y mundanos.  Por otro lado, el ser humano fue dotado de un elemento “superior” (min ha‘eliyonim), algo “Divino”  que le permite reaccionar de una forma elevada, y controlar sus impulsos “inferiores”.

La sexualidad es una buena ilustración. Si no ejercemos el dominio de nuestros apetitos y nos dejamos llevar por ellos; si no creamos un espacio para la intervención de la instrucción Divina entre el estímulo y la reacción al estimulo, renunciamos a nuestra capacidad Divina interior (neshamá), y a nuestra guía Divina (la Torá) y nos convertimos en un elemento más del reino animal.

Nótese que a diferencia de otras religiones, el judaísmo no ve como un ideal renunciar a los impulsos como la sexualidad.  La Torá le enseña al hombre a educar a sus impulsos.  A esta “educación” se la conoce en la Torá como Quedushá, una palabra hebrea muy importante que suele traducirse como “santidad”.   La Quedushá se pone de manifiesto cuando la imagen Divina en el hombre es el elemento dominante.  Ejerciendo nuestro libre albedrío y teniendo como guía a la Torá,  determinamos cuándo, cómo y en qué medida satisfacemos nuestros impulsos terrenales. Cuando el hombre encauza a través de lo Divino a sus impulsos inferiores, el resultado de esos impulsos, en el caso de la sexualidad, es elevadísimo: la generación de la vida, deja de ser un acto natural y se transforma en un acto Divino.




GENESIS 1:21: Creación, mortalidad y reproducción

INTRODUCCION:

El tema sexualidad y judaísmo es delicado y complejo. Generalmente se reserva para discusiones privadas.  Todo joven judío observante, hombre o mujer, pasa antes de casarse por un intenso curso de educación sexual judía (Taharat haMishpajá), donde aprende la relación entre la sexualidad y la qedushá, esto es, nuestra conducta moral y nuestro acercamiento e imitación a Dios. Ese es el ámbito reservado y natural para la discusión de estos temas.   Lo que me lleva a escribir las presentes reflexiones fuera de ese marco tradicional es que en la actualidad, muchos Yehudim se están educando, voluntaria o subliminalmente,  acerca de un tópico tan delicado por lo que se ve y se escucha en los medios de comunicación.   En muchos casos, los temas referidos a la sexualidad se han transformado hoy en asuntos de orden “político”, o son parte de una discusión mayor entre visiones filosóficas opuestas: una que afirma la existencia de Dios y que ve al hombre como un ser capaz de tomar decisiones morales, frente a otra que ve al ser humano como un integrante evolucionado del reino animal, donde la atención a sus instintos primarios es más importante, y hasta más noble, que su control. Como el tema es  tan amplio, voy a dedicarle algunos días o semanas (no estoy seguro, ya que no me estoy basando en un libro o un texto ya escrito). Y me gustaría que los lectores contribuyan con sus preguntas y comentarios (escriban sus emails a : [email protected] )

Comenzaremos hoy, literalmente, por el principio.

La primera vez que la Torá se refiere a la sexualidad (actividad sexual) lo hace en relación a los animales y en referencia exclusiva al marco de la reproducción. Veamos. Luego de la creación de los primeros animales, en el Quinto Día de la Creación, la Torá dice:  (Génesis 1:22):

“Y Dios bendijo a los animales, diciendo: ‘Que sean fructíferos y se multipliquen; que llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra’.”

En este breve texto, de lo que dice, de cómo lo dice y de lo que NO dice, aprendemos los primeros elementos de la vision de la Torá sobre la sexualidad.

1.  REPRODUCCIÓN vs MORTALIDAD:

A diferencia de cualquier otra función fisiológica, como la respiración o la circulación de la sangre, la Torá destaca por separado la función reproductiva. Si bien la Torá no se ha referido aún a la muerte de los seres vivos, la bendición de la reproducción nos invita a entender que los seres vivos, individualmente, estarán sujetos a la mortalidad, pero como especie, seguirán sobreviviendo. Esto nos recuerda en algunos aspectos a algunos actos creativos anteriores . (a) Cuando HaShem crea la transición entre el día y la noche, de acuerdo a Seforno, el Creador en realidad “establece” la rotación de la tierra sobre su eje, es decir, el mecanismo que “perpetúa” esta transición. (b)En el Segundo Día de la Creación, HaShem “divide” las aguas. De acuerdo al Rab Moshé Hefets, fue en ese momento que HaShem estableció el mecanismo de evaporación > precipitación (=lluvia),  que garantiza la “perpetua” producción de agua dulce.  Asimismo, en este versículo, la reproducción sexual animal está presentada como el mecanismo que el Creador establece para la perpetuación de los seres vivos

2. ¿QUE TIPO DE BENDICIÓN?

La bendición de la reproducción animal, por lo tanto, no se puede entender como otras bendiciones formales. Por lo general, una bendición expresa un deseo: “Que HaShem te bendiga» significa más o menos: “Te deseo que HaShem te cure, o te facilite tu trabajo, tu éxito , etc.”  O a veces, cuando la bendición viene directamente de HaShem y en lenguaje imperativo, manifiesta una orden de HaShem. Como si HaShem nos dijera: “Esto es lo que Yo te ordeno hacer, POR TU BIEN (=bendición)”.    En nuestro texto, cuando Dios bendice a los animales, ni les está deseando que se reproduzcan ni les está ordenando que se reproduzcan. Como en los actos creativos anteriores HaShem está estableciendo la reproducción sexual como parte de la biología animal.  La bendición que HaShem concede a los animales, si bien está expresada con un lenguaje imperativo, es completamente diferente a la bendición que HaShem le concede a Adam y Javá (Eva) cuando se refiere a la reproducción sexual humana (como lo veremos en mayor profundidad BH mañana). En nuestro texto, HaShem no se “dirige” a los animes; no les ordena reproducirse. Esto se ve claramente en la utilización de la palabra hebrea “lemor” que significa “diciendo” (a diferencia de “diciéndoles”, que SÍ aparece cuando HaShem bendice a Adam y Javá). HaShem «establece» la bendición de la reproducción animal; no la ordena. ¿Por qué? Porque sólo se le puede dar una orden a un ser que puede obedecerla o desobedecerla, aceptarla o rechazarla. Aprendemos entonces, que los animales, a diferencia de las personas, no tienen control sobre su sexualidad o conducta sexual.

3. IDENTIDAD SEXUAL:

En este versículo que habla de la reproducción animal NO se habla de género. No aparecen las palabras hebreas zajar  o nequebá (masculino/ femenino).  Los animales son creados según sus especies (Gen. 1:21): “Y Dios creó los grandes reptiles…   y todos los seres vivientes… según su especie”.  La diferenciación de géneros, sin embargo,  como un anticipo de la bendición de la reproducción sexual, SÍ se menciona en los seres humanos, como parte integral de su identidad (Genesis 1:27).




GENESIS 1: 6 ¿Qué ocurrió el segundo día de la Creación?

Uno de los temas menos entendidos en la historia Bíblica de la creación del mundo es qué ocurrió en el segundo día de la Creación. El texto dice que en ese día Dios separó «las aguas de arriba de las aguas de abajo», lo cual alude claramente a la creación de la lluvia . Pero por diferentes motivos, especialmente por la interpretación (equivocada!) de un Midrash que relata la plegaria de Adam por la lluvia luego de los seis días de la Creación, el importantísimo acto del segundo día de la creación fue reinterpretado de distintas maneras: separación de entes metafísicos; agua que existe más allá de nuestro planeta, etc. Increíblemente, estas interpretaciones se trasformaron en la  explicación convencional de la obra del segundo día; algo que puede ser confirmado simplemente preguntándole lo siguiente a cualquier alumno de cualquier escuela judía del mundo: «¿Qué hizo Dios el Segundo día de la Creación?». Yo hice esta pequeña prueba y ningún alumno (ni sus maestras!) contestó: «La lluvia».

Como explicamos ayer, también según Maimónides (Moré Nebujim  2:30) el mecanismo del ciclo del agua, que permite la producción de la lluvia, fue establecido por el Creador en el segundo día de la Creación, al dividir las aguas superiores (nubes) de las aguas inferiores (océanos).  Así también lo explica , pero con mucho mas detalle, el Rab Moshé Jefets en su libro Melejet Majashebet pgs. 10-11, edición Viena, y el rab Menashé ben Israel en su libro «El Conciliador».

Al ignorar la creación de la lluvia (y del sistema climático) se presentan nuevos interrogantes que le quitan al relato de la Creación su deliberado realismo y la posiblidad de ser entendido de una manera lógica y no metafísica (דברה תורה כלשון בני אדם).  Por ejemplo: ¿Cómo pudo existir la vegetación –creada durante el tercer día– sin que existiera la lluvia?. Hay otros puntos que también resultan más claros cuando no pasamos por alto la creación de la lluvia, como por ejemplo, el concepto de «creación progresiva», es decir, la noción de que los elementos creados el día 1 son necesarios para el día 2 –y los siguientes días– y los elementos creados el día 2 son necesarios para el día 3, etc.   Veamos por ejemplo lo que explica Rashbam, el nieto de Rashí  (Francia, 1085-1158) . Para Rashbam el viento mencionado en el segundo versículo de la Torá fue utilizado por Dios para separar el mar de los continentes en el día 3.  Luego, las plantas son necesarias para la producción de oxigeno libre y para la alimentación de los seres vivos creados durante el día quinto.     Dicho sea de paso, Rashbam confirma que las palabras «Ruaj Eloquim» del segundo versículo de la Torá no significan «espíritu Divino» (un concepto demasiado cercano a la idea no judía de «espíritu santo») sino que significan:  «un viento poderoso», como lo explican Eben Ezra y Radaq, o «un viento [que sirve como instrumento de creación] Divino» que es la explicación del Targum Onquelos, Maimónides, etc.   Para Rashbam el Creador utilizó un poderosísimo viento para secar los continentes y crear la tierra firme de la misma manera que Dios utilizó un poderoso viento para abrir el mar rojo cuando salmos de Egipto. La única diferencia es que el viento de la creación se llama ruaj eloquim («eloquim» es entendido como superlativo de «poderoso») y el de la apertura del mar, mucho más limitado en su espectro, fue llamado Ruaj (qadim) azá, «un viento fuerte».

Para la creación de la lluvia y del sistema climático hacia falta otro elemento: el sol.  Dejando de lado la interpretación de la mayoría de los sabios (Ribbi Aqibá, Rashí, Maimonides, etc.) en las escuelas judía también enseñan (equivocadamente) que el sol fue creado el cuarto día de la creación.  Lo cual también, obviamente, despierta un sinnúmero de preguntas de física o biología elemental: ¿Cómo podia existir la lluvia, o las plantas, sin que existiera el sol? ¿Cómo podía existir el día y la noche sin el sol?  Estas preguntas desaparecen por completo cuando seguimos la explicación de Ribbí Aqibá, ampliamente aceptada por los Rabinos del Talmud y más adelante por rashi (Gen 1: 14, etc) pero por alguna razón ignorada por los docentes judíos modernos, de que el sol fue creado en el primer acto de Creación: Genesis 1, Versículo 1.

El tema de la creación del sol durante el primer día (que resulta en la pregunta:  ¿qué fue creado entonces en el cuarto día de la creación?) da para mucho más.

A los lectores que quieren aprender más acerca del relato Biblico de la Creación del mundo desde un punto de vista judío y rabinico les sugiero leer mi libro Awesome Creation. En Español: «Creación».

(Ver Aquí:   https://nagrelaeditores.es/publicaciones/creacion/)




GENESIS 1:2. Lo que el viento se llevó. 

ורוח אלוקים מרחפת על פני המים

«Y un viento Divino soplaba sobre la faz de las aguas»

La traducción correcta de estas dos palabras, Ruaj Eloqim es clave para entender toda la secuencia del proceso creativo.  En hebreo bíblico ruaj originalmente significa ‘viento’.

Pero en un sentido metafórico la palabra ruaj también puede referirse al alma, la respiración o inspiración Divina: un estado intelectual o psíquico invisible que mueve a los seres humanos, en especial a los profetas.    En dos ocasiones la Torá usa la palabra ruaj Eloqim en este sentido,  refiriéndose a un tipo especial de sabiduría concedida por Dios. 1). Cuando el Faraón se maravilló de la sabiduría de Yosef  (Gn 41, 38) dijo que Yosef es «un hombre que posee ruaj Eloqim [‘una sabiduría divina especial’]». 2). Cuando Dios le ordena a Moisés designar a Betzalel (Éxodo 31, 3) para ser el arquitecto del Tabernáculo le dice que Él le concedió a Betzalel  ruaj Eloqim, una sabiduría divina, que más tarde se denominó ruaj jojma, ‘un espíritu de sabiduría’.    A lo largo del Tanaj, ruaj Eloqim conserva la misma connotación: una forma extraordinaria de sabiduría o inspiración Divina que por lo general se le concede a un profeta. De esta misma manera los Sabios han utilizado el término ruaj haqodesh para referirse a la inspiración divina. 

El sentido de esta y otras formas metafóricas de la palabra ruaj apuntan a una fuerza invisible que mueve o traslada por mandato Divino (Los sefaradim decimos en las hashkabot ruaj hashem tenijenu began eden, refiriéndonos -metafóricamente – a un viento enviado por Dios que eleva el alma del difunto al gan Eden).

Pero ¿qué puede significar ruaj Eloqim en nuestro versículo?  La ausencia de algún ser humano que pueda ser el sujeto o receptor de una sabiduría Divina especial, no nos permite entender estas palabras en su sentido metafórico como inspiración divina, o como alma. 

LA TRADUCCION CRISTIANA 

Las traducciones cristianas no dudan en traducir ruaj eloqim  como “espíritu divino”.  ¿Por qué? Porque uno de los principios fundamentales de la doctrina cristiana es la trinidad, es decir, la unidad del padre, el hijo y el espíritu divino (o santo).  El “espíritu divino” flotando sobre las aguas en el momento de la creación del mundo, es una confirmación de esta doctrina católica. Esta traducción “ideológica” no nos debería sorprender ya que, como alguna vez explicaremos, la interpretación cristiana de la Biblia tiene un objetivo fundamental: desmentir al judaísmo y afirmar las doctrinas de la iglesia.     

LA TRADUCCION JUDIA

La idea de ruaj Eloqim como ‘el espíritu de Dios’ es un concepto totalmente extraño al judaísmo y ofensivo para la normativa judía. Es una concepción que —entre otras cosas— cuestionaría el principio judío del monoteísmo y se acercaría peligrosamente al antropomorfismo, es decir, a la personificación de Dios. 

La traducción oficial judía, el Targum, que toda traducción vernácula debería tomar como referencia,   entiende que ruaj Eloqim se refiere a el VIENTO, aclarando que no es “una fuerza natural ciega y caprichosa” sino que está siendo dirigido por Dios. 

UN VIENTO GUIADO POR DIOS 

En  este versículo que describe el inventario del planeta tierra la Torá  menciona el segundo elemento físico presente en el planeta Tierra al momento de su creación: el viento. Y este viento, nos indica este texto, está guiado por Dios. Y si bien la Torá no lo menciona explícitamente,  ben Ezra y Radaq explican que el viento será un elemento auxiliar Divino en la creación y será utilizado por Dios en el tercer día para “secar” la tierra que emerge desde la profundidad del océano.  El viento como auxiliar divino aparece muchas veces en el texto bíblico y en la literatura  rabínica. La Torá menciona explícitamente que Dios hizo llegar la plaga de la langosta a Egipto a través de un viento que soplaba desde el este. Y que Dios abrió el mar, secándolo con Sus vientos, para que los judíos escapen de los egipcios.  Esto es ruaj Eloqim, un viento que Dios utiliza como uno de sus agentes en la “naturaleza”. Todos los días en nuestras plegarias mencionamos que Dios “hace soplar el viento para producir la lluvia”. En las hermosas palabras del  Rey David en Tehilim ruaj se’ara osa debaro, “el poderoso viento que obedece Sus ordenes” .   




GENESIS 1:2. Sobre oscuridad y abismos  

 והארץ היתה תוהו ובוהו וחושך על פני תהום

La tierra no tenia vida, la oscuridad prevalecía sobre las faz del océano  

OSCURIDAD  

Luego de explicar que al momento de su creación el planeta tierra no poseía ningún tipo de vida, el texto pasa a describir la atmósfera terrestre.  Nuestra atmósfera actual es clara y luminosa,  compuesta en un 78% por nitrógeno y 21 % de oxigeno. Pero la atmósfera  primitiva con la que el planeta tierra fue creado era diferente.  

La Torá la describe con la palabra joshej” , que normalmente se traduce por oscuridad. 

La gran mayoría de los comentaristas bíblicos clásicos están de acuerdo que aquí oscuridad no puede significar  “ausencia de luz”,  ya que como en la famosa historia de la cueva de Platón,  recién se puede hablar de la ausencia de luz una vez que la luz es creada.  Najmánides (Rambán) y Eben Ezra, por separado, proponen que aquí oscuridad sea entendido como algo tangible.  Najmánides lo compara con la novena plaga de Egipto, una especie de “gas” que previene la llegada de la luz. Para Eben Ezra es algo tóxico, con menos oxigeno.

Basado en estas y otras opiniones  podríamos comparar a la atmósfera terrestre con la atmósfera actual de Venus:  formada por 3 capas espesas de nubes oscuras, que no permiten que la luz solar llegue a la superficie,  y están compuestas  de ácido sulfúrico y dióxido de carbono. 

Esta indicación de la Torá acerca de la primitiva atmósfera terrestre quizás redefine un poco más las palabras anteriores tohu vabohu, que significan: deshabitada.  La Torá explica que no hay vida en la tierra y que todavía no están dadas la condiciones para que haya vida. en otras palabras, la tierra no solo esta deshabitada sino que en este punto inicial es también inhabitable.  

ABISMO 

Casi todas las traducciones bíblicas vierten la palabra tehom como abismo. Esto podría ser un segundo ejemplo de las influencias no-judías en las traducciones bíblicas.  La palabra “abismo” se relaciona con la mitología pagana de la Mesopotamia.  En los mitos de creación Sumerios como Enuma Elish, cuando los dioses / monstruos pelean entre sí hasta la muerte por poder o venganza el dios vencido o muerto “caía al abismo”,  un lugar legendario sin fondo (que puede ser un precipicio o el fondo del mar)  del cual no se puede regresar.  También en la tradición cristiana el abismo es un lugar donde se encuentran los espíritus malvados y donde luego de ser derrotado será arrojado Sátanas. 

Pero en hebreo la palabra abismo en este sentido NO existe  (no confundir con sheol que significa “sepultura”) .  En hebreo bíblico la palabra  tehom es un término “geológico” que está asociado con fuentes de agua. Puede significar el mar, sus profundidades o por lo general las reservas naturales de aguas subterráneas.  Rashí explica que aquí la palabra tehom significa el océano.  Pero debemos aclarar lo que dicen los Sabios:  En el momento de ser creada la tierra consistía principalmente de “agua”. La tierra firme recién surge el Tercer Día de la creación (todas las mañanas, cuando pisamos tierra firme, los Yehudim decimos una berajá que alude a este fenómeno: רוקע הארץ על המים) .  Los Sabios (ver Radaq abajo) dicen que en su fase inicial el planeta estaba completamente cubierto de agua. Esto es lo que causaba el tohu vabohu, la ausencia de vida.    Dios no creo nuestro planeta con vida, pero sí lo creo con agua.  Mucha agua. 

CIENCIA Y TORA:

Una vez que traducimos las palabras hebreas según su sentido original vemos las increíbles coincidencias entre lo que este versículo describe en 2 o 3 palabras y lo que la ciencia moderna especula que ocurrió en los inicios de nuestro planeta.   

DE acuerdo a la ciencia moderna 

√ La atmósfera primitiva no permitía la vida. Era oscura, carecía de oxigeno libre, y contenía amoníaco, metano y dióxido de carbono. 

√ En el principio el planeta tierra estaba compuesto de un enorme océano llamado Panthalassa. Los continentes tal y como los conocemos hoy, surgieron en una etapa posterior. 

√ ¿Y el agua? La Torá explica que nuestro planeta fue creado como un planeta de agua.  La ciencia moderna, especulaciones aparte, al presente no tiene una explicación demostrable o convincente de cómo nuestro planeta posee tanta agua.   

רד“ק בראשית 1:2

והארץ בתחילת בריאתה לא היתה בשלימותה, כי היתה תהו ובהו – כלומר: ריקה מכל בריאה שלא היתה לא בה ולא עליה, כי היתה כולה מכוסה במים




VIDEO en inglés: Creation and Big Bang