¿Cuánta Matsá se debe consumir durante el Seder de Pésaj?

Si bien no hay una cantidad máxima de la Matsá que uno puede o debe comer durante la cena del Seder de Pesaj, los Sabios establecieron un mínimo necesario para cumplir con nuestra obligación ritual.  

¿CUANTO ES EL MINIMO? 

El tamaño de un mínima porción de comida es denominada por nuestros Sabios, kazayit, esto significa literalmente, “que sea aproximadamente, como el tamaño de una aceituna”. Tomando en cuenta que en los tiempos Talmúdicos las aceitunas eran un poco más grandes que las aceitunas promedio en nuestros días. Ahora bien, traducido a la Matsá esta medida equivale a un tercio de una Matsa normal cuadrada (12 g.). Y a un cuarto de una Matsá redonda, abodat yad (11 g.).  Esta medida, que originalmente es de volumen, se obtiene al pulverizar la Matsá y medir ese polvo en un recipiente de 1 onza líquida.   Hay otros rabinos que sostienen que esta medida se debe calcular en peso y no en volumen. Y el tamaño de una minima porción es de 30 gramos, lo cual es significativamente mayor cuando se compara con el volumen. Ya que por ejemplo, calculando en peso la porción mínima es una Matsa cuadrada entera.   Consulte con el rabino de su comunidad.    

¿CUANDO?

Durante las dos noches del Seder de Pésaj, debemos comer esta medida de Matsa 3 veces. La primera vez luego de la Berajá por la Matsa: Motsí/Matsá (de acuerdo a algunas opiniones, aquí se debe consumir 2 porciones de matsá). La segunda vez, cuando comemos el Korej, el “sandwich de Matsa, Maror y Jaroset.  La tercera vez cuando comemos el Afikomán, al final de la cena. 

¿QUE MATSA?

Preferentemente, se debe comer esta noche Matsá Shemurá (ver aquí   ) que es una Matsa que se prepara con harina supervisada para Pésaj dese el momento de la cosecha del trigo. 

¿COMO? 

En estas 3 ocasiones la Matsá se debe comer sentados reclinados sobre el lado izquierdo. Esta posición representa el clásico símbolo de la libertad y nobleza (ver aquí  ) .




El Maror y el antisemitismo

Anteriormente mencionamos que la idea de Pésaj, protección Divina, representa lo que HaShem hizo por nosotros. También dijimos que la Matsá simboliza lo que hicimos nosotros, los Yehudim, para merecer nuestra libertad. Y hoy hablaremos del Maror, que representa lo que hicieron los egipcios con nosotros durante nuestra estadía en su país.

En un pasaje fundamental que leemos en la Hagadá de Pésaj, Debarim capitulo 26, la Torá describe el método del Faraón para su solución final: exterminar a los judíos. Antes de dar la orden de matar a los niños judíos, el Faraón diseñó un plan de tres pasos:  ( וירעו אותנו המצרים ויענונו)

1.Demonización y difamación de los judíos.

2. Tomar el dinero de los judíos, aplicando impuestos a los extranjeros.

3. Esclavizando a los judíos.

Hoy nos referiremos solo a la primera parte de este plan:  la difamación antisemita.

CAMBIO DE GOBIERNO

Un tiempo después de la muerte de Yosef,  hubo un cambio de gobierno en Egipto, una nueva dinastía de faraones, que tomó o recuperó el gobierno por la fuerza. El nuevo Faraón, como siempre pasa en la política, se enemistó con los amigos del gobierno anterior, en este caso, nosotros: el pueblo de Israel. Para justificar esta enemistad, el Faraón tuvo que reescribir la historia (revisionismo) y hacer una gran propaganda de demonización anti-judía. El nuevo Faraón tuvo que invertir mucho esfuerzo en su campaña de difamación.  Ya que en el pasado reciente fue Yosef, un miembro del pueblo hebreo, quien había salvado a Egipto de una tremenda hambruna. Y al final en Faraón lo logró: los judíos fuimos caracterizados como abusadores, xenófobos y traidores.

La Torá, muy brevemente pero con una escalofriante precisión describe el discurso del Faraón. Lo escalofriante es que, de alguna increíble manera, este discurso y sus argumentos siguen siendo el repertorio habitual de los antisemitas modernos.

Veamos:

Exodo 1: (9)  “y [el Faraón] le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.

DEMAGOGIA

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. Nótese que el Faraón NO se dirige a su corte, a su congreso o a su gabinete, como lo hace en otras ocasiones. En este discurso el Faraón le habla directamente al pueblo (por cadena nacional:), ya que necesita cambiar la opinión de su gente sobre los judíos. El efecto de un discurso directo es altamente beneficioso para su propaganda.

XENOFOBOS

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. He aquí ‘un’ pueblo, los hijos de Israel. Si bien los judíos vivíamos en Goshen y seguíamos nuestras propias tradiciones, eso no nos hacia elitistas ni desleales a Egipto. El Faraón, sin embargo, toma cínicamente esta característica de los judíos (probablemente enfatizando la endogamia) para afirmar que los judíos NO son parte del pueblo egipcio, difamándolos y caracterizándolos como xenófobos y cerrados.

DEMASIADOS JUDIOS

Luego el Faraón dice que éramos muchos. “Son más que nosotros”, miente el faraón.  Los antisemitas modernos también exageran deliberadamente el número de judíos para prevenir al mundo sobre nosotros. La única vez que se minimiza el número de judíos es cuando los judíos somos las víctimas. “En la Shoá sólo murieron 1 million de judíos, lo demás es propaganda judía”, dicen por ejemplo los antisemitas contemporáneos.

MUY PODEROSOS, RICOS, INFLUYENTES

Luego el Faraón caracteriza a los judíos como poderosos y ricos. Y repite la mantra antisemita:   los judíos son más ricos que nosotros.  Pero hay que ver esta expresión con un poco más de profundidad y entender, sin alejarnos de la semántica hebrea, que el Faraón no está diciendo únicamente que los judíos son ricos. El Faraón dice:  “son ricos  por nosotros”, es decir: los judíos se hicieron ricos ¡quitándonos nuestro dinero! (ממנו). Este discurso del Faraón tiene que haber sido la inspiración  de “Los protocolos de los sabios de Zion” y de todas las teorías de conspiración anti-judías hasta nuestros días…

Veamos ahora el próximo versículo

El Faraón continúa: (10) Seamos, pues, mas astutos que ellos, no sea que se multiplique y en caso de guerra, se una con nuestros enemigos, pelee contra nosotros y se vaya del país.”

LOS JUDIOS SON MUY ASTUTOS

El Faraón dice indirectamente que los judíos son malévolamente inteligentes, “astutos”. Insinuando que fue así, con astucia, que explotaron a los egipcios y tomaron su dinero. “Ahora es el momento de hacerles pagar, y recuperar lo nuestro. Y la única manera de lidiar con los judíos es ser más astutos que ellos.”  Todo esto, por supuesto, crea en el pueblo egipcio un gran resentimiento hacia los judíos, a quienes se los culpa con mentiras de haber usado su inteligencia para abusarse de los egipcios.

LOS JUDIOS SON DESLEALES

Y ahora llega la estocada final del Faraón, la más conocida acusación antisemita. “Los judíos, en la eventualidad de una guerra, nos traicionarán. Se unirán a nuestros enemigos y pelearán contra nosotros. Y cuando alcancen la victoria se “escaparán de Egipto” hacia su propia tierra (sic.?!).

Todo esta propaganda del Faraón, que la Torá resume en sólo 2 versículos, logró su objetivo, ya que solo 3 versículos más adelante (Exodo 1:12) vemos el resultado de la propaganda antisemita. vayaqutsu…y los egipcios sintieron odio (o “desprecio”) por los hijos de Israel”. El terreno, sembrado con propaganda antisemita, está ahora listo para proceder a la solución final.  El Faraón ordena un genocidio selectivo muy cínico. Exodo  1:16 “Maten a los varones recién nacidos, pero dejen a las niñas”, así eliminamos a los judíos, y a la vez nos quedamos con sus mujeres.

Todo este odio y esta difamación infundada que sufrimos y seguimos sufriendo los judíos, comenzó por primera vez en Egipto. Y está representada por el Maror, la hierba amarga que en el Seder nos recuerda la amargura de la persecución y lo que uno siente cuando es acusado con falsedad y odiado gratuitamente.

HaShem nos ayudó y nos rescató de Mitsrayim de manos del Faraón y de su diabólica propaganda. Y así, en nuestros días, HaShem nos sigue protegiendo de todos aquellos que se levantan para difamar y destruir a nuestro pueblo, o a nuestro Estado de Israel.  




De la prosperidad a la asimilación en Egipto

ובני ישראל פרו וישרצו וירבו ויעצמו במאוד מאוד ותמלא הארץ אותם

“Y los hijos de Israel se reprodujeron, se multiplicaron profusamente, crecieron, y se hicieron muy, muy poderosos. Y la tierra se llenó de ellos”.

Confieso que siempre leí este versículo de la Torá de una manera diferente a la que estoy leyendo este año. Yo entendí este texto así: los judíos en Egipto habían crecido hasta el punto de convertirse en una amenaza demográfica para los egipcios. “Y la tierra se llenó de ellos”, significa que los egipcios notaban la presencia judía por todos lados. El texto en sí no halaga a los judíos por sus impresionantes logros económicos pero tampoco parece criticarlos. Solo menciona los hechos y nos explica la razón por la cual el Faraón decide poner un punto final al crecimiento de los judíos.

Permítanme presentarles ahora una lectura alternativa de este mismo texto y arribar a una conclusión un poco diferente.

VIVIR SIN COMUNIDAD
El texto comienza por describir la explosión demográfica y el éxito de los judíos (=crecieron) para luego explicar qué hicieron los judíos una vez que triunfaron. Cuando llegaron a Egipto los judíos vivían voluntariamente recluidos en la tierra de Goshen. Eran una sociedad de extranjeros privilegiados. Pero ahora (posiblemente 60 o 70 años, 2 o 3 generaciones después) ya no se sentían más como extranjeros, sino como parte integral del pueblo egipcio. Y su gueto ahora ¡les quedaba chico! Lo que la Torá nos dice aquí es que los judíos abandonaron su territorio, su comunidad, su barrio judío y comenzaron a expandirse por todo el país (“Y la tierra —de Egipto—se llenó de ellos), en busca de más riqueza, más poder y más influencia. Las barreras étnicas o sociales que les brindaba vivir en comunidad, y los protegía de la asimilación, eran ahora un estorbo para la continuidad de su desarrollo económico.Fue la primera vez —pero no la última —que la asimilación comenzó a gestarse como consecuencia de la prosperidad y el éxito por parte de judíos que se sentían integrados a la sociedad gentil.

OLVIDARSE DE DIOS
Si bien mi lectura (negativa) de este texto es un poco especulativa, hay razones para pensar que puede no estar muy equivocada. Aunque en otros contextos, la Torá advierte varias veces al pueblo judío acerca de los “riesgos” de la abundancia material. En el libro de Debarim (Capítulo 8) cuando la Torá describe la abundancia que habrán de disfrutar los judíos en la Tierra Prometida dice así: “Ten cuidado de no olvidarte de HaShem tu Dios y de abandonar Sus mandamientos… cuando hayas comido hasta hartarte y te hayas construido hermosas casas para vivir, y tus vacas y tus rebaños se multipliquen y tu plata y tu oro hayan aumentado, y cuando hayas prosperado en todo lo que posees… ten cuidado de que tu corazón no se haga arrogante y te olvides de HaShem tu Dios, que te liberó de la tierra de Egipto….”. ¿Y cómo comienza la asimilación? Olvidándose de Dios.

OLVIDARSE DE ISRAEL
Hay un elemento adicional que puede probar la sensatez de esta lectura. El notable el silencio de la Torá respecto al regreso del pueblo de Israel a su tierra. Todos recordamos que los hijos de Jacob vinieron a vivir temporariamente (“lagur”) en Egipto: se supone que iban a estar allí hasta que la situación mejorase, y luego regresar a la tierra de Abraham Isaac y Jacob. En Egipto Dios los bendijo con fertilidad. Recordemos que vencer la infertilidad fue el mayor drama del libro de Génesis. Ni a Sará ni a Ribqá ni a Rajel les fue sencillo traer hijos al mundo. Ahora, HaShem les concedió una descendencia inmensa que les hubiera permitido regresar a Israel “por las buenas” y restablecerse allí como un pueblo consolidado. Pero este versículo parece decir que los judíos, que disfrutaba de un altísimo nivel de vida muy elevado, estaban muy cómodos en “la nueva tierra”, donde cada vez había más judíos ¿quién quiere abandonar este paraíso económico? .
Entendido de esta manera este versículo parece expresar que el pueblo judío está en un callejón sin salida respecto a su identidad, a su espiritualidad y a su voluntad de regresar a Israel.

Irónicamente, pero de una manera que no debería sorprendernos en el 2023, parece que lo único que salvó a los judíos de la asimilación, fue el antisemtisimo de los egipcios.

 

ESTE ES EL TEXO HEBREO QUE ME INSPIRO A ESTAS REFLEXIONES

העמק דבר

por Naftali Zvi Yehuda Berlin ( 1816-1893) Varsovia, POLONIA

ותמלא הארץ אתם. מהם מיבעי וכן ת״א מנהון. אבל לשון המקרא אותם. בא ללמד דלא ארץ גושן לבד שהי׳ מיוחד לישראל ומלאה מישראל לבד. אלא אפילו כל א״מ שהי׳ עיקר ישיבת עם מצרים מ״מ מלאה הארץ את ישראל. ומשמעות אותם עמם. כמש״כ בספר ויקרא י״ז ה׳ עה״פ וזבחו זבחי שלמים לה׳ אותם. והיה כל מקום פנוי שמצאו ישראל לקנות ולדור נתישבו שמה. והיינו דכתיב במכת בכורות ופסח ה׳ על הפתח הרי שהיו הרבה בתי ישראל בקרב בתי מצרים. ואע״ג שיבואר להלן ב׳ כ״ה וג׳ ז׳ שפרעה נגש לישראל ולחצם לדור במיצר כדי להשפיל דעתם. מ״מ הי׳ באופן שנשארו בקרב ערי מצרים בין בתיהם. ובא הכתוב להקדים בזה סיבת שנאת מצרים וגזרת המלכות. ומחשבת חשד מה שלא עלה ע״ד ישראל. כ״ז בא משום שבקשו לצאת מרצון יעקב אביהם שישבו דוקא בארץ גושן כדי שיהיו בדד ונבדל ממצרים כמש״כ בפ׳ ויגש. אבל הם לא רצו כן. ובש״ר איתא עוד שפסקו למול מזה הטעם שאמרו נהיה כמצרים. דאחר שקבעו דירתם בקרבם מצאו טוב להם להשתוות למצרים ולא יהיו ניכרים שהמה יהודים. ומשום זה ביאר המדרש שהפך ה׳ לבם לשנוא עמו. וכבר ביארנו בס׳ בראשית עה״פ כי גר יהיה זרעך וגו׳ אשר היא הסבה שבכל דור ודור עומדים עלינו לכלותנו בשביל שאין אנו רוצים להיות כגרים ונבדלים מן האומות

“Y la tierra se llenó de ellos”. ¿Qué significa? … viene a enseñarnos que no solo el área de Gosén, que originalmente fue designada para Israel, estaba llena de ellos, sino que incluso todas las demás ciudades egipcias también estaban llenas de ellos. Esto significa que dondequiera que los judíos encontraban un espacio vacío en Egipto, lo compraban y se establecían allí. Esto es lo que está escrito en la plaga de los Primogénitos, que Dios tuvo que diferenciar entre las casas de los israelitas y las de los egipcios porque los israelitas tenían sus casas entre los egipcios. Y aunque… el Faraón había obligado a los judíos a vivir en sus propias areas para degradar sus espíritus, sin embargo… se instalaron dentro de las ciudades de Egipto, entre sus hogares. Este texto, por lo tanto, viene a anticipar la razón del odio y el decreto de de la esclavitud de los egipcios contra Israel: la sospecha de que Israel albergaba pensamientos de traición y querían apoderarse de Egipto. Esta fue la razón por la que Jacob quería que ellos habitaran específicamente en la tierra de Gosén, separados de Egipto, como dice en la Parasha Vayigash. ¡Pero los judíos no querían eso! Y [para asimilarse] incluso dejaron de circuncidarse por esta razón, diciendo que quieren llegar a ser como los egipcios… y no ser reconocidos como judíos… como ya hemos explicado en el libro de Génesis: “tu descendencia serán extranjeros en la tierra…” (Génesis 15:13), y cuando los judíos no se comportan como extranjeros, las naciones se levantan contra nosotros para destruirnos, porque no queremos estar separados de ellos.




La gran lección del Maror

Rabán Gamliel indica que el «Maror», la verdura amarga que consumimos durante las dos primera noches de Pésaj, representa una de las tres ideas centrales que debemos transmitir a nuestros hijos en el Seder . El Maror nos recuerda que los egipcios nos demonizaron, nos esclavizaron y nos hicieron sufrir. Pero, ¿por qué es tan importante transmitir esta lección «dolorosa» a la próxima generación en la noche del Seder? ¿No deberíamos concentrarnos exclusivamente en celebrar nuestra libertad?

Hay varias razones por las que debemos recordar el significado del Maror.

Primero, al debatir el orden en que debe contarse la historia de Pésaj, nuestros sabios entendieron que tenemos que mencionar las cosas malas que nos sucedieron, y que estos recuerdos dolorosos deben mencionarse primero, para que de esta manera apreciemos más y mejor la libertad que obtuvimos y las cosas buenas que nos pasaron.

Segundo, porque el odio hacia el pueblo judío, simbolizado por el Maror, lamentablemente no es algo del pasado. De alguna manera, nuestros hijos deben saber que nuestro destino como pueblo elegido implica estar expuestos a la demonización y a la persecución. Es una parte integral del privilegio de pertenecer al pueblo judío.

Y creo que hay una razón adicional muy importante para preservar la memoria de nuestro sufrimiento. La Torá nos enseña a canalizar de manera positiva la memoria del dolor que sufrimos en Egipto. ¿Cómo? Haciendo todo lo posible para que otras personas NO sufran. Esta idea y el momento en que esta idea es transmitida, me parece que es una REVOLUCIÓN en el pensamiento humano.

Hay un patrón de conducta que siempre se repetió en la historia. Las civilizaciones que fueron oprimidas y esclavizadas luchaban por su libertad, y luego, cuando triunfaban, su primera necesidad era la venganza: hacer sufrir a sus perseguidores. Pero no terminaban ahí. Una vez que las personas que habían sido oprimidas se volvían más fuertes y poderosas, se dedicaban a conquistar otros pueblos, esclavizarlos y hacerlos sufrir, como habían sufrido ellos. Este comportamiento sádico es un fenómeno psicológico bien conocido. Las estadísticas muestran que hay una proporción muy alta de personas «abusivas» (en todos los sentidos) que han sido abusadas en el pasado.

La Torá presenta aquí una revolución moral. Una visión 180 grados diferente.

La Mitzvá que la Torá más veces repite es: “Y amarás [= te preocuparás por, cuidarás de…] al extranjero [= los pobres, las personas más expuestas al abuso], porque ustedes han sido extranjeros en la tierra de Egipto». La Torá nos enseña a canalizar el abuso que sufrimos en Egipto de una manera contra-intuitiva, casi sobrenatural. En lugar de alimentar o justificar la sed subconsciente de venganza y abuso, nosotros, el pueblo de Dios, debemos comportarnos con más compasíon con los necesitados. 

La Torá nos dice: Tú sabes lo que significa el sufrimiento, por lo tanto, no dejes que otras personas sufran ya que estás mejor calificado que aquellos que no sufrieron, para evitar que otros sean humillados y oprimidos.

Si bien aquellos que experimentaron opresión naturalmente albergan sentimientos de venganza, a los judíos se nos pide que enseñemos a nuestros hijos a preservar el recuerdo de nuestra aflicción para procesar nuestros recuerdos de abuso de forma positiva y ser más sensibles  con aquellos que sufren.

Conozco a muchas personas buenas y generosas. Pero, sinceramente, las personas más amables, compasivas y angelicales que he conocido son algunos sobrevivientes del Holocausto. Entre ellos, por ejemplo, a la rabbanit Esther Jungreis z»l, que dedicó su vida a inspirar a otros a ser buenos, generosos y pacientes (mira su video abajo). O a Yehuda Lindenblatt, un sobreviviente de la Shoah –un hombre muy mayor– que se dedica a ser voluntario en Hatzalah y salvar vidas. Con los años, he conocido a muchos otros sobrevivientes del Holocausto. Y me sorprendió su extraordinaria amabilidad y altruismo. Estos ancianos sufrieron lo inconcebible. Sus familias fueron destruidas. Y siguiendo el sentido común de los abusados que se transforman en abusadores, los sobrevivientes del Holocausto deberían ser las personas más malvadas y abusivas del planeta. Sin embargo, ¡son todo lo contrario! Y creo que todo el crédito le corresponde a nuestra Torá, a esta increíble idea que Dios proyectó en nuestras mentes: DEBEMOS AYUDAR A LOS QUE SUFREN, PORQUE SABEMOS PERSONALMENTE LO QUE SIGNIFICA EL SUFRIMIENTO. Esta idea contra-intuitiva en términos de psicología humana, es una idea Divina, que se convirtió en parte de nuestro carácter y nuestro ADN.

¡Que HaShem nos inspire y nos ayude para que siempre estemos del lado de los que dan!

AMÉN




Matsá común vs. Matsá Shemurá

ושמרתם את המצות
Una de las Mitsvot más importantes de Pésaj es la de comer Matsá. La Matsá es un pan especial hecho de una masa plana. La masa se prepara sólo con harina y agua, , sin levadura. La harina normalmente proviene del trigo, pero técnicamente, la Matsá también podría hacerse a partir de harina de cebada, avena, centeno o espelta. El tema más sensible en la preparación de la Matsá es el tiempo: para evitar la fermentación de la masa, el proceso completo de elaboración desde el momento que la harina se pone en contacto con el agua hasta que la Matsá se saca del horno debe tomar menos de 18 minutos.
Hay diferentes tipos de Matsot.
Hoy explicaremos la diferencia entre la Matsá regular y la Matsá Shemurá (lit. «supervisada»).
La diferencia entre estas dos Matsot tiene que ver con el nivel de supervisión de una y de otra. Específicamente, desde qué momento de la elaboración de la Matsá comienza la supervisión.
MATSA REGULAR
La supervisión del proceso de elaboración de la Matsá normal comienza desde el momento que se produce la harina. Es necesario asegurarse, por ejemplo, que la harina se haya mantenido en un lugar seco (la humedad hace que la harina fermente, o sea, que se haga Jamets). Además, se debe verificar que el agua que se utilizará para hacer la masa esté al nivel de la temperatura ambiente, ya que si el agua, por ejemplo, está caliente aceleraría el proceso de fermentación. Una vez que se elabora la masa para la Matsá, ésta no puede ser desatendida. Cualquier trozo de masa que haya quedado desatendido o sin hornear, durante 18 minutos es Jamets, y si ese trozo de masa se mezcla con la masa de otras Matsot, podría afectar la validez de toda la producción de Matsot. Se supervisa también que las maquinarias se limpien a fondo después de cada producción de Matsá.  Estos son algunos ejemplos de la supervisión a la que se somete la producción de Matsá regular.
MATSA SHEMURA
Además de observarse todas las reglas para la elaboración de la Matsá regular, en la elaboración de la Matsá Shemurá, la supervisión comienza desde que los granos de trigo son cosechados en los campos. Los granos, que se cosechan frescos y antes de que se sequen, se examinan cuidadosamente para asegurarse, por ejemplo, de que no haya ningún grano roto o partido, lo cual llevaría a una fermentación prematura. También se debe supervisar, por ejemplo,  que no hayan granos brotados, lo cual también aceleraría el proceso de su fermentación.  En el caso de la Matsá Shemurá el grano se supervisa cuando se cosecha; mientras se transporta y cuando se almacena, para asegurarse que esté protegido de la humedad.
Todo este proceso adicional de supervisión implica una necesidad mayor de mano de obra, y es por eso que la Matsá Shemurá es sustancialmente más cara que la Matsá común.
Obviamente, tanto la Matsá regular como la Matsá Shemurá, son Kasher para Pésaj . Sin embargo, la Halajá indica el uso de Matsá Shemurá durante las dos primeras noches de Pésaj (en Israel, sólo la primera noche), cuando decimos la Berajá ‘al akhilat Matsá. ¿Por qué? Porque durante las dos noches del Seder, cuando comer Matsá es Mitsvá, seguimos al pie de la letra las palabras del pasuq que dice (Éxodo 12:17) ושמרתם את המצות , «y guardareis (=supervisareis estrictamente) las matsot«.
Durante los demás días de Pésaj, técnicamente no existe la obligación de consumir Matsá Shemurá, porque fuera de las noches del Seder no hay un mandamiento formal de comer Matsá, sino sólo de abstenerse de comer Jamets.
¿CÓMO SE ELABORA LA MATSA?



MATSA HECHA A MANO vs. MATSA DE MAQUINA

NO TODAS LAS MATSOT SON IGUALES

Todas las Matsot son iguales en cuanto a su composición (harina, agua y un proceso de elaboración que lleva menos de 18 minutos). Y durante siglos todos los Matsot fueron hechas a mano. Esto cambió en 1838 cuando Isaac Singer inventó la primera máquina para hacer Matsot. A mediados del siglo XIX hubo un gran debate entre los rabinos europeos. Algunos se opusieron a las Matsot hechas con máquina argumentando que era imposible limpiar y eliminar por completo de la máquina los más pequeños remanentes de masa entre una producción y la otra. Esto significaba que para el rabino Shlomo Kluger y otros, las Matsot hechas a máquina no eran Kasher para Pésaj! Por otro lado, otros rabinos, como el Ketab Sofer, argumentaron que las Matsot hechas a máquina tenían un estándar de Kashrut más alto que el Matsot hecho a mano, ya que el uso de máquinas disminuiría la posibilidad de errores humanos, como por ejemplo, dejar una porción de la masa desatendida, lo que podría conducir a una fermentación accidental .

Esta controversia duró algunos años. Pero al final, la mayoría de los rabinos concluyeron que al establecer ciertas pautas para limpiar a fondo las máquinas, el Kashrut de esas Matsot estaba más allá de cualquier discusión.

INTELIGENCIA HUMANA VS ARTIFICIAL

Hay otro punto de debate que continúa hasta nuestros días. Es el tema de la «intencionalidad» o kavana. Para explicar este punto, tendré que elaborarlo un poco más ampliamente.

Cuando se fabrica un artículo religioso, este artículo y sus accesorios deben hacerse con la intención específica de ser usados para esa Mitzvá en particular. Ejemplo: no podemos usar una pieza de cuero, originalmente fabricada para hacer zapatos o cinturones para hacer un Tefillin o sus correas. ¿Por qué? Debido a que la ley judía requiere que el cuero usado para hacer Tefilín tiene que ser procesado desde un principio «explícitamente» con el propósito de ser usado para la mitzvá de Tefilín. Por esta razón, antes de comenzar la producción del cuero que se utilizará para el Tefillin, la persona a cargo dice: «leshem mitzvat tefillin» «Estoy procesando este cuero para ser usado para la Mitzva de Tefillin». La intencionalidad en la producción de un artículo religioso es un requisito halájico. El mismo principio se aplica, por ejemplo, para los hilos del Tzitzit (las «fimias» del Talit). Deben hacerse desde el principio para este propósito específico. Si hay hilos que fueron producidos con un propósito diferente en mente, como por ejemplo para producir cortinas, o incluso si fueron producidos sin un propósito específico, estos hilos no se pueden usar para cumplir con la Mitzva del Tzitzit. Y lo mismo se aplica a las otras Mitzvot.

Volviendo a nuestro tema: las Matsot que consumimos durante las dos primeras noches de Pésaj son «Matsot Mitzva» y deben ser elaboradas con el propósito explícito de cumplir con el Mitzvá de comer Matsá. Y la pregunta que surgió cuando se inventaron las máquinas para producir Matsot fue: ¿podemos asumir que la «intencionalidad humana» requerida para la producción de la Matsá es suficiente cuando el hombre dice «Estoy elaborando estas Matsot para cumplir coin esa Mitsvá» (leshem matsot mitzva) al activar la máquina? ¿O deberíamos suponer que la intencionalidad no se transfiere al elemento no humano involucrado en el proceso? Este debate fascinante aún permanece. Y afecta no sólo el área de la Matzá sino otras áreas de la ley judía, por ejemplo, muchas personas solo usan un Tzitzit con hilos elaborados a mano.

SOLO POR DOS NOCHES

En el caso de las Matsot, debemos aclarar que esta discusión se aplica solo a los Matsot que se usan durante el Seder, cuando decimos la Berajá ‘al ajilat Matsa y necesitamos tener Matsot Mitzva.

Finalmente, algunos rabinos dicen que las Matsot hechas a máquina (¡también hay Matsa Shemurá hecha a máquina!) pueden usarse durante las primeras dos noches, mientras que otros rabinos, incluido el rabino Obadia Yosef z ”l, recomiendan , cuando sea posible, usar Matsot hechas a mano para las dos primeras noches de Pésaj. Mientras que para el resto de Pésaj, se podría usar cualquier Matsa.

Los jasidim (Jabad y muchos otros grupos jasídicos) son muy estrictos en este tema, y ​​utilizan Matsot exclusivamente hechas a mano durante todo Pésaj.

A veces, puede haber un problema económico involucrado en este asunto. Las Matzot hechas a mano son más caras que las Matzot hechas a máquina. Por lo tanto, en el caso de una familia que no puede pagar el costo del Matsot hechas a mano, muchos rabinos aprobarían el uso de Matsot de máquina incluso para las dos noches del Seder, apoyándose en las opiniones menos estrictas.

¿Cómo diferenciar entre las Matsot hechas a mano

y las Matsot de máquina?

  1. Las Matsot hechas a mano son significativamente más caras. 🙂
  2. Las Matzot hechas a máquina son cuadradas y de un tamaño regular. Las Matsot hechas a mano son redondas y tienen un aspecto más rústico.
Matsa de máquina Matsa hecha a mano



JAMETS PSICOLÓGICO

AIRES DE GRANDEZA

Durante Pésaj está prohibido comer o poseer cualquier alimento que sea o contenga Jamets. ¿Por qué? Más allá de las razones históricas bien conocidas –nuestra redención fue tan presurosa que no hubo tiempo para que la masa del pan se eleve– nuestros Rabinos vieron en el Jamets, el proceso de fermentación que eleva a la masa, una representación muy significativa. Compararon al Jamets con la soberbia. La masa que se infla sola, con el individuo que permite que su ego se expanda y se engrandezca. La soberbia y el Jamets son simplemente:  aire; una inflación ilusoria del yo.

LA LIBERTAD Y EL CONSUMO

Pero, ¿por qué nos ponemos a pensar en arrogancia y en humildad específicamente durante Pésaj? Porque no todas las personas están expuestas al riesgo de convertirse en individuos arrogantes. Un esclavo judío en Egipto, por ejemplo, no podía darse el lujo de ser vanidoso. El riesgo de la vanidad excesiva solo es relevante para un hombre libre, pudiente, dueño de su vida. Y en Pésaj, cuando conmemoramos nuestra libertad, tenemos en mente que como individuos soberanos, fácilmente podríamos caer en un tipo diferente de auto-esclavitud. Una esclavitud mental. Una adicción a los aspectos inflables de nuestro ego: la soberbia. La sociedad moderna, en sus incansables esfuerzos por convertirnos en esclavos del consumo. Siendo más narcisistas, más egocéntricos y más hedonistas. Nos empuja a convencernos de que debemos tener no sólo todo lo que necesitamos, sino también todo lo que queremos y deseamos. Esta inmensa ambición, cuando se satisface, puede derivar fácilmente en arrogancia: sentir que SOY más que los demás, porque TENGO más que los demás.

HUMILDAD Y AUTOESTIMA

La Matsá, un pan plano, sin miga ni pretensiones, representa la humildad.   Ser humilde no significa degradarnos, humillarnos. Sino asumir la verdadera dimensión de la vida humana, tomando conciencia de nuestra ineludible mortalidad, y reconociendo nuestra dependencia de Dios. La humildad, en un plano psicológico, es también la esencia de la autoestima. Quererse, y fundamentalmente aceptarse, es un prerrequisito para estar en paz con uno mismo. El individuo arrogante es inseguro. Necesita el halago público y el permanente aplauso de los demás para sobrevivir emocionalmente. Busca la aprobación del otro, a veces desesperadamente, con el fin de compensar lo que le falta, o porque es incapaz de enfrentar sus propias fallas y errores. Solo el humilde, la persona que no necesita el aplauso de los demás para sentirse mejor, es verdaderamente libre, independiente. El hombre humilde es capaz de admitir sus desaciertos, cambiar y mejorar. La persona arrogante, por otro lado, no puede admitir errores y, por lo tanto, le es imposible cambiar. Y al no poder corregirse, termina adaptándose a sus propios defectos. Esclavizándose a ellos. La arrogancia es un Faraón tirano que condena nuestra personalidad al estancamiento.

HUMILDAD y ESPIRITUALIDAD

La arrogancia, este Jamets mental, es la principal barrera entre el hombre y su prójimo. Y también entre el hombre y Dios. La persona arrogante no concibe «servir a Dios», pretende más bien «usar» a Dios para su propio beneficio. Nuestros rabinos explican que desde la perspectiva del hombre soberbio, «no hay lugar en este mundo para él y para Dios». ¿Qué significa esto? Que si la realidad de la existencia fuera un círculo, alguien (o Alguien) tiene que estar en el centro. Y en el centro, no hay lugar para dos. El arrogante se sitúa en el centro y desplaza a Dios a la periferia. En esa relación, él no sirve a Dios, sino que trata de servirse de Él.El objetivo más importante de la vida de un individuo judío es alcanzar un nivel de humildad que reconoce que Dios está en el centro. Y asumir que uno, el ser humano, está aquí por Él y para Él. Una misión imposible para el individuo soberbio, esclavizado a su pequeñez…

De la misma manera que eliminamos cada migaja de Jamets de nuestros hogares, debemos borrar todo rastro de vanidad y soberbia de nuestros corazones.




¿Qué significa la palabra Pésaj?

Rabban Gamliel dice que hay tres palabras que se deben exponer en el Seder para cumplir con la obligación mínima de enseñar a nuestros hijos la historia de nuestro Éxodo de Egipto: Pésaj, Matzá y Maror.

Maror representa el sabor de la esclavitud.

Matzá representa el sabor de la libertad obtenido a través de la intervención divina.

¿Pero qué es Pésaj?

¿Qué significa «Pésaj» y qué nos enseña que podemos aprender hoy?

Pésaj fue un sacrificio animal, una ofrenda. Pero a diferencia de los sacrificios mencionados en la Parashá de nuestra semana, Vayiqra, el sacrificio de Pésaj tenía un propósito único. Un cordero, una oveja joven, tenía que ser sacrificado por los esclavos judíos el 14 de Nissan. HaShem le dijo al pueblo judío que sacrificara un cordero y marcara el poste de la puerta de sus casas con su sangre. Las casas judías con la sangre en las puertas no serían afectadas por la peste que condenaba a los primogénitos a la muerte.

LIBERTAD MENTAL

Este sacrificio de Pesaj representa lo que el pueblo judío tuvo que hacer para merecer su libertad física. Y la razón es la siguiente: los cambios socioculturales generalmente tardan muchos años o décadas en ocurrir. En el caso del pueblo judío, todo sucedió en unas pocas horas. El 10 de Nissan, Dios ordenó a los judíos que tomaran una oveja y la sacrificaran el 14 de Nisan. Recuerden que los egipcios adoraban a muchos animales porque creían que los animales poseían algún poder sobrenatural dado por los dioses. Las ovejas, especialmente el macho adulto llamado «carnero», representaban la virilidad y el poder de la procreación. Los israelitas ahora enfrentaban un serio desafío: Dios, por un lado, les había ordenado que tomaran a uno de los «dioses egipcios» y lo sacrificaran, lo asaran y lo comieran. Al hacerlo, los israelitas demostrarían a Dios, pero principalmente a sí mismos, que eran «libres» de la cultura idólatra de los egipcios. Tengan en cuenta que los judíos vivían completamente integrados en la sociedad egipcia durante 210 años y que, obviamente, estaban expuestos a todo tipo de supersticiones de la sociedad aboda zara (idolatría). Matar a un cordero, por lo tanto, presentaba una gran dificultad psicológica. ¡Después de todo, sus amos egipcios consideraban al carnero «un dios»! Y si un esclavo naturalmente temía a sus amos, ¡cuánto más temería al dios de sus amos! En la víspera de Pésaj, sin embargo, el pueblo judío sacrificó el cordero, y en un único acto extremadamente difícil y de extraordinario coraje, se liberaron de la cultura de la idolatría y sus supersticiones. Esa noche, al hacer el sacrificio de Pésaj, los judíos abandonaron mentalmente Egipto y le mostraron a HaShem que

estaban listos para seguirlo a Él.

PROTECCIÓN

Todo lo anterior se refiere al sacrificio de Pesaj. Pero aún necesitamos entender el significado de la palabra «Pésaj». En inglés, por ejemplo, Pésaj generalmente se traduce como «Passover» (es decir, pasar por encima), de acuerdo con esto, cuando HaShem causó la muerte de los egipcios primogénitos, «pasó por encima» de las casas de los judíos y no los afectó. Sin embargo, según el rabino Menashe Ben Israel (1604-1677) y otros comentarios, la idea de «Pésaj» en la Torá es un poco más profunda y, al mismo tiempo, menos conocida. En su opinión, la palabra «Pésaj» y su verbo «Pasaj» no deben entenderse como «pasar por encima» sino como «protección». Así es como el Targum Onkelos tradujo «pasaj», jayis, le importó>cuidó (como אדם חס על ממונו). Y esto, entonces, es lo que sucedió: Cuando HaShem desató la décima plaga, una epidemia enviada por Dios –que la Torá llama el «maschjit» y causaba la muerte de los primogénitos (ver Shemot 12:13 y 12:23)– HaShem «protegió» (pasach ‘al) las casas de los israelitas, que estaban marcadas con sangre en los postes de las puertas, y no permitió que esta plaga mortal afectara a los primogénitos judíos. En «Pesaj», por lo tanto, recordamos que Dios protege constantemente y directamente al pueblo de Israel. Esta protección sobrenatural (hashgacha peratit) comenzó la noche del 15 de Nisan, la noche del Seder, conocida en la Torá también como lel shimurim, «la noche de protección». La supervivencia del pueblo judío desafía las estadísticas y las predicciones lógicas. El grupo humano más perseguido en la historia de la humanidad existe gracias a la protección milagrosa y permanente de Dios. ¡Y eso es exactamente lo que celebramos en Pesaj!

 
 
 

MATERIAL PARA EL SEDER DE PESAJ

 
 
 √ Recomiendo a los lectores que visiten la página de AISH aquí, donde encontrarán muchísimo material educativo para adultos, así como también juegos para niños, aquí
 
√ Para encontrar muchísimos juegos educativos para niños, incluyendo una enorme lista de preguntas para Pésaj se puede visitar este sitio web  (en inglés)
 
√ La Sra Zelma Curiel de Argentina me envió este hermoso juego, que ella misma diseñó, «¿Qué ves?» para imprimir, y hacer participar a los niños del Seder de Pésaj. Ver aquí
 
√ El Rab David Sutton de Nueva York, me mandó sus comentarios de la Hagadá en Inglés. Ver aquí
 
√ Valeria Judith Salem, de Argentina, nos cuenta su experiencia: Rab, me gustaría compartir con usted lo que hice el año pasado en mi casa: decoré todo el largo de la mesa dividiéndola en dos (keriat iam suf) con una larga tela de arpillera y a los costados papel celofán enrollado de color celeste…en el medio puse animalitos y personitas de juguete! Eso motivo muchísimo no solo a los niños sino también a los adultos! Y a su vez cada chico que participaba se ganaba un ticket para ser canjeado en un kiosco de premios y golosinas de Pésaj! Mis hijos me piden que se repita! Creo que jamas lo olvidaran!
 
√ Zelma Berson, de Argentina, que nos envió el año pasado un juego de “cards” con adivinanzas nos contactó este año nuevamente. «Shalom… le envío la segunda parte de ¿qué ves? VER AQUI (repuestas: Pésaj, Matsá, Eser hamacot, man, shirat hayam, corban, piramide, jag aviv, ranas , barej, 4 cosot, sne boer, miriam, halajm ania, Moshe, Aharón
 
√ Agradecemos también el material de Tania Shamai de México . Ver AQUI y AQUI
 
√ Y también agradezco al rab Ramy Avigdor del Centro Kehila de Israel. Vean este hermoso material de Pésaj http://centrokehila.org/category/pesaj-2
 
√ Para los estudiantes más avanzados recomiendo este fantástico comentario de la Hagadá escrito por el rabino Don Ytsjaq Abarbanel (1437-1508). Ver  aquí . Esta hagadá comienza con 100 preguntas o temas de discusión (she’arim) que serán abordados a lo largo de su comentario. No se salteen la introducción, donde el Rab Abarbanel cuenta su increíble (y trágica) historia personal.
 
√ Para los que quieran disfrutar de una Hagadá en español antiguo, ver esta Hagadá publicada por el Rab Ytsjaq Yehuda Leon Templo, en Amsterdam, 1728. Esta interesante Hagadá comienza con una receta: la del Jaroset (polvo de ladrillo). No se lo pierdan!!!!
 
√ También recomiendo la hagadá del Rab Israel Yaaqob Algazi (1680-1757), miren su explicación del Ha Lajmá, donde conecta este texto con nuestra obligación de ser generosos con los pobres, como una forma de agradecer lo que Dios hizo con nosotros al sacarnos de Egipto. Ver aquí

 




Mi receta del Jaroset

 Según Maimónides, el Haroset se hace con frutas secas (higos, dátiles o pasas de uva) y vinagre de vino y los tebalín  o hierbas. Las frutas le dan el color y la textura del barro; el vinagre su sabor agridulce,  y los tebalín, el aspecto del material que usaron nuestros antepasados en la esclavitud de Egipto para hacer el «adobe», esto es, el ladrillo de barro y pajilla.

Siguiendo la receta de Maimonides, preparé sin dificultades una pasta con dátiles secos, higos secos y vinagre.

Pero siendo que nadie parece darle importancia a los tebalín, tenía que ponerme a buscar algo para poner en el Jaroset y que se parezca visualmente al «teben» o paja.

Fui de compras, buscando algo desconocido. Primero fui al supermercado. Se me ocurrió que los brotes de alfalfa podían ser los tebalín, pero necesitaba hierba seca, no algo fresco que pueda estropearse. En un momento dije: «Eureka», ¡encontré las «pajitas». Eran unos «hongos japoneses Enoki» con certificación Kosher. Eran largos, blancos y delgados. Perfecto para los efectos visuales. Compré una bolsa pequeña para probar. Pero Coty no estaba muy conforme con tener hongos japoneses en el Seder. En ese momento tuve que elegir entre mi esposa y Maimónides … y como todos entenderán, deje a un lado los «Enokis»…

Luego, fui a «Everfresh», el almacén Kasher local, para buscar una alternativa. Vi palitos de canela, que podrían tener la forma perfecta, pero eran demasiado oscuros, demasiado similares al color del Jaroset. Y necesitaba los efectos especiales de colores que marcaran el contraste entre el barro y la paja. También encontré una bolsita de cáscaras secas de naranja, pero me parecieron demasiado cortas. Luego vi en el fenecer «Espirales congeladas de calabacín», pero eran demasiado parecidos a espaguetis… no para Pésaj. Las ramas de lavanda se veían perfectas. Llame a mi esposa y me recordó que debiera usar algo comestible.

Llegué a casa con algunas compras: Algunos artículos comestibles, otros no comestibles, otros congelados. Estaba indeciso sobre lo que podía usar y sabía que tenia que experimentar. Entonces, ¡ocurrió un pequeño milagro! Coty me trajo un pequeño paquete de Rosemary Leaves (hojas de Rosemary o romero) para que yo le dijera si eran kasher para Pésaj.

Y cuando las vi se prendió la lamparilla!   Las hojitas secas de Rosemary eran una opción perfecta. El color es claro, entre blanco y amarillo. Eran hierbas como lo requería Maimónides, y comestible, como lo requería mi esposa. Pero había un problema. Las hojas eran muy cortas. Se iban a perder dentro del Jaroset… Y mientras estaba observando las hojitas, y pensado cómo mezclaras con el Jaroset, tuve una «visión»: me acordé del Jaroset marroquí, que se prepara en forma de bolitas, como si fueran bolitas de falafel o albóndigas. Y de pronto visualicé a las hojas de Rosemary mezcladas con las bolitas de Jaroset. ¡Y ahí fue cuando vi al barro con las pajitas!

Del lado izquierdo se ve el barro con la pajilla para hacer los ladrillos. Del lado derecho, el Jaroset con las hojitas de Rosemary . 



Pesaj, a través del Jaroset

«Y [los egipcios] amargaron la vida [de los hijos e Israel, obligándolos a hacer] las obras más duras, [como la extracción del] barro y [la fabricación de los] ladrillos …»

Éxodo 1:14

LOS DE ARRIBA Y LOS DE ABAJO

Durante varias décadas, desde la época de Yosef hasta la nueva dinastía egipcia (la XVIII?) que gobernó Egipto, los judíos tuvieron una vida privilegiada. Vivían en una zona segura y fértil: Goshen. No les faltaba comida. Disfrutaban de prosperidad, buena salud y otros privilegios.  Este bienestar material les daba a los judíos poder e influencia.  Pero cuando llegó un nuevo Faraón al trono, encabezando una nueva dinastía, buscó frenar el poder de los judíos y su crecimiento demográfico. Primero les impuso impuestos excesivos para empobrecerlos y debilitarlos. Pero no tuvo éxito.  Luego, el Faraón pasó a la segunda etapa de su plan: el enfrentamiento directo. El Faraón declaró a los judíos oficialmente como los  “enemigos del pueblo» y los privó de su libertad. 

LOS ESCLAVOS DEL PUEBLO

Visualizar este escenario donde los judíos son denigrados y llevados desde lo más alto de la sociedad a lo más bajo, de la noche a la mañana, es muy difícil desde nuestras cómodas residencias. Este evento solo puede volverse más real –y aterrador– si pensamos en la Shoah. Elie Wiesel, en su libro «Job: Ou Dieu dans la tempête» (francés) fue uno de los primero en comparar el cautiverio de Egipto con el Holocausto. Según Wiesel las propiedades y los bienes de los judíos fueron confiscados por el gobierno. Los hombres y mujeres fueron sacados a la fuerza de sus hogares y llevados a «guetos»  o campos de concentración, donde fueron obligados a trabajar para el gobierno. Según el el rabino Wisser, mejor conocido como el Malbim (Rusia, 1809 – 1879) muchos judíos fueron entregados a los ciudadanos egipcios como mano de obra gratuita, y como «reparaciones» por todo el dinero “que los judíos ganaron en los buenos tiempos”.  Estas son las palabras del Malbim:  «los judíos fueron tomados como esclavos permanentes, pero ya no trabajaban para el monarca [el gobierno], sino para la población en general. Los judíos eran ahora los esclavos de los esclavos [del Faraón] y estaban obligados a hacer cualquier trabajo que cualquier egipcio les pidiera».

LA VENGANZA DE LOS EGIPCIOS

La Torá describe cómo los ciudadanos egipcios trataron a sus esclavos judíos. «Y los egipcios amargaron sus vidas con duros trabajos». Había algo personal en este maltrato a los judíos. Animosidad. Resentimiento. ¿Por qué? Porque el nuevo faraón  —un revisionista calculador—cambió la narrativa de la historia y demonizó a Yosef y a sus descendientes . Yosef pasó de ser el héroe que salvó a Egipto de la hambruna, al villano que aprovechó la hambruna egipcia para favorecer a su propia familia. Así, los egipcios comenzaron a mirar a los judíos ahora como abusadores y este resentimiento se traducía ahora en la más terrible venganza: los judíos «ricos» eran ahora los esclavos de pueblo. Mano de obra gratis para los resentidos egipcios, “que disfrutaban” de tenerlos bajo sus pies.

TRABAJAR HASTA MORIR

Los trabajos asignados a los judíos eran, por supuesto, los peores. Los más insalubres y los más arriesgados. Lo que nadie más estaba dispuesto a hacer en Egipto. ¿Qué sabemos de estos trabajos? Los niños pequeños dibujan a los esclavos judíos arrastrando piedras, pero esto no es lo que dice la Torá. El primer trabajo duro mencionado por la Torá es el de «jomer ulbenim», barro y ladrillos: no piedras. Incidentalmente, en el sur de Egipto se utilizaba la piedra para la construcción, pero en el norte, en el delta del Nilo, donde residían los judíos, se utilizaban ladrillos de barro.  Al parecer, de todos los arduos trabajos que había que hacer en Egipto, el más humillante, agotador y letal era el de producir estos ladrillos. ¿En qué consistía este trabajo?  Los ladrillos de Egipto estaban hechos de dos materiales: 1. barro o lodo y 2. paja. Estos ladrillos de barro, también conocidos como “adobe” se usan en las áreas rurales de casi todo el planeta, y se siguen fabricando en las orillas del Nilo hasta el día de hoy (ver video al final de este artículo) . Los esclavos judíos tenían que extraer el lodo del Nilo, que era rico en minerales, pero dañino para la piel. Transportarlo, mezclarlo con estiércol y revolverlo con los pies y las manos durante 4 o 5 días, hasta que el lodo alcanzase el punto de fermentación. Luego, se introducía la paja en ese lodo para hacerlo fuerte, sólido y duradero y se vertía esa mezcal en los moldes de ladrillos. Todo este trabajo se realizaba en los pantanos del Nilo, un río infestado de cocodrilos, hipopótamos y mosquitos, y bajo el sol abrasador del desierto que quemaba la piel.

EL JAROSET

Hay dos comidas que la Torá indica que debemos consumir en el Seder de Pésaj: la Matsa, que nos recuerda que fue Dios –y no Moises o cualquier otro líder politico –quien nos liberó de Egipto. Y el Maror, una verdura agria que nos recuerda el sabor de la esclavitud. Los Sabios agregaron dos alimentos más para ayudarnos a experimentar lo más físicamente posible la esclavitud y la libertad. Por un lado introdujeron las cuatro copas de vino, para celebrar nuestra libertad. Y por otro lado nos indicaron preparar el Jaroset, que de acuerdo a Maimonides es una Mitsvá establecida por los Rabinos, para recordar la esclavitud, especialmente  al combinarlo con el Maror . El Jaroset es una pasta hecha con frutas frescas, frutos secos y vino o vinagre, que nos recuerda el color y la textura del barro.  La imagen del barro en nuestras manos se ha grabado en la memoria colectiva de nuestro pueblo como un trauma nacional de la esclavitud y la opresión. Y el Jaroset nos lo recuerda en el Seder. 

LA RECETA DE MAIMONIDES

Hay algo más. Siguiendio estrictamente lo que cuenta el Talmud, Maimonides indica que al Jaroset  se le debe agregar “pedacitos de hierbas” (tebalin) , que representen visualmente las pajillas que se agregaban al barro para construir los ladrillos.  No sabemos cuales eran esas hierbas comestibles, pero sí sabemos que no son para darle sabor al Jaroset sino para crear “efectos visuales”. Por eso, Maimónides indica que las hierbas no deben ser molidas sino cortadas en pequeños trocitos para que se vea como la paja (teben) y así el Jaroset parezca el “barro con las pajillas” (טיט ותבן). La presencia de este ingrediente, las hierbas o tebalín, era imprescindible en los tiempos del Talmud. La Guemará en Pesajim relata que la costumbre generalizada en Jerusalem era que cuando la gente llegaba a los mercados para hacer las compras de Pésaj los comerciantes anunciaban: “Vengan y llévense (gratis) las hierbas para cumplir con la mitsvá [el precepto del Jaroset]” 

LA FUNCION DE LAS HIERBAS

Ya que el efecto de estas hierbas debe ser visual, no hay una limitación respecto al tipo de hierbas o vegetales que se deben usar parea este propósito . Algunos rabinos mencionaron especias, como la canela, el jengibre, o las ramitas de hisopo, aclarando que NO deben ser molidas sino cortadas. El Rab Maharil (1366-1427) creo que fue el más explícito, al decir que se usen hierbas cortadas en trozos largos y finos (מחותכין ארוכין) para darles el aspecto de “pajillas”.   Hoy en día –por alguna razón que todavía no he podido comprender — casi todas las recetas del Jaroset incluyen especias o hierbas aromáticas ¡Pero ninguna menciona estas hierbas que le dan al Jaroset el efecto visual que debe despertar en nuestra memoria…. Por alguna razón este importantísimo elemento ha caído en desuso.

TEXTOS DONDE MAIMONIDES MENCIONA EL JAROSET

מ»ת, הלכות חמץ ומצה, פ»ח

ה“ב :מתחיל ומברך בורא פרי האדמה, ולוקח ירק ומטבל אותו בחרוסת

ה“ח: בזמן הזה, שאין שם קרבן, אחר שמברך המוציא לחם חוזר ומברך על אכילת מצה, ומטבל מצה בחרוסת ואוכל, וחוזר ומברך על אכילת מרור ומטבל מרור בחרוסת ואוכל, ולא ישהה אותו בחרוסת שמא יבטל טעמו, וזו מצוה מדברי סופרים, וחוזר וכורך מצה ומרור ומטבל בחרוסת ואוכלן בלא ברכה זכר למקדש.




El secreto del Jaroset

אמר רבי אלעזר ברבי צדוק: כך היו אומרים תגרי חרך שבירושלים: בואו וטלו לכם תבלין למצוה

Pesajim 116a.

Para entender el sentido original del Jaroset, y su profundo valor educativo, tendremos que olvidarnos por unos momentos de la receta clásica del Jaroset y concentrarnos en los 3 ingredientes básicos indicados por los Sabios.  Cuando Maimónides menciona el Jaroset dice que se prepara una pasta con higos, dátiles, uvas secas etc. A estas frutas blandas (o ablandadas con la cocción) se las pisa y luego se las mezcla con vinagre. Y a esta pasta se le agrega luego los tebalín, o hierbas.   Ahora que sabemos cuáles son los 3 ingredientes del Jaroset — frutas pisadas, vinagre y hierbas– trataremos de comprender la razón de cada uno de ellos.

LA TEXTURA DEL BARRO

Maimonides dice que el Jaroset nos recuerda al barro con el cual nuestros padres trabajaban día y noche en la dura esclavitud de Egipto. Los frutos que usamos para esa pasta son blandos, fibrosos, y de consistencia pastosa, porque la intención es recrear una comida que represente el barro (חרוסת זכר לטיט), un comestible que no es una “comida” independiente sino un accesorio o aderezo. El Jaroset además, no es líquido sino de contextura «pringosa», es decir, queda pegado al cubierto con el que lo agarramos, o en las manos cuando lop hacemos. En ese sentido también se parece al barro que quedaba todos los días en las manos de los esclavos judíos.

EL SABOR DE LA ESCLAVITUD

Los Sabios también indicaron que en el sabor del Jaroset se debe percibir la acidez. Por eso en la receta original del jaroset se agrega vinagre, y no vino. El gusto del vinagre, obviamente, trae reminiscencias del agrio sabor de nuestra esclavitud. Es interesante recordar que originalmente, en el Talmud, no se enfatiza el sabor dulce del Jaroset, aunque sí se reconoce como el esperado sabor de una pasta hecha a base de los frutos mencionados, que son dulces. Además, los rabinos hicieron hincapié en que no se use demasiado Jaroset en el Maror, hierba amarga, para que no se neutralice su sabor amargo. 

EL EFECTO VISUAL

El ingrediente menos conocido del Jaroset es el que Maimónides llama tebalín, hierbas. Las hierbas son usadas por lo general como aditivos aromáticos o saborizantes. Por eso a veces se las menciona con los tablinín, especias molidas. Pero en el caso especifico del Jaroset, Maimónides indica que las hierbas no deben ser molidas sino cortadas en pequeños trocitos. El secreto menos conocido del Jaroset consiste en introducir en el jaroset trocitos de hierbas que se vean como la paja (teben). El propósito de esta hierbas o  tebalín, entonces, no es agregar sabor o aroma al Jaroset, sino recrear un efecto visual: que el Jaroset se vea como “barro con pajillas” (טיט ותבן). La presencia de este ingrediente, las hierbas o tebalín, resulta imprescindible para los Sabios del Talmud. Al punto que no se registra ningún debate ni discusión. Lo que es más: la Guemará en Pesajim relata que la costumbre generalizada en Jerusalem era que cuando la gente llegaba a los mercados para hacer las compras de Pésaj los comerciantes de Jerusalem anunciaban: “Vengan y llévense (gratis) las hierbas para cumplir con la mitsvá [el precepto del Jaroset]” 

LA FUNCION DE LAS HIERBAS

Ya que el efecto de estas hierbas debe ser visual, no hay una limitación respecto al tipo de hierbas o vegetales que se deben usar parea este propósito . Algunos rabinos mencionaron especias, como la canela, el jengibre, o las ramitas de hisopo, aclarando que no deben ser molidas sino cortadas. El Rab Maharil (136-1427) creo que fue el más explícito, al decir que se usen hierbas cortadas en trozos largos y finos (מחותכין ארוכין) para darles el aspecto de “pajillas”. 
Hoy en día, por alguna razón que todavía no comprendo muy bien, casi todas las recetas del Jaroset incluyen especias o hierbas aromáticas o saborizantes. Pero ninguna menciona estas hierbas alargadas para darle al Jaroset el efecto visual que debe despertar en nuestra memoria. Por alguna razón este importantísimo elemento ha caído en desuso. 




La Historia del Jaroset

תחת התפוח עוררתיך. דרש רב עוירא, בשכר נשים צדקניות שהיו באותו הדור נגאלו ישראל ממצרים

Sota 11a

Una de las comidas típicas que servimos en el seder de Pesaj es el Jaroset.  Una pasta hecha con una mezcla de frutas frescas, frutos secos y vino. 

A diferencia de otras comidas que se sirven durante el Seder, como el Maror o la Matsá, el Jaroset no está mencionado en la Torá. La Mishná –la obra que registra la tradición oral del pueblo judío, escrita alrededor del año 200 de la era común– menciona que se sirve Jaroset en la cena del Seder, pero lo describe como un accesorio , como si fuera una salsa o un condimento, y no como una comida independiente, y no menciona la función del Jaroset. 

ACCESORIO DEL MAROR

Los Rabinos del Talmud debaten este punto. Según algunas opiniones no es obligatorio (mitsvá) tener jaroset en la mesa del Seder. Pero se sirve por una razón práctica como accesorio del Maror. El Maror es una hierba amarga, que puede ser lechuga, radicheta o algún otro vegetal, que nos ayuda a sentir durante la noche del seder «el sabor de la esclavitud». Algunas especies de vegetales que se usaban en el tiempo del Talmud para el Maror contenían un acido que podía ser perjudicial para la salud. Y los Sabios explicaron que el Jaroset neutraliza los efectos perjudiciales del Maror.  De acuerdo a otra opinión, una de las hierbas que se puede usar para Maror (jazeret) contiene un gusanillo difícil de identificar, y el Jaroset elimina a ese insecto. 

EL JAROSET y LAS MANZANAS

De acuerdo a Ribbí Eliezer bar Ribbí Tsadoq el Jaroset NO es un accesorio del Maror sino un alimento obligatorio (mitsvá) que tiene “un significado propio”.  El Jaroset, que se suele preparar con manzanas, nos recuerda un evento muy significativo. El Faraón había decretado la muerte de todos los niños judíos recién nacidos. Pero esto no desalentó a las heroicas mujeres de Israel, que no se separaron de sus maridos. Y cuando llegaba el momento del parto huían a los campos y daban a luz ocultas “bajo los árboles de manzana”.  El Jaroset, según esta opinión, es (con mis propias palabras) “un homenaje a las mujeres de Israel, que gracias a que procedieron con ese heroísmo y sacrificio, hicieron que el pueblo creciera, se multiplicara y no desapareciera por sí mismo en un par de generaciones . 

EL JAROSET Y LAS PAJILLAS

Otra opinión, la más conocida y aceptada, es la que afirma que el Jaroset nos recuerda al barro (tit) que los esclavos judíos debían recoger con sus manos todos los días para producir los ladrillos que se utilizaban para los proyectos de construcción del Faraón.  Este era un trabajo muy arduo, humillante y agobiante. Y es posible que el recuerdo de la imagen y el contacto de nuestras manos con el barro y las pajillas, haya quedado grabado en la memoria colectiva de nuestro pueblo como un símbolo de la esclavitud y la opresión.

Maimonides se hace eco de esta última opinión. Y curiosamente en su receta del Jaroset no incluye «manzanas». Lo que sí dice Maimónides es que a la pasta barrosa se le debe agregar “pedacitos de hierbas” (tebalin) , que representen visualmente las pajillas que se agregaban al barro para construir los ladrillos. 

Es posible conectar los dos últimos significados que mencionamos –es decir, la procreación que no cesó, y la fabricación de ladrillos–  recordando un trágico Midrash (que no veo razón para no tomarlo como histórico)  que dice que cuando un esclavo judío no producía la cuota de ladrillos que le correspondía, los egipcios mataban a uno de sus hijos y reemplazaban con su cuerpo los ladrillos que faltaban….

Este video que muestra como se siguen haciendo ladrillos a orillas del Nilo hasta hoy en día, nos puede ayudar a visualizar un poco mejor los elementos que se utilizaban para hacer los ladrillos (barro del Nilo y pajillas, o pasto seco).