ABOT, capítulo 4: Rabbi Yanai y el otro lado de la alfombra persa

רבי ינאי אומר אין בידינו לא משלוות הרשעים ואף לא מייסורי הצדיקים

Rabbi Obadia de Bertinoro (Bartenura) explica así las palabras de Rabbi Yanai: No está en nuestra posibilidad comprender por qué los malvados prosperan y por qué los justos sufren.

El tema del sufrimiento de los justos es sin duda uno de los más críticos y difíciles para una persona de fe: ¿Cómo entender que

D-s, siendo Omnipotente (=que todo lo puede) y Omnivolente

(= todo bondad) permita que los justos sufran?

Esta pregunta no es nueva. Como ya lo explicamos alguna vez, el primer Yehudí que formuló esta pregunta fue nada menos que Moshé Rabbenu, lama tsadiq vera lo  ¿Por qué los justos sufren? La Gemará atribuye la autoría del libro de Iyob a Moshe. En otras palabras, el libro de Iyob, que cuenta la historia de un hombre justo que sufre «injustamente», es la respuesta de Moshé a su propia pregunta.

Esta pregunta no es exclusiva del pueblo judío. Los filósofos le dieron un nombre especial: «Teodicea».  Así dice wikipedia: «….Leibniz se refería con Teodicea a cualquier investigación cuyo fin fuera explicar la existencia del mal y justificar la bondad de Dios…»

Pero si bien otras culturas y religiones se hicieron esta pregunta, la respuesta que formuló Rabbi Yanai es única, y en mi opinion, digna de admiración.

¿Que tienen en común la historia de Moshé, la de Iyob y las palabras de rabbi Yanai? Que todas ellas dejan la pregunta abierta, sin respuesta. En una demostración, creo que sin paralelo, de honestidad intelectual e integridad, rabbi Yanai, uno de los rabinos más importantes de su generación, confiesa que no tenemos una respuesta satisfactoria para este interrogante.

Hay que tener en cuenta que práctica y convenientemente todas las demás religiones se las han ingeniado para sacar de la galera cualquier tipo de respuesta que se acomode a la comprensión humana. Se han inventado todo tipo de rituales y hasta nuevas religiones para enfrentar este interrogante.  Para rabbi Yanai o para cualquier otro de los brillantes rabinos del Talmud, ¿no hubiera sido facilísimo inventar algún argumento que fuera aceptable para la gente?

Pero nuestros Jajamim eran íntegros, y cuando una información no la había recibido, no lo inventaban.  En este caso se podría decir que existe una tradición de escepticismo (o caución) respecto a nuestra posibilidad de comprender lo que HaShem hace. Es como que rabbi Yanai formuló una declaración de suma humildad y reconocimiento de nuestros limites intelectuales.

Pero, algo sí sabemos sobre este tema.  Sabemos por qué no lo sabemos.  O por lo menos lo podemos intentar: ¿Alguna vez vio Usted una alfombra persa? Esos tapetes con diseños tan hermosos y trabajados… ¿Y alguna vez vio Usted el otro lado del tapete, el reverso del tapete? Si observa bien verá que ese otro lado no conserva el diseño del frente. Es más, en el reverso del tapete los hilos de todos colores se cruzan unos con otros de una forma que parece errática, y caótica.  Cuando se mira el reverso de la alfombra persa no vemos un diseño, y las tramas no tienen sentido. Sólo cuando damos vuelta el tapete entendemos que el caos es sólo aparente, y que el diseño sólo se puede percibir de un lado.  Si tenemos en cuenta este ejemplo podremos comprender mejor lo que dice Rabbi Yanai: Sabemos que HaShem es Justo (dayan haemet) y Todopoderoso, y sabemos que todo lo que Él hace es parte de un diseño perfecto. El único problema es que no tenemos acceso a ese diseño.

Sólo podemos ver el otro lado de la alfombra….




TEHILIM # 10: ¿Puede haber moralidad sin D-s?

En este Salmo David HaMelej toca una cuestión muy importante y relevante, incluso (o especialmente) para la sociedad moderna. ¿Se puede ser un hombre moral si no se cree en D-s? Tehilim dice que una persona que no cree en D-s, siente que no debe rendir cuentas a nadie, en el ámbito moral, más que a sí mismo. Y puesto que es prácticamente imposible vernos a nosotros mismos con objetividad, para el Rey David, una persona que no tiene a HaShem como su juez está condenado a actuar sin moralidad. Como han dicho nuestros rabinos: kol derej ish yashar beenav, «Todo lo que una persona hace es correcto a sus propios ojos». Somos jueces muy pobres cuando se trata de ver críticamente nuestras propias acciones. Cuando no aceptamos un código objetivo del bien y el mal, el relativismo moral es inevitable.
A veces, dice David HaMelej en el versículo de apertura de este Mizmor, (10: 1), parece como que «D-s se mantiene a la distancia. Ignorando nuestra súplica en momentos de angustia». ¿Cuando pasa esto? Cuando el hombre malvado persigue al pobre y éste cae atrapado en las trampas del corrupto (10: 3). Ese sentimiento de «yo puedo triunfar practicando la injusticia», hace que los malvados crean que tienen éxito porque D-s no existe. Esto se considera una ofensa hacia los «cielos». Blasfemia es (10:4), comportarse como si no existiera un Juez en los cielos. Para David HaMelej las acciones son una consecuencia directa de las creencias. En otras palabras, la injusticia, la corrupción, el robo, el asesinato, todos estos actos son un testimonio de que el autor de estos crímenes cree que no hay D-s.
(10:5) «Sus caminos son inciertos, todo el tiempo». Esto quiere decir que las normas morales de los impíos son erráticas, variables. Un día, si le conviene a él, este acto es correcto, y al día siguiente, si no le conviene a sus interés, ese mismo hecho está mal. Para el judío justo, la moral se mide por la forma en que un acto es percibido por D-s, según lo prescrito en Su Torá. Para los malvados no se trata de la visión de D-s,  sino de cómo el autor «se siente» al respecto. Una cosa es buena si te hace sentir cómodo contigo mismo. No hay GPS moral, si no un sentido de comodidad. Y como sabemos , nuestra mente y nuestra imaginación son insuperables para encontrar excusas y hacernos sentir siempre cómodos, sin culpa, con lo que hacemos.El impío está muy seguro de su éxito, se dice a sí mismo (10: 6), ya que no existe Dios «Yo no tropezaré», no fallaré. Mientras mi plan sea un buen plan, y mientras tenga todos los ángulos cubiertos, no existe ningún factor externo (= Dios) que se interponga en mis esquemas.

Por lo tanto, afirma David, (10: 7) los malvados no dudan en mentir o jurar falsamente «Su boca está llena de promesas, su lengua es toda astucia y engaño». Si no hay Dios, ¿Ante quién seremos responsables por las falsas promesas? El malvado siempre encontrará una manera de sentirse cómodo con lo que hizo, de justificarse a sí mismo por haber tenido que mentir, robar romper su promesa …
Los siguientes versículos describen otras acciones deplorables de los impíos: tienden emboscadas, mienten, arrebatan los medios de los pobres, matan. Diciéndose siempre a si mismos: «D-s no existe. O incluso si existe, (10:11) D-s no está mirando. D-s ignora lo que hacemos. No se involucra. No le importa.»
A partir de ahora, David HaMelej se dirige a D-s y reza por la justicia: En esos momentos en que parece que Tú estás lejos, yo te suplico HaShem: (10:12): «Oh Señor, no te olvides de los oprimidos» (10:14) Tú eres Quién ayuda a los huérfanos. Tú eres Quien romperá el brazo (=el poder) de los impíos (10:15). El mundo sabrá entonces que Tú eres el Rey, el Juez Supremo, para siempre. (10:16). Que Tú sí escuchas el grito de los pobres (10:17) y que harás justicia, y no dejarás que ningún hombre oprima a otro hombre en Tú mundo (10:18).



Somos todos Cohanim

ועתה, אם-שמוע תשמעו בקולי, ושמרתם, את-בריתי – והייתם לי סגולה מכל-העמים, כי-לי כל-הארץ. ואתם תהיו-לי ממלכת כוהנים, וגוי קדוש

Este próximo sábado por la noche celebraremos Shabu’ot, una de las principales fiestas del calendario judío. En Shabu’ot conmemoramos nuestra elección como pueblo de HaShem. D-s nos distinguió de todos los pueblos al entregarnos su Torá. Así dijo HaShem a Israel (Shemot 19, 5-6) «Y ahora, si van a escuchar mis mandamientos, y mantener el pacto conmigo, se convertirán para Mí en un tesoro (segulá) entre todos los pueblos … y ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes (mamlejet kohanim) y una nación consagrada (goy qadosh).

Ayer explciamos el concepto de «segula». Hoy vamos a explicar el segundo concepto, mamlejet cohanim, que significa, un reino (=una nación) de sacerdotes.

Como sabemos, los judíos estamos divididos en Cohanim (sacerdotes), levem (levitas) e Israel. Los Cohanim / sacerdotes son los Yehudim que solían dedicarse exclusivamente al servicio de D-s. En los tiempos del Bet haMiqdash los Cohanim tenían varias funciones muy específicas.

1. Eran los los maestros del pueblo judío. Antes de la destrucción del segundo templo no existía el concepto de «rabino» como lo conocemos hoy. Durante siglos, los encargados de preservar y principalmente enseñar la Torá al pueblo de Israel eran los Cohanim.  Como dijo el profeta Malají (2:7)     כי שפתי כהן ישמרו דעת ותורה יבקשו מפיהו  «Los labios del Cohen preservan la instrucción [religiosa], y de él podrán demandar la [enseñanza de la ] Torá».  Los Cohanim eran los maestros de Am Israel.

2. Los Cohanim también estaban a cargo de las principales operaciones del Bet haMiqdash. Se dividían en 24 guardias (mishmarot) y se ocupaban de todas las tareas concernientes a los sacrificios diarios (qorban hatamid) y de las festividades.  Los Cohanim todavía conservan algunos de estas funciones religiosas. Por ejemplo, todos los días (o en la tradición Ashkenazi: cada Yom Tob) los Cohanim recitan la ברכת כהנים o bendición sacerdotal. Los Cohanim eran los servidores más cercanos a D-s en los campos de la educación y el servicio religioso.

3. Pero por estar más cerca del servicio a D-s, los Cohanim tenían más responsabilidades y más limitaciones que los judíos comunes. Hay un importante número de restricciones matrimoniales o rituales relacionadas con el luto, por ejemplo,  que aún hoy se aplican exclusivamente a los Cohanim. El privilegio de servir a Dios implica un mayor nivel de obligaciones («nobleza obliga»).

Ahora podremos entender mejor que significa que el pueblo de Israel es designado como una nación de «Cohanim». En cierto sentido el pueblo judío fue elegido para ser respecto al resto del mundo, lo que los Cohanim son respecto a am Israel.

Comencemos por el final

1. El pueblo judío tiene más obligaciones y restricciones que los gentiles. Mientras que la Torá indica que un Yehudí debe cumplir 613 preceptos, un gentil sólo tiene que cumplir 7.

2. El pueblo judío fue designado para dedicar su vida el servicio de HaShem. Servimos permanentemente a HaShem. Tan cerca nos sentimos de D-s, que en nuestras Tefilot (plegarias) nos dirigimos a Él en la segunda persona del singular: no usamos el «Usted» sino el «Tú» (Bendito eres Tú, HaShem…. ).

3. Nuestra misión «global» como pueblo elegido es llegar a ser los «educadores» del resto del mundo.  No con palabras, discursos ni proselitismo sino exclusivamente con nuestro ejemplo. Cada Yehudi debería ser un modelo a imitar, la inspiración (or lagoyim) para el resto del mundo.  Cuando esto ocurre y los gentiles ven que los judíos procedemos con integridad y decencia, y cuidamos con devoción y no traicionamos nuestros principios religiosos, entonces estamos cumpliendo nuestra misión global en el máximo nivel: a este nivel se lo conoce como «Qiddush haShem», santificación del nombre de D’s, cuando nuestro justo proceder inspira al gentil a reconocer la Presencia y voluntad de HaShem en este mundo.

Halajot

Shabu’ot comenzará BH este Sábado por la noche.  Hay que tener en cuenta que la se’uda shelishit se debe realizar, como cualquier otro Shabbat, comenzando antes de la sheqi’a. En este caso específico, como al terminar Shabbat tendremos inmediatamente la cena de shabu’ot, para la cual debemos estar con apetito, la se’uda shelishit suele ser un poco más ligera que de costumbre. En nuestra congregación, por ejemplo, haremos esta se’uda shelishit con frutas. Cada congregación tiene sus costumbres respecto a cómo hacer esta seudá más ligera.




ABOT 2:8 Materialismo en exceso

Hilel solía decir:
Cuánto más carne, más gusanos…
cuánto más Tora, más vida.

Esta Mishná nos enseña que el exceso en la satisfacción de nuestras necesidades básicas no es necesariamente bueno . Por el contrario, nos hace daño. Anticipándose a la visión de la medicina moderna sobre las devastadoras consecuencias de comer en exceso, el rabino Ytzjaq Magriso ( Turquia, sigly XVIII) escribe: «Hillel explica que todas las cosas materiales son temporarias y fugaces. Uno puede pensar que la felicidad consiste en la satisfacción excesiva de estos placeres, pero el efecto a largo plazo es lo contrario. El primer vicio citado por Hillel es comer en exceso … uno se siente bien y fuerte después de una comida abundante, y siente que puede continuar de esta manera para siempre. Pero el resultado neto es a menudo la obesidad… Excesos en comer y beber pueden derivar en muchas enfermedades… Como resultado de no mantener la boca cerrada, uno termina acortando la duración de su vida. »

El judaísmo no predica suprimir nuestras necesidades básicas. Por el contrario, alabamos al Creador por todo lo mundano que disfrutamos. Pero cuando nos entregamos a excesos materiales, nuestras necesidades físicas se trasforman en vicios o adicciones. Comer en exceso, consumir o comprar más de lo que necesitamos, la pereza excesiva, la obsesión con el sexo, etc. no conducen a la felicidad, sino muy a menudo a la autodestrucción.

El Rabino Magriso concluye que en estas áreas, «más es menos»

«Por lo tanto, cuanto más una persona se entrega a los vicios mundanos, en la creencia de que esto conduce a una vida feliz, lo contrario se convierte en realidad. Un hombre debe intentar vivir con lo necesario para una vida respetable y no buscar más.». Es muy beneficioso para nuestra propia formación y para la educación de nuestros hijos, aprender a usar, comprar y consumir menos de lo que podemos permitirnos gastar o pagar. En este sentido, «menos es más».

«Mientras que los excesos en el comer y el beber acortan la vida de uno, el estudio de la Torá la incrementa. Como dijo el maestro [en Pirqe Abot ] dice: ‘ Cuanto más Tora , más vida ‘ . »

En el área de estudio de Torá, más no es menos. Nunca nos graduamos de estudiar Tora. Nunca podemos decir «Ya lo sé todo » . El «saber» no es un elemento externo, como el dinero, que hoy tenemos y mañana podemos perder. El conocimiento de Torá se convierte en una parte integral de nuestra persona. Nuestro conocimiento de la Tora pasa a ser parte de nuestra neshamá (el ser, el verdadero yo, el alma) y persiste incluso después de que nos vamos de este mundo. Las cosas materiales quedan atrás, mientras que la Tora que estudiamos se queda con nosotros, literalmente, para siempre.




ISRAEL: Lo que vio Zejariá

 Fíjate bien en esta foto. ¿Ves algo especial? Lo único que ves es algunos niños jugando en una plaza. ¿Verdad? Bueno, no tan rápido …

Esta foto es de la ciudad vieja de Jerusalem. Unos cuantos niños están jugando en una plaza  llamada Bate-Majasé. Este es un lugar muy importante en la ciudad vieja. El edificio de dos pisos con arcos que se ve en el fondo fue construido en 1871 con fondos aportados por el Barón Rothschild de Frankfurt para albergar a las familias pobres de Jerusalem. El escudo de armas de la familia Rothschild todavía se puede ver en la parte superior del edificio. Hoy en día este edifico alberga las oficinas de la Municipalidad del barrio judío de la ciudad vieja. En la plaza se ve una escena muy familiar: niños corriendo y jugando. Esto ocurre todos los días, porque cerca de esta plaza hay dos escuelas: El Talmud Tora Noam y la Yeshiva Sylberman. Cientos de niños estudian allí.

Lo que no se ve en esta foto es otra vista familiar. Ancianos y ancianas que se sientan en los bancos de la plaza, cerca de donde juegan los niños. Muchas veces, después de las horas de escuela los abuelos viene a esta plaza para jugar con sus nietos.

Hay algo más en este lugar. Mira la próxima foto. A pocos metros de la primera….

 

 

En esta imagen  se ve  una inscripción tallada sobre la piedra. Es una cita del profeta Zejariá (Zacarías) 8: 4-5

Zacarías era un niño cuando los judíos vivían en el exilio en Babilonia hace 2500 años. Sin su propia tierra y sin el Bet HaMiqdash, el futuro del pueblo judío se veía muy sombrío. Sin esperanzas. En circunstancias normales los Yehudim deberían haberse integrado de forma natural (asimilado) a la población Babilónica y desaparecer. Pero ocurrió un milagro. Ciro, el emperador, Persa fue inspirado por HaShem (así lo que declaró explícitamente) e invitó a los Yehudim a volver a Israel y reconstruir Jerusalem. Aunque la mayoría de los judíos optaron por permanecer en Babel (fue el primer, pero no el último «exilio voluntario») miles regresaron a la tierra de sus padres. Zejariá fue uno de ellos. Los Yehudim que regresaron encontraron una ciudad completamente destruida. Todo era ruinas, cenizas y desolación. No había ni siquiera un muro para proteger la ciudad, lo que hacia que vivir en la ciudad fuera una misión imposible (imaginese vivir en una casa sin una de sus paredes exteriores).

Pero en medio de esa desolación, Zacarías tuvo una visión profética, un escenario muy poco probable que suceda, dadas las terribles condiciones de Yerushalayim en sus días.

Esta profecía fue grabada en esa piedra. Como dijomos se encuentra en el capítulo 8, versículos 4-5 de Zejariá:

כֹּה אָמַר ה’ צְבָאוֹת: עֹד יֵשְׁבוּ זְקֵנִים וּזְקֵנוֹת בִּרְחֹבוֹת יְרוּשָׁלִָם, אִישׁ מִשְׁעַנְתּוֹ בְּיָדוֹ מֵרֹב יָמִים. וּרְחֹבוֹת הָעִיר יִמָּלְאוּ יְלָדִים וִילָדוֹת מְשַׂחֲקִים בִּרְחֹבֹתֶיהָ
זכריה ח’ 5-4

«Y así dice HaShem: Voy a volver al monte de Sion, y mi Presencia residirá en Yerushalayim …. Y una vez más los hombres y mujeres de avanzada edad caminarán por las calles de Jerusalem con sus bastones y se sentarán  en las plazas de la ciudad. Y las calles de la ciudad se llenarán de niños y niñas jugando en ellas «.

Ahora, veamos  el cuadro completo: Estás en Bate Majasé, leyendo esta extraordinaria profecía, grabada en la piedra que está frente a tus ojos. A tu derecha ves a varios ancianos, con sus bastones, sentados un banco y conversando. A tu izquierda ves a los niños jugando en la calle. Y entonces te das cuenta de que tienes el increíble mérito de ser un testigo presencial del cumplimiento de la profecía de Zejariá. Y entonces podes responder la pregunta: ¿Qué o a quién vio Zejariá? Zejariá vio a esos niños, a esos ancianos, a mi y a ti.




ABOT: ¿Quién tiene que saludar a quién?

רבי מתיא בן חרש אומר: הוי מקדים שלום לכל אדם

Rabbí Matiá ben Jarash fue un importante Tanná, un rabino del tiempo de la Mishná, que vivió en la segunda mitad del siglo II de la era común. Luego de la derrota de Bar Kojbá, Rabbi Matiá ben Jarash dejó Erets Israel, se instaló en Roma y fundó allí la que pudo haber sido la primera Yeshivá en Roma. Fue famoso por la extrema dedicación a cumplir las Mitsvot, tanto las Mitsvot hacia D-s, cuanto las Mitsvot hacia los demás.  Si bien es mencionado en varias baraytot, Rabbi Matiá no tiene muchas Mishnayot en su nombre. De hecho, solo hay 2 en todo la Mishná. Y una de ellas es la que aprenderemos hoy.

Rabbi Matia dice HEVE MAQDIM SHALOM LEJOL ADAM «Sé el primero en saludar a toda persona.»

Este gesto, ser el primero en extender un saludo a los demás, era considerado por los sabios como una gran virtud. ¿Por qué?

Porque en nuestras interacciones familiares y sociales siempre estamos esperando que alguien note nuestra presencia, que nos preste atención. Y muchas veces dos personas se ven y no se saludan, simplemente porque cada uno está esperando que el otro salude primero. Claro, es arriesgado ser el primero en saludar. ¿Qué pasa si la otra persona no me devuelve el saludo,  o no me saluda con la misma intensidad que yo lo saludé?  Por eso es que mucha gente prefiere no ser el primero en saludar. Optan por esperar que el otro dé el primer paso. Y a veces eso crea un círculo vicioso (no me saludas > no te saludo > no me saludas) destructivo y produce tensiones innecesarias.

Para romper este círculo vicioso Rabbi Matiá ben Jarash nos indica que seamos los primeros en saldar. Que nos sobrepongamos a nuestra timidez, o a nuestra vanidad, y saludemos primero.

Así, en lugar de un círculo destructivo estaremos generando un efecto domino positivo. Si yo saludo primero, especialmente si lo hago con una amplia sonrisa, es muy poco probable que sea rechazado.  En la mayoría de los casos, la gente no saluda primero por timidez, no por arrogancia.  Y la buena noticia es que cuando somos los primeros en saludar estaremos dando un ejemplo de buen conducta que suele ser imitado por los demás.

La Gemará cuenta que uno de los más grandes e importantes rabinos de todos los tiempos, Rabbán Yojanán ben Zakai, siempre se adelantó a saludar a los demás, aun a los gentiles que encotraba en la calle.

 רבן יוחנן בן זכאי, אמרו בגמרא: «שלא הקדימו אדם לשלום מעולם. אפילו לא נכרי בשוק

מסכת ברכות דף י»ז.

«Raban Yojanan ben Zakai, nunca fue anticipado en su saludo por ninguna otra persona, ni siquiera por un gentil en el mercado»

Yo tuve el gran zejut de conocer una persona que cumplía esta instrucción de los Jajamim y el modelo de Rabban Yojanán ben Zakai al pie de la letra. Me refiero a mi primer maestro, Rabbi Saadiá Benzquen, z»l. Shabbat por la tarde, luego de estudiar en su casa, caminábamos hacia la Sinagoga de la calle Piedras, unas cinco cuadras desde la calle Garay. Normalmente llevaría 5, 6 minutos llegar a la Sinagoga. Pero Ribbí Saadia tardaba media hora. ¿Por qué? Porque desde que salía de su departamento hasta que llegaba a la Sinagoga, rabbi Saadia saludaba a todas las personas que veía, todos gentiles. Todos. El portero, el que vendía diarios y revistas abajo de su casa, el de la farmacia,  el del quiosco de le esquina, y a todos los vecinos que encontraba en esas 5 cuadras. A todos saludaba con su nombre y con mucho afecto. Tal como lo indicó Rabbi Matiá ben Jarash y como lo hacía Rabbi Yojanán,  Ribbi Saadiá nunca esperaba que lo saludaran a él. Él era siempre el primero en extender el saludo.  La gente apreciaba tanto este gesto que todos, sin excepción, se paraban en veneración y admiración al ver este ser humano tan educado, humilde y generoso, que siguiendo las palabras de rabbi Matiá generaba este gran Qiddush haShem.




Rabbi Shimon ben Tsemaj Durán (1361-1444) y los judíos «Chuetas»

Rabí Shimón ben Tsemaj Durán (1361-1444), también conocido como el «RASHBETS», nació en Mallorca, España. En su juventud estudió con el famoso rabino Efraim Vidal, el director de la Yeshibá de Mallorca. Además de sus profundos estudios de Torá, y siguiendo el método educativo clásico de los judíos españoles, el rab Durán adquirió un profundo conocimiento de matemáticas, astronomía, filosofía y en particular medicina. En Mallorca, el rabino Durán ejerció como médico y cirujano en la ciudad de Palmas de Mallorca.

La comunidad judía de la Isla de Mallorca era muy próspera, y antes de las masacres de 1391 la comunidad judía allí constaba de más de 1.000 familias. En 1391 los disturbios antijudíos quesacudieron España también llegaron a Mallorca. En la ciudad de Palma los disturbios estallaron el 10 de julio. La multitud rompió las puertas de la judería (conocida en español como el «Call») y masacraron a decenas de judíos, invadieron sus casas y robaron sus pertenencias. Muchos judíos fueron obligados a aceptar el bautismo a fin de salvar sus vidas. Otros judíos fueron torturados hasta la muerte por no aceptar el bautismo, entre ellos el anciano maestro de Rabí Durán, Rabí Efraim Vidal, z»l. Los que se convirtieron por la fuerza («conversos») fueron sujetos al escrutinio de la Inquisición que los perseguía sistemáticamente. Si se encontraba un converso practicando el judaísmo («judaizando») era quemado vivo en los infames «autos de fe». Los descendientes de los conversos mallorquinos mantuvieron el judaísmo en secreto duránte siglos, incluso hasta nuestros días. Hasta el final del siglo 15, se llevaron a cabo 346 procesos de Inquisición en Mallorca y 257 «conversos» (popularmente conocidos como «marranos») fueron condenados a la hoguera. En 1771 la Inquisición había enviado un total de 594 conversos a la hoguera. Los «conversos» mallorquinos son conocidos por un nombre especial «chuetas» (aparentemente este nombre viene de «chuletas»…de cerdo. Estos conversos se obligaban a comer «chuletas» para simular que no eran judíos. Ver aquí.

Volviendo al rabino Durán. En septiembre de 1391 escapó a Argelia, en el norte de África. En Argel Rabí Shimón fue incapaz de ganarse la vida con su profesión médica, ya que la población nativa recurría a curanderos más que a los médicos profesionales. Así, se vio obligado a aceptar un cargo público remunerado de rabino. Rabí Shimon Durán se unió al Bet Din del famoso rabino Isaac bar Sheshat, (Ribash). Estos dos rabinos y más tarde el hijo de Rabí Durán, el rabino Shelomó Durán (Rashbash) establecieron las costumbres y tradiciones «sefardíes» para los judíos de Argelia y África del Norte. Después de la muerte del rabino Isaac bar Sheshat (1408) Rabí Durán fue designado como el rabino de Argel. Sus decisiones Halájicas fueron una guía indispensable para posqim que a menudo lo citan. Incluyendo al rabino Yosef Caro en el Bet Yosef / Shuljan Aruj ..

LIBROS

Rabí Shimon Durán escribió 14 libros. Su obra más famosa es sin duda la responsa rabínica conocida como TASHBETS, una colección de 802 preguntas y respuestas halájicas.

Sus otros libros son menos conocidos. Por lo tanto, merecen tal vez nuestra mayor atención.

En el área de las ideas y creencias el rab Durán escribió un libro monumental llamado Magen Abot, «En defensa de nuestros padres». Este libro consta de cuatro tratados, que a veces se publicaron como obras independientes.

En el primer tratado, חלק א’ ממעל, el rabino Durán se ocupa de temas relacionados con la teología. La existencia,  unidad e incorporeidad de Dios, etc. Este tratado fue escrito principalmente en el contexto de la filosofía aristotélica, dominante de sus días, similar a lo que hoy se considera «un pensamiento secular».

En el segundo tratado חלק שוסינו explica el concepto de Tora Min haShamayim, es decir, el origen divino de nuestra Tora, la profecía, la Tora oral, etc.

El tercer tratado, חלק יעקב, es principalmente acerca de las creencias judías de la inmortalidad del alma y la resurrección.

En estos tres tratados el Rab Durán sistematicamente sigue y defiende los 13 principios del judaísmo establecidos por Maimónides. También, dentro de estos libros, el rabino Durán escribió un largo capítulo en el que compara críticamente al judaísmo con el cristianismo y el islam. Aclaró que él escribió este capítulo para dar munición a los judíos que eran constantemente perseguidos por los misioneros de ambas religiones tratando de convencer a los Yehudim de abandonar su fe. Este libro, que no es sólo apologético sino muy crítico de estas dos religiones, fue censurado por siglos y fue publicado como un librito independiente en Livorno, Italia, 1785 bajo el nombre de «Qeshet uMagen» (un arco y flechas, para atacar; y un escudo, para defenderse)

La cuarta parte de Magen Abot es un comentario sobre Pirqe Abot, que se ocupa principalmente de la ética judía. Y ya queestamos en los días del Omer, y es costumbre estudiar Pirqe Abot, en los próximos días BH voy a estar escribiendo principalmente acerca de esta Mishná. Este año basaré mis comentarios en el Magen Abot, el libro escrito sobre el tema por el rabino Durán.

Voy a utilizar una nueva edición de este libro, que me fue enviado amablemente por el autor, el rabino Eliyahu Zini, de Haifa, quepublicó esta nueva edición en 2014 (ver aquí).

Para descargar el libro Qeshet uMagen haga clic aquí




TEHILIM # 8: ¿Quién está en el centro?

מה אדם ותדעהו, בן אנוש ותחשבהו

«¿Qué es el hombre?» Se preguntaba David haMélej mientras observaba con asombro el inmenso cielo estrellado y calculaba la inconmensurable dimensión del cosmos frente a la desconcertante pequeñez humana. «¿Qué es el hombre para que merezca Tu atención?» Lo creaste cerca de Ti. Pero con el potencial de rodearse de gloria y esplendor.
La humildad es el descubrimiento de nuestra misión existencial. La conciencia de que HaShem está en el centro de la realidad y la cercanía entre Él y nosotros.  Pero esa corta distancia entre nosotros y nuestro Creador, puede crear la peligrosa ilusión de que nosotros somos el centro del mundo.  Esa fantasía emocional se llama en hebreo ga-avá, arrogancia. La ga-avá, según nuestros sabios, es el desplazamiento mental de HaShem. Cuando uno se rodea de gloria y esplendor y se siente el centro del universo.
Comprender la naturaleza de la vanidad nos ayuda a apreciar mejor la humildad.  Si la arrogancia es la raíz de todos nuestros defectos, la humildad es la madre de todas nuestras virtudes.  La humildad es asumir mi periférica realidad. Saber que estoy de paso en este mundo y que tengo un breve espacio de tiempo para cumplir mi misión: trascender. Desplazarme hacia el centro, sin creerme el centro.  Entender que mi intrascendencia material sólo puede ser superada cuando me acerco a HaShem y me apego a Su trascendencia (debequt). Cuanto más cerca nos sentimos de Él, más lejos estamos de la arrogancia. Y viceversa.

 

¿Cómo sienten y actúan los que son humildes?
El arrogante toma posesión. Se adueña. Se siente que lo merece todo. Y que todos le deben. El hombre humilde se siente en deuda. Siente que no posee. Que todo le fue dado en préstamo.  Que lo que tiene es un regalo divino que le fue dado para compartir.  Mientras que el arrogante vive en la dimensión del tener, el humilde habita en el mundo del dar.  Su vida es entrega.
El soberbio parece más de lo que es.  El orgullo es el disfraz que el hombre inseguro viste para disimular sus falencias. Para evitar cambiar.  Para seguir esclavizado a sus defectos. El arrogante es incapaz de admitir errores.  Todo lo que (el hombre orgulloso) hace es correcto a sus propios ojos. Su paz interior depende del aplauso ajeno. Lo importante no es ser, sino parecer. Simular una imagen.
El hombre sencillo, siempre es más de lo que parece. Vive libre de la aprobación pública. Su única preocupación es la aprobación de Dios. Lo que cuenta para él es vivir y hacer lo que sea bueno a los «ojos de HaShem».  Su humildad le permite aceptar que se puede equivocar. Y entonces, puede cambiar, mejorar y progresar hacia el centro.  Seguro de que HaShem es el enfoque de su vida,  siempre se está reencauzando. Reubicando. Se mueve hacia el centro cuando se trata del interés Divino. Y vuelve a la periferia cuando se trata del suyo. El mayor interés del Yehudí sencillo es servir el interés de HaShem. Transformarse en uno de Sus instrumentos.
La vanidad es una película plateada detrás de un vidrio. Crea un espejo que le impide al arrogante ver más allá de su propia imagen. La humildad es una ventana que generosamente se abre hacia los demás. Una invitación a descubrir el mundo de las necesidades del otro.  El hombre humilde es un hombre de servicio. Vive por y para los demás. Está siempre allí para ayudar, consolar, apoyar. Nunca para pedir, recibir, tomar.
El Yehudí que tiene ‘anava, humildad, siente y sabe que servir al pueblo de Israel es servir a Quien lo eligió.
No en vano para nuestra Torá el hombre más humilde que existió sobre la tierra, Moshé Rabbenu, fue también quién más y mejor sirvió al pueblo judío. La Torá llamó a Moshé ‘ebed HaShem, un ser cuya existencia estaba dedicada a servir al Creador, sirviendo a Su Pueblo. El hombre más sencillo fue también (o, fue por eso) el único ser humano que percibió la Presencia Divina, no en una visión o en un trance, sino desde su plena consciencia de que HaShem está en el centro de nuestra realidad.

Dedicado a la memoria de Don Shaul Suttón Dabbah z»l,
el hombre más humilde que conocí.




¿Cuándo NO debemos juzgar con el beneficio de la duda?

Ayer explicamos que dar a los demás el beneficio de la duda es uno de los 613 preceptos de la Torá. Entendimos también los enromes beneficios de juzgar a los demás con benevolencia: mi paz interior, la armonía que se desarrolla con quienes nos rodean, y la garantía de nuestros Sabios de que D-s me juzga y me juzgará con la misma vara con la que yo juzgo a los demás.

Ahora bien, la Torá me enseña que debo juzgar al hombre promedio tal como juzgaría al hombre integro:  dandole crédito, en situaciones de duda, ambivalentes, que podrían ser juzgadas positiva o negativamente.  Pero la Torá también me dice que hay excepciones a esta regla. De hecho, la Torá afirma que no debo ni puedo juzgar al rasha’, a los «malvados», a quienes tienen un record negativo, con el beneficio de la duda, ya que eso sería peligroso. Y en ese caso, si yo otorgara el benefico de la duda alrasha’, en lugar de ser una buena persona me transformaría en una persona ingenua, en el límite con imprudente.

El ejemplo que vamos a ver tiene que ver con política internacional.  Simplemente porque me resulta más fácil explicar este concepto con este ejemplo.  Aparte, el lector podrá apreciar que lo que explica la Torá, las limitaciones del benéfico de la duda, es perfectamente aplicable también más allá de nuestra vida privada.

Irán quiere hacer un trato con Estados Unidos y otras potencias mundiales. Y promete que sus plantas nucleares van a ser utilizadas con fines pacíficos. La pregunta es si en este caso se le debe otorgar a Irán el beneficio de la duda y confiar en que realmente va a cumplir con su palabra.

Veamos. La Torá dice que NO debemos dar el beneficio de la duda a quienes tienen un record absolutamente negativo.  Analicemos el caso de Irán.

Irán es cualquier cosa menos un país pacífico.  Algunos ejemplos.

1. En este momento, como lo explica la agencia de noticias israelí Debka (ver aquí ), está involucrado en 4 guerras simultáneas, y ninguna de ellas es una guerra de defensa, son todas guerras en la que Irán elige involucrarse para extender su influencia política. Irán está involucrado en la guerra del Líbano, en la guerra de Siria, en la guerra de Iraq, y muy recientemente en la guerra de Yemen.  Todas estas guerras tienen un costo de vidas humanas altísimo!

2. Como lo ha explicado el Primer ministro de Israel, Irán está detrás de un sinnúmero de actos terroristas, ente ellos el atentado a la AMIA en Buenos aires, Argentina.

3. Irán ha declarado en numerosos ocasiones que quiere borrar a Israel del mapa y nunca se desdijo.

Podemos dar muchos más ejemplos, pero creo que con este record es suficiente para establecer que de acuerdo al criterio de la Torá darle a Irán el beneficio de la duda, sería absolutamente imprudente y peligroso.    En casos como este la Torá me dice, que NO se debe otorgar el beneficio de la duda.

Ahora bien: el rasha’, el malvado, ¿Está condenado para siempre a ser juzgado desfavorablemente? Mientras continue en su status quo, sí.  Pero si un individuo o un pais, cambia, no con palabras sino con hechos, entonces habría que reconsiderarlo .

Sigamos con el ejemplo de Irán:

Imaginemos que Irán declara:  «Queremos usar nuestras plantas nucleares para fines pacíficos.» E inmediatamente se deshace de todas las armas nucleares que ya ha acumulado. A continuación, Irán suspende su involucramiento en la guerras con sus vecinos. No sólo eso, sino que también admite su responsabilidad  en el atentado a la AMIA, se disculpa y ofrece una compensación económica para los familiares de las víctimas. Y como si esto fuera poco, se desdice de sus amenazas contra Israel, y ofrece que Israel tenga su embajada en Teherán e que Irán abrá su embajada en Jerusalem….

Una serie de acciones en la dirección correcta modifica el status quo de una persona, una institución o un país. Pero mientras eso no ocurra, dar el beneficio de la duda es un acto suicida.

En conclusión: Juzgar con el beneficio de la duda demanda también claridad moral: ser capaces de identificar la maldad, la violencia y la injustica.




TEHILIM # 8: El hombre: ¿Irrelevante o super importante?

(Pasuq 2) מה אדיר שמך בכל הארץ David haMelej comienza este Mizmor diciendo que el nombre de haShem, es majestuoso en toda la tierra. O sea, que vemos en en cielo y en nuestro planeta una gran cantidad de maravillas (=milagros) que apuntan a la existencia de un Creador Majestuoso: HaShem.
(Pasuq 3) מפי עוללים ויונקים  Los comentaristas explican este enigmático pasuq que habla de «la boca de los bebes y los niños» de la siguiente manera. En la tierra somos testigos de milagros permanentes.  Una de las maravillas que más sorprenden al rey de Israel es, en palabras modernas,  el milagro de la cognición infantil. De cómo un niño de 2 a 4 años, cuando su cerebro aun no está desarrollado para muchas otras cosas, aprende a hablar. La capacidad de un infante para aprender un idioma completo, incluyendo la complicada semántica de ese idioma, está en su máximo nivel.  Tanto es así que cuando una persona quiere aprender otro idioma a una edad posterior, es casi imposible llegar a controlar ese segundo idioma, no importa lo inteligente que uno sea. David haMelej vio este fenómeno como una señal más de la sabiduría y majestuosidad del Creador del mundo.
(Pasuq 4) כי אראה שמיך מעשי אצבעתיך Ahora David haMelej mira para arriba. Contempla el cielo estrellado y le dice al Creador: «Cuando veo Tus cielos, la obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tu estableciste». David haMelej nos dice que los cielos también son un testimonio de la existencia de HaShem y Su infinita Sabiduría. Hay que prestar atención a los detalles del pasuq, a las palabras que el más grande de los poetas del pueblo judío utiliza. ¿Que significa «la obra de Tus dedos»? Que ni se nos ocurra pensar que David creía que HaShem tiene dedos o manos! Los dedos de HaShem o Sus manos son metáforas,  expresiones poéticas, motivos literarios. Cuando David habla de la Creación a veces se refiere a lo hecho por las manos de HaShem y a veces , como en este caso, por los «dedos de HaShem». ¿Cuál es la diferencia entre estas dos metáforas?  Cuando David quiere resaltar los detalles exquisitos de lo creado por haShem, utiliza la metáfora de los «dedos» (en el mismo sentido que en pedagogia se habla de la motricidad fina). Tal como el artesano termina los detalles de su obra con la destreza sus dedos, así el Creador, que es el Artista supremo de la Creación, ha diseñado Su mundo coordinando con «Sus dedos» hasta los más pequeños detalles.
Al margen de los detalles del universo, está la inmensidad del universo, lo que HaShem ha creado con «Sus manos». Los números que se manejan respecto al tamaño del universo marean. Pero a David haMelej lo inspiran a reflexionar en la increíble pequeñez del hombre.  Hay por lo menos 100 billones (entendiendo 1 billón como 1000 millones) de galaxias en el universo. Se calcula que cada galaxia contiene, por lo menos, 100 billones de estrellas. Y no se sabe cuantos planetas hay alrededor de cada estrella. Si nuestro sistema solar se toma como referente, tendríamos que estimar que habrían unos 8-12  planetas por cada estrella. Pero este no es el tamaño definitivo del universo. Es sólo lo que podemos ver con nuestros limitados telescopios. De cualquier manera creo que estos números son suficientes para entender lo que David haMelej sintió cuando observó el cielo estrellado.
(Pasuq 5) מה אנוש כי תזכרנו  La astronomía lleva a David haMelej a la reflexión. ¿Qué es el hombre para que Tú lo consideres, o para que Tú, el Creador de este infinito universo, lo tengas en cuenta? Nuestro planeta es ridículamente minúsculo, imperceptible, comparado con el resto del universo. En cuanto a nuestro tamaño, ¡somos absolutamente insignificantes! ¿Por qué HaShem prestaría atención a algo aparentemente irrelevante, como la tierra o la humanidad?
(Continuará…)