Preparativos para Pesaj, esta noche y mañana

JUEVES 21 DE ABRIL
Como ya lo explicamos, una de las prohibiciones bíblicas de Pésaj es mantener Jamets en nuestra posesión durante Pésaj. Para evitar esto, antes de Pésaj limpiamos nuestra casas y otras propiedades (automóvil, oficina, etc.) y sacamos todo los alimentos Jamets que puedan encontrarse allí.

 

Luego, hoy a la noche, cuando salen las primeras estrellas (en NY a las 8.00pm), hacemos la Bediqat Jamets, es decir, la última inspección para buscar cualquier  alimento Jamets que podría haber quedado en nuestra propiedad después de la limpieza.
Recuerde que uno sólo tiene que deshacerse del Jamets que es comestible (apto para el consumo humano o animal).

Las  pastillas  o  píldoras  médicas  que  se tragan  con  agua,  los  perfumes,  cosméticos,  artículos  de  limpieza  o cualquier  artículo  no  comestible,  puede  quedar  en  nuestra  posesión durante Pésaj, independientemente de su composición.

Los utensilios Jamets deben  ser guardados en un lugar cerrado hasta después de Pésaj.
Bediqat Jamets
¿Cómo hacemos la Bediqat Jamets? Con la ayuda de una vela o una linterna, buscamos en todos los lugares de nuestra casa donde podríamos haber traído, comido o almacenado alimentos. Debemos buscar especialmente en la cocina y en todos los espacios de almacenamiento de alimentos, como la despensa, el refrigerador, el congelador y los lugares en los que por lo general se guarda comida. En la bediqa estamos buscando especialmente «comida» Jamets: golosinas con jamets, galletas, pastas, alimentos congelados, bebidas de proteínas, cereales, y bebidas alcohólicas hechas a base de grano (cerveza, whisky, la mayoría de vodkas, etc).
Antes de comenzar la bediqá decimos esta berajá (bendición)
«BaruJ Ata A- donay, E- lohenu MeleJ ha’Olam Asher Quiddeshanu beMitSvotav veTsivanu Al Bi’ur Jamets»

 

Al finalizar la bediqa guardamos, por un a lado el Jamets que vamos a «eliminar» mañana por la mañana, y por otro lado, el Jamets que vamos a consumir mañana por la mañana.

 

Y entonces decimos el primer kal Jamirá, la fórmula para renunciar a la posesión de cualquier Jamets que nos pertenezca y que no hayamos encontrado

 

KAL JAMIRA DEIKA BIRSHUTI, DELA JAZITEH VEDELA BIARTEH, LIBTIL VELEHEVE HAFQER KE’AFRA DEAR’A.
«Todo jamets o levadura que me pertenezca, que no haya visto ni haya eliminado, que sea considerado sin dueño como el polvo de la tierra»

 

 
VIERNES 22 de ABRIL
Bi’ur Jamets (Deshacernos del Jamets)
Por la mañana, sólo podemos comer Jamets hasta la cuarta hora del día (en NY hasta las 9.50 de la mañana) . Una vez que terminamos de comer el jamets, recogemos los restos del jamets de esta mañana, lo juntamos con el resto del jamets que dejamos ayer y procedemos a eliminarlo. Esto se puede hacer tirando el Jamets a los pájaros, a los peces, en una basura pública o vendiéndolo a una persona no judía. Muchos acostumbran a quemarlo, siguiendo la antigua tradición expresada en la Mishná, y porque el Jamets simboliza la arrogancia, y de esta manera demostramos que nuestras almas deben estar limpias y purificadas de la soberbia.

 

 
Bitul Jamets
Al terminar la eliminación del Jamets procedemos a su última anulación (=declarar nuestro Jamets  sin dueño). Y una vez más pronunciamos la declaración «Bitul Jamets», pero más detallada:

 

KAL JAMIRA DEIKA BIRSHUTI, DEJAZITEH VEDELA JAZITEH, DEBIARTEH VEDELA BIARTEH, LIBTIL VELEHEVE HAFQER KEAFRA DEAR’A.

 

«Todo jamets o levadura que me pertenezca, que haya visto o no haya visto, que haya eliminado o que no haya eliminado, que sea considerado sin dueño como el polvo de la tierra«

 

La eliminación, en cualquiera de sus formas, y la anulación del Jamets, tiene que ser hecho hasta la quinta hora del día. En Nueva York eso es aproximadamente, las 11.06am de la mañana.
A partir de esa hora,  no se puede consumir ni hacer ninguna venta o anulación del Jamets.

Para averiguar los horarios en su ciudad de residencia, consulte aqui




PESAJ, en el Bet haMiqdash

La víspera de Pésaj, el 14 de Nisan, era un día muy intenso en el tiempo del Bet haMiqdash. Cientos de miles de Yehudim habían llegado a Yerushalayim desde todos los confines de Israel y se disponían a sacrificar el qorbán pésaj (=la ovejita o cabra que se sacrificaba y se consumía por la noche). Los que venían de afuera de Yerushalayim se hospedaban en casa de familiares o conocidos, o muchas veces, donde hubiera lugar. En general las casas en Yerushalayim estaban abiertas para todos los que quisieran hospedarse. Cuando no había más lugar disponible, se anunciaba colgando un paño rojo arriba de la puerta.
La gente se juntaba en grupos de familias llamados «jaburot» o en singular «jaburá». Cada jaburá, que podía consistir de 50, 60 y hasta 100 personas, compartían un mismo qorbán. La ovejita era llevada por la tarde del 14 de Nisán al Bet haMiqdash por uno o dos representantes de cada jaburá, y allí era sacrificada.  Luego el animal era asado entero, en una sola pieza.  Por la noche, siendo ya el 15 de Nisán, se realizaba el Seder de Pésaj, más o menos como lo hacemos hoy. Se leía la Hagadá, se hacían las preguntas de Ma Nishtaná, se servía mucha comida, incluyendo otros qorbanot como jaguigá, y todo acompañado, por supuesto, de matsá y maror. La gente se sentaba sobre almohadones y comían reclinados, como los nobles. Se bebían las cuatro copas de vino brindando por nuestra salvación, redención, libertad, y asignación como pueblo elegida, y al final de la cena, antes de la medianoche, se repartía el qorbán pésaj como afiqomán (última comida, o «postre») entre todos los miembros de la jaburá.  Cada uno tenía que comer de ese qorbán por lo menos un pedazo del tamaño de una aceituna (kazait).  Luego del qorbán Pésaj se recitaba el Birkat haMazón, la bendición de agradecimiento a HaShem por nuestra comida.
Hacia la medianoche, una vez terminada la cena de Pésaj, todo el mundo subía a las terrazas de Yerushalayim, y desde allí, mirando hacia el Bet haMiqdash, que estaba iluminado por la luna llena, todo el pueblo cantaba el Halel (los salmos de Tehilim que se recitan en agradecimiento a HaShem por habernos liberado de Egipto).  Las voces de millones de Yehudim cantando el Halel, todos al mismo tiempo, llenaban la ciudad de una melodía inigualable. La Gemará describe que esas voces eran tan poderosas que la gente sentía que las terrazas de la ciudad se movían.
Luego de la destrucción del Bet haMiqdash,  acostumbramos a poner en la bandeja de Pésaj, la que’ará, un hueso con carne (o entre los Ashkenazim, una pata de pollo) para recordar el qorbán Pésaj. Y también, al final del Seder comemos una porción adicional de Matsá, Afiqomán,  en recuerdo del qorbán Pésaj, diciendo:  «[Comemos esta matsá ]en recuerdo al qorbán Pésaj, que se comía una vez que uno está satisfecho» 
También recitamos el Halel, al concluir la Hagadá, después de comer el Afiqomán.  En realidad lo recitamos dos veces: primero en la Sinagoga  y luego en casa, al final del Seder.
Hay otra hermosa costumbre, que muy pocos practican hoy en día, que se hacía en recuerdo a ese famoso Halel del Bet haMiqdash.  ¿Saben cuándo solía la gente hornear las Matsot que se utilizaban en el Seder de Pésaj?  El 14 de Nisán, después del mediodía de la víspera de Pésaj. Exactamente cuando se acostumbraba a sacrificar el qorbán Pésaj. Este es el tiempo ideal para preparar las Matsot (Mitsvá min hamubjar), que es similar al tiempo que se preparan las jalot en un viernes normal. Y mientras se preparaban las Matsot en la víspera de Pésaj, ¡se acostumbraba a cantar el Halel! Hoy en día, esta costumbre virtualmente se perdió, excepto en algunas comunidades judías de Yemen y  Kurdistán.
יהי רצון שנזכה לחגוג את חג הפסח בבנין בית תפארתינו במב»י, אמן
Lea este fabuloso artículo del New York Times , donde un chef escribe sobre la Matsá Shemurá. El chef, judío, se asombra del sabor especial de esta Matsá, y descubre que su sabor se debe a la calidad del grano, ya que está cuidado desde el momento de la cosecha. El artículo también describe, con mucho respeto y admiración, el conocimiento y la exquisita rigurosidad del Rab encargado de supervisar el proceso de elaboración de la Matsá Shemurá.    
El artículo original está en inglés, haga click aquí para leer una traducción «improvisada» al español de este artículo, hecha basicamante por translate.google.com 



Limpiando y preparando la cocina para Pésaj

En un artículo anterior (ver «Jamets Invisible») explicamos cómo esterilizar para Pésaj los utensilios de cocina. Hoy nos dedicaremos un poco más a electrodomésticos  y mesadas. Presentaremos también dos videos que pueden ser muy útiles para visualizar lo que hay que hacer.
Como ya dijimos hay dos formas de Jamets, el Jamets visible, o sea los restos de comida jamets, y el «invisible», es decir el Jamets que en el proceso de cocción fue absorbido en las paredes o superficies de los elementos que usamos para cocinar o calentar comida.  Antes de Pésaj debemos remover esos dos tipos de Jamets.  Primero debemos estar seguros que no hayan restos de jamets visible. Luego, tenemos que hacer algo para «esterilizar» los utensilios, electrodomésticos, etc. del Jamets absorbido.
Algunos ejemplos:
MESADAS: Las mesadas de la cocina de metal, mármol o granito, deben limpiarse a fondo antes de Pésaj para eliminar todo residuo visible de Jamets. Como en nuestros días por lo general no apoyamos alimentos calientes directamente sobre estas superficies, y estas superficies no son porosas, una limpieza de la superficie sería suficiente. Sin embargo, el rabino Obadia Yosef z «l recomienda que después de limpiar la superficie se vierta agua hirviendo sobre estas mesadas como una precaución adicional.
MESAS: La mesas de cocina o comedor, de madera o vidrio, deben ser limpiada a fondo y se acostumbra cubrirla con un mantel de Pésaj o un matel nuevo.
LAVAVAJILLAS: Antes de Pésaj, se debe limpiar el lavavajillas de todo resto de alimento que puede haber quedad adherido en sus paredes o bordes de las bandejas. Una vez limpio, se debe realizar un ciclo de limpieza completo con detergente estando el lavavajillas vacío. Una vez terminado este ciclo de limpieza, el lavavajillas está listo para ser usado en Pésaj. El rabino Eliyahu Ben-Hayim recomienda reemplazar las bandejas (o cestas) del lavavajillas o utilizar algunas base añadida para cubrir esas bandejas.
HORNO: Primero debemos limpiar el horno a fondo antes de Pésaj para eliminar cualquier posible residuo visible de Jamets. Luego, se dejará el horno si uso por 24 horas. Y finalmente, 1. si se trata de un horno que tiene un programa de auto-limpieza se deberá activar el ciclo de auto-limpieza  y el horno estará listo para Pésaj. 2. si el horno no tiene un programa de auto-limpieza , entonces, después de limpiarlo a fondo y dejarlo sin uso por 24 horas, dejamos el horno prendido por aproximadamente una hora a máxima temperatura. De esta manera,  el horno quedará Kasher para Pésaj.
MICROONDAS: Primero, debemos limpiar el microondas a fondo para eliminar cualquier posible residuo visible de Jamets. Una vez que el microondas está limpio, tomamos un recipiente con agua y un poco de detergente y lo ponemos a hervir en el microondas durante unos minutos, hasta que las paredes del microondas se llenen de vapor. Este vapor expulsará (o neutralizará) cualquier substancia Jamets que pueda estar absorbida en las paredes el microondas, lo cual lo hará Kasher para Pésaj. Si no es posible hacer, esto y es necesario utilizar el microondas durante Pésaj,  se podrá calentar comida en ese microondas -siempre y cuando el microondas esté limpio de resto de comida- colocando la comida en un recipiente plástico cerrado, o en un Ziploc o en cualquier otra cobertura que cubra herméticamente la comida. Hay también quienes quienes acostumbran a no usar el microondas en Pésaj. Consulte con su Rabino.
Hemos presentado las opiniones más aceptadas. Sin embargo , en todos estos casos hay diferentes costumbres y tradiciones comunitarias y familiares. Para un veredicto final consulte con el rabino de su comunidad. 



Jamets Psicológico

השאור שבעיסה
Además de la Mitsvá de comer Matsá, durante Pésaj está estrictamente prohibido comer o poseer cualquier alimento que sea o contenga Jamets. ¿Por qué? Más allá de las razones históricas bien conocidas –nuestra redención fue tan presurosa que no hubo tiempo que perder–  nuestros Rabinos vieron en el Jamets, el proceso de fermentación que eleva a la masa, una representación muy significativa. Los Jajamim compararon al Jamets con la arrogancia y la vanidad; la masa que se infla sola, con el individuo que permite que su ego se expanda y se engrandezca. La arrogancia y el Jamets son simple aire, una inflación ilusoria del yo.
Pero ¿por qué nos ponemos a pensar en arrogancia vs. humildad específicamente durante Pésaj?  Porque no todas las personas están expuesta al riesgo de convertirse en individuos arrogantes… Un esclavo judío en Egipto, por ejemplo, no podía darse el lujo de ser vanidoso. El riesgo del orgullo excesivo sólo es relevante para un hombre libre. Y en Pésaj, cuando conmemoramos nuestra libertad de la esclavitud física, tenemos en mente que como individuos libres, fácilmente podríamos caer en un tipo diferente de auto-esclavitud, una esclavitud mental: la adicción a los aspectos inflables de nuestro ego. Los riesgos del «Jamets psicológico»: la arrogancia.
La sociedad moderna en sus incansables esfuerzos por convertirnos en consumidores leales, contribuye en gran medida a la alimentación de nuestro ego. Enseñándonos a ser más narcisistas, más egocéntricos y más hedonistas. Nos empuja a convencernos de que tenemos derecho a tener no sólo todo lo que necesitamos, sino también todo lo que queremos y todo lo que deseamos. Esta inmensa ambición, cuando se satisface, puede derivar fácilmente en arrogancia: sentir que SOY más que los demás,  porque TENGO más que los demás.
La Matsá, un pan plano, chato y sin pretensiones, representa la humildad. La humildad no significa degradarnos. Ser humilde significa asumir la verdadera dimensión de la vida humana, tomando conciencia de nuestra ineludible mortalidad, y reconociendo que dependemos totalmente de D-s.
La humildad es también la esencia de la autoestima. Quererse,  y fundamentalmente aceptarse, es un prerrequisito para estar en paz con uno mismo. El individuo arrogante es inseguro. Necesita el halago público y el permanente aplauso de los demás. Busca la aprobación del otro,  a veces desesperadamente, con el fin de compensar la no-aceptación de sus propias fallas y errores. Sólo el humilde, la persona que no necesita buscar el aplauso de los que están a su alrededor para sentirse mejor, es verdaderamente libre, independiente. El hombre humilde es capaz de admitir sus desaciertos, cambiar y mejorarse constantemente a sí mismo. La persona arrogante, por otro lado, es psicológicamente incapaz de admitir errores y por lo tanto, incapaz de cambio. Y al no poder corregirse, termina adaptándose (=esclavizandose) a sus propios defectos. La arrogancia es un Faraón tirano que condena nuestra personalidad al estancamiento.
Mientras que la persona humilde sabe y sostiene que todo ser humano merece dignidad y respeto y tiene el derecho a ser escuchado y comprendido, el individuo arrogante se convierte en un sirviente de su propio reflejo inflado. La arrogancia es una capa de aluminio detrás de un cristal que sólo nos deja ver nuestra propia imagen.
Nuestros Jajamim explican que la arrogancia, este Jamets mental, es la principal barrera entre el hombre y su prójimo. Y también entre el hombre y HaShem. La persona arrogante no concibe «servir a D-s», pretende más bien «usar» a D-s para su propio beneficio.
Nuestros Jajamim explican que desde la perspectiva del hombre arrogante, «no hay lugar en este mundo para él y para D-s». ¿Qué significa esto? Que si la realidad de la existencia fuera un circulo, alguien (o Alguien) tiene que estar en el centro. Y en el centro, no hay lugar para dos. El arrogante se sitúa en el centro y desplaza a D-s a la periferia. En esa relación, él no sirve a D-s,  sino que trata de servirse de Él.
 
El objetivo más importante de la vida de un Yehudí es alcanzar este nivel de humildad: reconocer que HaShem está en el centro. Y asumir que yo, el hombre, estoy aquí por Él y para Él. Y ésta es una misión imposible para el arrogante.
Pésaj es una intensa lección de humildad. De la misma manera que eliminamos cada migaja de Jamets de nuestros hogares, debemos borrar todo rastro de vanidad de nuestros corazones.
SHABBAT SHALOM
Para cuando alguien se olvida de lo pequeños que somos....
Para cuando alguien se olvida de lo pequeños que somos….



Pesaj, Matsá y Maror

De acuerdo a Rabbán Gamliel hay 3 conceptos que deben mencionarse en el Seder para cumplir con la mínima obligación de transmitir a nuestros hijos la historia de Pésaj:  Pésaj, Matsá y Maror.
Antes de explicar estas ideas una por una, veamos cómo se relacionan entre sí.
Pésaj, es lo que HaShem hizo por nosotros. Matsá, es lo que hicimos nosotros, ‘am Israel, para merecer nuestra libertad. Y Maror es lo que nos hicieron los Egipcios. De esta manera, estos 3 conceptos apuntan al rol de los 3 protagonistas de la historia de Pésaj.   
Hoy y BH mañana explicaremos estos 3 conceptos.  Empezaremos de atrás para adelante.
MAROR
Como ya lo explicamos, el Maror nos recuerda la forma en la que los egipcios nos maltrataron, nos demonizaron y nos hicieron sufrir. Rabban Gamliel nos dice que no debemos privar a nuestros hijos de esta dolorosa información. De alguna manera deben saber que nuestro destino como pueblo elegido implica estar expuesto a la demonización y la persecución de los pueblos. Hay otra razón adicional, muy importante, por la cual debemos preservar la memoria de nuestro sufrimiento.  La Torá nos enseña a canalizar positivamente la memoria del dolor y la opresión que nuestros padres sufrieron  en Egipto. ¿Cómo? Haciendo todo lo posible para que otra gente NO sufra. Preocupándonos por el que tiene menos y recordando que no debemos oprimir al débil, o a quién trabaja para nosotros. Así dice la Torá: «Y amarás [=te preocuparás por, te ocuparás de] el extranjero  [=el desprotegido, la persona que puede ser abusada] ,porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto». Y como experimentamos en carne propia lo que se sufre cuando uno es abusado, estamos capacitados mejor que aquellos que no sufrieron, para evitar que otros pasen humillación, pobreza, hambre. Mientras que muchos que pasan penurias piensan en la venganza, nosotros enseñamos a nuestros hijos a preservar la memoria de nuestra aflicción y canalizarla, haciendo todo lo posible para evitar que otros sufran lo que nosotros sufrimos.
MATSA
La Matsa representa lo que el pueblo judío hizo para merecer su libertad. Los procesos de cambios socioculturales suelen llevar muchos años, décadas y hasta siglos. En el caso del pueblo judío TODO ocurrió en unas pocas horas.  HaShem ordenó a los Yehudim que tomaran una oveja y la mantuvieran con ellos hasta el día 14 de Nisán (víspera de Pésaj). Hay que recordar que los egipcios adoraban a muchísimos animales, ya que para ellos los animales encarnaban los poderes de sus dioses. El cocodrilo o el hipopótamo, por ejemplo, eran adorados como seres sagrados por encarnar la fuerza y la ferocidad.  Las ovejas, especialmente los machos conocidos en español como «carneros», simbolizaban la virilidad y el poder de la procreación. Los Yehudim  se enfrentaba ahora a un gran desafío: debían tomar uno de esos carneros, mientras esperaban las órdenes de HaShem de sacrificarlo. El pueblo de Israel, al tomar y sacrificar el carnero, demostraría que podía «liberarse» de la cultura idólatra. Recuerden que los Yehudim vivimos inmersos en esa sociedad por muchas generaciones y estuvimos expuestos a todo tipo de supersticiones y fetichismo, propios de la ‘aboda zara (idolatría). El 14 de Nisan, HaShem ordenó a los Yehudim sacrificar el carnero, exponer su sangre en las puertas, asarlo y comerlo. Hay que imaginar la dificultad sicológica de sacrificar y comer, un animal que sus amos consideraban un dios. Recuerden que los esclavos naturalmente temen a sus amos, y cuánto más deberían haber temido a los «amos de sus amos», ¡a los animales que sus amos consideraban dioses!   HaShem quería que los Yehudim «merecieran» su libertad, demostrando que ya no eran esclavos del pensamiento idolatra, y que ellos ya entendían que los dioses egipcios eran falsos: productos de la imaginación humana, la superstición y la manipulación de los líderes de la idolatría. Los Yehudim no dudamos, y en una sola noche, en un tiempo inferior al que le lleva la masa del pan fermentar, desenmascaramos la idolatría, nos liberamos de ella, la dejamos atrás y nos entregarnos en las manos de Boré Olam.
También podríamos haber demorado la partida, ya que íbamos a dejar una tierra que aunque no era ideal, ¡era lo familiar! y encaminarnos hacia lo desconocido. Y no solamente no demoramos la partida sino que nos apresuramos a partir. Salimos con tanto entusiasmo que no nos importó que no ibamos a comer pan… La Matsá nos recuerda que todo fuebejipazon, aceleradamente:  en un mismo día nos liberamos de Egipto y de sus dioses y nos entregamos en las manos de Boré Olam.   El profeta Yirmiyhau recuerda este gran mérito de Am Israel, cuando dice (en nombre de haShem):  «Recuerdo tu mérito de joven, tu amor [incondicional por Mi]: cuando fuiste capaz de seguirme hasta el desierto, a una tierra seca [sin agua, y sin más comida que la Matsá]» (Jeremiah 2:2).



Algunas ideas para un Seder de Pésaj participativo

והגדת לבנך היום ההוא לאמור
EL OBJETIVO 
El viernes 22 de Abril por la noche, y el sábado por la noche del 23 de Abril, serán probablemente las noches más importantes del año. Durante esas noches vamos a cumplir una Mitsvá muy especial: והגדת לבנך, enseñar a nuestros hijos la historia de Pésaj.
Creo que lo primero que debemos hacer es definir nuestro verdadero papel en el Seder de Pésaj. Si tuviera que resumir esta idea en una sola frase diría: «En el Seder de Pésaj no vamos a «leer» la Hagadá, la vamos a ENSEÑAR». En esas dos noches los padres nos transformamos en educadores. ¿Cómo debemos hacer para capturar la atención de nuestra audiencia y enseñar la Hagadá en el seder de Pésaj?
 
DIVIDE Y CONQUISTARAS
Mi primera recomendación es que se divida la Hagadá de manera que todos, los hijos, los familiares y los invitados, puedan participar.
Para eso, hay que hacer los deberes YA.
1. Primero tenemos que dividir la Hagadá en secciones o textos, como , «Abadim hayinu», «Los 4 hijos» ,»Las 10 plagas», etc.
2. Una vez que dividimos la Hagadá tenemos que pensar quién puede ser el mejor candidato para cada parte de la hagadá. «Ma Nishtaná», por ejemplo,  lo pueden cantar y explicar los niños.»Los 4 hijos» lo puede leer, traducir y/o explicar un adulto. «Las 10 plagas» pueden ser actuadas, etc.
3. Una vez que más o menos tenemos clara nuestra estrategia para el Seder tenemos que mandar un email, text o Whatsapp a cada miembro de la familia y a nuestros invitados y asignar a cada uno de ellos la parte de la Hagadá que le corresponde leer o explicar.
A los adultos, por ejemplo, se les puede pedir que preparen un párrafo de la Hagadá en hebreo y en español, y que comenten brevemente alguna idea que se desprenda de ese texto. Hay que recomendarles que busquen material sobre estos textos preguntando a los rabbanim, a personas que estudian Torá, y/o buscando material ONLINE sobre la Hagadá (mañana BH mencionaremos algunos links). Aparte de preparar textos, los adultos también pueden presentar temas del Seder, por ejemplo «¿Por qué bebemos 4 copas de vino?,¿Por qué comemos reclinados?, ¿Que representa el Jaroset»?, etc.
A los más pequeños, hay que pedirles que se preparen para cantar (y tal vez explicar) las partes de la Hagadá que se cantan como «Ma nishtaná», o «Jad Gadya «, etc. Una buena idea es pedirle a los niños más pequeños, 3 a 7 años, que dibujen (antes de Pésaj) algunas partes de la Hagadá, que traigan sus dibujos al Seder, y que expliquen a todos los presentes el significado de sus «obras de arte». Esta participación los hará sentir muy importantes.
EL SEDER NO PUEDE SER ABURRIDO
No olvidemos la premisa más importante de esta noche:  QUE LOS NIÑOS SE QUEDEN DESPIERTOS HASTA EL FINAL. Podemos pedirle a los niños más grandes que actúen algunas partes de la Hagadá, por ejemplo, las diez plagas. Para hacer más «visibles» las 10 plagas podemos traer ranitas de plástico, máscaras de animales para «deber», pelotas de ping pong para «granizo», lentes de sol negros de cotillón para «oscuridad», etc.
Podemos organizar también juegos educativos para los niños, aparte del Afiqomán, como una búsqueda del tesoro de Pésaj. Pero tiene que ser breve y limitado al recinto donde se lleva a cabo el seder.   Yo recomiendo también, especialmente cuando hay muchos niños, que quien encabeza el Seder tenga preparadas 20 preguntas y respuestas sencillas y lo más importante, con 20 (o más) pequeños premios para recompensar las respuestas correctas . Cada vez que el Seder está a punto de salirse de control, o si está aburrido, o si se necesita la atención de todos, se puede preguntar una de esas preguntas, mostrando primero el premio que se recibirá. Así podremos recuperar control sobre el Seder cada vez que sea necesario.   Ejemplos: «¿Quién puede mencionar las 10 plagas? ¿Como se llamaba el abuelo de Moshé Rabenu?  ¿Quién puede mencionar 3 comidas que son Jamets? «
EL SECRETO para TENER EXITO
Creo que ya no es necesario que les diga cuál es el secreto para un exitoso seder de Pésaj , pero  por si algún lector aún no lo captó, aquí va: ANTICIPACION Y PREPARACION. No podemos improvisar y dividir los textos la misma noche del Seder, y esperar que nuestros invitados participen de una forma inteligente, sin haberles dado tiempo a que se preparen. YO RECOMENDARÍA COMENZAR HOY MISMO, a dividir el Seder, saber quienes van a ser nuestros invitados, dividir los roles, las actuaciones, los textos, las canciones, pedir a los niños que hagan los dibujos, comprar las pelotitas de ping pong, etc  y escribir el email a nuestros familiares e invitados

Continuará BH mañana 

Si algún lector tienes alguna otra idea para compartir, o algún link con material didáctico sobre el Seder, por favor enviarlo a  «[email protected]».  



Mas ideas para el seder de Pesaj

והגדת לבנך היום ההוא לאמור
Como explicamos ayer, nuestra misión en la noche del Seder es «enseñar» la Hagadá no sólo «leerla». Para enseñar la Hagadá, entre otras cosas, debemos hacerla presente y relevante, también para aquellos que no están familiarizados con la historia judía. Debemos demostrar que la historia que la Hagadá cuenta no es parte de un pasado olvidado sino sorprendentemente contemporánea. Con esta idea en mente vamos a analizar un pasaje de la Hagadá. Este párrafo, de cuatro palabras, describe la estrategia que los egipcios utilizaron para esclavizarnos sin ninguna oposición interna.
El pasuq dice: וירעו אותנו המצרים ויענונו (Deut. 26: 6). Por lo general este versículo se se traduce así «Y los egipcios nos hicieron mal y nos torturaron [esclavizaron]». La palabra vayare’u la tradujimos aquí «nos hicieron mal», «nos trataron con crueldad».  Pero esta palabra hebrea, se puede leer también (o principalmente) en Hif’il, la construcción verbal transitiva. Y cuando se lee de esta manera el pasuq no dice: «Nos hicieron mal» sino que dice «Nos hicieron malos», en otras palabras, «Nos hacían ver como malvados», o en una sola palabra: nos «demonizaron». Como mi hijo Ya’aqob escribe en su comentario a la Hagadá, el Faraón era «un dictador que señalaba al pueblo de Israel como una entidad irracionalmente mala, culpable de todas las desgracias que afectaban a los ciudadanos egipcios. La propaganda del Faraón era absurda. Básicamente, le decía a su pueblo:.. ‘Este pueblo,Israel, es muy astuto, tenemos que ser más astutos de lo que ellos son. Porque si no, cuando el enemigo nos ataque, los Israelitas se unirán a ellos por pura maldad . El objetivo de los judíos es hacernos daño y quedarse con nuestro dinero, nada más. De hecho, después de que nos ataquen, se escaparán de Egipto! «. «Los judíos son diabólicos», repetía una y otra vez este precursor de Goebbels. Y de esta manera, sistemáticamente, culpaba a los judíos de todas las desgracias posibles. El Faraón tuvo éxito y logró erradicar la impresión positiva que Yosef había dejado en Egipto unos pocos atrás. Sin Yosef los egipcios se hubieran muerto de hambre. En ese momento, le dijeron a Yosef החייתנו «nos has salvado la vida!» Pero las contribuciones judías a la sociedad se olvidaron muy rápidamente, en el breve tiempo que le tomó al mensaje de odio irracional del faraón llegar a los oídos de sus súbditos, en ese sistema dictatorial.»
Este fenómeno, demonización> antisemitismo, fue iniciado por el Faraón, pero se repitió innumerables veces. En 1492 la reina Isabel de España expulsó a los mismos judíos que habían hecho tan exitosa a España, y que incluso habían ayudado a la reina en su guerra contra los árabes. Antes de expulsarnos, los judíos fuimos demonizados en toda Europa, no sólo como «deicidas» (asesinos de un dios) sino también como envenenadores de pozos, usureros, y asesinos de niños gentiles con fines rituales, es decir, para hornear con su sangre las matzot de Pésaj….
En 1506 en Portugal hubo una gran sequía en Lisboa, y el gentío culpó de le sequía a los judíos. Mas de 2000 judíos fueron torturados y masacrados «por haber causado la sequía» . Lamentablemente, la lista es larguísima. Y desgraciadamente, no termina allí.  Si Usted mira el website: memritv.org, verá que en el mundo Arabe se sigue acusando a los judíos de todos los males del mundo. Aquí hay un ejemplo.
Hoy en día, esta demonización se aplica sistemáticamente al Estado de Israel, que es el «judío» entre las naciones de la tierra. Israel es vilipendiado, atacado y acusado falsamente de todos los males imaginarios. El auge del antisemitismo en el mundo no es, como usualmente se suele racionalizar, la consecuencia de las «demoniacas» acciones del Estado de Israel, por el contrario, el antisemitismo es la causa de la sistemática denominación de Israel .
Como el lector podrá apreciar, los temas de la Hagadá, además de referirse a nuestra historia son absolutamente actuales y relevantes.  Éste fue solo un ejemplo.
No hay que olvidar el principal mensaje de Pésaj es, como dice el Rab David Sutton (ver abajo), fortalecer nuestra fe en HaShem (Emuná). Afirmar que a pesar de la demonización, esclavitud y tortura que sufrimos, HaShem nos protegió, nos salvó de enemigos mucho más poderosos que nosotros y nos rescató de allí con grandes milagros.    No tenemos que olvidar que «HaShem» es el principal «protagonista» de la noche del Seder. Y que por eso en la Hagadá no se menciona a Moshé, para que nadie piense que fue un ser humano quien nos salvó y  nos liberó de Egipto.  No olvidemos que en cada episodio histórico que se menciona en la Hagadá, la referencia final es «HaShem».



PARASHAT HAJODESH : ¿De dónde viene el nombre Nisán?

חזרנו לקרוא החודשים בשם שנקראים בארץ בבל, להזכיר כי שם עמדנו ומשם העלנו ה
 רמב»ן שמות י»ב , 2
Mañana BH comenzaremos el mes de Nisán. Leeremos la Perashá de la semana, Tazria, y sacaremos un segundo Sefer Torá para leer haJodesh haze lajem, esto es, un texto del libro de Shemot (Exodo) capitulo 12 «Este mes será para ustedes el primer mes….de los meses del año».    En el calendario hebreo hay 12 meses (o 13 cuando hay un año «bisiesto»,  y se agrega un Adar, más o menos cada tres años). En la Torá los meses se cuentan con números ordinales: primer mes, segundo mes, etc. El mes de Nisán, es el primero de los 12 meses del año. Para quien siempre se guió por el calendario gregoriano, aquí hay algo raro….  Enero es el primer mes de los meses y también es el primer mes del año. En el calendario hebreo, sin embargo, el año comienza en el Séptimo mes del año, que es el mes de Tishrí (en hebreo moderno Tishrei). Y el primer mes de los meses es Nisán.
De aquí en adelante voy a citar lo que dice Rambán (Najmánides, 1194-1270).  El mes que hoy llamamos «Nisán» (no confundir con Nissan, sin acento en la «a», la automotriz japonesa) fue elegido como el primer mes del año, por ser el mes de Pésaj: para que cada vez que contemos los meses recordemos el gran milagro de nuestra redención. Así, cuando decimos «el tercer mes» estamos diciendo, «el tercer mes,contando desde el mes de nuestra redención«. Rambán explica que algo parecido, aunque en sentido contrario, ocurre con los días de la semana. Los días de la semana en hebreo, como en portugués, se cuentan con los ordinales: primer día ( יום ראשון) domingo, segundo día (יום שני), lunes, etc. Y cada vez que contamos los días lo hacemos en referencia al Shabbat: Cuando decimos en hebreo «Lunes» (שני בשבת), estamos diciendo «hoy es el segundo día, contando hacia Shabbat«. Así cada vez que mencionamos un día de la semana nos acordamos del Shabbat.
Pero hoy en día, aunque seguimos contando los días de la semana con números ordinales, ya no contamos los meses con sus nombres ordinales sino que decimos: Nisán, Iyar, Tishrí, etc.¿Por qué? Estos nombres no son nombres hebreos, son en realidad los nombres de los meses en la antigua Babilonia y luego en Persia (tal como figuran en meguilat Ester!).
La gran pregunta es: por qué los judíos abandonamos los nombres Bíblicos de los meses y adoptamos los nombres de los meses no judíos?
Rambán (12:2) explica que esto tiene que ver con una profecía de Yirmiyahu (Jeremías).  Yirmiyahu tuvo la difícil tarea de anunciar que si el pueblo de Israel persistía en su abandono de la Torá, el Bet haMiqdash y Yerushalayim serían destruidos, y que los sobrevivientes serían llevados como cautivos a Babilonia. Pero también consoló al pueblo, anunciando que HaShem milagrosamente los traería otra vez desde Babilonia hasta la tierra de Israel. Este gran milagro ocurrió en el año 538 aec, cuando, como dice en los dos últimos pesuquim del Tanaj,  el emperador persa Ciro, Koresh, anunció que HaShem se reveló a él,  y le ordenó reconstruir Su Casa, el Bet haMiqdash, en Yerushalayim. Y Koresh también invitó a todos los Yehudim que quisieran regresar a Israel a hacerlo bajo su protección.
Yirmiyahu había profetizado la destrucción y el exilio (capítulo 16: 9-13) y también el regreso del pueblo de Israel a su tierra. Y allí mismo (16:14-15) dijo que cuando esto suceda, cuando HaShem haga regresar al pueblo judío de la tierra de Babel hacia Israel:  «…ya no se dirá [solamente] que HaShem … sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino que se dirá que HaShem trajo de regreso a los hijos de Israel [a su tierra] desde la tierra del norte (Babel) y desde todos los países donde los había exiliado» .
Nuestros sabios entendieron que no quiere decir que el recuerdo de la Redención de Babel vaya a reemplazar al recuerdo de la redención de Egipto. De hecho, no existe ningún evento en la historia judía que sea mencionado y recordado tantas veces como nuestra liberación de Egipto. Hay decenas de Mitsvot, y entre ellas no sólo Pésaj sino Shabbat, Tefilín, Shema, etc. que nos recuerdan la salida de Egipto.
Pero, ¿qué hacemos entonces con la indicación del profeta Yirmiyahu, recordar el gran milagro de la redención de Babel?  Rambán explica, como citamos en el texto hebreo arriba, que ésta es la razón por la cual contamos los meses con los nombres babilónicos, para que siguiendo la indicación del profeta Yirmiyahu, cada vez que mencionemos el nombre de uno de los meses de nuestro calendario, «también» recordemos nuestro exilio en Babel, nuestro cautiverio y especialmente nuestra milagrosa redención de Babel.
Que disfrutemos todos un buen Jodesh Nisán, y que siempre recordemos, valoremos y estemos agradecidos a HaShem por todo lo que Él hizo y hace por Am Israel.  



Preparando la cocina para Pésaj. 1ra Parte: «Jamets invisible»

 

הגעלת כלים
Volvemos al tema «Jamets». Durante Pésaj, no usamos los mismos utensilios de cocina o la misma vajilla que usamos durante todo el año para Jamets. ¿Por qué? 
Porque aunque los utensilios en los que cocinamos puedan estar completamente limpios, sin ningún resto visible de comida, los poros y la superficie de esos utensilios absorben el sabor de las comidas que cocinamos en ellos. De esta manera, si en una olla se hierve carne y luego en esa misma olla, limpia, se hierve huevos, los huevos habrán absorbido algo de gusto de la carne.  De la misma manera, los utensilios de cocina utilizados para cocinar algo Jamets están impregnados con sustancias Jamets, que de no ser removidas reabsorberían algo del gusto del Jamets en los alimentos que prepararemos para o durante Pésaj. 
Es costumbre, por lo tanto (y es lo más recomendable) tener un juego de vajilla, platos y utensilios de cocina que se use exclusivamente para Pésaj, y que nunca entra en contacto con Jamets. Ahora bien, cuando esto no es posible, se podrá utilizar para Pésaj los utensilios que usamos durante todo el año para cocinar o servir alimentos Jamets, luego de que éstos pasen por un proceso conocido como hag’ala, (una especie de esterilización) para eliminar los residuos de Jamets que puedan estar dentro de las paredes y de los poros de estos utensilios.
Antes de hacer la Hag’ala tenemos que asegurarnos que los utensilios estén completamente limpios de restos visibles de Jamets (חמץ בעין). La hag’ala entonces, expulsará el Jamets invisible (בלוע), es decir, lo absorbido en las paredes del utensilio. La eliminación de estos residuos de alimentos va a ocurrir en las mismas condiciones en las que se produjo la absorción de estas substancias (כבולעו כך פולטו). Las superficies porosas se abren al estar expuestas al calor, y es entonces cuando ocurre la absorción. La expulsión de esas partículas ocurrirá también al exponer estos utensilios al calor. 
Algunos ejemplos de hag’ala:
Metal: Los cubiertos de metal como tenedores, cucharas o cuchillos, tienen que ser limpiados de todo residuo visible de Jamets. Luego deben ser sumergidos en una olla de agua hirviendo. Después, tienen que ser lavados con agua fría, y así se podrán utilizar para Pésaj. El agua caliente abre los poros de metal, lo que permite la eliminación de cualquier Jamets absorbido. El agua fría cierra los poros de nuevo.
Utensilios que se usan en frío: Dado que la absorción tiene lugar sólo a altas temperaturas, si se utilizó un utensilio durante el resto del año sólo para preparar o servir comida fría, podrá ser utilizado durante Pésaj después de limpiarlo a fondo de todo resto visible de Jamets. Y no hará falta someterlo al proceso de Hag’alá.
Vidrio: De acuerdo con la tradición Sefaradí, los utensilios de vidrio como vasos o platos, utilizados a lo largo del año para Jamets deben lavarse a fondo y luego, pueden ser utilizados para Pésaj sin que sea necesario someterlos al proceso de Hag’ala. ¿Por qué? Porque los utensilios de vidrio son estériles, es decir no absorben ni quedan impregnados con ninguna sustancia alimenticia través de sus poros, y por lo tanto no hay ningún Jamets para eliminar de sus paredes. Esto es aplicable incluso cuando esos utensilios de vidrio se hayan utilizado a altas temperaturas para cocinar o servir comida Jamets caliente.
Esta Halajá es muy diferente para la costumbre Ashkenazí. Algunos rabinos Ashkenazim como Rama, piensan que, como el vidrio se elabora a partir de la arena, los utensilios de vidrio deben ser considerados como los de arcilla, que no son susceptibles de Hag’ala y no pueden ser utilizados en Pésaj (ver abajo). Otros rabinos Ashkenazim son más flexibles y permiten un proceso de Hag’alá.  Por favor, consulte con el rabino de su comunidad.
Utensilios de arcilla, cerámica y porcelana (Kelé Jeres): Si estos utensilios fueron usados para Jamets no podrán ser utilizados para Pésaj, ya que NO son susceptibles de Hag’alá.  ¿Por qué? Porque los Rabinos del Talmud consideraron que los utensilios de arcilla (en ese entonces no había porcelana) absorben, y eliminan las sustancias impregnadas en sus paredes de una manera errática (=no consistente). Es decir, a veces expulsan lo absorbido y a veces no lo expulsan. Y por eso, no son susceptibles de Hag’alá y no se pueden usar en Pésaj.  Los rabinos contemporáneos opinan que los utensilios hechos de porcelana común deben ser considerados en la misma categoría que los utensilios de arcilla.  (Hay otras consideraciones parea tomar en cuenta, por ejemplo: si se usaron para cocinar o para servir comida;  la temperatura de la comida que se sirvió; si esa porcelana se usó o no se usó durante mucho tiempo; si se trata de porcelana común o recubierta de vidrio, etc, etc.). 
En todos estos casos y en los casos que aquí no han sido explicados, consulte con el rabino de su comunidad para un veredicto definitivo. 
En los próximos días explicaremos cómo hacer Kasher la cocina (horno, lavavajillas, etc



ARROZ en PESAJ: Sefaradim vs. Ashkenazim

Ayer explicamos que el Jamets proviene únicamente de uno de los 5 siguientes granos:  trigo, cebada, espelta, cebada y avena. La idea de que el arroz también está incluido en la prohibición de Pésaj, fue discutida en la Guemará, y un Rabino de Erets Israel, Rabbí Yojanán ben Nurí, seguía esta opinión. La Gemará , sin embargo, concluyó que el arroz NO es Jamets, y así lo afirmaron también TODOS los rabinos del Talmud. La Guemará también registra que Rabá, un famoso rabino de Babel, solía comer arroz en el Seder de Pésaj. (Pesajim 114b) .
La costumbre Ashkenazí, sin embargo, es abstenerse del consumo de arroz como así también otras legumbres y cereales(qitniyot) durante Pésaj. Esta es una costumbre muy antigua, que sigue siendo respetada hasta el día de hoy.  Ahora bien ¿de dónde salió la costumbre de prohibir los granos y las legumbres en Pésaj?
Tomemos como ejemplo el caso del arroz. La razón de la abstención de arroz en Pésaj se debía a varios motivos: 1. Era posible que la gente confundiera el arroz con el trigo. Las espigas son muy parecidas; los granos de arroz integral y trigo son del mismo color, al igual que la harina de arroz y la harina de trigo. 2. No era poco común que se encontraran granos de trigo mezclados con granos de arroz. a)Porque los campos donde el arroz se cultivaba estaban por lo general cerca o dentro de los mismos campos donde se cultiva el trigo. b). Porque los granos de arroz (integral, enteros) y los granos de trigo se vendían en los mismos puestos del mercado, utilizando las mismas paletas y balanzas, y era muy posible entonces que algún grano de trigo se mezclara con el arroz.

Como veremos más adelante, la prohibición de Jamets durante Pésaj es tan estricta que un solo grano de trigo transformaría a todo un plato de arroz en Jamets.
La costumbre de abstenerse del arroz no es una tradición exclusiva de los judíos Ashkenazim. Los judíos Sefaradim están divididos sobre la cuestión del arroz. Los Yehudim marroquíes y otros Yehudim de África del Norte también evitan el consumo de arroz durante Pésaj, mientras que los judíos de Israel, Irán, Oriente Medio y Siria consumen arroz durante Pésaj (al punto que el arroz se convierte en la comida más típica de Pésaj).   Sin embargo, para evitar la posibilidad de la presencia accidental de un grano de trigo en el arroz, la costumbre de las comunidades persas y sirias es revisar el arroz tres veces antes de usarlo para Pesaj.
Ahora bien, a pesar de que la costumbre Ashkenazí prohíbe el consumo del arroz y otras legumbres (qitniyot) durante Pésaj, por los motivos que recién explicamos, el arroz y otras legumbres pueden mantenerse en nuestra posesión y propiedad durante Pésaj y no hay necesidad de tirarlos o venderlos (Shuljan Aruj, Rama, 453:1). También, como lo señala el rab Melamed, aunque la costumbre Ashkenazí es prohibir productos qitniyot durante Pésaj, eso es sólo cuando los qitniyot constituyen la mayoría de ese producto (Mishná Berurá idem, 9), pero si los qitniyot están presentes en una proporción menor (fructuosa de maíz, almidón de maíz, etc), esa comida no estará prohibida durante Pésaj, aún para la costumbre Ashkenazí (consulte con su Rabino).