La plaga número once

Rabbán Gamliel dice que hay tres conceptos que debemos mencionar en el Seder de Pésaj para cumplir con la obligación de enseñar a nuestros hijos la historia de nuestro Éxodo de Egipto: Pésaj, Matsá y Maror.

«Maror» representa la esclavitud que sufrimos los israelitas a manos de los egipcios.

«Matsá» nos recuerda la libertad que Dios le otorgó al pueblo de Israel mediante la intervención divina.

¿Pero qué es y qué significa Pésaj?

Pésaj es lo que el pueblo de Israel hizo para sí mismo. El Qorbán Pésaj fue el sacrificio, la ofrenda que los judíos hicieron para merecer su libertad.

Veamos. Dios le ordena a los israelitas tomar un cordero, una oveja joven, y llevarlo a sus casas. En la víspera del 15 de Nisán, ese cordero debía ser sacrificado, asado y consumido por los esclavos judíos, y su sangre debía ser aplicada a los postes y dinteles de las puertas, «del lado de afuera». Si hacían esto, Dios protegería sus casas contra la plaga de los primogénitos; nadie moriría esa noche, y esa familia merecería salir desde la esclavitud de Egipto hacia la libertad.

Mitología egipcia

Para comprender maduramente Pésaj, es necesario adentrarse un poco en la mitología egipcia. Los egipcios tenían un panteón de dioses: el río Nilo (Hapi), el sol (Ra), el polvo de la tierra (Geb), y muchos dioses representados por animales, como Heket, una rana con cuerpo humano que representaba la fertilidad. Cuando Dios trajo las diez plagas a Egipto, cada una de ellas fue dirigida específicamente a uno de estos dioses egipcios. Dios primero afectó al dios Nilo y «lo hizo sangrar», la principal fuente de vida se tranformó en una fuente de muertre . Luego Dios trajó a las ranas, haciéndolas reproducir en tal cantidad que invadieron y devastaron Egipto. Después, Moshe tomó un poco de la tierra sagrada de Egipto y la convirtió en piojos, lo que demostró que Geb se había vuelto contra Egipto. Así, uno por uno, los dioses egipcios eran vencidos o transformados en plagas incontrolables. La novena plaga, la oscuridad, mostró que el dios Ra era impotente ante el Dios de Israel. Finalmente, Dios trajo la muerte de los primogénitos, que eran los sacerdotes que en cada familia estaban dedicados al culto de sus dioses.

Carneros Sagrados

Volvamos a Pésaj. Los egipcios tenían un animal al cual adoraban sobre todos los demás: el carnero, el macho de la oveja, famoso por su virilidad (puede reproducirse solo con hasta 50 ovejas) . En todas las culturas paganas, el carnero representaba la masculinidad, la reproducción sexual y la creación de la vida. Para los egipcios, Amón, el dios carnero, había creado a los primeros seres humanos. Según Wikipedia, «El espíritu viviente de Ra en forma de carnero es un símbolo de su virilidad y vigor sexual como creador» .

¿Qué hizo Dios para neutralizar y demostrar la falsedad de este dios tan importante para los egipcios? Le pidió a los judíos que tomaran un cordero, es decir, un carnero joven, lo sacrificaran y expusieran su sangre en las puertas a la vista de todo Egipto. En otras palabras, los judíos debían llevar a cabo «la plaga número 11»: sacrificar con sus propias manos al gran dios egipcio Amón.

El golpe (maká) psicológico

Para los egipcios esta debe haber sido una plaga psicológicamente devastadora, ya que “sus esclavos” estaban tomando y sacrificando uno de los símbolos culturales más importanrews de su sociedad y su culto.

Para los esclavos judíos la orden de tomar y sacrifciar un cordero fue la prueba final: ahora tenían que demostrar que lo que habían presenciado durante las diez plagas —que HaShem es el verdadero Dios y los dioses egipcios son pura imaginación– había surgido efecto y estaban preparados para desconectarse de la religion pagana de Egipto y conectarse al Dios de Abraham, Isaac, y Jacob, el verdadero Creador del mundo y de la vida.

Si los judíos se animaban a tomar y sacrificar el cordero ¡se habían liberados mentalmente de Egipto! Y viceversa.

La noche del Seder recordamos el sacrificio de Pésaj, ese increíble evento que tuvimos la valentía de hacer para merecer nuestra libertad.




Halel en Jerusalem ¡Lo más emocionante de Pésaj!

La fiesta de Pésaj se vivía con mucha intensidad en los tiempos del Bet haMiqdash (Gran templo de Jerusalem, destruido en el año 68 de la era común). Cientos de miles de Yehudim llegaban a Yerushalayim desde todos los confines de Israel y se disponían a sacrificar el qorbán pésaj (=una ovejita o cabra) el 14 de Nisán.
Los que venían de afuera de Yerushalayim se hospedaban en casa de familiares o conocidos, o muchas veces, donde hubiera lugar. Las casas en Yerushalayim estaban abiertas para todos los que quisieran hospedarse. Y sólo cuando en una casa no había más lugar disponible, se anunciaba colgando un paño rojo arriba de la puerta. En nuestros días recordamos este gesto de hospitalidad cuando decimos al principio de la Hagadá: “que todo el que quiera participar del Seder de Pésaj, venga y participe”.
En las casas, la gente se juntaba en grupos de familias, amigos e invitados llamados “jaburot” o en singular “jaburá”. Cada jaburá, que podía consistir de 50, 60 y hasta 100 personas, compartía un mismo qorbán.
La ovejita era llevada por la tarde del 14 de Nisán al Bet haMiqdash por uno o dos representantes de cada jaburá, y allí era sacrificada, mientras se recitaba el Halel.
Hay una hermosa costumbre, que pocos practican hoy en día, y que se practicó durante siglos en recuerdo a este Halel de víspera de Pésaj. ¿Saben cuándo solía la gente hornear las Matsot que se utilizaban en el Seder de Pésaj? ¡El 14 de Nisán! es decir, después del mediodía de la víspera de Pésaj. Exactamente cuando se acostumbraba a sacrificar el qorbán Pésaj. Este es el tiempo ideal para preparar las Matsot (mitsvá min hamubjar, la misma hora en la cual se preparan normalmente las jalot un día viernes). Y mientras se preparaban las Matsot en la víspera de Pésaj, ¡toda la familia cantaba el Halel!
Regresemos a Yerushalayim. Luego de ser sacrificado, el animal era asado en una sola pieza y llevado a la casa. Por la noche, siendo ya el 15 de Nisán, se realizaba el Seder de Pésaj más o menos como lo hacemos hoy. Se leía la Hagadá, se hacían las preguntas de Ma Nishtaná, se servía mucha comida, incluyendo otros qorbanot como jaguigá, y todo acompañado, por supuesto, de Matsá, Maror y Jaroset. La gente se sentaba sobre sofas o almohadones y comían reclinados, como los nobles. Bebían cuatro copas de vino templado, brindando por nuestra salvación, redención, libertad, y asignación como pueblo elegido. Al final de la cena, antes de la medianoche, se repartía el qorbán pésaj como afiqomán (última comida, o sobremesa) entre todos los miembros de la jaburá. Cada uno tenía que comer de ese qorbán por lo menos un pedacito del tamaño de una aceituna (kazait).
Hoy en día acostumbramos a poner en la bandeja de Pésaj, la que’ará, un hueso con carne (o entre los Ashkenazim, una pata de pollo) para recordar el qorbán Pésaj. Y también, al final del Seder comemos una porción adicional de Matsá, afiqomán diciendo: “[Comemos esta matsá ]en recuerdo al qorbánPésaj, que se comía una vez que uno está satisfecho”.
Al terminar de comer el qorbán Pésaj, se recitaba el Birkat haMazón, la bendición de agradecimiento a HaShem por nuestra comida.
Hacia la medianoche, una vez terminada la cena de Pésaj, llegaba un momento muy especial. La gente subía a las terrazas de sus casas y desde allí, mirando hacia el Bet haMiqdash, que estaba iluminado por la luna llena, todo el pueblo cantaba el Halel, los Salmos de Tehilim, que se recitan en agradecimiento a HaShem por habernos liberado de Egipto. Creo que este era el momento más hermoso de la noche, cuando las voces de cientos de miles de Yehudim se juntaban para cantar el Halel, todos al mismo tiempo, con una misma melodía, y la ciudad se transformaba con ese extraordinario canto. La Guemará dice que las voces de ese multitudinario coro eran tan poderosas que las terrazas de la ciudad «temblaban».
Hay quienes explican que hoy en día, para recordar ese hermoso Halel que cantábamos todos juntos al terminar el Seder, decimos todos juntos el Halel en la Sinagoga, antes de comenzar el Seder.
Quiera HaShem que el próximo año cantemos el Halel, en Yerushalayim, juntos, con una sola voz y con la misma melodía, frente a nuestro Bet haMiqdash. AMEN
יהי רצון שנזכה לחגוג את חג הפסח בבנין בית תפארתינו במב”י, אמן



¿Qué conmemoramos en Shabbat haGadol?

Rabbán Gamliel dice que hay tres palabras que se deben exponer en el Seder para cumplir mínimamente con la obligación de enseñar a nuestros hijos la historia de nuestro Éxodo de Egipto: Pésaj, Matzá y Maror. Maror representa el sabor de la esclavitud. Matzá representa el sabor de la libertad obtenido a través de la intervención divina.¿Pero qué es Pésaj? ¿Qué significa Pésaj y qué nos enseña hoy?

Pésaj era un sacrificio animal, una ofrenda. Pero a diferencia de los sacrificios mencionados en la Parashá de nuestra semana, Tsav el sacrificio de Pésaj tenía un propósito único. Un cordero –una oveja joven–tenía que ser sacrificado por los esclavos judíos el 14 de Nisan. HaShem le dijo al pueblo judío marcaran las puerta de sus casas con su sangre, y así no serían afectadas por la peste que condenaba a los primogénitos a la muerte.

Pésaj representa entonces el sacrificio que el pueblo judío tuvo que hacer para merecer su libertad. Me explico: los cambios socioculturales generalmente tardan muchos años o décadas en ocurrir. En el caso del pueblo judío, todo sucedió en unos pocos díás y comenzó el día 10 de Nisán, que celebramos todos los años como Shabbat haGadol. Dios ordenó a los judíos que tomaran una oveja y la tuvieran con ellos hasta el día 14 de Nisán, en el cual iba a ser sacrificada. Recuerden que los egipcios adoraban a los animales porque creían que poseían poderes sobrehumanos dado por los dioses. Las ovejas, especialmente el macho adulto llamado «carnero», representaban la virilidad y el poder de la procreación. Los israelitas ahora enfrentaban un serio desafío: Dios, por un lado, les había ordenado tomar uno de los «dioses egipcios» para sacrificarlo. Al hacerlo, los israelitas demostrarían a Dios, pero principalmente a sí mismos, que se habían liberado de la cultura idólatra de los egipcios y de sus supersticiones. Fue muy difícil porque los judíos vivimos en la sociedad egipcia durante 210 años y obviamente, estábamos influenciados por todo tipo de supersticiones de la sociedad aboda zara (idolatría). Matar a un cordero, por lo tanto, presentaba una gran dificultad psicológica más allá del posible peligro físico, ya que para los egipcios esto sería más que una acto de rebeldía: prácticamente una declaración de guerra contra Egipto. Los egipcios se sentirían ofendidos, y podrían matar a los esclavos hebreos. Pero esto no sucedió. Providencialmente (y posiblemente por el efecto de las 9 plagas anteriores) los egipcios no pudieron reaccionar. Y luego de 4 días, en la víspera de Pésaj, el pueblo judío sacrificó el cordero, y en un extraordinario acto de valentía y coraje, se liberaron de la cultura de la idolatría y sus supersticiones. Esa noche, al hacer el sacrificio de Pésaj, los judíos abandonaron mentalmente Egipto y le demostraron a HaShem que estaban listos para seguirlo a Él.




¿Cómo beber 4 copas de vino y mantenerse sobrio?

שתה ארבעה כוסות אלו מיין שאינו מזוג יצא ידי ארבעה כוסות ולא יצא ידי חירות
EL TAMAÑO DE LAS COPAS
Cuando mencionamos la cantidad de vino que se bebe durante el Seder de Pésaj, “4 copas”, uno podría pensar que la intención es terminar el Seder embriagados… ¿Por qué? Pensemos por ejemplo que si uno bebió dos o tres copas llenas hasta el tope de vino, dependiendo del nivel de alcohol del vino, no debería conducir un vehículo.   Hoy en día una copa de vino promedio contiene 200cc- 300cc. Por lo tanto, 4 copas de vino significaría que cada uno de los participantes del Seder estaría bebiendo como un litro de vino, en cada una de las dos noches del Seder…
En el Pésaj debemos estar felices y agradecidos a HaShem por nuestra libertad. Pero ¿acaso hay que embriagarse en el Seder para sentirse libre?
Para aclarar este importante punto debemos hacer un poco de historia y remontarnos a 2000 años atrás, cuando las directivas del Seder fueron formuladas por nuestros Sabios.
Las copas de vino en la antigüedad eran mucho más chicas que las copas de vino en nuestros días. En el cuadro que se ve arriba podemos apreciar el cambio dramático en el tamaño de las copas de vino, desde el siglo 17 hasta nuestros días. Coincidiendo con lo que se aprecia en este cuadro, los Sabios del Talmud mencionaron que el tamaño de las copas de vino que acompañan las bendiciones del Seder (y a todas las demás bendiciones y ceremonias religiosas) era mínimamente rebi’it. Esto es, más o menos, 86cc (o 3 oz. , hay otras opiniones). Lo cual obviamente es muchísimo menos que el promedio de una copa en nuestros tiempos.
Pero eso no es todo…
VINO DILUIDO
Maimónides (MT, Hamets uMatsa 7:9) explica que el vino que se bebe en el Seder debe ser mazug, diluido con agua. Y para la gran sorpresa del lector moderno la cantidad de agua que los Sabios del Talmud y Maimónides aconsejan es: 3/4 agua, 1/4 vino (sic.).  Los Sabios explicaron que para que el vino represente un gesto de libertad y nobleza, debe ser tomado de una manera placentera, saludable y moderada ( שתיה ערבה).  Maimónides aclara que si en el Seder uno bebe 4 copas de vino “puro”, es decir: sin agua, si bien cumplió con la obligación de las 4 copas, falló en cumplir con la obligación de jerut, es decir, de actuar como personas libres y nobles, que beben para celebrar pero no para embriagarse. Técnicamente, como también lo aclara Maimónides, el total de las 4 copas de vino debe contener un mínimo de … rebi’it, o 86 cc de vino puro, y el resto debe ser agua. Esto puede parecer  muy diferente a las costumbres modernas, ya que para nosotros el vino diluido se considera algo de menor calidad. En la antigüedad, sin embargo, el vino puro (יין חי), era casi un concentrado de vino, y se consideraba imbebible, o una bebida que no correspondía a personas nobles y educadas.
EL VINO CAMBIÓ…. 
Un lector que escuchó una clase que presenté esta semana sobre este tema, me refirió a un artículo de Wikipedia (“krater”, en inglés) que afirma que en los famosos simposios  griegos solían beber el vino diluido con 3 partes de agua. Exactamente igual que lo que dicen los Jajamim del Talmud. Cito:  ”El consumo de vino ákratos (sin diluir) era considerado un grave error de juicio en la antigua Grecia, suficiente para caracterizar al bebedor como un borracho y alguien que carecía de moderación y principios. Los escritores griegos antiguos prescribieron que una proporción de mezcla de 1 parte de vino, 3 partes de agua era la óptima…
Este articulo también cita la razón por la cual el vino diluido no perdía su esencia y sabor a vino, aunque estuviera diluido con tanta agua. Continúo la cita: “…siendo que estas mezclas producirían una bebida no apetecible y acuosa si se aplicara a la mayoría de los vinos elaborados al estilo moderno, esta práctica de los antiguos ha llevado a la especulación de que los vinos antiguos podrían haber sido elaborados con un alto grado alcohólico y un alto contenido de azúcar , p.ej. usando uvas deshidratadas, y ese vino podía resistir mejor la dilución con agua… “.
Así también lo explicaron entre otro Rashí y Maimonides: el vino en los tiempos del Talmud era mucho mas fuerte que el de hoy.
EN NUESTROS DIAS
La práctica habitual hoy en día es por lo tanto un poco diferente. El tamaño mínimo que la tradición judía requiere de la copa no se modificó. Sigue siendo de aproximadamente 86cc. En cuanto a mezclar el vino con agua varios rabinos contemporáneos explican que hoy en día si bien agregamos agua al vino, no se podría añadir tanta agua (3/4) sin que el vino perdiese su sabor. El Rab Obadiá Yosef, por ejemplo, indicó que en nuestros días la mayoría de la copa debe ser llenada con vino, para que el gusto y la esencia del vino prevalezca. Esto varía obviamente, según el tipo y la calidad del vino que se utilice. Personalmente, he notado que si se mezcla vino de calidad media con un tercio de agua, esta proporción satisface los dos requisitos esenciales: 1. templar el vino y 2. preservar el sabor del vino.



La increible historia de la copa de Eliyahu HaNabí

והוצאתי והצלתי וגאלתי ולקחתי והבאתי

La recitación de una bendición sobre una copa de vino es una tradición muy antigua en el pueblo de Israel, cuyo origen se remonta al Bet haMiqdash, cuando se ofrecía una ofrenda de libación con vino y los Leviim recitaban y cantaban los Salmos (shirá) de agradecimiento a Dios. En el Seder tenemos 4 bendiciones y 1 canción principal de alabanza: el Halel (Salmos 113-118), donde agradecemos a Dios particularmente por habernos rescatado de la esclavitud en Egipto.

Ahora bien: hay una tradición muy antigua, mencionada por el Talmud y Maimónides, de recitar una quinta bendición con una quinta copa de vino. Y el Salmo sobre el cual se recita esta bendición es el famoso Salmo de Tehilim: 136, llamado por los Sabios «Halel haGadol», la gran alabanza a HaShem. Contiene una serie de 26 versos que describen todos los actos de bondad que HaShem hizo por la humanidad, y nuestro agradecimiento por ellos. Comienza desde la creación del mundo y llega hasta la salida de Egipto y el establecimiento del pueblo judío en su tierra, Israel. Este Salmo, de acuerdo a Maimonides, se recitaba en el Seder luego del Halel ¡sobre una quinta copa de vino! Maimonides clarifica que esta 5ta copa de vino NO era obligatoria, sino opcional, y a diferencia de las 4 primeras copas, era bebida sólo por la persona que recitaba la oración, y no por los demás comensales.

La costumbre de beber una quinta copa de vino es mantenida hasta el día de hoy por los judíos yemenitas, que en todas las instancias Halájicas siguen estrictamente la opinión de Maimónides.

En cuanto a otras comunidades, la costumbre es servir la copa de vino pero no beberla. ¿Por qué? Los Sabios debatieron por siglos si se debe o no se debe beber la quinta copa de vino. Si bien hay varias explicaciones acerca de la razón de este debate, voy a presentar una de esas explicaciones.

Las 4 copas de vino nos recuerdan las 4 expresiones de redención que menciona la Torá en relación a la salida de Egipto: En Shemot (Éxodo, capítulo 6) HaShem le dice a Moshé: (6) …ve y diles a los israelitas: “Yo soy HaShem, y voy a rescatarlos de la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a redimirlos con gran despliegue de [Mi] poder y con grandes actos de justicia. (7). Y los tomaré como Mi pueblo; y yo seré su Dios.

Es decir, con la primera copa, la del Quiddush, también celebramos que HaShem puso fin a nuestra opresión, ya que dejamos de ser esclavos del Faraón. La segunda copa nos recuerda que HaShem nos sacó de Egipto. La tercera copa nos recuerda que al hacerlo, HaShem desplegó todo Su poder: las 10 plagas, la apertura del mar, etc. Y la cuarta copa, nos recuerda que HaShem nos eligió y nos tomó entre todos los pueblos para ser Su pueblo.

Pero, hay una 5ta idea, expresada en el próximo verso: (8) y los traeré a la tierra de Israel. Una idea que también se expresa al final del Salmo 136!

Al parecer, la discusión entre los sabios durante nuestro largo exilio fue: si bien somos libres y somos el pueblo elegido, ya NO tenemos la tierra de Israel. ¿Qué sentido tiene entonces decir esta 5ta bendición, cuando el tema principal es la salida de Egipto, y alabar a Dios en Pésaj por algo que perdimos?

Este debate nunca fue resuelto de forma definitiva. Y en la práctica, como dijimos, se sirve la 5ta copa y no se la bebe. Y cuando un debate entre los Rabinos no se puede resolver, se suele decir que cuando venga Eliyahu haNabi [y anuncie la llegada del Mashiaj], entonces resolveremos las dudas Halájicas inconclusas. De allí que a esta 5ta copa se la conoce popularmente como la copa de Eliyahu haNabi.

Vale la pena mencionar que en nuestros tiempos algunos Rabinos, Sefaradim (como el Rab Hayim David haLevi z”l y otros) y Ashkenazim (Rab Shelomó Goeren, z”l y otros) afirman que deberíamos volver a la costumbre de beber la 5ta copa de vino, ¡hoy más que nunca! ya que tenemos nuevamente la tierra de Israel. Por este motivo, muchos Yehudim que viven en Israel, especialmente Yehudim Ashkenazim (ya que Ribbí Yosef Caro z”l, no mencionó del todo la 5ta copa…) acostumbran a servir y beber la 5ta copa de vino en honor a Erets Israel.

QUIERA HASHEM QUE MUY PRONTO ELIYAHU HANABI ANUNCIE LA LLEGADA DEL MASHIAJ TSIDQUENU Y TENGAMOS EL MERITO DE CELEBRAR TODOS JUNTOS EN ISRAEL NUESTRA REDENCIÓN DEFINITIVA. AMÉN!

Para más información sobre la 5ta copa, ver este interesante artículo artículo en hebreo del Rab Moshé Tsuriel



¿Por qué cuatro copas de vino?

ACTUAR COMO PERSONAS LIBRES 
Los Sabios de la Mishná dicen que durante el Seder de Pésaj “uno debemos actuar (להראות את עצמו) como si él mismo hubiera salido de Egipto”. Esta significa que en la noche del Seder debemos “actuar” y comportarnos como libres (bené jorín).
Por eso nos sentamos reclinados sobre la izquierda, que era la forma que en ese entonces solían sentarse los nobles y la aristocracia (ver aquí)  y tambien por ese motivo bebemos 4 copas de vino, que no era habitual para una familia próspera pero no para una familia de medios moderados. Para comprender mejor este punto. recordemos que la antiuguedad NO existia la clase media: los pobres eran escalvos y los libres era ricos. Por eso, para proyectar «libertad» nos comportamos con opulencia: nos sentamos como ricos, comemos como ricos, y bebemos como ricos…   En la antigua Grecia o Roma, por ejemplo,  en el tiempo que el Seder fue formulado con mas detalle,  era normal en un banquete de la aristocracia servir vino 1. antes de la cena, en la recepción como aperitivo; 2. durante la cena y 3. luego de la cena y 4. como sobremesa o vino de postre (after-dinner-drinks).  Estos hábitos sociales están mencionados varias veces en los textos talmúdicos, y muy específicamente en la Toseftá כיצד סדר סעודה (Berajot 4: 8).
El Seder de Pésaj entonces, es idéntico a un banquete festivo de ciudadanos nobles de la época de la Mishna o el Talmud (años 200-500 de la era común). Hay que tener en cuenta que en la historia del pueblo judío, la prosperidad no fue la regla sino la excepción. Y que, como lo sugiere la Mishná, para la mayoría de las personas no era sencillo adquirir 4 copas de vino por comensal, y es por eso que la Mishná especifica que los fondos públicos podían ser usados para proveer a los pobres de 4 copas de vino per capita, para que esa noche, ricos y pobres, celebren esta noche participando de un banquete de nobles, y poder así visualizar la libertad y la prosperidad, lo que Maimónides y los Sabios llaman “jerut”.
LAS 4 BENDICIONES DEL SEDER
Hay otra razón práctica que explica la razón de las 4 copas.  En una cena normal durante la semana, no es lo habitual beber vino. Esto no quiere decir que esté prohibido beber cuando uno bebe en moderación. Pero por lo general el vino y la carne se suele reservar para celebraciones, especialmente para Shabbat y días festivos (Yom Tob).   Y en estas y otras ocasiones festivas, el vino suele acompañar la recitación de las plegarias y bendiciones que recitamos para celebrar estos momentos felices. En Shabbat, por ejemplo, una copa de vino acompaña la recitación del Quiddush y también acompaña la recitación de Birkat haMazón (esto es, la bendición después de comer. Aunque en nuestros días, la costumbre de beber vino luego de Bircat haMazon en algunas comunidades cayó en desuso). Y lo mismo hacemos en otras ocasiones festivas. En la ceremonia de casamiento, por ejemplo, tenemos dos copas de vino. Una copa acompaña la recitación de bircot hairusin y otra copa de vino acompaña la recitación de las sheba berajot(siete bendiciones de los novios) . Asimismo, en un Berit Milá (circuncisión) recitamos la berajá sobre una copa de vino.
Las bendiciones que decimos en casa o en una fiesta religiosa suelen estar acompañadas de vino, ya que el vino es un elemento asociado con alegría y celebración.
Volvamos al Seder de Pésaj, y veamos que tienen en común y en que se diferencian las 4 copas del Seder respecto a las otras oportunidades ne las cuales bebemos vino.
1.A diferencia del Quiddush de Shabbat o de otras celebraciones donde sólo una persona esta obligada a probar el vino, en el Seder TODOS los participantes deben beber las 4 copas. (A los niños, como veremos más adelante, les serviremos jugo de uva) .
2.Tal como sucede en otras ocasiones, en el seder de Pésaj las 4 copas también acompañan la recitación de las bendiciones celebratorias. ¿Cuántas bendiciones celebratorias recitamos durante el Seder de Pésaj? Cuatro.
1. El Quiddush.
2. Gueulá, al final de la Hagadá, antes de cenar (ga-al Israel). Esta es una bencion especial para Pésaj, en la que agradecemos a HaShem por habernos liberado de Egipto.
3. Birkat haMazón, la bendición después de comer
4. El Halel, que es la recitación de los Salmos de alabanza a HaShem por habernos rescatado de Egipto.
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Vino antes de comer
La Guemará en Berajot (pereq shishi) explica que el vino puede tener un efecto aperitivo, y que se siente más hambre luego que uno bebe (tubá garir). «…todo restaurante sabe que si te dan una bebida primero, vas a comer más», dice Robert Considine, uno de los autores de un estudio sobre obesidad de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, en Indianápolis. Considine y sus colegas encontraron que el alcohol motiva un área particular del cerebro – el hipotálamo – y lo que hace que te centres en aromas alimentarios, en comparación con otros tipos de olores. El hipotálamo produce hormonas que ayudan a gobernar diversas funciones del cuerpo, incluyendo el hambre, dirigen al cerebro “a prestar más atención a la alimentación después de consumir una bebida.



¿Cuánta Matsá se debe consumir durante el Seder de Pésaj?

Si bien no hay una cantidad máxima de la Matsá que uno puede o debe comer durante la cena del Seder de Pesaj, los Sabios establecieron un mínimo necesario para cumplir con nuestra obligación ritual.  

¿CUANTO ES EL MINIMO? 

El tamaño de un mínima porción de comida es denominada por nuestros Sabios, kazayit, esto significa literalmente, “que sea aproximadamente, como el tamaño de una aceituna”. Tomando en cuenta que en los tiempos Talmúdicos las aceitunas eran un poco más grandes que las aceitunas promedio en nuestros días. Ahora bien, traducido a la Matsá esta medida equivale a un tercio de una Matsa normal cuadrada (12 g.). Y a un cuarto de una Matsá redonda, abodat yad (11 g.).  Esta medida, que originalmente es de volumen, se obtiene al pulverizar la Matsá y medir ese polvo en un recipiente de 1 onza líquida.   Hay otros rabinos que sostienen que esta medida se debe calcular en peso y no en volumen. Y el tamaño de una minima porción es de 30 gramos, lo cual es significativamente mayor cuando se compara con el volumen. Ya que por ejemplo, calculando en peso la porción mínima es una Matsa cuadrada entera.   Consulte con el rabino de su comunidad.    

¿CUANDO?

Durante las dos noches del Seder de Pésaj, debemos comer esta medida de Matsa 3 veces. La primera vez luego de la Berajá por la Matsa: Motsí/Matsá (de acuerdo a algunas opiniones, aquí se debe consumir 2 porciones de matsá). La segunda vez, cuando comemos el Korej, el “sandwich de Matsa, Maror y Jaroset.  La tercera vez cuando comemos el Afikomán, al final de la cena. 

¿QUE MATSA?

Preferentemente, se debe comer esta noche Matsá Shemurá (ver aquí   ) que es una Matsa que se prepara con harina supervisada para Pésaj dese el momento de la cosecha del trigo. 

¿COMO? 

En estas 3 ocasiones la Matsá se debe comer sentados reclinados sobre el lado izquierdo. Esta posición representa el clásico símbolo de la libertad y nobleza (ver aquí  ) .




Objeciones a la venta convencional del Jamets

VENDER O NO VENDER EL JAMETS ANTES DE PESAJ?

En mi opinión, uno de los textos mejor documentados que nos permite comprender los detalles acerca del debate alrededor de la validez de la venta de Jamets que realizamos en nuestros días, es la respuesta, escrita por el Rab Eliyahu Zini, un rabino que es también profesor de matemáticas en el famoso Instituto Technión de Haifa.

El Rab Zini explica que el precedente para la venta del Jamets es la Toseftá que dice que, si un judío, se encuentra en un barco y lleva con él mercancía Jamets, en el caso que su barco se atrase y no pueda llegar a puerto antes de Pésaj, como estaba planeado , el Yehudí le puede vender su Jamets a un no judío, y al término de Pésaj, se le permite comprarlo nuevamente de él  .

Este caso fue considerado por los rabinos como excepcional: se trata de una persona que está en medio del océano y que para no perder su capital no le queda otro recurso más que vender toda su mercancía para no pasar por la prohibición de poseer Jamets. El Rab Zini trae muchas fuentes, especialmente del tiempo de los Gueoním, que sostienen que esta Toseftá contempla un caso excepcional y no pretende “normalizar” la venta ficticia del Jamets como una forma de deshacerse del mismo.

La Mishná y la Guemará, desarrollan ampliamente el tema de las maneras de deshacerse del Jamets (quemarlo, echarlo al mar, alimentar a las aves, etc.) pero nunca se menciona, ni se discute, ni se considera el concepto de la “venta” del Jamets como una de las maneras de desposeerse del Jamets. Más aún, si adoptásemos el método de venta convencional  del Jamets que se practica en nuestros días,  todas las reglas que los rabinos instituyeron respecto al Jamets —la búsqueda de Jamets, la eliminación del Jamets y la anulación de Jamets —se vuelven insignificantes y completamente innecesarias.   Siguiendo la Toseftá, los rabinos sefaradíes autorizaron la venta de Jamets a no judíos solamente en casos excepcionales, como por ejemplo: una tienda de alimentos, y solamente bajo condiciones muy estrictas, como veremos a continuación.

En el caso de la Toseftá, hubo una transferencia de la mercancía del judío al no judío. En otras palabras, el no-judío tomó posesión física de los productos Jamets (משיכה), lo cual no ocurre en el proceso de venta convencional que se hace hoy en día donde solo hay que firmar un formulario. El Rab Zini cita varias fuentes que afirman que, si la mercancía permanece en la casa del judío, eso sería un signo inequívoco de ha’rama, es decir:  transacción ficticia. Este requerimiento, que los productos sean transferidos a la casa del no judío, se trae como pre requisito para dar validez a la venta de Jamets por el Terumat HaDeshen, quien es la base del Bet Yosef en este tema. El Rab Zini también menciona a los Gueoním y Rishonim que mencionan la Toseftá, enfatizando que la venta de Jamets tendría validez únicamente, en caso de ser real (ובלבד שלא יערים), es decir, cuando es total y no cuando se sabe que voy recuperar mi jamets luego de Pésaj .

Otro elemento que también es considerado como un signo de הערמה, “ficción” , “mala fe” es que la venta de jamets convencional es premeditada. Me explico:  la mayoría de los rabinos indican que la Toseftá se refiere a un caso excepcional, dónde alguien involuntariamente queda durante Pésaj en altamar por un retraso que no era previsible. Así,  como indica Maimónides, הגיע השעה החמישית , “llegó la hora de deshacerse del Jamets en la víspera de Pésaj y a esta persona no tiene otro recurso. En términos Halájicos este tipo de situaciones se conoce como: “She’at Hadajac”, un caso extremo que es un equivalente de:“Bedi’abad”, “a posteriori . Pero esa Toseftá no contempla cuando alguien  deliberadamente “vende” su Jamets de manera convencional para eludir la Mitsvá de desechar el Jamets. Para estos Posqim, es un signo inequívoco de que la venta no es sincera y por lo tanto carece de validez.

Otro punto que trae Rab Zini es, que una transacción de venta válida, implica que el comprador es enteramente responsable por la mercadería que compra. Es decir, una vez que el comprador no-judío paga el anticipo del valor total, el Jamets le pertenece. La diferencia de dinero queda como una deuda.  El hecho que el comprador no ha liquidado su deuda, no afecta su responsabilidad (o sea derecho) sobre la mercadería en cuestión. En estas condiciones, la responsabilidad total por la mercancía debería ser del comprador. Por lo tanto, supongamos que yo vendí una caja de botellas de whisky de la manera convencional, y la mantengo en mi casa. Si es whisky es robado o se rompe, ¿quién se hace responsable? ¿El comprador? ¿Me pagará el después de Pésaj por la mercadería robada?  Todos sabemos que no. Este no es el caso en los términos prácticos de la venta de convencional del Jamets. En la practica, el comprador no tiene ninguna responsabilidad legal por los productos Jamets que supuestamente son suyos. Lo cual es la mejor evidencia de es Jamets no le pertenece.

La opinión en la cual se basan las autoridades rabínicas que aceptan como válida esa venta legal pero ficticia del Jamets es la del Jatam Sofer (1762–1839). Apoyarse en esta opinión, desestimando la opinión de la mayoría de los rabinos que exigen deshacerse realmente del Jamets o venderlo sin intención de recuperarlo , sería una lenidad excepcional, especialmente para los judíos sefaradíes que nunca adoptaron esta práctica.

Incluso entre los rabinos Ashkenazim este tipo de venta ficticia fue criticada. El principal portavoz de esta crítica, fue, no otro que, el Gaón de Vilna  (1720–1839) que afirmó que, quien vende su Jamets de esta manera (con הערמה) viola, dos prohibiciones bíblicas bal yeraé y bal ymatsé y no cumple, con el mandamiento bíblico positivo (tashbitu).

Recomiendo que la primera opción sea deshacerse de todo el Jamets que uno tiene en su propiedad, como lo hicieron las familias sefardíes durante TODA su historia.

Vender el Jamets de manera convencional , a través de un formulario de venta y conservando el Jamets en la casa propia, es una lenidad que un Yehudí yere shamayim debería evitar.




Arroz en Pésaj: Sefaradim vs. Ashkenazim.

Explicamos anteriormente que “Jamets” define a un alimento que proviene de uno de los 5 siguientes granos: trigo, cebada, espelta, centeno y avena. El arroz, por lo tanto, no es Jamets.

Aunque la Guemará menciona a un Rabino de Erets Israel, Ribbí Yojanán ben Nurí (siglo 1 de la era común), que sostenía que no se puede consumir arroz en Pésaj. Los Sabios de la Guemará, sin embargo, concluyeron que el arroz NO es Jamets y que SÍ se puede comer en Pésaj. La Guemará trae el caso de Rabá, un famoso rabino de Babel, que solía comer arroz en el Seder de Pésaj (Pesajim 114b) para no dejar duda que de acuerdo al veredicto rabínico, el arroz no es Jamets.

La costumbre Ashkenazí, sin embargo, es abstenerse del consumo de arroz, ¡pero no por considerarlo Jamets! Los judíos Ashkenazim se privan durante Pésaj de consumir todo tipo de legumbres, granos y cereales (qitniyot), incluyendo el arroz. Esta es una tradición muy antigua que sigue siendo respetada hasta el día de hoy en la comunidad Ashkenazí. Ahora bien, ¿cuál es la razón y el origen de la costumbre de prohibir granos, semillas y legumbres en Pésaj? Tomemos como ejemplo el caso del arroz. Es muy posible confundir el grano del arroz con el grano entero del trigo. Las espigas son muy parecidas. Los granos de arroz y trigo son del mismo color, al igual que la harina de arroz y la harina de trigo. Hay que tener en cuenta que hasta hace unos 40 o 50 años atrás, los productos alimenticios no se vendían como hoy, envasados y en supermercados, sino que se vendían por peso en los mercados públicos. No era poco común entonces que si alguien compraba arroz encontrase al llegar a su casa algunos granos de trigo mezclados con los granos de arroz. Ya que los granos de arroz (integral, enteros) y los granos de trigo se vendían en los mismos puestos del mercado, utilizando las mismas paletas y balanzas. También los campos donde el arroz se cosechaba solían estar cerca o dentro de los mismos campos donde se cosechaba el trigo. Era muy posible entonces que algún grano de trigo se mezclara con el arroz en el momento de la cosecha o en el momento de comprarlo en el mercado. Y como veremos más adelante, la prohibición de Jamets durante Pésaj es tan estricta que un solo grano de trigo transformaría a todo un plato hecho con arroz en Jamets. De aquí la costumbre Ashkenazí de abstenerse del arroz y otras legumbres en Pésaj.

Muchos no saben que esta no es una tradición exclusiva de los judíos Ashkenazim. Los judíos Sefaradim están divididos en la cuestión del arroz. Los Yehudim marroquíes y otros Yehudim de África del Norte también evitan el consumo de arroz durante Pésaj, mientras que los judíos de Israel, Irán, Irak, Siria y otros países del Medio Oriente consumen arroz durante Pésaj (al punto que el arroz se convierte en la comida más típica de Pésaj, algo así como las papas en la tradición Ashkenazí). Sin embargo, para evitar la posibilidad de la presencia accidental de un grano de trigo en el arroz, la costumbre de las comunidades persas, sirias, etc., es revisar el arroz tres veces antes de usarlo para Pésaj. Ahora bien, incluso los que siguen la tradición de abstenerse del consumo de arroz y otras legumbres (qitniyot) durante Pésaj, por los motivos que recién explicamos, pueden mantener el arroz y las legumbres en su posesión y propiedad durante Pésaj, y no hay necesidad de desechar o vender estos alimentos, ya que no son Jamets (Shulján Aruj, Rama, 453:1). También, como lo señala el Rab Eliezer Melamed en Peniné Halajá, aunque la costumbre Ashkenazí es prohibir estos productos (qitniyot) durante Pésaj, esto se aplica cuando los qitniyot son o constituyen la mayoría de ese producto alimenticio (Mishná Berurá idem, 9). Pero si los qitniyot son aditivos (fructosa de maíz, almidón de maíz, etc.), y están presentes en un alimento ya elaborado en una proporción menor a la mitad, ese alimento no estará prohibido durante Pésaj, aún para los que acostumbran a privarse de qitniyot. Consulte con el Rabino de su comunidad acerca de las tradiciones y costumbres a seguir.




¿Qué es qué no es Jamets?

איסור אכילת חמץ.

Durante Pésaj NO está permitido comer, beneficiarnos o incluso poseer Jamets. La prohibición de comer Jamets durante Pésaj comienza medio día antes de que empiece la festividad: desde la media mañana de la víspera de Pésaj (lunes 22 de abril). No solo está prohibido comer Jamets. La Torá también prohibe consumir cualquier alimento que posea Jamets.

¿Qué es Jamets?

En las próximas líneas lo vamos a explicar.

LOS CINCO GRANOS

Jamets (חמץ) es cualquier sustancia fermentada, sólida o líquida, proveniente de uno de los siguientes 5 granos: trigo, centeno, espelta, cebada y avena.

NO SOLO HARINA

El proceso de fermentación no ocurre solamente con “la harina” de estos granos o con alimentos sólidos. La cerveza por ejemplo, se elabora a partir de la cebada, los granos se mezclan con agua caliente y se dejan fermentar. La cerveza (al igual que el whisky, y otras bebidas alcohólicas a base de granos) también están en la categoría de Jamets, aunque el grano nunca fue convertido en harina.

FERMENTACIÓN NO JAMETS

Un producto alimenticio que no contiene ninguno de estos 5 granos no se considera Jamets, aunque haya pasado por un proceso de fermentación. El vino, por ejemplo, pasa por un proceso de fermentación, pero se hace de la uva. Lo mismo ocurre con otras bebidas alcohólicas como el sake (“vino de arroz” japonés) que se elabora a partir del arroz fermentado o la tequila, que se produce del agave.

JAMETS U MATSÁ

Ahora bien, no TODO lo que proviene de estos 5 granos es Jamets. De hecho, la Matsá debe ser elaborada a partir de uno de estos 5 granos. La Matsá es un tipo de “pan”, en hebreo se llama “pan pobre” o לחם עוני, y, en español se llama “pan ácimo”, que significa, pan no fermentado.

¿Cuál es entonces la diferencia entre el pan y la Matsá?

TIEMPO La diferencia fundamental entre el pan y la Matsá es el tiempo. El pan y la Matsá se preparan con los mismos ingredientes básicos: harina y agua. Pero cuando se elabora la Matsá, una vez que se mezcla la harina con el agua, no se deja reposar la masa: esta debe ser amasada y horneada en menos de 18 minutos. Ya que si se deja la masa inactiva y pasan 18 minutos o más, desde el momento en que la harina entró en contacto con el agua, esa masa es “Jamets”.El pan común se elabora con harina y agua (ver más abajo ‘levadura’). Pero antes de meter la masa al horno, se la deja reposar intencionalmente para que fermente y se haga más esponjosa. Al fermentar, la masa se agranda y se forma el pan con miga. La miga, que NO encontramos en la Matsá, es evidencia de la ausencia de la fermentación.

AGUA Si la harina procedente de uno de los cinco granos se mezclase “exclusivamente” con jugo de fruta, o con miel o con huevos, sin que se le agregue a esta masa nada de agua, no se produciría el Jimuts o la fermentación prohibida en Pésaj. En teoría, si se prepara una masa mezclando harina de trigo con puro jugo de frutas, sin agua, y se deja reposar, no se considera Jamets sino Matsá Ashirá y se podría consumir durante Pésaj.

SEOR En todos los ejemplos mencionados anteriormente no hablamos aún de la levadura, o en hebreo שאור. A la prohibición del Jamets se suma adicionalmente la prohibición del uso, o incluso la posesión de levadura durante Pésaj. La levadura no es un elemento comestible, sino un aditivo. Hasta hace unos años, cuando el pan se elaboraba en casa, la levadura también se preparaba en casa. ¿Cómo se hace la levadura? Mezclando harina y agua y dejando reposar esa masa por un periodo de 4-5 días. La “masa” ácida y con olor a alcohol se conoce en español como “masa madre” o “levadura natural” y se usa como catalizador del proceso de fermentación. En otras palabras, en el proceso de elaboración del pan casero, una vez que la harina y el agua se mezclan, se introduce un poco de esta levadura natural en la masa para acelerar y mejorar el proceso de fermentación. Por el efecto de la masa madre o seor, la masa fermenta más rápido y mejor y el pan sale mucho más esponjoso.

Todas las prohibiciones de Jamets (consumo, posesión, beneficio) se aplican también al seor, la masa madre o levadura.