Thanksgiving y el Rabino Sabato Morais

El Rab Sabato Morais (1823–1897), una de las figuras ortodoxas mas importantes de la America del siglo diecinueve, veia a los Estados Unidos como un lugar donde la vida judia podia florecer con dignidad y confianza. Nacido en Livorno, Italia, y criado en el orgulloso legado de la tradicion sefaradi-portuguesa, el Rab llego a Filadelfia en 1851 para dirigir la Congregacion Mikveh Israel, la historica sinagoga fundada en la epoca colonial. Desde su primer año en America, el Rab comprendio algo profundo: Thanksgiving no era solo una costumbre americana, sino tambien un momento profundamente judio.

Para el Rab Morais, Thanksgiving representaba una celebracion americana que invitaba a los judios a pararse con orgullo junto a sus compatriotas americanos y agradecer a Dios por las bendiciones de libertad, paz y oportunidad. Lo describio como “un feriado nacional que conecta al pueblo judio con su pais y con sus compatriotas americanos, sin distincion de credo”.

El 27 de noviembre de 1851, poco despues de comenzar su larga carrera en Mikveh Israel, el Rab pronuncio un sermón de Thanksgiving que luego fue publicado en The Asmonean (החשמונאי), uno de los primeros periodicos judios americanos. Las siguientes selecciones muestran cuan naturalmente el Rab Morais integro la fe judia con la gratitud civica americana:

“…En el dia que los habitantes de esta tierra han apartado para el Señor, que no se halle a Israel reacio en responder al llamado religioso. Es cierto, no nos reunimos para conmemorar un evento peculiar a nosotros, y sin embargo, aun como miembros de la casa de Yaakov, la presente ocasion debe suscitar nuestros mas profundos sentimientos de gratitud hacia Dios, nuestro benefactor… Todo a nuestro alrededor brilla con alegria… La invaluable bendicion de la abundancia ha sido derramada sobre nosotros y nosotros y nuestros hijos cosechamos sus beneficios…”

El Rab se vuelve entonces a la experiencia judia americana, describiendola con conviccion y esperanza:

“Casi un siglo ha transcurrido desde que los hijos dispersos de Yehuda encontraron aqui un hogar de seguridad y paz; aqui han prosperado y adquirido riqueza; ningun adversario interno jamas los ha molestado, ni la vara de la tirania ha alcanzado estas costas… aqui solo tienen que probarse dignos y se elevaran tan alto como pueda aspirar cualquier hombre libre… el campo ilimitado del conocimiento no esta cerrado para ustedes… sin impedimentos en el ejercicio de sus deberes religiosos… ustedes no son meramente tolerados, sino considerados con respeto; pues ustedes tambien forman parte del glorioso conjunto que constituye la Republica Americana.”

Para el Rab Morais, este era el mensaje central: la identidad judia y la identidad americana no estan en conflicto. Un judio puede estar completamente comprometido con la Tora, completamente comprometido con la comunidad de Israel y completamente comprometido con los Estados Unidos, sin contradiccion. El Rab creia que las libertades de America no eran solo dones politicos, sino tambien oportunidades religiosas.

En la seccion final del sermón, el Rab ofrecio una plegaria al Dios del Universo, “Ribbono shel Olam”, el Soberano de todas las eras:

“Bendice este pais, a este pueblo, sus hogares, sus campos, su comercio… mantiene entre ellos la armonia de sentimientos, la hermandad indisoluble y la unidad de fuerza… Bendice a todos ellos, de cualquier nacion o credo, que en este dia como nosotros se han reunido para agradecer tu bondad abundante… Sobre sus viejos y sus jovenes… sobre sus escuelas y maestros, despliega, Oh Dios, el pabellon de tu paz…”

Esta plegaria capta toda la vision del Rab: que America permanezca unida, en paz, moralmente fuerte y agradecida a Dios. Que los judios contribuyan a esa mision nacional no desde los margenes, sino desde adentro, abiertamente, con orgullo y con fidelidad.

Para el Rab Morais, desde las primeras generaciones de la vida judia americana, los judios han encontrado en este pais no solo seguridad, sino un hogar donde pueden elevar sus voces en agradecimiento a Dios junto a sus conciudadanos.

La copia sobreviviente del sermón es especialmente valiosa. El Rab Morais la recorto del periodico y la coloco en su cuaderno personal. Alli, a lapiz, corrigio y refino el texto, revelando cuan cuidadosamente el Rab moldeaba sus palabras y cuanto valoraba este mensaje de gratitud judeo-americana.