Crecimiento en Tiempos de Guerra


En un desarrollo que hace pocos años hubiera parecido impensable, Israel está a punto de superar a Alemania en producto bruto interno (PBI) per cápita.
Según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional, para 2025 el PBI per cápita de Israel alcanzará aproximadamente $57,760, mientras que el de Alemania será ligeramente inferior, alrededor de $55,910.

Pero los números por sí solos no cuentan toda la historia.
Lo que hace que este logro sea verdaderamente histórico es el contexto: Israel alcanza este hito en uno de los periodos más difíciles de su historia moderna — en plena guerra, con una movilización masiva de reservistas, con grandes costos económicos y bajo amenaza constante en múltiples frentes.

A pesar del conflicto armado que comenzó en octubre de 2023, y del enorme peso emocional y financiero de la situación, la economía israelí no solo resiste, sino que crece.
Se proyecta que el PBI de Israel aumente alrededor de 3.5% en 2025, según el Banco de Israel, una cifra casi idéntica a la estimada por la OCDE.
En contraste, se espera que Alemania registre un crecimiento mínimo, cercano apenas al 0.3%.

Esta diferencia no es un dato técnico: revela una realidad mucho más profunda.
Israel avanza, innova y se expande incluso bajo fuego.

De dónde proviene la fuerza económica de Israel

A diferencia de economías más tradicionales, Israel se apoya en sectores innovadores y dinámicos que continúan prosperando incluso en tiempos de crisis:

  • Gas Natural Offshore: El descubrimiento de los campos Leviatán y Tamar en el Mar Mediterráneo ha transformado a Israel en un exportador neto de gas. Solo en 2024, las exportaciones de gas natural a Egipto y Jordania aumentaron un 13.4%, generando ingresos de aproximadamente 1.3 mil millones de dólares para el Estado.

  • Alta Tecnología: Israel es conocido mundialmente como la “Startup Nation”. Empresas globales como Intel, Microsoft y Apple tienen centros de investigación en el país. Más del 43% de las exportaciones israelíes provienen del sector de alta tecnología: desde software y microchips hasta dispositivos médicos avanzados.

  • Industria de Defensa: Israel se ha consolidado como uno de los principales exportadores de armamento del mundo. Entre 2020 y 2024, aproximadamente un tercio de sus exportaciones de defensa se dirigieron a India, y acuerdos recientes como la venta del sistema Arrow-3 a Alemania (por casi 4 mil millones de euros) demuestran su liderazgo en tecnología militar de vanguardia.

Una Fuerza Demográfica Única

La fuerza de Israel también se construye en sus bases demográficas.

Con una tasa de fertilidad de 2.8 hijos por mujer —la más alta de los países de la OCDE— Israel garantiza una sociedad joven, dinámica y con fuerza laboral en expansión.
En 2024, Israel registró cerca de 134,000 nacimientos, un aumento respecto a los 131,000 de 2023.
De esos nacimientos, el 76% fueron de familias judías, comparado con el 69% en 1995, mostrando una tendencia demográfica sólida en el núcleo de su identidad nacional.

En contraste, Alemania enfrenta una profunda crisis demográfica: su tasa de natalidad es de apenas 1.38 hijos por mujer, muy lejos de la tasa de reemplazo poblacional.

Tecnología Militar: De Israel hacia Alemania

La transformación también se nota en el ámbito militar y estratégico.

En agosto de 2023, Alemania firmó un acuerdo para adquirir el sistema de defensa antimisiles Arrow-3 de Israel.
Además, ha alquilado drones Heron TP para operaciones de vigilancia y está adaptando a sus tanques Leopard el sistema israelí Trophy de protección activa, diseñado para neutralizar misiles antitanque.

Alemania, que históricamente era exportadora de tecnología militar, hoy depende en parte de Israel para actualizar su capacidad defensiva.

El Espíritu de Israel

Mientras suenan las sirenas en las ciudades y cientos de miles de ciudadanos son movilizados en defensa nacional, la vida económica, tecnológica y social en Israel continúa latiendo con fuerza.
Startups israelíes siguen levantando inversiones; científicos israelíes continúan innovando en ciberseguridad, medicina y energía; familias israelíes siguen creciendo.

Israel demuestra que la verdadera medida de la fuerza de un país no es cómo se comporta en tiempos de calma, sino cómo se supera en tiempos de crisis.

La Imagen Completa

Alemania sigue siendo una potencia industrial global.
Pero su futuro enfrenta el peso de una población envejecida, un crecimiento económico anémico y desafíos estructurales profundos.

Israel, pequeño en territorio pero grande en espíritu, está mostrando al mundo cómo la resiliencia, la juventud y la innovación pueden vencer la adversidad:

  • Un crecimiento económico del 3.5% en tiempos de guerra

  • Un PBI per cápita más alto que el de Alemania

  • Exportaciones militares de alta tecnología a Europa

  • Una sociedad joven, vibrante y en expansión

  • Nuevas fuentes de riqueza energética y tecnológica.

Los números hablan, pero el verdadero mensaje es aún más profundo:
Israel ha convertido el dolor en fortaleza, la amenaza en oportunidad, y la guerra en un impulso para construir un futuro aún más sólido.