ESCRITO el 26 de Abril de 2024
Varios lectores de Halajá of The Day me han pedido que les escriba mi opinión respeto a “Testament: the Story of Moses”, una serie documental de Netflix sobre la vida de Moisés que consta de 3 capítulos. La serie está acompañada de comentarios que representan diferentes religiones y culturas. Para evaluar esta serie, no lo voy a hacer estrictamente desde un punto de vista rabínico ya que el documental está dirigido a una audiencia básicamente no judía, muy amplia y muy diversa. Decenas de millones de personas –o más– que han visto o verán este popular documental probablemente no tienen ningún conocimiento bíblico previo.
Con este pensamiento en mente, me parece que si bien no es perfecto, el documental de Netflix refleja de una manera honesta lo que relata el texto bíblico (con algunas excepciones, leer hasta el final, por favor).
LO QUE PUDO SER
Mi sensación positiva se basa en primer lugar en comparar a este documental con lo que Hollywood ha producido en los últimos 40 o 50 años sobre temas bíblicos. Por ejemplo, los documentales de History Chanel o National Geographic, que se refieren al éxodo de Egipto, son definitivamente «anti-texto». Es decir, no toman al texto bíblico tal como se presenta a sí mismo , no nos ayudan a visualizar o recrear sus narraciones ya que por lo general están producidos con la intención de negar el texto: que Israel nunca estuvo en Egipto, que las plagas no existieron, que fueron eventos naturales, que la salida de Egipto no ocurrió, y que los judíos no cruzamos el desierto “porque no se encontraron vasijas de arcilla” (ver más aquí ). La industria del cine documental ha sido siempre hostil al texto bíblico. Ha seguido los pasos de los profesores liberales de las universidades que niegan “por principios ideológicos” la historicidad de la Torá. Para ellos, todo lo que relata la Biblia es mentira hasta que se demuestre lo contrario, o en algunos casos, “aunque se demuestre» lo contrario. En este sentido, el documental de Netflix es afortunadamente diferente. Respeta mayormente la narrativa bíblica, y NO es anti-texto. Esto no debe ser dado por sentado.
DIVERSIDAD
Los judíos que ven esta serie y se apuran a criticarla deberían recordar que está dirigida a una audiencia universal muy amplia y diversa. Y a pesar de eso, la serie conserva una versión claramente judía. Y esto no es poca cosa. Hay más de diez comentaristas que participan. Judíos, cristianos y musulmanes, que presentan sus interpretaciones. Y aunque obviamente algunas veces lo interpretan de acuerdo a su religión (i.e., la sangre del Qorban Pesaj que en el cristianismo significa la sangre de Yeshu), en la mayoría de las ocasiones los comentarios no se apartan del texto bíblico en su versión original judía. Hay que valorar que en este film no se nota un intento de apropiación de parte de los comentaristas, es decir, de tomar la historia judía y trasformarla en cristiana o musulmana, como nos tienen acostumbrados otras religiones. Netflix ha elegido presentar al mundo una versión en la que Moisés no es “Moossa» y los protagonistas del éxodo son los hijos de Israel, y no las tribus palestinas de Canaan.
EXCEPCIONES
Una vez aclarado que mi primera impresión es positiva, paso a las críticas puntuales. Si bien el documental en su mayor parte se ajusta al texto, curiosamente hacia el final del tercer y último capítulo de la serie, luego de que cruzan el mar, parece otra película. El guión original se pierde. Algunas partes son inventadas, como la visón de la madre de Moises Yojebed, o son lamentablemente omitidas o directamente contradicen el texto.
Dos ejemplos de esta última categoría:
1. Luego de que el pueblo de Israel peca con el becerro de oro, rebelándose contra Moisés y ofendiendo a Dios, el texto Bíblico dice que el líder judío ordenó a la tribu de Leví eliminar a los que participaron activamente de este evento. Cerca de 3.000 personas mueren. El documental de Netflix ignora el texto de Exodo 32:26 y cuando en el film alguien quiere eliminar a los instigadores, el Moisés de Netflix se despacha con el “no matarás” de los Diez mandamientos —que aparece aquí por primera vez — y lo impide.…
2. Por alguna razón que no puedo descifrar, los Diez Mandamientos son minimizados. No son pronunciados por Dios, como dice claramente el texto en Exodo capítulo 20, sino que son virtualmente formulados de manera casual por Moisés, y luego por Miriam, etc. Dios no aparece en este documental como el Legislador de Israel. Y es posible que esto quiera reflejar una visón más cristiana que judía de las Mitsvot.
En estos dos ejemplos, el documental contradice flagrantemente al texto bíblico.
¿RAMSES SEGUNDO?
Hay otros detalles objetables pero que son más difíciles de detectar. Para mí, el más serio —pero que casi nadie lo nota— es que tal como ocurrió con el famoso film “Los Diez Mandamientos” de 1956, el faraón de Moisés es identificado como Ramsés Segundo. El famoso egiptólogo moderno David Rohl explica que no existe ninguna evidencia arqueológica seria al respecto (lo del nombre Ramses en las construcciones realizadas por los israelitas es absurdo. Ver «Exodo: mito o historia», de Rohl) . Y las fechas no coinciden con la historiografía bíblica. La Biblia Hebrea, el Tanaj, aporta una referencia fundamental para establecer el tiempo aproximado del Exodo: cuando el rey Salomón construye el Gran Templo de Jerusalem, el texto de Melajim Alef 6:1 dice que el Templo fue inaugurado “a los 480 años de la salida de Egipto” (en esos tiempos los judíos contábamos los años de esa manera, “desde que HaShem fue consagrado como nuestro Rey”, algún día tengo que escribir sobre este fascinante punto ). Hay consenso entre los historiadores académicos, judíos y no judíos, que el Templo de Jerusalem fue construido alrededor del año 960 antes de la era común (ver Wikipedia: Templo de Salomón), por lo cual la salida de Egipto ocurrió alrededor del año 1440 a.e.c. Por el otro lado, Ramsés Segundo vivió alrededor del año 1240 a.e.c., 200 años después de esa fecha. David Rohl sugiere que los académicos que afirman caprichosamente que Moisés vivió en los tiempos del faraón Ramsés Segundo, lo hacen para desprestigiar así la historicidad de la Biblia y cancelar la historiografía judía.
¿430 o 210 AÑOS?
Hay detalles más sutiles que pertenecen al universo de la interpretación y tradición judía. El documental repite una y otra vez que los judíos estuvimos esclavizados por más de 400 años en Egipto. En este caso, el texto bíblico le da parcialmente la razón a Netflix: Exodo 12:40, dice que los judíos estuvimos 430 años en Egipto. Pero la tradición judía explica que esos años se cuentan desde que Abraham descendió por primera vez a Egipto, y que en realidad, los hijos y descendientes de Jacob que llegaron invitados por Yosef estuvieron en Egipto un total de 210 años, de los cuales, según Maimónides, 90 años fueron de bienestar y prosperidad y 120 fueron de esclavitud.
¿IDENTIDAD JUDIA O HUMANISTA?
En el documental hay un par de interpretaciones un poco caprichosas que parecen estar motivadas más por acomodar una idea contemporánea de diversidad y humanismo que por buscar la versión que más se ajuste al texto literal. Un ejemplo: ¿cuándo y de qué manera Moisés se entera de que es judío? El texto no lo explica, pero Exodo 2:11 afirma, que el joven Moisés abandonó el palacio del Faraón (recordemos que su madre adoptiva era Bityah, la hija del Faraón) “y salió al encuentro de sus hermanos, vio su sufrimiento… y vio a un egipcio azotando a uno de sus hermanos hebreos”. Se aprecia claramente que Moshé sabe su identidad, reconoce a los hebreos como sus hermanos y abandona su privilegiada vida aristocrática para ayudarlos. Pero para el documental de Netflix, Moisés se entera que es hebreo ¡recién a los 80 años! Cuando regresa a Egipto para liberar a los esclavos hebreos, se encuentra providencialmente con su hermano Aharón, quien le revela su identidad hebrea. Pero ¿por qué Netflix se aparta aquí del texto? Me parece que toda esta pirueta interpretativa alrededor del texto esta diseñada para justificar —o invitar— un par de comentarios anacronistas que comparan a Moisés con Martin Luther King y que afirman que Moisés, más que el liberador de los judíos fue “el precursor universal de la justicia social”. Solo ignorando que el texto bíblico describe que Moisés vio el sufrimiento especifico “de sus hermanos» se puede llegar a esta conclusion, que no es necesariamente negativa, pero que contradice al texto original.
TEXTO Y MIDRASH
Algunas “inexactitudes” del documental respecto al texto tienen su origen curiosamente en interpretaciones rabínicas de la época del Talmud. Ejemplo: en el documental, Moisés se lamenta de que los primogénitos egipcios tienen que morir en la última plaga. El texto nunca menciona este lamento de Moises. Pero la tradición judía registra que luego de cruzar el mar, los soldados del ejército enemigo —que hostigaron al pueblo de Dios durante mas de un siglo— yacían muertos en la orilla del mar. El Midrash dice que en ese momento los ángeles quisieron cantar en alabanza al Eterno, pero Dios no se los permitió y les dijo: “¿Cómo van a cantar mientras mis criaturas [los egipcios] se están ahogando en el mar?” Para representar esta idea, fuera de los dos primeros días de Pésaj, los judíos no cantamos el Halel Shalem, y no expresamos un sentimiento de regocijo con la muerte de otros seres humanos, “aunque se trate del enemigo” בית יוסף בשם המדרש «לפי שנטבעו המצרים, ובנפול אויבך אל תשמח. La idea de que un judío sufre con la muerte de otro ser humano , aunque sea su opresor, definitivamente no fue expresada por Moisés, pero aparece claramente en el Midrash y es parte de la práctica judía, justamente en la festividad de Pésaj.
En conclusión: este no pretende ser un análisis exhaustivo, pero espero que sea suficiente para afirmar que en el film de Netflix hay definitivamente detalles e interpretaciones que no se corresponden con la lectura literal del texto bíblico. Pero por el otro lado, la mayor parte del guión y los comentarios (con excepcion de la segunda parte del tercer episodio) reflejan con relativa honestidad el sentido literal del texto y la tradición rabínica –los mejores ejemplos son en mi opinión las diez plagas y el cruce del mar. Comparado con lo que hasta ahora se había producido en los medios de comunicación masiva respecto a la salida de Egipto u otras historias bíblica, y teniendo en cuenta que el destinatario de este documental es principalmente un público no judío, el documental de Netflix ¡no está nada mal! |