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El Estado de Israel, y el privilegio de no darse cuenta (1880-1914)

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אִם יִהְיֶה נִדַּחֲךָ בִּקְצֵה הַשָּׁמָיִם מִשָּׁם יְקַבֶּצְךָ האֱלֹקיךָ וּמִשָּׁם יִקָּחֶךָ וֶהֱבִיאֲךָ האֱלֹקיךָ אֶלהָאָרֶץ אֲשֶׁריָרְשׁוּ אֲבֹתֶיךָ וִירִשְׁתָּהּ וְהֵיטִבְךָ וְהִרְבְּךָ  מֵאֲבֹתֶיךָ

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Este miércoles 4 de Mayo por la noche celebraremos Yom HaAtzmaut, el día de la Independencia de Medinat Israel. En los próximos días, en honor a esta celebración, voy a escribir brevemente acerca de los eventos más importantes que culminaron con el nacimiento del estado judío.  El regreso del pueblo judío a su tierra es sin duda uno de los milagros más grandes en la historia de la humanidad. Nunca ocurrió que una nación exiliada haya sobrevivido entre otras naciones, y regresado a su tierra, luego de casi 2.000 años de exilio. 

Debemos tomar conciencia de la magnitud de lo ocurrido,  apreciar al Estado judío, y estar infinitamente agradecidos a HaShem por pertenecer a la generación de judíos que nacimos con un Israel ya existente, y que tiene el increíble privilegio de tomarlo como algo normal.

LOS PRIMEROS INMIGRANTES

En el año 1880 vivían en Israel solo unos 25.000 judíos, la mayoría Sefaradim. Entre 1880 y 1914 decenas de miles de judíos comenzaron a llegar a Israel desde Europa, escapando de las horribles persecuciones, pogroms y matanzas. El Rab Isaac haCohen Kuk (1865–1935) uno de los lideres más importantes del movimiento sionista religioso, dijo que él no podia evitar ver el antisemitismo europeo «como una forma providencial de empujar a los judíos a regresar a su tierra».  En la primera ola migratoria, que se suele llamar “La primera Aliá” (1880-1905), llegaron a Israel unos 25.000 judíos de Europa. Luego, en la segunda Aliyá, (1905–1914), llegaron a Israel otros 35.000 judíos.   Sin embargo, no todos los judíos que escapaban de Europa llegaban a Israel. Muchos emigraban hacia los Estados unidos, Argentina, Australia a Inglaterra.  ¿Por qué? Porque Israel —que en esos años era parte del Imperio Otomano— era una tierra de nadie, abandonada. No había trabajo. Y la vida allí era muy, muy difícil. Al principio de 1900 también llegaron unos 2.500 judíos del Yemen. 

EL PRIMER FRACASO 

Se hicieron muchos esfuerzos para apoyar a los primeros inmigrantes. Vale destacar a los grandes benefactores de esa época: Sir Moshé Montefiore (1784 –1885) y el Baron de Rothschild (1845–1934), que fueron instrumentales para comprar tierras, construir ciudades, y organizar las colonias agrícolas.  Pero a pesar de todos los esfuerzos, a los pocos años de haber llegado, la mayoría de los nuevos inmigrantes terminaron abandonando Israel por las dificilísimas condiciones de vida, la falta de trabajo y la hostilidad de la población árabe local. De los 25.000 judíos que habían llegado en la primera ola migratoria, solo quedaron 5.000, que incluía los 2.500 judíos de Yemen. Y de los 50,000 inmigrantes judíos que llegaron entre 1905 y 1914, la mitad terminó abandonando Israel. Algunos regresaron a Europa, pero la mayoría emigró a los Estados Unidos. Este país había absorbido ya un millón de judíos entre 1850 y 1900, y la tendencia continuaba en alza (en 1924 la población judía de Estados Unidos llegó casi a 3 millones de personas).

UN SUEÑO QUE SE DESVANECE 

La situación en Israel en los años previos a la primera guerra mundial no eran buenos ni prometedores. La colonia judía en Israel, en lugar de crecer era cada vez más chica. La emigración desde Europa también se interrumpió, entre otros motivos, por la masiva ola de asimilación. Lamentablemente, como consecuencia de las persecuciones antisemitas, muchos judíos terminaron convirtiéndose al cristianismo para evitar el despojo y la muerte. Por el otro lado, muchos de los que abandonaban Europa buscaban otros horizontes, y especialmente en las Américas. 

Todo esto podría solucionarse si los judíos pudieran contar con un estado independiente y hacerse cargo del mismo, política y económicamente. Pero a pesar de los esfuerzos de los activistas  sionistas, no se pudo conseguir el apoyo politico para un estado judío.  Cuando el famoso líder sionista Teodoro Herzl (1860-1904) le solicitó desesperadamente su apoyo al Papa Pio X crear un estado a cual los judíos de Rusia pudieran escapar de los pogroms y la muerte,  la hiriente respuesta del Papa fue emblemática:  «mientras los judíos no se conviertan al cristianismo, no contarían con su apoyo»….

En 1914 parecía que el regreso del pueblo de Israel a la tierra de sus antepasados se había detenido, y el sueño de un Estado propio estaba más lejos que nunca…

Y en julio de ese año, comenzó la primera guerra mundial. Y todo iba a cmabiar radicalmente. 

Continuará…    

EL RENACIMINETO DEL IDIOMA HEBREO 

A pesar de todas las dificultades para restablecer un estado judío y comenzar una nueva vida en Israel, en los primeros años  del siglo XX tuvo lugar un evento increíble, sin precedentes en la historia universal: el renacimiento del idioma hebreo —una lengua que no se usó en la vida diaria por casi 20 siglos.   Eliezer Ben-Yehuda (1858–1922) fue instrumental en este area. Publicó artículos sobre la necesidad de renacer el idioma hebreo y participó en el proyecto conocido como el Diccionario hebreo de Ben-Yehuda. Sin embargo, lo que finalmente facilitó la revitalización del idioma fue el desarrollo de las escuelas en los asentamientos, las ciudades y las colonias agrícolas (ver foto arriba de un jardín de infantes en Israel de1905). El idioma hebreo sirvió como el idioma que unía a los nuevos inmigrantes Europeos, que hablaban ruso o Yidish, con los ya establecidos judíos Sefaradim, que hablaban árabe o ladino.  El hebreo, que comenzó como un idioma coloquial y para conversaciones cotidianas, finalmente se convirtió en el idioma oficial de los judíos y —recién a partir de 2018 — en el único idioma oficial de Medinat Israel.

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