ZAJOR ¿Negociar o no negociar con los enemigos de Israel?

Este Shabbat se llama Shabbat Zajor (= ¡Recuerda!). Por la mañana se sacan dos Sefarim (rollos de la Torá), en uno se lee la Perashá semanal, en este caso TETSAVE y en el segundo leemos un texto especial del libro Debarim 25:17, ZAJOR, . “Recuerda lo que te hizo Amaleq cuando saliste de Egipto … Amaleq atacó a los más débiles, al final del campamento … y no temió a Dios … no lo olvides!!!”.
ODIO INCONDICIONAL
Cuando salimos de Egipto, Amaleq nos atacó. Sin provocación, sin razón, sin motivo. Israel no representaba una amenaza para Amaleq ni para su territorio. Las razones de Amaleq para atacar a los judíos no eran “lógicas” sino más bien, y usando un término moderno: “ideológicas.  No era el poder de los judíos o el dinero de los judíos lo que provocaba el odio de Amaleq hacia los judíos. ¿Qué poder o dinero tenían los esclavos recién escapados de un larguísimo cautiverio?  No era tampoco una cuestión territorial: estábamos en el desierto, tierra de nadie. Lo de Amaleq no era un ataque preventivo: no estaba en nuestros planes conquistar el territorio de Amaleq. La violencia de Amaleq contra los judíos no estaba motivada por factores económicos, conflictos territoriales, venganza o prevención. Lo de Amaleq fue un odio obsesivo hacia el pueblo judío. Y lo que parece absolutamente sobrenatural es que este patrón de conducta hacia Israel no haya desaparecido, y siga hoy tan o más activo que ayer. No puedo dejar de pensar en Irán, por ejemplo, ¿qué razones tiene Irán para amenazar con borrar a Israel del mapa? Irán amenaza destruir a Israel a pesar de que Israel no representa una amenaza para Irán. No hay territorios en disputa. E Irán no comparte ninguna frontera con Israel. ¿Qué explicación lógica existe para la obsesión de Irán contra Israel?
TERRORISMO
Pero quizás lo más curioso —y lo más peligroso— del ataque de Amaleq es que Amaleq sabía que no tenía la capacidad militar de destruir al pueblo judío. ¿Por qué? Porque en ese momento, al salir de Egipto, Israel tenía una ventaja numérica enorme sobre sus enemigos. Contábamos con un ejército de 600.000 hombres, un número que en esos tiempos (o incluso hoy en día) se considera inusualmente alto. En otras palabras. El ataque de Amaleq era “suicida”. Sabía que no podía derrotar a Israel, pero Amaleq estaba dispuesto a inmolarse con tal de “dañar” a Israel y crear pánico. Desmoralizarlos, o como explican los Jajamim: “enfriarlos” (אשר קרך בדרך) y demostrar a los futuros enemigos de Israel que Israel no es invencible sino vulnerable.  Por eso, Amaleq no salió a pelear de frente, sino que como explica la Torá, atacó a los civiles: mujeres, niños , ancianos y enfermos que iban al final del campamento porque caminaban más lento. Y cuando el enemigo tiene un objetivo suicida en mente, el daño que puede causar es impredecible. Ya que la regla número uno del mundo militar —el enemigo con menos poder no ataca al enemigo con más poder —no se aplica para Amaleq. Un enemigo que se guía por una ideología suicida, cree que su propia muerte está justificada aún cuando sólo logre infligir daños al enemigo. Los actos terroristas perpetrados por Hamas o Hizballá contra Israel —misiles, bombas, cuchillos o ataques con autos— son ataques “a la Amaleq”: dirigidos contra la población civil, y destinados a desmoralizar y generar dolor…
RACIONALIZAR A AMALEQ
Este enemigo es imposible de disuadir y especialmente de “comprender”. Nuestra necesidad sicológica de “comprender: a Amaleq, es decir, tratar de verbalizar con argumentos lógicos por qué Amaleq quiere atacar o destruir a Israel, nos hace mucho más vulnerables a Amaleq. Imaginemos que ignoramos la naturaleza irracional del odio de Amaleq y nos sentamos a negociar territorios con Amaleq. O cedemos territorios unilateralmente, o renunciamos a nuestros asentamientos para que Amaleq “tenga lo que quiere” y nos deje tranquilos. Lo único que estaremos logrando es fortalecer a Amaleq, y tener sus armas y sus terroristas más cerca de nuestras poblaciones civiles. Algo que pagaremos con más víctimas de nuestro pueblo.  La Torá, previendo lo peligroso de nuestra ingenuidad bien intencionada cuando de trata de Amaleq, no solo nos dice “Zajor” recuerda a Amaleq, sino que en ese mismo texto repite su exhortación, con una expresión excepcional “al tishkaj”, ¡¡¡No te olvides!!!. No te olvides de la obsesión suicida de Amaleq y de su irracionalidad.
NO OLVIDES QUIÉN ES AMALEQ
Mañana, el Shabbat antes de Purim, leeremos una vez el texto de Amaleq, porque Hamán fue el primer descendiente de Amaleq que intentó borrar a todo el pueblo de Israel del mapa. La Torá nos asegura que HaShem no dejará que Amaleq nos destruya. Pero también nos da a entender que NO podemos ser ingenuos acerca de la verdadera naturaleza y las intenciones de Amaleq. Olvidarlo, nos puede costar la vida.
Escuchar la lectura de Perashat ZAJOR es un mandamiento directo de la Torá. Eso implicas entre otras cosas, que las mujeres también tienen la obligación de asistir a la sinagoga y escuchar la lectura de este importante texto.