LA BENDICION DE LOS COHANIM

El texto de Bircat Cohanim, la bendición de los Sacerdotes, se encuentra en la Perashá de esta semana, Nasó. Esta bendición, que contiene 3 versículos, y menciona 6 elementos o cualidades que todos deseamos recibir de Dios. Si bien los Cohanim son los que recitan esta bendición para toda la comunidad, es Dios quien nos concede estas bendiciones y no los Cohanim.  Ademas de su profundísimo contenido cabe destacar que el texto está presentado en una progresión matemática muy precisa: el primer versículo tiene 3 palabras y 15 letras. El segundo 5 palabras y 20 letras. Y el tercero  7 palabras y 25 letras.

Como dijimos, cada pasuq contiene dos bendiciones, una complementa a la otra .

Veamos.

יברכך ה  El primer pasuq dice: «Que HaShem (= Dios) te bendiga y te proteja».

TE BENDIGA: Esto quiere decir: que HaShem te conceda y te otorgue todas las bendiciones materiales que necesitas, casa, comida, vestimenta, etc.  Por supuesto que el hecho que Dios me bendiga no quiere decir que yo espere que Dios me conceda todos lo que necesito sin yo trabajar para merecerlo. «La bendición de Dios no reemplaza el esfuerzo humano, sino que lo gratifica con frutos». El hombre debe trabajar la tierra y plantar las semillas. Y si Dios me concede Su bendición, las semillas crecerán y obtendré sus frutos.  La bendcion implica una suerte de asociación entre el hombre, que se esfuerza, y Dios,  que corona ese esfuerzo con frutos.

TE PROTEJA: Una persona que tiene abundantes bendiciones está expuesta al robo, al saqueo, a la envidia destructiva y ciortamente necesita más proteccieon material que alquin que no tiene nada. , sAdemas del esfuerzo tam,bien se trata de hacer méritos: por ejemplo, como puedo pretender que Dios bendiga mi esfuerzo si en mi trabajo, robo o actuo con deshonestidad, »   sinoq eu puede requiere En la segunda bendición (veishmereja) pedimos que HaShem nos proteja de enfermedades o accidentes. Estas bendiciones se complementan entre sí: necesitamos dinero para comprar comida, ropa, etc. Pero también necesitamos la bendición de una buena salud, algo (una de las pocas cosas …) que no se puede adquirir con dinero. Obviamente, una bendición no es una fórmula mágica. Para recibir ésta y las demás bendiciones necesitamos  convertirnos en un receptor adecuado de esa bendición. Por ejemplo: Si pedimos de HaShem la bendición para nuestra buena salud, tenemos que hacer nuestro esfuerzo y mantenernos saludables, conducir nuestros autos con cuidado y hacer todo lo posible para evitar cualquier tipo de accidentes, etc.

יאר ה   El segundo pasuq dice: «Que HaShem te ilumine con Su presencia y te agracie».

Aquí ya no se trata de bendiciones materiales, sino más bien espirituales. «Que HaShem te ilumine» significa que esperamos que HaShem nos ayude e inspire a obtener un tipo muy especial de sabiduría, la sabiduría de la Torá, que es la que viene directamente de HaShem. Las palabras bíblicas «Que HaShem te ilumine» יאר aluden a esa iluminación espiritual e intelectual, imprescindible para  abordar el estudio de la Torá. La segunda bendición de este versículo es חן,  gracia o favor. Los jajamim explican que aquí los Cohanim piden que HaShem nos bendiga con un buen carácter, nos inspire para ser amados por la gente, o como se dice en hebreo: para encontrar gracia en los ojos de los demás. La primera bendición se refiere a nuestros talentos espirituales e intelectuales. La segunda a lo que se llama hoy «inteligencia emocional», la bendición de ser aceptado y querido por las personas que nos rodean.

ישא ה»  El tercer pasuq dice: «Que HaShem dirija Su presencia hacia ti y te conceda la paz».

Empecemos por el final. Nuestros rabinos explicaron que no hay mayor bendición para el pueblo judío que la paz שלום. Los judíos no aspiramos a destruir a nuestros enemigos o a los infieles y controlar el mundo. Nuestras aspiraciones son nobles y muy sencillas. Sólo pedimos que nos dejen vivir en paz. Para poder servir a nuestro Dios,  cumpliendo con Su Torá y en nuestra propia tierra ,  Israel. Estas son todas nuestras aspiraciones nacionales.

Volviendo a la primera parte de esta berajá, literalmente dice: «Que HaShem dirija Su rostro hacia ti». Obviamente Dios no tiene «rostro». Nuestros rabinos explican que esta expresión significa: «Que HaShem te preste atención». Esta es probablemente la  bendición más importante. Vamos a explicarlo con un simple ejemplo. ¿Qué debo hacer para merecer este extraordinario privilegio? ¿Que debo hacer para que Dios dirija Su rostro/atención hacia mí? Imaginen una clase en un enorme auditorio, con cientos de estudiantes. Todos llegaron a escuchar una conferencia que será impartida por un famoso profesor. Al entrar en el auditorio el profesor mira al público y le da la bienvenida a todos. Pero de pronto su vista se detiene en uno de los estudiante, alguien que está sentado en la quinta fila. El profesor fija su mirada en él por unos segundos, le sonríe, y lo saluda con su mano. Al final de la conferencia los demás alumnos se acercan al privilegiado alumno y le preguntan: ¿Por qué el profesor dirigió su rostro hacia ti, por qué te presto a ti una atención especial?  El alumno responde:  «Es que durante los últimos años he leído sus libros, intercambié algunos correos electrónicos con el profesor, y me he reunido con él en persona.»  Si queremos ser los destinatarios de esta bendición, si queremos ser identificados por HaShem y merecer su atención especial,  «debemos ser conocidos por Él.» Estudiando Sus obras y comunicándonos con Él tan frecuentemente como podamos. Así, nos transformaremos en un destinatario apropiado de ésta y de las demás bendiciones.