El Sexto Mandamiento y los crímenes de guerra en Gaza

לא תרצח                                          No Matarás

La ley judía y el derecho penal en la mayoría de los países occidentales, distinguen entre los distintos niveles de homicidio.»Asesinato», por ejemplo, se define cuando el autor actúa con premeditación, es decir, con toda la intención de matar.

«Homicidio culposo», por otro lado, podría ser el caso de un conductor imprudente que causa la muerte de alguien que cruza la calle.  En este caso, como en el caso anterior, un individuo perdió la vida. Pero si el juez entiende que no existió la intención de matar, sentenciará al conductor por negligencia criminal, no por asesinato.

«Muerte accidental» es otra categoría. Cuando no existe la intención de matar ni la negligencia. Por ejemplo, cuando alguien está conduciendo de manera prudente y mata a una persona que se cruzó con su coche.Estos casos, con diferentes ejemplos, son mencionados de manera explícita en la Tora. El Talmud explica con más detalle los distintos niveles de homicidio (cinco niveles). De cualquier manera, el criterio fundamental para establecer la naturaleza del delito es «la intención».

El Talmud también habla de «homicidio justificado», particularmente del caso de auto-defensa (rodef), que es cuando uno no tiene ninguna intención a priori de matar, pero se ve obligado a matar a un criminal en potencia, para evitar un posible asesinato. En el caso de defensa propia, cuando una vida inocente está en peligro, se concede el «uso de la fuerza letal» como un medio para protegerse a sí mismo  y a otros.Por último, tenemos el caso de «intento de asesinato», cuando un criminal tiene la intención de asesinar a alguien, pero fracasa en su intento.

La evaluación de la intención criminal es tan importante que el «intento de homicidio», aún cuando nadie murió, podría acarrear una sentencia de cadena perpetua, mientras que en el caso de «muerte accidental», si se demuestra que el conductor no tuvo intención criminal ni fue negligente,  podría quedar completemante libre.

Teniendo en cuenta estos principios podemos analizar mejor los «crímenes» cometidos en Gaza.
1.  LEGITIMA DEFENSA: Para asignar la culpa y establecer la responsabilidad en este conflicto hay que identificar quién inició las hostilidades. Tenemos que saber con claridad quién atacó primero y quién actuó en defensa propia. Cuando algunos periodistas escriben, por ejemplo: «El ciclo de la violencia se renovó en Gaza», y no clarifican que fue Hamas quien disparó el primer cohete, están ignorando (tal vez no-inconscientemente) que la otra parte, Israel, está actuando en defensa propia! Esto no es un simple tecnicismo, sino el elemento más básico para evaluar la responsabilidad legal y moral por las consecuencias del conflicto, y para la concesión del derecho de uso de la fuerza letal, por parte de la víctima de la agresion.

 

2. INTENCIÓN: Hamas intenta asesinar a civiles en Israel, deliberadamente,  y dispara sus cohetes indiscriminadamente a escuelas, aeropuertos civiles, áreas pobladas, etc. Por otra parte, Hamas no oculta su intención explícita de destruir a Israel (Ver aquí  la Carta de Hamas, articulo 13).  Atacar criminalmente a Israel es parte del «Yihad», la guerra religiosa de Hamas en la que hay que matar al enemigo, es decir, a los judíos , incluso a costa del martirio. Nadie ignora, pero pocos hablan de la «intención criminal» de Hamás. Israel, por su parte, ha advertido en repetidas ocasiones a civiles en Gaza a huir de los lugares que bombardeará. E hizo estas advertencias a expensas de perder el factor sorpresa, que no tiene precio en la guerra urbana. Los militantes de Hamas siempre sabían dónde y cuándo Israel atacaría. De cualquier manera, nada que Israel hizo o hace parece ser suficiente para complacer a la opinión mundial. La prensa internacional,  la ONU, etc. han acusado cínicamente a Israel de «asesinar deliberadamente» a civiles y niños. El mundo, y especialmente Hamas, saben que esto es completamente falso. Pero sirve al elevado propósito de demonizar a Israel y acusarla de crímenes de guerra.

 

3. DAÑOS PROPORCIONALES: Esta es probablemente la acusación más ridícula. Viene inmediatamente después de la mantra «Israel tiene derecho a defenderse a sí misma ..», cuando el periodista o el presidente de un país occidental agrega:  pero«Israel tiene que usar una fuerza proporcional». Ahora, piense Usted en lo siguiente: Israel tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo. Si Israel hubiera usado un poder militar «proporcional» a la fuerza militar que tiene, la ciudad de Gaza y sus túneles subterráneos, donde los comandantes de Hamas ocultar, habrían sido completamente destruidas en cuestión de minutos. Y cientos de miles de personas habrían muerto en esos ataques. Y aún así, Israel habría actuado en defensa propia! Gracias a que Israel no actuó en proporción a su poder militar y a su capacidad de respuesta, los daños colaterales, fueron muchos menos. Hamas sabe muy bien que Israel, por su extrema moralidad,  nunca actuará proporcionalmente a su fuerza, y por eso se anima a atacar.
Y a pesar de todo esto, el mundo seguirá culpando a Israel de agresión militar, de matar con intencionalidad, y del uso desproporcional negativo de fuerza letal.
Obviamente, nadie culpará a Hamas de crímenes de guerra! Sería ridículo e irrisorio, ya que Hamas es una organización terrorista criminal. La declaración de objetivos de Hamas es muy clara con respecto a la intención de cometer crímenes de guerra contra  Israel!  Ellos no lo disimulan, pero el mundo, de eso no habla.

 

Que HaShem proteja a Israel de sus enemigos militares y de sus socios en los medios de comunicación